Nicolás...
-Tu comentario ha sido cuando poco, desagradable. No entiendo como es que Gianna no te lo dijo.
-Porque estoy diciendo la verdad.
-No.
-Vamos hijo, no vas a decirme que has llegado a sentir algo por una Palacetti, eso seria como traicionar a tu padre, a toda tu familia.
-Por supuesto que no siento nada por ella. Simplemente me limito a decirte que tu comportamiento esta noche fue bastante... Corriente.
El rostro de mi madre mientras hablabamos en mi despacho después de la cena de compromiso se mantuvo impasible, pero se bien que mis palabras le dolieron, si algo no podías criticarle era precisamente su comportamiento en sociedad.
-Esta discusión ha terminado. -Dijo y salio de la estancia-
Me recosté del asiento y me llevé las manos al rostro. Con los ojos cerrados podía recordar claramente la mirada vacía de Gianna.
Durante la cena su timidez fue evidente, aunque trataba de ocultarlo, sus respuestas estaban faltas de emoción, o sarcasmo... Incluso evitaba discutir conmigo.
Jamas habría pensado que las palabras de mi madre la afectarían a ese punto.
Y mucho menos llegó a pasarme por la mente que me molestaría verla de esa forma. Prefería indudablemente sus respuestas mordaces a sus pensamientos silenciosos.
Y lo peor era que no había podido hablar a solas con ella después de que volvimos al comedor.
-Cada que entro ultimamente estas pensativo... Que es lo que pasa?
-Que haces aquí Cristina?
-No quiero molestar, solo me gustaría tener contigo una conversación civilizada -La mirada de Cristina era maliciosa, gatuna... Me crispaba los nervios.
-Sabes hacer algo así?
-Oh vamos Nicolás! No me vas a decir que estas enojado por lo que le dijo tu madre a esa gata.
-No te atrevas a repetir eso si quieres que te siga dirigiendo la palabra -Dije repentinamente furioso con ella por hablar de esa forma de Gianna.
-Bueno disculpame por comentar lo obvio.
-Por favor Cristina, ¡vete, antes de que te saque yo mismo!.
-Nico, Nico, Nico, creo que has encontrado por fin a la mujer que te hará pagar por todo lo que has hecho.
-Vete! -Grite levantándome a la vez que golpeaba el escritorio.
-Ya, esta bien, me voy. Sólo espero que mañana en tu boda... Bueno, ojalá que no te arrepientas de este contrato en particular
Dijo riendo a carcajadas antes de irse.
Santo Dios! Nunca soporte a esa mujer.
Salí de mi despacho con rumbo a la habitación... Casarme, tener una familia... Las dos cosas que siempre juré que nunca haría.
¿En verdad iba a hacerlo? ¿Que sería de nuestro matrimonio? ¿De convivir cada día? Tal vez podría descubrir lo que esconden sus maravillosos ojos, quizás algún día tendría la suficiente confianza en mi como para contarme sus mas dolorosos recuerdos, los más felices, sus miedos y sus sueños.
Sin darme cuenta había sonreido, ¿En que rayos estaba pensando? Nuestro matrimonio era nada más que un acuerdo, un contrato, tal como lo dijo Cristina... Una vil negociación.... Entonces, ¿ Porqué parecía ser más que eso?
Aunque de cualquier forma, ella era una Palacetti, y yo un Pacioli, mi deber era vengar a mi padre, no jugar a la familia feliz con la hija de su peor enemigo.
Pero, en verdad lo deseaba, no quería vengarme, menos aún después de conocer a Gianna y ver lo que podria haber dentro de ella.
Negue sintiendome repentinamente apesadumbrado, llegado el momento tendría que destruir Palace Publicity y después de eso, el final de mi matrimonio seria inminente.
Gianna...
-Luces hermosa querida!
-Gracias... El vestido era de mi madre...
Me miré en el espejo y suspire.
-Me dejarias sola un momento, por favor Simonetta.
-Claro, imagino que este es un día difícil para ti.
Asentí simplemente y ví salir a la esposa de mi hermano. Estaba usando el vestido de novia de mi madre, en primer lugar porque había soñado con llevarlo el día de mi boda desde que era una niña, y en segundo porque en una semana nadie se hubiese atrevido a hacerme un vestido.
El recogido de mi cabello era perfecto y el maquillaje sensacional... Pero, ¿Acaso este no debería ser el día más feliz de mi vida?
Las palabras de mi "querida" suegra se repetían en mi cabeza una y otra vez, sin detenerse.
Y... ¿Si era cierto lo que decia? ¿Si no era suficiente para él? Y que más daba si no lo era... Gianna, reacciona! Esta boda es una farsa...
Bufé... ¿Por qué no se sentía como una farsa? ¿Por qué había una sensación de gozo en mi pecho? Esto no debería alegrarme, es sólo la consecuencia de la mala administración de mi padre.
Negué enérgicamente y volví a fijar mi mirada al espejo, sonreí con amargura...
-La novia ideal... -Susurré -
Tres toques a la puerta llamaron mi atención.
-Adelante...
-Gia. Estas aqui?
Me gire entusiasmada, esa voz era de... Calypso!
-Cally! -Grite emocionada y me lancé a abrazarla, ella me correspondió y comenzamos a brincar en círculos...
-¿Cuándo llegaste? ¿Y por qué no me dijiste?
-Haz escuchado la palabra "sorpresa" ?
Me rei y volví a abrazarla... Calypso era lo que necesitaba para tener el valor de caminar hacia el altar.
-Gia, estás preciosa! Te ves como una diosa!
-Gracias Cally! No te imaginas lo mucho que agradezco que estés aquí.
-Vamos! Harás que me ponga a llorar.
Sonreí y me senté en la cama de la habitación en la que me estaba arreglando.
-Oí que tu novio es muy guapo.
-No está mal...
-Bien, algo es algo y, dime, como lo conociste?
-Olvidaste lo que te dije de la conveniencia?
-No, pero imagino que no se conocieron en una sala de juntas, o si?
-No. Bueno, fue en la gala de las flores, quedamos de encontrarnos y para ser sincera me estrelle contra él.
-Que manera de presentarse, Gianna.
-Fue un accidente! Lo peor fue que cuando me dijo su nombre, me desmayé.
-Que? No hablaras en serio...
-Si! Y desde ese instante hice lo posible por caerle mal y rezaba porque me cayera de la patada, que fuera un idiota y tuviera una excelente excusa para negarme...
-Pero?
-Pero ha sido todo un caballero, y es una persona increíble...
-Te gusta?
-No, bueno... No negaré que es guapo pero eso no quita que me haya usado de intercambio.
-Gianna! Vamos, sabes que es más probable que fuera tu padre quien te usara.
-Lo sé, pero Nicolás tampoco es el hombre para mi, el es... Demasiado perfecto... Y yo, bueno...
-Tu eres hermosa! Y el es afortunado de casarse contigo.
Sonreí... Mi mejor amiga, hacia las veces de mi madre la mayoría del tiempo.
-Ya bueno, mejor será que me termine de alistar, o lo dejaré plantado en el altar...
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Hola!
Les dejó en la foto el traje de Nicolás para la boda y el vestido de Gianna.
Besos!!! XOXO...