INFINITY

Per MichelleDiSade

1M 57.1K 26.1K

Kyle nunca fue bueno haciendo amigos, pero tras mudarse a Everless se encontrará con muchas personas que le c... Més

♾ Dedicatoria ♾
⚠️ADVERTENCÍA⚠️
Capítulo 0: Introducción a la realidad + 💿 🖤
Capítulo 1: El comienzo de todo
Capítulo 2: Soy un raro
Capítulo 3: Mi compañero de equipo, el idiota.
Capítulo 4: Maldita vida social
Capítulo 5: Un amigo
Capítulo 6: Mariquita
Capítulo 7: El lugar secreto de Alex
Capítulo 8: Puedes confiar en mi
Capítulo 9: Pelotazo al emo
Capítulo 10: Némesis
Capítulo 11: Desperté.
Capítulo 12: Ella
Capítulo 13: Greg
Capítulo 14: El encendedor rojo
Capítulo 15: La ley del hielo
Capítulo 16: La gran fiesta.
Capítulo 17: El diario de anónimo
Capítulo 18: Conociendo secretos anónimos
Capítulo 19: No más anónimo.
Capítulo 20: El arreglo
Capítulo 21: No traiciones mi confianza
Capítulo 22: El tonto a su cueva
Capítulo 24: La mejor maldita cosa
Capítulo 24: La mejor maldita cosa (2)
Capítulo 25: Visitante nocturno
Capítulo 26: Nunca lo esperé de ti
Capítulo 26: Nunca lo esperé de ti (2)
Capítulo 27: Una visita al hospital
Capítulo 28: Reencuentro de una amistad fallída
Capítulo 29: De mal en peor
Capítulo 30: Miserable
Capítulo 31: Mi yo del pasado
Capítulo 31: Mi yo del pasado (2)
Capítulo 32: Es tu culpa
Capítulo 33: El mejor logro de Alex
Capítulo34: La maldad abunda
Capítulo 35: Adiós Orgullo
Capítulo 36: A media noche
Capítulo 37: Espero que solo sea un déjà vu
Capítulo 38: Todo es tan fragil
Capítulo 39: Eres mi héroe
Capítulo 40: Todo ira mejor así.
Capítulo 41: No es un adiós, solo un hasta luego.
Capítulo 42: Yo te protegeré siempre
Capítulo 43: Mi lugar, ¡mi propiedad!
Capítulo 44: Serás torpe, pero eres mi torpe.
Capítulo 45: ¡Feliz cumpleaños, Kyle!
Capítulo 46: ¡Sorpresa!, te amo
Capítulo 47: El deseo de Kyle.
Capítulo 48: Los novios y ese tonto videojuego.
Capítulo 49: Un tiempo de alegria
Capítulo 50: Expertamente inexperto
Capítulo 51: Al niño santo se le celebra en el infierno (parte 1)
Capítulo 51: Al niño santo se le celebra en el infierno (2).
Capitulo 52: No es lo suficientemente bueno para la verdad en Cliché'
Capítulo 53: Disasterology
Capítulo 54: La droga en mi eres tú
Capítulo 55: Amor vicioso
Capítulo 56: La rata vs Larry
Capítulo 57: El juego de las paradas (no es doble sentido pónganse serios 🙄)
Capitulo 57: Llegando a la última parada (los estoy viendo 🫵)
Capítulo 58: Siempre tu ángel guardian.
Capítulo 60: Solo puedo ser feliz estando contigo.
Capítulo 61: En carretera cantamos canciones de Avril Lavigne
Capítulo 62: Quedate conmigo
Capítulo 63: Emociones
CAPITULO 64: No me importa si eres contagioso.
CAPÍTULO 65:
‼️AVISO IMPORTANTE ‼️

Capítulo 23: Un crudo dia

17.8K 1K 202
Per MichelleDiSade

Por alguna extraña razón, esa mañana la luz del sol pegando a mi rostro era todavía más molesta que de costumbre, apenas tomé conciencia apareció un repentino dolor que retumbaba en mi cabeza.

Un momento, ¿cómo llegué aquí?, ¿en qué momento?. De lo poco que puedo recordar, es a mi tomando cerveza en el patio de aquel chico loco mientras hablaba con Alex, ni siquiera me acuerdo de que estábamos hablando, ahora sé a lo que se refieren con lagunas mentales. Supongo que él debió traerme hasta acá, me pregunto si Larry se habrá dado cuenta, porque si no, debería despedirme de mi pc por un buen tiempo.

