Siento haberte dicho que te quería
porque era cierto.
Me quedaré embobada mirándote sin que me veas
como se leen las cajas de cereales al desayunar.
Soy intolerante a la lactosa y a tu intolerancia.
El jersey de la inocencia me queda pequeño.
Llegué a casa a hombros del lobo.
Miro a la gente pasar como se vacían las tiendas en rebajas,
pronto será otoño y las hojas caerán inadvertidas por tu parte
y por la mía harán crack y sonará más fuerte que el hueso que me rompiste.
Quiero ser taxidermista de tus manos,
el resto de tu cuerpo es una artimaña para presentarte a la sociedad.
No me interesa.
Todavía tengo pestañas tuyas entre las uñas
si pido un deseo alguien pondrá fecha al fin del mundo.
Serás tú y yo te guardaré el secreto.
Si vuelves a traicionarme te haré tan pequeña
que cabrás en el ataúd de un niño o en mi útero,
jamás volveré a darte a luz.
No se pueden volver a unir dos cerezas,
el fruto que sangra es indivisible ahora o nunca.
Siento haberte dicho que te quería,
porque era cierto
y mi boca no es mía.
Irene X