Destino

By CarmiChan

31K 2.9K 184

La continuación de El Laberinto del Vampiro. "Ni la enfermedad de Christal ni la muerte de mi madre fueron u... More

1. El nuevo estudiante
2. Distancia
3. Errores de principiante
4. De luto
6. Piezas de ajedrez
7. Tiempo de arte
8. Melancolía
9. Luz en la oscuridad
10. Promesa
11. Advertencia
12. Sincero.
13. Un sentir
14. Confesión.
15. En espera
16. Dilema
17. Desconcierto
18. Solución.
19. Avanzando.
20. El perdón tras un adiós. (Final)

5. Debilidad

1.4K 160 8
By CarmiChan

Por honor a los estudiantes que habían fallecido, dieron los siguientes tres días libres, los cuales para Christian estaban lejos de ser un descanso pues tenía que lidiar con su molesto padre.

—Con que son días de luto —Dijo Marcos con cierto tono despectivo al ver las noticias en las cuales estaba como primer plano la nueva escuela de su hijo.

Christian lo ignoró por completo mientras le daba otra mordida al sándwich que su hermana le había preparado.

—No ha pasado ni una semana desde que entraste a la escuela y viene a pasar esto, que casualidad ¿no lo crees?

—Si tienes algo que decirme déjate de rodeos y habla claro.

—Bien —Marcos apagó el televisor y se puso frente a su hijo mayor, endureciendo la mirada. —Me parece muy raro que te hayas cambiado de colegio y al segundo pase esto, exijo una explicación ahora.

—Uy, discúlpame señor, ya mejor ni salgo a la calle porque peligro y hay un accidente automovilístico por mi culpa. —El tono sarcástico de Christian logró enfurecer a su padre, quien con ojos color sangre le sujetó del cuello y le habló con extremada dureza.

—Escúchame bien Christian Dasiel, como me entere que tú tienes algo que ver con esto, yo... yo...

—¡¿Qué?! ¿¡Me encerrarás en ese maldito laberinto así como años antes lo hiciste con mi madre!?

Aquellas palabras fueron como dagas que atravesaron su muerto corazón, un fuerte puñetazo en la cara fue suficiente para que Christian cayera al suelo sin moverse, sintiéndose humillado sólo agachó la cabeza, si, culpaba a su padre de que ahora su madre no viviera.

—Papá ¿Qué pasa? —Paulo se acercó con temor, viendo a su hermano en el suelo y a su padre frente a él.

—Nada, sólo le enseño un poco de modales a tu hermano.

Christian se levanto teniendo la mejilla colorada por el golpe, ni siquiera miró a su padre, simplemente se fue a su habitación.

—¿Por qué no pueden llevarse bien?

Marcos no supo responderle a su hijo y sólo le ordenó que se preparara para irse a la escuela, Evangeline seguramente estaba ayudando a Pablo para que estuviera listo para la escuela.

—"Ese maldito infeliz, cómo se atreve a tocarme" —Christian azotó detrás de si la puerta y se sentó al borde de la cama sujetándose la cabeza con fuerza, desde muy temprana edad tenía problemas con su padre, siempre discutían y más de una vez llegaron a los golpes a causa de los pleitos.

Marcos era un estricto sin corazón, y lo que más odiaba de él era esa frialdad con la que lo miraba, siempre diciéndole con la sola mirada lo desgraciado que era. ¿Qué obtuvo de él cuando tan sólo era un infante? ¡Nada! Sólo gritos, regaños, golpes, jamás cumplía con las expectativas de ese sujeto.

Cuando se le reveló lo que los ancianos del laberinto habían dicho de él, podía imaginarse el porqué su padre parecía odiarle, por su culpa se condenó la humanidad, por su culpa muchas muertes aparecerían, por su culpa su madre había muerto.

Su culpa... ¡No! ¡Fue culpa de su padre que no la protegió! Él sólo tenía casi 4 años ¡¿Qué podía hacer por su madre?!

