Capitulo 12

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Gianna...

Respira. Si no respiras te vas a desmayar Gianna. Vamos, gira a la izquierda, camina sólo un poco... Ahora a la derecha, eso es... Ahí está la puerta, cruza por ella y tendrás medio camino hecho.

-Gia, estás bien?

Calypso me miraba como si me hubiera vuelto loca, sentía que mi corazón latía a toda velocidad y por un segundo sentí que iba a caer al piso en coma o algo parecido.

-Si, es sólo... No se si estoy lista para esto.

-Lo estás amiga... -Cally me sonrió con dulzura-¿Quieres que te deje sola un momento?

-No. Si lo haces, cuando vuelvas yo estaré en las canarias.

Ella río y yo hice una mueca, ¿De verdad iba a hacerlo? Si. Lo haría. Y sólo unos cuantos pasos me separaban de la mayor desición de mi vida.

-¿Lista?

-Lo más que puedo estar...

Mi mejor amiga se paró justo delante de mi con un pequeño ramo de flores idéntico al que llevaba yo, nos acercamos en nuestras posiciones a la entrada y nos abrieron las puertas...

Me detuve un segundo, Nicolás estaba ahí, por un segundo creí que se arrepentiría. Sus ojos se clavaron de inmediato en los míos y sentí que el aire abandonaba mis pulmones.

Calypso también se había detenido y ahora mi prometido la miraba con los ojos como platos, ¿Por qué?.

Lo miré a él y luego a ella y así de hito en hito, hasta que mi amiga volteó a mirarme sólo un instante me sonrió casi imperceptiblemente y asintió. Luego de eso volvió a avanzar, Nicolás me taladro con la mirada, y hasta podía jurar que se había enojado.

Mi padre tomó mi brazo a mitad del camino y me acompañó el resto del trayecto al ritmo de la tradicional marcha nupcial. Apenas fui consciente de que habían unas 50 personas en la capilla, note a mi hermano Agustín, a su esposa que era la dama de honor y a su hijo que tenía los anillos, pero no a Renato.

Mi hermano había decidió no asistir, y lo entendía. Sii yo no hubiera sido la novia no habría ido, y aún siendolo escapar me paso varias veces por la cabeza.

Llegué a un lado de mi futuro esposo y le mire, el no me quitaba los ojos de encima y eso comenzaba a incomodarme.

-Te entrego a mi hija, Nicolas...

- Y yo la recibo, y te prometo que la voy a cuidar.

Nicolás tomó mi mano y me atrajo hacia el colocando un brazo en mi cintura, asentí en dirección a mi padre y trague con dificultad cuando vi la sonrisa del cura.

-Podemos comenzar? - preguntó con una mirada conocedora, como si supiera algo que nosotros no.

Nico y yo asentimos al unísono, mientras más pronto termináramos, más pronto me iría a casa.

Nicolás....

Siempre, cada día de mi vida que la idea de casarme se me pasó por la cabeza, jamás pero entiéndase que jamás creí que estaría agradecido.

Con quién? Pues con el puto destino que puso al Imbécil de Alfonso Palacetti aquel día en mi oficina.

Gianna es una mujer hermosa, inteligente, atrevida y perspicaz, sin excluir claro que la deseo como un loco. Parada junto en mi en la iglesia, en nuestra boda y en lo único que podía pensar era en poseerla de una veintena de maneras. Totalmente impropio en el lugar donde estábamos por supuesto.

¿Acepto? (Borrador)Where stories live. Discover now