Como fuera, no quería detenerme a sobre pensar mucho, cualquier torbellino de pensamientos que se me atravesara por la cabeza equivalía a treinta martillazos desde el interior de mí craneo, esta migraña cada vez se ponía peor y unas náuseas incontrolables aparecieron de la nada.

Salí corriendo al baño, suerte para mí —y porque en esta casa solo vivimos mi tío y yo— la tapa estaba levantada y no tuve necesidad de hacer nada más que vomitar como un proyectil dejando dentro del retrete hasta mi alma.

Larry, quien me escuchó desde el otro lado de la casa, abrió la puerta del baño y me encontró ahí moribundo a un lado del escusado.

—¿A qué hora llegaste? —me preguntó extrañado.

—No tengo ni puta idea.

—No me levantes la voz.

—No la levante —dije en voz baja, y siseé con el propósito de que él también bajara la voz, pues ya todos los sonidos me parecían exageradamente altos y me hacían doler aún más la cabeza—. Además, me siento fatal. Creó que algo me hizo daño.

—Lo dudo —se acercó para levantarme la barbilla y me miró el rostro con mayor detenimiento—, bebiste mucho, ¿no?

—No... define mucho.

Deje de tener uso de razón después de la segunda cerveza, pero no quería ponerme en ridículo frente a Larry.

—Tienes tremenda resaca.

—Vaya, mi primera resaca —me sentía moribundo, seco, mareado, asqueado, y con una migraña del demonio—. Supongo que no iré a la escuela, no podré en estas condiciones.

Me levanté del suelo, bien dispuesto para volver a mi cama y encerrarme en la oscuridad, pues toda esa luz me estaba matando.

—Oh. No, no, no, no... —Pero Larry lo impidió, me tomó del brazo para detenerme—. Nada de eso, claro que iras a la escuela.

—¿Qué? —reclamé incrédulo—. ¿Cómo puedes ser tan insensible? ¡Me siento muy mal!

—Tienes que ser responsable por tus acciones, Kyle. Sí tú sabías bien que tenías escuela al día siguiente, no debiste beber en exceso.

—¡Pero no bebí en exceso!, ¡me tomé dos cervezas y media y me emborraché!

Larry soltó una carcajada ahogada que más tarde intentaría cubrir con su mano. Intentó poner su mejor cara seria para seguir sermoneándome.

—Pues si tienes tan poca tolerancia al alcohol, entonces no deberías beber más de una.

Rodé los ojos y solté un bufido, ni siquiera intenté gastar más saliva para hacerlo cambiar de opinión, no lograría nada. Así que con todo el pesar del mundo pase a ducharme.

Cuando salí y me vi al espejo me di cuenta que parecía un zombie, además del pésimo semblante por la resaca, me cargaba unas ojeras horribles. Traté de arreglarlo usando un poco de delineador negro en mi párpado inferior, a sabiendas que tan pronto Alex me viera usando maquillaje me molestaría, solía decir que me veía como una chica las pocas veces que me llegó a ver con delineador, pero es que de verdad necesitaba corregir, aunque sea, un poco mi aspecto hoy.

Una vez listo salí sin muchas ganas de mi casa. Al hurgar en mi bolsillo en búsqueda de mi copia de llaves para cerrar la puerta no las encontré, me estrellé la mano en la frente «oh, ¡estúpido! No puede ser posible». Tuve que salir corriendo para alcanzar a Larry antes de que se fuera.

Él ya estaba dentro del auto con el motor encendido, tuve que estrellármele en el vidrio como un mosquito para impedirle que se fuera, este pegó un brinco por el susto que le metí y mirándome furioso bajo el vidrio.

—¿Qué te pasa? —reclamó.

—Necesito que me prestes tus llaves para cerrar, he perdido las mías.

Acepto de muy mala gana y me cedió las llaves. Pidió que me apresurara desde lejos, porqué ya iba tarde, y cuando volví para regresárselas me las arrebato con brusquedad de la mano.

—Cuando vuelvas de la escuela vienes directo a casa y luego vas a ir a sacar otras copias de las llaves, ¿entendido? —me ordenó y yo asentí.

Arrancó el auto y se fue, yo también debía irme a la escuela. Con todo y la horrible resaca, tuve que irme caminando.

Vi a Alex sentado en una esquina de la entrada de la escuela, fumando. Me puse a un lado suyo, y lo esperé para que apagara su cigarrillo en el suelo, y así nos fuéramos juntos.

Brookelle nos vió cuando íbamos por los pasillos, se quedó boquiabierta de ver que los dos volvíamos a ser amigos. Alex también notó esto, y con su actitud de sin vergüenza y tosco la saludó levantando su dedo medio y mostrándoselo a ella.