El que tocaran su puerta lo saco de sus pensamientos, sólo entonces se dio cuenta de que las lágrimas habían salido solas.

—¿Qué? —Dijo con un tono firme, limpiándose la cara.

—Llevaré a los niños a la escuela, ¿no quieres acompañarme? —Bufó de mala gana, su padre seguramente le molestaría más tarde así que lo mejor era acompañar a su hermana.

—Claro, dame un segundo.

Se puso frente al espejo y se miró, tenía los ojos húmedos y enrojecidos, no podía permitir que su hermana le viera así, no podía darle más angustias, además, él era un asesino en serie, no podía expresar sus escasos sentimientos.

-

—Y... ¿Ahora qué pasó?

Christian suspiró molesto, sabía que sólo era cuestión de tiempo para que su hermana preguntara, específicamente cuando dejaran a los chicos en la escuela.

—Nada nuevo.

—Chris.

—No quiero hablar de eso.

—Nunca quieres hablar de eso. —Eva le tomó el brazo para detenerlo en su andar. —Nunca me dices nada, todo te lo callas, eso no está bien, tampoco está bien que todos los días discutas con papá.

Christian le evitó la mirada.

—Él y yo nunca nos hemos llevado bien.

—¡Mientes! Cuando éramos niños siempre jugabas con papá ¡Lo recuerdo perfectamente! Pero luego pasó "eso" y... todo cambió, deberías entenderlo.

—¿"Eso"? Dale nombre a lo que pasó Eva, mamá murió y evitar ese asunto no hará que ella vuelva a la vida, tú sólo te la vives engañándote creyendo que mamá volverá pero entiende Eva ¡Mamá murió!

Los ojos de Evangeline se pusieron vidriosos, si, nunca quería nombrar aquel suceso que marcó a toda la familia, la muerte de Susan fue algo que cambió por completo toda su vida.

—Deberías comprender a papá —Musitó al bajar la mirada, intentando aguantar las lágrimas. —Sé que para ti tampoco ha sido fácil, han pasado 15 años y aún duele, tampoco es fácil para los niños que jamás conocieron a mamá pero si a un padre de corazón frío, pero entiéndelo, perdió a la mujer que amaba por darnos la vida.

—No, tú entiéndelo, no sólo era la mujer que él amaba, ¡Era nuestra madre! ¡Tenía sólo 22 años cuando murió! ¡¿Qué mujer debería morir a esa edad?! Para empezar ¡¿Qué mujer debe volverse madre a los 18 años?! ¡Si papá no la hubiera cagado ella seguiría viva!

—Pero nosotros no.

Christian no dijo nada al ver las lágrimas de Eva, eso era lo que más odiaba en el mundo, ver a su hermana llorar. Suavizó su mirada y se acercó a ella, rodeándola con sus brazos.

—Sé que esto es muy difícil para todos, pero no me puedes pedir que entienda a un hombre tan egoísta como papá que por perderla terminó descargándose en nosotros, después de la muerte de mamá yo no recuerdo nada feliz de mi infancia, tan sólo a los chicos y a ti.

Eva ya no le respondió, se secó las lágrimas y soltó a su hermano.

—Debo ir a la tienda a comprar algo, quiero ir sola, necesito pensar, tú regresa a casa. —No dejó que su hermano le insistiera, sólo le dio la espalda y comenzó a andar. —Espero pienses en lo que te dije. —Fue lo último que dijo al dar vuelta a una esquina.

Christian, lleno de impotencia golpeó con el puño cerrado la pared, genial, aparte de ser recriminado por su padre ahora lo era por su hermana, sabía que nunca había sido una buena idea dejarla siempre en casa. Sin tener a donde más por ir y sin misiones por cumplir, empezó su andar a la casa, topándose en el camino con la última persona que desearía ver.

—Chris.

—Ah, tú, Jaz ¿cierto?

—Lo siento.

—¿Qué?

—Escuché tu charla con esa chica, tu hermana ¿no?

