Capítulo 9

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Gianna...

—Es tuya, Palace publicity oficialmente te pertenece Gia...

Dijo mi querido hermano abrazándome mientras leía el documento que pasaba a mi nombre todas las acciones.

—Felicitaciones querida...

Me gire extrañada por el tono de la voz, era grueso, y atrayente... Sin embargo todo acabó al ver su arrogantisimo rostro.

—Nicolás... Que haces aquí?

—Vaya, ese es justo el recibimiento que esperaba de mi prometida.

Sonreí con hipocresía, que demonios se creía?

—Me alegro, porque es el que vas a seguir teniendo siempre que respires el mismo aire que yo.

—No te imaginas cuanto me halagan tus palabras.

—Ah si? No pretendían hacerlo.

Nuestras miradas estaban fijas en el otro, era claramente un desafío, y no iba a ser yo la que lo perdiera.

—Chicos, quieren calmarse.

Agustín se metió en medio de los dos tomándome de lo hombros.

—Gia, nena... Ya tienes lo que quieres, y sea como sea fue el idiota detrás de mi quien te llevó a conseguirlo.

—Sigo aquí. —Reclamó Nicolás—

Asentí a mi hermano y lo abracé con fuerza, no sabía si iba a poder con este matrimonio pero tendría que esforzarme mucho si quería sacar adelante a la empresa.

Miré a mi prometido a los ojos y me separé de Agustín.

—Podrías decirla a nuestro padre que Nicolás ha llegado y que vaya recibiendo a los invitados, quiero hablar de algo con mi prometido antes de bajar. 
—Claro que si. Pero no se asesinen, aún no he comido pastel.

Sonreí viendo a mi hermano salir, mi prometido tenía sus ojos en mi y debo aceptar que me ponían bastante nerviosa.

—Quieres hablar conmigo? Creí que preferías no respirar el mismo aire que yo.

Fruncí el ceño y reconsideré lo que estaba a punto de hacer.

—Vamos a casarnos. —Dije—

No era una pregunta, pero tampoco era una afirmación, simplemente fue un miedo que salió de mi alma y se expresó en palabras.

—Así es.

—Y viviremos juntos.

—Si. A donde quieres llegar?

Nicolás se acercó a mi, pero por un paso que el daba, yo retrocedía dos. Su presencia me estaba resultando bastante más incómoda de lo común.

Quería ser sincera, no podía protegerme con el sarcasmo o la ironía si en verdad pretendía convencerlo.

—He estado pensando y...

—Si?

—Vamos a llevar la empresa juntos, no me gustaría que nuestras diferencias no permitieran que Palace saliera de su apuro, así que...  Te ofrezco una tregua.

Nicolás.

—Una tregua? —Me sentía incrédulo, en un momento la mujer quería acabarme y un segundo más tarde me ofrecía un trato— De que clase?

—Es importante que trabajemos juntos, y que compartamos casa, no voy a volver mi vida un infierno por ti, no eres tan importante.

—Esa no es forma de mejorar la situación. —Sonreí y la ví sonrojarse apenada, no tenía pensado hacérselo fácil —

—Bueno, aún no hemos acordado nada. Sólo quería proponerte tratar de llevarnos bien, y quizás, con el tiempo llegar a ser incluso amigos.

Amigos? Yo no quería ser su amigo, sólo pensaba en devorar sus labios y encerrarme con ella en una habitación por una semana entera y ¿ella quería que fuéramos amigos?

—No lo se, no estoy seguro de que puedas controlar tu genio lo suficiente.

—Porque no me dejas eso a mi? Yo tengo la tarea de controlarme, no tu. Dime, aceptas?

—Hagamos algo mejor.

—A ver, iluminame con tu maravilloso plan.

Dijo con sarcasmo (El que se supone iba a dejar) y a mi me entraron ganas de callarla, besarla y reírme al mismo tiempo.

—Te pondré a prueba, si logras portarte bien conmigo esta noche, entonces tenemos un trato.

—Y si no, que?

—Eso no debería preocuparte, de todas maneras fuiste tu quien propuso ser más benévola.

En sus ojos destellaba la ira, y un sentimiento más profundo, que si no supiera lo mucho que me odiaba llegaría a confundir con deseo.

—No debiste retarme.

Fue lo que dijo antes de salir y dejarme sólo en la habitación.

Era nuestro compromiso y debíamos aparentar ante el mundo que éramos la pareja perfecta.

¿Podríamos serlo?. ¿Llegar a tener un matrimonio de verdad? No, no podíamos. No sólo porque no éramos capaces de pasar juntos diez minutos sin discutir, sino además estaba el hecho de que era la hija del hombre que más daño le hizo a mi padre.

Pensé en Gianna, en su carácter impetuoso y su personalidad arrolladora, pícara y apasionada, podía conseguir que mis defensas se quebraran, pero no pasaría. Yo no lo permitiría. Podría aparentar ser su amigo, podría desearla en silencio, pero nunca, jamás me enamoraría de ella.

Era una promesa.

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Holaaaaaaa!

Como están?

Aquí el décimo capítulo de esta historia.... Siento mucho tardar tanto en actualizar, trataré de seguirla lo antes posible.

Llegamos a más de mil vistos, no se imaginan lo feliz que eso me hace.

Espero les guste la historia y como se va desarrollando.

Les dejo una foto de Nicolás y el atuendo que llevaba en su fiesta de compromiso.

La boda se acerca...

Besos XOXO... :p

¿Acepto? (Borrador)Where stories live. Discover now