—¡¿Qué te pasa imbécil?! —le gritó Brooke enfurecida.

Eso, y en seguida una biblia de insultos y maldiciones dedicadas a Alex y a lo idiota que era. Pero él no le prestó mucha atención, siguió caminando sin dirigirle la mirada con su sonrisa cínica pintada de lado a lado. Seguro en su cabeza iba riéndose a carcajadas.

Lo miré con desaprobación, yo sé que Brooke no había sido una santa aquí, y actuó con malas intenciones. Pero tampoco era para que le lanzara un dedo a mitad de la escuela.

—¿Por qué eres así? —le pregunté decaído.

—Como si ella no se lo mereciera. Además, creí que Brookelle ya no te seguía interesando —me reclamó—. Pero bueno, allá tú si quieres seguir aguantando las cosas que te hizo.

—No es eso. Sólo que no entiendo cómo ella puede estar tan aferrada, y enamorada supongo, de alguien como... pues como tú.

Él se volvió para verme con el entrecejo fruncido.

—¿Qué tengo yo de malo?

—Bueno, eres frío, burlón —por no decir patán—. Y tratas mal a las personas que deberías amar.

—No a trato mal a todas las personas. A ti no te trato mal, ¿o lo hago?

—Pues no, Alex. Pero... a mi no me amas, ¿o sí? —le pregunté, sumamente extrañado, y confundido más que nada.

Se detuvo en seco y yo lo hice un poco después de que me diera cuenta que él no siguió avanzando conmigo. Me giré para verlo y noté que tenía la mirada perdida con el semblante crispado.

—¡Claro que no! —exclamó agresivo luego de que por fin reaccionara—. ¡¿Qué te pasa?!

—A mi nada...

«tú eres el de los comentarios raros...» dije para mi mismo.

Alex volvió para caminar conmigo, se había quedado serio, hasta que cambió el tema de nuevo y pudimos seguir hablando de estupideces.

Entramos a nuestra primera clase, y algo que me mantenía preocupado era que ahora que Alex volvía a ser mi amigo ¿qué pasaría con Greg?. A Alex no le caía nada bien, y a Greg él le aterraba. Otra cosa, Alex había tomado el lugar de Greg —aunque originalmente era suyo, pero este último no lo sabía— y me preocupaba la reacción que el otro tendría. De por sí ya me sentía demasiado mal por haberme leído su diario, aunque él no tuviera ni idea de ello, mi conciencia me estaba carcomiendo por dentro.

—Ya extrañaba mi lugar —añadió Alex mientras se estiraba—. Odié sentarme junto a Norman este tiempo, se la pasa sacándose los mocos en clase.

—Sí...

—No me mires así, Kyle. —Alex a veces parecía leerme el pensamiento—. Por mucha lástima que te dé, no pienso moverme. Por mi tu amiguito puede irse a... buscar otro lugar.

Greg llegó tarde, e iba demasiado distraído, así que por incercia o costumbre casi llega a sentarse encima de Alex.

—¡Whoa, whoa! —gritó Alex antes de que él se sentara encima de sus piernas, toda la clase lo escuchó y pusieron su atención en la escena. —¿Me viste cara de asiento? Tal vez sí... —le dijo con una sonrisa socarrona—. Pero no eres mi tipo.

Ante los comentarios burlones de Alex todos se rieron de Greg. A este se le puso la cara roja por la vergüenza y salió apresurado para sentarse en otra silla. Y Alex seguramente se estaba saboreando aquella humillación que hizo pasar al pobre.

Yo le solté un golpe en el hombro.

—Eres un idiota —le reclamé molesto.

Para la última clase salí casi corriendo del salón tan pronto sonó la campana. Quería evitar el encontrarme con Greg, de verdad que me estaba matando la culpa por haber leído su diario, y que ahora no sabía ni cómo devolvérselo sin verme como una horrible persona. Alex me tomó de la manga de mi playera y tiró de mi para llevarme hacia atrás.

—Kyle, deja de estarlo evitando. Eres tan obvio.

—Es que la culpa me esta matando. Y la ansiedad —tiré del cuello de mi playera porque sentía que me estaba asfixiando, cuando la ansiedad aparecía sentía que las cosas me ajustaban tanto el cuello que me ahorcaban, aunque no fuer así—, hace que todas las emociones malas se mezclen.

—Eso no importa. Tarde o temprano tendrás que hablar con él de esto.

—Pero no sé que decirle.

