Capítulo 15
Multimedia: Cara, prima de Noah
Narra Noah
—iremos a comer abajo, al comedor familiar, nadie te va hacer daño lo prometo—aclaré, el me miro no muy convencido pero asintió.
—sé que no te da confianza, pero ellos saben que estas aquí y es mejor dar la cara—dijo Jay.
—habla por ti—murmuro Aiden, yo me reí y ambos me miraron.
—la familia suele ser agradable y si no por lo menos se van a comportar –explicó aunque por el aspecto de Aiden el no parecía interesado en escucharnos.
Los tres bajamos, Jay delante de mí y Aiden detrás. Al llegar al comedor todos nos miraron, eran casi cuarenta ojos sobre nosotros. Aiden respiraba con problemas y podía sentir como comenzaba a temblar.
—buenos días—dijo Jay, todos le respondieron por educación y luego fijaron su mirada en Aiden que estaba escondido detrás mío para esta altura.
—Buenos días, tengo un invitado muy importante asique espero que lo traten con el respeto que merece—dije lo más serio que pude, yo no había nacido para mandar y la verdad era pésimo haciéndolo.
Luego de que nos sentáramos a comer, con Aiden muy cerca para ayudarle a comer, nadie mas dijo nada en voz alta, de hecho eso era extraño, podía sentir como todos se comunicaban mediante murmullos y quienes no lo hacían de esa forma utilizaban el vínculo.
—respóndeles, están hablando por lo bajo, Noah se un alfa—dijo Jayden en voz baja, pero que más les iba a decir, ellos tenían cierta razón en hablar, después de todo mi compañero o no Aiden era parte de la manada Fierce y eso no le agradaba a nadie en esta mesa.
Se escuchaban cosas como "un Fierce en nuestra mesa" "no puedo creer que mi hermana haya permitido esto, ese niño debería estar fuera del territorio" "ni siquiera parece lobo, mira todas esas cicatrices, los lobos no cicatrizamos" "que tal si es un humano" "escuche que había sido condenado a servir al alfa" "¿es un criminal?".
No sabía qué hacer, sin mis padres aquí y con la reprobación de mi madre era de esperar que ellos no le dieran buena cara.
—Suficiente, todos ustedes tienen que parar, tienen que dejar de decir todas esas cosas por debajo de la mesa, que clase de respeto le tienen a Noah—dijo Cara una de mis primas más cercanas y una de las más rebeldes de la manada—Les ha pedido respeto y todo lo que hacen es murmurar cosas irrespetuosas hacia nuestro invitado, que mal educados—dijo molesta.
Aiden por su parte miraba su plato casi deseando que este le tragara.
—¡Cara! –grito su madre molesta.
—sabes que tengo razón y que más allá de lo que les ha pedido Noah deben ser respetuosos por que la estancia del muchacho aquí no depende de ninguno de ustedes, por eso lo menos que pueden hacer es demostrar algo de clase y comer en silencio—dicho eso Cara salió con mi tía corriendo detrás de ella.
Cara era impulsiva y no le gustaba la forma en la que en ocasiones mi familia podía ser un poco dura.
—nosotros nos retiramos también, ya se ha dicho todo aquí—dije poniéndome de pie y llevándome a Aiden conmigo.
—¿Lisa podrías llevarnos el desayuno a la habitación?—le dijo Jayden a una de las empleadas.
Una vez que todos llegamos a mi habitación nos encontramos con Cara cómodamente tendida en el sofá.
—Primito, no te había deseado feliz cumpleaños—dijo Cara abrazándome y dándome una tarjeta, luego todos nos sentamos en los sofás, en uno Jayden, en otro Cara y por último Aiden y yo en el sofá más grande manteniendo espacio de por medio por supuesto.
—18 años, ya estás muy viejo, disfruta tu regalo, Cara –dije mientras leí la carta y vi que traía una tarjeta de compra.
La mire pidiendo una explicación sobre la tarjeta.
—son trescientos dólares en alcohol en uno de los mejores bares de la cuidad, de nada—dijo sonriendo.
Jayden y yo reímos, típico de Cara.
—Gracias—le respondí.
—¿asique los rumores son ciertos, es un Fierce?—pregunto, mirando a Aiden, el me miro y luego al suelo.
—si pero no está relacionado con ellos—respondí.
—¿scars?—pregunto en inglés, quizá para no hacer sentir incomodo a Aiden.
—aún estamos en eso, nuestra teoría es que como nunca se ha transformado aun cicatriza como humano—respondió Jayden.
—¿Nunca te has transformado?—le pregunto ella y para sorpresa de todos Aiden respondió y utilizo su voz.
—no—dijo simple.
—¿pero como te han hecho todo eso y nunca te has transformado, nunca sentiste tanta ira que quisiste arrancar sus cabezas con el hocico?—pregunto sorprendida.
—no—dijo de nuevo.
—vaya—respondió ella sin habla, bueno nosotros también nos sorprendimos bastante.
—crees que puedas ayudar con eso, eres la mejor entrenadora que conozco—dijo Jayden y tenía razón la mejor y más joven. Cara se encargaba de ayudar a los más jóvenes a transformarse a gusto y no solo por instinto.
—de acuerdo, mañana, patio trasero a las diez, pero usaremos mis métodos—dijo ella y yo asentí.
—bien fue genial verlos y conocerte Aiden, pero tengo que ir a pelear con mi madre—dijo saliendo de la habitación.
—¿quieres hacerlo, intentar transformarte?—le pregunte a Aiden y el asintió.
—de acuerdo, regresemos a lo de hoy, centro comercial—dijo Jayden, con el habíamos quedado en que iríamos a comprarle ropa y zapatos a Aiden.
Todos nos fuimos a bañar y cuando estuve vestido fui a habitación a curar a Aiden. Hice todo lo que normalmente hago, me sentía mal cuando lo curaba porque le dolía bastante y para hacerlo tenía que tener mucho contacto con las heridas.
Le di un jeans largo y una blusa de manga larga para que no se notaran las contusiones.
—gracias por curar mis heridas—dijo mirándome.
—con gusto, ahora ponte esto, iré por unas tenis que te queden—dije.
Cuando salí vi a Aiden luchando para ponerse sus calcetines e imagine que era por la cantidad de tiempo que tenía sin usar zapatos. Me acerque e hinque frente a él para ponerle los zapatos.
—yo no s...–quiso decir pero lo detuve.
—no tienes que decirme, sé que no te dejaban usarlos—le dije tratando de evitar que recordara esas cosa.
—si me dejaban—respondió en voz baja mientras yo seguía atando sus cordones.
—¿Qué?—dije sin entender.
—una vez cuando tenía siete años pregunte si me dejaban usar otros zapatos porque los que tenía ya estaban rotos y no me quedaban, dijeron que si—continuo.
—¿entonces porque no usas?—pregunte confundido.
—dijeron que podía, no que me los comprarían—dijo casi decepcionado.
Sus palabras casi hicieron un hueco en mi corazón, quien puede ser tan cruel con un niño de siete años. Quisé abrazarlo pero me contuve porque no se veía como que se haya adaptado mucho al contacto físico.
—ellos fueron unos hijos de puta, pero tienes que olvidar esas cosas, ahora vas a ser feliz, te comprare diez o hasta veinte pares de zapatos si deseas, es tu momento de sonreír, no dejes que sus recuerdos te lo arrebaten—dije mirándolo.
Pregunta: creen que Cara logre que Aiden se transforme? como les cayó la chica?
Publicado en Ene. 26, 2016.
Editado en 2018.