Fui por comida y la traje hasta aquí, almorzamos tranquilamente hablando de cosas que a ellos les interesaban. Hasta que llegó la hora de irnos.
Cerré todo para volver al auto. Comencé a manejar en dirección a casa de mi hermano, una vez estando cerca un nudo en le estomago se me formo, trague saliva y trate de relajarme pero nada hacía efecto. Debatí si estacionar dentro o fuera de casa.
Estacione dentro, la puerta de entrada se abrió inmediatamente dejando ver a mi cuñada. Emma me miro, entendí lo que me decía y le hice una seña que debía bajar. Ethan bajo y se quedó esperándome, después de bajar me puse al lado de él y Emma tomo mi mano.
-Hola- dijo Het
-Hola- respondí tratando de hacer esto sumamente corto -Aquí esta Ethan, sano y salvo-
-¿No quieren pasar?- Emma apretó mi mano.
-No, ya nos vamos es tarde- dije tratando de sonar relajado -Campeón gracias por este día- Ethan se lanzó a mis brazos, solté la mano de mi hermana y lo abrace con todas mis fuerzas -Te amo hijo-
-Te amo papá- lo deje en el suelo y quede mirando a Het, ella sonreía, era bueno verla como ella siempre fue.
-Que linda eres Emma- le sonrió
-Gracias- dijo ella nerviosa.
-Bueno Em ya nos vamos- dije tomando nuevamente su mano, -Buenas noches- dije antes de volver al auto.
-Buenas noches Peter- me responde Het.
-Dale mis saludos a Jazi- ella asintió.
Volvimos al auto y los dos nos dejamos caer en nuestros asientos, costo un momento asimilar que las cosas ya no están como antes, que solo venir a dejar a mi hijo es incómodo. Encendí el auto, y volvimos a casa.
*
Cinco días después...
-¿Quieres o no?- le pregunte a Emma.
-Si quiero Peter, ella estará feliz- comenzó a dar pequeños saltitos.
-Arregla tus maletas y vamos, tengo todo arreglado-
Ayer por la noche Lucie me llamo que las actuaciones se habían adelantado y que volvería esta semana. Queda solo una última presentación. Se me ocurrió la genial idea de ir a verla.
Esta vez llame un taxi, al momento de subir Emma quedo mirando el camino y frunció su ceño al no reconocerlo hasta el aeropuerto.
-¿Dónde Vamos?- dijo mirándome atentamente.
-Al avión- dije sonriendo -Avión privado, llegaremos más rápido-
Al subir, todo tranquilo, Emma se quedó dormida. Comencé a avanzar un poco en el trabajo, en unas semanas debo viajar a México. Mañana aprovecharía de ver cómo avanza la edificación en España.
*
Caminamos por el largo pasillo hasta los vestidores. Estaba lleno de bailarinas, quienes me miraban y hacían gestos con sus manos de llámame, Emma solo me miraba y reía. Riendo encontramos el camerino que se suponía estaba Lucie, estaba lleno de mujeres. A lo lejos la vimos a ella.
Emma corrió a sus brazos. Costo mucho que nos dejaran pasar, rogamos demasiado hasta que accedieron. Lucie la atrapo en sus brazos, todas sus compañeras quedaron mirando la escena. Me acerque y nuestra mirada se unieron.
-¡¿Mierda, mierda, mierda?!- ella me quedo mirando risueña -¿Rómpete una pierna?- estallo en carcajadas -Hola-
-Hola señor millonario- le di un beso en su mejilla
-¿Cómo estás?- dije mirando a Emma quien no soltaba su cuello.
-Bien, mejor aún de ver a Emma- tomo una pausa -Verlos- corrigió.
-Si no me quieres aquí, lo entenderé y le puedo dar este ramos de rosas azules a cualquier otra bailarina de aquí- saque el ramo de detrás de mi espalda, mirando a mi alrededor, había una peli negra hermosa, me guiño un ojo y yo le sonreí. -Pero en la tarjeta dice Lucie Gray, y no quiero hacer otra tarjeta- al volver mi rostro hacia ella, le entregue las flores y ella las olio.
-Están hermosas, muchas gracias-
-Esta noche iremos a cenar- me quedo mirando -Los tres- note un poco de decepción es sus ojos.