—¿Y qué más le vas a decir?, pues la verdad Kyle, sólo eso. ¡Mira!, ahí esta —lo señaló Alex, justo enfrente de nosotros estaba Greg que parecía buscar algo dentro de su casillero con mucha insistencia—. ¡Ve!

Con esto, Alex no solo me ánimo para que fuera a contarle la situación a Greg, también me había empujado con fuerza hacia su dirección, tanto que casi me topo con él.

—Greg, hola —lo saludé con una sonrisa nerviosa.

—Hola, Kyle —contestó desanimado—. Creo que ahora sí recuperaste tu amistad con Alex, ¿no?

—Sí —asentí—. Ya hicimos las paces, todo bien.

Él forzó una sonrisa.

—Me alegro por ti, supongo... la verdad no sé que tan buena influencia pueda ser alguien como él en tu vida.

Greg cerró su casillero, y estuvo a punto de irse.

—Pero en fin. Cuídate, Kyle.

—Greg, espera...

Lo detuve tomándolo del hombro, él se giró confundido esperando una respuesta de mi parte. Saqué el diario de mi mochila, y pude notar el semblante de terror que tenía Greg en su rostro luego de verlo.

—Seguro debiste haber estado buscando por esto algún tiempo.

Greg empalideció, y tomó el cuadernillo con su mano temblorosa.

—Pero... tú... ¿cómo? —de lo nervioso que estaba no podía completar ni una sola frase—. ¡Por favor dime que no lo leíste!

—Te estaría mintiendo si te dijera que no —admití sin poder mirarlo a los ojos.

—No puede ser...

El rostro de Greg se encendió de un rojo intenso y se llevó las manos a este para ocultarlo de mí. Se dejó caer por el casillero hasta quedar en el suelo. Estaba entrando en pánico.

—¡¿Por qué lo hiciste Kyle?! —me reclamó—. ¡Eso no era tuyo, debiste respetarlo!

—Lo siento, tienes razón Greg. Y créeme que me siento muy avergonzado por esto, pero...

—¡¿Y cómo crees que me siento yo?! —me gritó esto último, ya con los ojos llenos de lágrimas—. No estaba listo para que supieras, tú sabes que...

—Greg, lo siento. Créeme que nada va a cambiar entre nosotros. Seguiremos siendo amigos.

—¡Mientes!, nada seguirá siendo igual. Tú ya tienes a tu amigo Alex, ya no me necesitas —se secó las lágrimas y terminó de guardar sus libros en su mochila—. Pero no te preocupes, estoy acostumbrado a estar solo.

Entendí que todo este tiempo él se estuvo sintiendo como un suplente. Para mí nunca fue eso, yo consideraba a Greg mi amigo, nunca cubrió el lugar de Alex, no podía, ambos eran muy diferentes. Y aunque en ocasiones la actitud tan estricta y fanática de Greg me sacara de mis casillas, yo lo apreciaba en verdad. No podía dejar que se denigrara así.

—No digas eso. Tú no eres y nunca has sido un suplente, te apreció porque eres mi amigo, y no me gustaría perder tu amistad por algo como esto.

—Gracias por intentar hacerme sentir mejor, Kyle. Pero no lo lograrás hoy. Y te agradecería que no siguiéramos hablando de esto.

—Pero, Greg... aún hay cosas importantes de las que debemos hablar, o si no quieres hablarlo conmigo, al menos deberías tratar de hablarlo con alguien más que pueda ayudarte.

—¿A qué te refieres? —se volvió a verme confundido.

—Hablo de lo de tu madre, tú sabes a lo que me refiero.

No quería ventilarlo aquí.

—Kyle... —Greg me miró con una seriedad reflejada que nunca antes había visto—. Yo sé que esto lo haces porque quieres ayudarme, y te agradezco tus buenas intenciones. Pero no por haber leído unas cuantas páginas de mi diario significa que comprendes el trasfondo de mi vida. Mi madre no esta bien.

—Es claro que esta loca, pero eso no significa que debas quedarte ahí y sufrir por ella...

—Kyle —Greg me detuvo—. Por favor, ya no quiero seguir hablando de esto, ni de nada de lo que hayas leído en mi diario.

—Está bien, Greg. Lo siento.

No quería incomodarlo, al parecer lo estaba haciendo. Greg no podía guardarse eso para siempre, necesitaba hablarlo con alguien, pero no lo presionaría más por hoy.

Por último, observé a Greg colocar su diario en su casillero y cerrarlo poniendo candado.

—¿Lo dejaras ahí? —le pregunté extrañado, no me parecía que fuera un lugar seguro para que él guardara algo que llevaba tantos secretos suyos.