Christian sintió un ardor inmenso en su interior, un enojo que no podía describir.

—Tú... como se te ocu...

—Mi hermano estudia en el mismo instituto que tus hermanos, por eso estaba aquí, iba a saludarte pero no quería interrumpirte, no fue mi intención escuchar, pero estabas gritando.

Christian calló, no pudo recriminarle aunque desearía, había sido su culpa por hablar en zona pública con su hermana.

—Ahora entiendo mejor lo que me habías dicho ayer, perdiste a tu madre y no pudiste despedirte de ella, todo tiene sentido.

Sin querer hablar con ella, le dio la espalda y empezó a andar, ignorándola por completa aunque para su sorpresa Jazmín no le había seguido.

Al llegar a casa y sin querer tener problemas con su padre, abrió la puerta con el mayor cuidado posible, su objetivo era simple, llegar a su habitación sin que su padre se fijara. Cerró la puerta detrás de si y en silencio caminó a las escaleras, para su mala suerte debía pasar frente a la sala, lugar donde su padre acostumbraba a estar, pero al pasar no lo vio allí.

"Que suerte" Pensó mientras subía las escaleras, su último objetivo era la habitación de su padre que estaba a lado de las escaleras, si era rápido quizá podría pasar hasta su cuarto sin problema, pero al llegar a los últimos escalones que debía pasar, notó que su padre yacía acostado en la cama dándole la espalda a la puerta.

"Debo ser rápido" Pensó, pero antes de andar escuchó un sollozo, su padre lloraba, aquel hombre que siempre vio de corazón helado y sin sentimientos yacía e la cama llorando como un bebé mientras abrazaba algo. Al notar la ausencia de la fotografía de su madre en el mueble que estaba a lado de la cama, se hizo la idea de que era eso lo que su padre abrazaba.

—Susy... mi Susy... —Decía entre sollozos Marcos, manteniendo aquella posición fetal mientras abrazaba con fuerza la fotografía. Parecía un niño pequeño ante los ojos de Christian. Buscando no hacer ni un ruido, camino deprisa y en silencio hasta su cuarto, cerrando con el mismo silencio la puerta tras de si aun sin creer lo que acababa de ver.

Ese hombre tan duro, tan frío casi rozando lo cruel, que jamás expresó otro sentimiento más que enojo o seriedad, lloraba abrazando la fotografía de su amada.

"Perdió a la mujer que amaba para darnos la vida" Las palabras de su hermana resonaron en su cabeza y las lágrimas corrieron por sus mejillas sin saber porqué "No sólo era la mujer que amaba ¡Era nuestra madre!" volvió a repetir en su mente, en lugar de sobrellevar la pérdida en familia se distanciaron y se odiaron, culpando siempre al otro de lo que había pasado.

¿Quién era el egoísta entonces?

Se sentó en el suelo, abrazó sus piernas y por primera vez en mucho tiempo se dio la oportunidad de llorar, liberar toda esa tristeza y frustración que llevaba acumulando cada día, gimoteando el nombre de su madre, culpándose por todo lo que estaba pasando.

Por primera vez se dio la oportunidad de ser humano.


Continue Reading

You'll Also Like

369K 15.5K 36
Elena ama leer tanto como ser animadora, su sueño más grande es ser escritora, para ella su vida era perfecta, pero todo eso cambia en su último año...
56.3K 1.9K 39
"Yo nunca tendré novio" Sí, claro. Si yo hubiera cumplido esa promesa/juramento, Spencer no hubiera aparecido en mi vida en el momento meno...
240K 13.5K 40
Ayla Walker pasó de ser una simple fan de la formula 1, que sólo fue a una carrera gracias a un concurso, a ser la nueva novia de Charles Leclerc, pi...
19.5K 1.3K 23
» Ella, como un tornado, fuerte, indomable e impredecible; él como un día en la playa, vivaz, divertido y lleno de calidez. Lejos de ser iguales o si...