-Estoy a punto de salir, deberían ir a sus asientos- asentimos, tome la mano de Emma, le di otro beso en la mejilla y salimos.
Al sentarnos, la función comenzó. Era una representación con música clásica. Al momento de ver a Lucie, mi corazón salto de la emoción. Cada uno de sus movimientos hicieron que todo se moviera dentro de mí, estaba un poco atrás, eso fue lo que no me gusto.
*
-Gracias por esperar- dijo saliendo ya con ropa normal y con el ramo de flores.
-No es nada tía vamos tengo hambre- esta vez hice elegir a Emma donde comeríamos. -Comeremos en ese de ahí- dijo una vez que ya habíamos caminado.
Comenzamos a reír con Lucie. Emma va entre nosotros. Miraba de reojo a Lucie, se veía nerviosa sosteniendo sus flores, le ayude con el bolso. Nuestras miradas se encontraron, fue como si el mundo se detuviera. Tome mucho aire al sentir un poco de calor.
-¿Bueno y que quieres comer Emma?- dije casi llegando al lugar.
-Papas, muchas papas- asentí, abrí la puerta para que las dos damas ingresaran.
Hicimos nuestros pedidos. Nos sentamos en una mesa cerca de las ventanas que daban a la calle.
-Si me disculpan iré al baño- dijo Emma levantándose.
Con Lucie nos quedamos mirando. Sin pensarlo tome su mano, ella me miró fijamente.
-Te veías hermosa hoy- dije rosando su piel.
-Gracias, tú también- comenzamos a reír nerviosamente.
-Espero haberte sorprendido-
-Lo hiciste- mire por el ventanal con una pequeña sonrisa -Gracias por todo lo que haces, Emma se ve feliz-
-No es nada, lo hago feliz- dije volviéndola a mirar -Lucie yo...- no alcance a terminar porque Emma ya había vuelto y Lucie soltó mi mano.
La comida llego a nuestra mesa, una buena conversación hizo que la hora pasara volando. Emma comenzó a bostezar y supe que era tiempo de volver al hotel. La llevaba en mis brazos, con Lucie decidimos irnos caminando.
-Hay una habitación solo para Emma, pensé que te podrías quedar con ella-
-Peter- tomo aire -Esta bien, me quedare con ella-
Seguimos caminando, hasta llegara a la entrada. Nos quedamos mirando, pero esta vez era muy distinto a la primera vez que nos vimos. Subí junto a ella para dejar a mi hermana en su cama. La habitación era grande y tenía un sillón rosa, Emma lo amaría cuando despertara.
-Buenas noches- dije dándole un beso en la frente a Emma. Lucie me quedo mirando -Lucie...- dije mirando sus labios.
En ese momento nose que me paso, pero la tome del mentón y la atraje hacia mí, nuestros labios se rosaron pero ninguno de los dos los movía, bese su nariz, en ese momento sus labios atraparon los míos y comenzamos con un beso tierno y lento que al pasar de los segundos se fue haciendo más intenso.
Era como estar besando a un cristal, sentir que si hacia un mal movimiento la dañaría me partía el alma. Paso las manos por mi cuello y las mías por su cintura. El beso siguió pero ya me estaba cansando de esa posición, comencé a caminar sin cortar el beso hasta el sillón. Me deje caer para que ella quedara sentada sobre mí, sentí como se tensó pero aun así el beso no se detuvo. Comencé a acariciar su cintura, era la cosa más deliciosa que había sentido.
Las cosas comenzaron a ponerse intensas, hasta que ella salió de mi agarre de un momento a otro, abrí mis ojos mirándola sorprendido.
-Perdóname no puedo- me dijo, trate de volver a respirar normal, me levante y tome su rostro.
-Me gustas Lucie- dije besando su frente -Jamás te haría daño, me tienes loco-
-No puedo con esto- volvió a repetir.
-Si puedes, deja el pasado atrás, sé que te gusto lo veo en tus ojos por favor dame una oportunidad para enamorarte-
En ese momento fue solo silencio. Nos quedamos mirando tratando de controlar nuestras respiraciones. Ella se acercó a mí y nuestros labios se volvieron a encontrar. Esta vez la quería junto a mí no resistía más.
-¿Quieres que...?-
-Si- me respondió sin dejar terminar mi pregunta.
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Se que me tarde no me maten...
Ethan es un amor... :3