—No quiero arriesgarme a que se vuelva a salir de mi mochila y que alguien peor lo encuentre. Debo irme. Adiós, Kyle.

Ni siquiera me miró a los ojos en el momento que se despidió de mí. Yo debería ser quien estuviera avergonzado por haber leído su diario, y estaba siendo un sin vergüenza.

Hablando de sin vergüenzas...

—Sé que estás ahí, sal ya—hablé en voz alta.

Ya no había nadie más en los pasillos de la escuela, se vaciaron en un abrir y cerrar de ojos. Y con toda esa tranquilidad, pude escuchar a Alex que estaba escondido detrás de los casilleros de la esquina, casi junto al de Greg.

Estoy seguro que estuvo al pendiente de nuestra conversación.

No me hizo caso de salir, por lo que yo fui en busca de él. Ahí estaba, pero fingió demencia y continuó escuchando sus audiófonos, o eso pretendía hacer. Ya conocía sus trucos.

—¡Alex! —le golpeé el brazo.

—-¡¿Qué?! —se los quitó de un jalón.

—¿Qué tanto escuchaste? —le reclamé, incrédulo de su inocencia.

—No escuché nada, ni siquiera sé de que me hablas. Yo solo estaba esperándote mientras escuchaba música.

—Sí, claro...

Ni siquiera él se tragaba sus mentiras.

—Oye, Kyle...

—Dime.

—¿Quieres ir a algún lado al salir de aquí? —Preguntó con cierta dificultad.

—No puedo, Larry me castigo por lo de ayer y me quitó los permisos.

—Tu vida me da tanta flojera —mencionó burlón—. Por eso amo no vivir con nadie, no tengo que rendir cuentas, vivo bajo mis reglas —sonrió presumido.

Bufé y me crucé de brazos indignado.

—¿Y tú a dónde irás?, señor libertad.

—Creo que me quedaré en detención.

—¡¿Tú?! —solté estupefacto de lo que estaba escuchando—. ¿Quedarte a detención?, ¡¿tú?!

—¡Sí, yo! —contestó irritado—. ¿Por qué es tan difícil de creer?

—Porqué eres tú, ¿por cuantos de tus mil castigos te has quedado en detención?

—Siempre hay una primera vez para todo Kyle. Además, no tengo nada que hacer, pensaba salir contigo pero el niño está castigado.

—Lo siento Alex.

Me sentí mal de saber que arruiné sus planes y por eso se quedaba a detención. No tenía nada mejor que hacer en su día.

—Sí, sí —rodó los ojos fastidiado—. Pasaré aquí la hora libre que me queda y luego iré al trabajo. Tú ya vete niñito, o no te van a dar postre si no llegas a tiempo.

Alex quedándose en detención era tan extraño como escuchar a los perros hablar, nunca pasaba.

De cierta forma sentí un alivio de oírlo, no porque me librara de él, sino porque eso indicaba que empezaba a sentar cabeza. Era preferible para mí saber que se quedaría aquí en la escuela unas horas pudriéndose del aburrimiento para recibir su castigo que las gastara en su depa o cualquier otro lugar fumando o inyectándose cualquier porquería al cuerpo.

NOTA DE LA AUTORA

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Espero que este año esté lleno de cosas buenas para todos ustedes.

Yo estoy muy agradecida con todos ustedes que leen esta historia que ya estaba quedándose estancada 😣 me alegra mucho ver a mis viejos y nuevos lectores disfrutando de la lectura, esperemos que la familia de lectores siga creciendo para este año  💞

¿Qué les pareció el capítulo?, Alex quería salir con su morrito después de la escuela pero se le frustró el plan uwu.

Recuerden que para ver tonterías que me gusta publicar en mis historias y dibujos que hago cuando ando sin que hacer pueden seguirme en mis redes sociales y no me enojo. Entre ellas mi twitter porque esta muy solito 🎻🎻🎻

Continua llegint

You'll Also Like

1.1M 95.4K 45
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...
92.5K 5.1K 37
Ganadora a Mejor Creatividad 2017 por parte de El Lector. Novela terminada y en edición. ¡LIBRO PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO! Diferentes está protegida...
262K 19.7K 49
El amor es una mierda. Sí, así tal y como lo digo, una bendita y reverenda pérdida de tiempo. No sirve de nada estar enamorado, solamente hace daño...
278K 15K 40
Ayla Walker pasó de ser una simple fan de la formula 1, que sólo fue a una carrera gracias a un concurso, a ser la nueva novia de Charles Leclerc, pi...