Prólogo: El inicio

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Gianna Palacetti había nacido en el seno de una de las familias más ricas de Europa, su padre, Alfonso Palacetti era dueño de Palace Publicity, una enorme y multinacional compañía de publicidad comercial.

Su madre Leonora Buonarotti, había muerto cuando la pequeña Gianna tenia tan solo 7 años. Y la había dejado al cuidado de su padre y sus dos hermanos mayores: Renato y Agustín.

Los tres siempre metidos en sus asuntos dejaron de lado a la menor de los Palacetti. Fue enviada a un internado en Praga desde la muerte de su madre y su salida a los 18 años fue retrasada por su padre hasta que cumpliera 21.

Estudio administración de empresas terminando en poco mas de 3 años. Su inteligencia era muy superior a la promedio, manejaba un IQ de 198 que la llevaron a pesar de su falta de interés a ser la primera de su promocion.

Su familia no sabia absolutamente nada de ella, el día que por fin salio de su cárcel de lujo, fue su mayordomo y no su padre ni sus hermanos el que la esperaba en la recepción del hotel, ahí le dejo sus documentos y un boleto de avion con rumbo a Italia. Luego la dejo sola.

Gianna tomó sus cosas y desapareció entre la multitud del aeropuerto de Praga. Cuando el avión aterrizó en Roma tampoco estaba su familia, solo un chofer que portaba un cartel con su nombre mal escrito.

La llevó hasta un auto de último modelo, le ayudo a subir y se incorporaron en el tráfico. No hablaron, ni conversaron, mucho menos había calidez en el lugar.

Se enfilaron después de un rato hacia una enorme mansión en la zona más lujosa y costosa de Roma. El hombre le abrió la puerta y tras un asentimiento de cabeza se alejo.

Los recuerdos golpearon la mente de Gianna, recuerdos de su madre y ella tomando el té en el jardín, de un día de piscina con sus hermanos o una tarde de lectura con su padre.

Le fue inevitable que una lágrima rodara por su mejilla, habían pasado 14 años desde la última vez que piso esa casa, y unos 8 o 9 desde la última visita de uno de sus hermanos.

Desde entonces había cambiado mucho, de niña no era especialmente agraciada, en su adolescencia se veía desgarbada, con acné y plana por delante y detrás... Piero disfrutaba molestandola con el hecho de su fealdad diciéndole que iba a quedar para vestir Santos y que ningún hombre la querría jamás.

Recordaba claramente las noches que pasaba llorando pensando en las críticas de su hermano. Por suerte un buen día al despertar, poco despues de su decimoctavo cumpleaños, se encontró con un reflejo en el espejo que nunca imagino.

Su cabello rubio había tomado forma, sus ojos gris azulado se veían mas grandes y expresivos, su cuerpo amaneció lleno de curvas que antes no tenía, pechos, caderas, cintura y trasero de envidia. Además había heredado los llenos labios de su madre, que antes del cambio parecían robados a alguien más.

Pasó de ser un cero a la izquierda a ser la mujer que todos perseguían .... aun asi ella nunca quiso a ninguno de los que la alabaron, su belleza había llegado es cierto, pero ninguno de ellos la quiso cuando no era mas que un patito feo.

Gianna sacudió sus pensamientos y tras tomar su equipaje camino hasta las puertas de la mansión. Un empleado la recibió y la guio hasta su antigua recámara.

No tenia mas que una cama y un par de muebles donde guardar ropa y otras pertenencias. Decidió que comprarían una estantería para sus libros después de volver a ver a su padre en la comida.

En el internado había sido una niña solitaria, primero por que todos la consideraban fea y después porque les parecía demasiado guapa y no la querían cerca.

Recorrió la casa de su niñez notando que todo estaba diferente, las pinturas de su madre habían sido retiradas y las habitaciones de sus hermanos estaban vacías ya que cada uno vivía en su propio departamento en la mejor zona de la ciudad.

Agustín tenia casi 32 años, una esposa modelo de revistas y un hijo estirado y odioso. Renato de 29 era un soltero empedernido que tenia 2 hijos que no conocía salvo para enviarles regalos y dinero en navidad.

Ambos trabajaban en la empresa de la familia, Alfonso los mantenía a prueba hasta asegurarse cual de ellos era digno de heredar la presidencia de la empresa.

Salio de la casa sin acomodar nada, parte de su personalidad estaba en la rebeldía de hacer lo que le daba la gana en su cuarto y en su vida. No soportaba que la gobernaran, cada vez que recibía una orden se ocupaba de desobedecerla perfectamente.

Tomó una de las llaves de automóvil que habian en la mesilla del estar de la casa,  abrió el garage con el control y presiono la alarma, dos clics sonaron al fondo, un porsge negro fue su causante, la bella joven sonrió y subió a el arrancando con rumbo a la empresa de sus sueños y sus pesadillas.

En todo el camino se maravillo con las vistas de la ciudad, consiguió la dirección de la biblioteca de Roma y del Vaticano, reunió fuerzas comiendo un helado en la gelatteria sforza y finalmente decidió afrontarse a lo que sea que viniera ahora en su vida.

Gianna llego a Palace Publicity, había olvidado como era, se sintió intimidada por la enorme estructura de mármol, vidrio y acero que veía frente a ella. Algo le decía muy dentro que los problemas estaban por empezar...

Gracias por leer, es mi primera historia y tengo emociones encontradas por atreverme a publicar, pronto espero publicar el primer capitulo ..

Besos!!!  :)

¿Acepto? (Borrador)Where stories live. Discover now