El agarre era fuerte y persistente al querer hundirlo. La desesperación se apoderó de él al no poder safarse.
Una mano se interpuso entre el fuerte agarre. Jeff.
-Joder, duele -se quejó Jack.
-Mierda... Esto es una mierda.
El desterrado no aflojaba su agarre, Jack estaba a unos escasos centímetros del borde, un tirón más y el caía. El miedo los inundó y en un acto de estupidez y desesperación Jeff se lanzó contra el desterrado sin importarle caer en aquel abismo de miseria solo para salvar a su amigo. Un sacrificio por un acto bueno. Una vida por otra...
Jack miro como Jeff caía junto con el desterrado que amenazaba con llevárselo con él. Su amigo había salvado su vida.
Jeff se había sacrificado por él. Una lágrima amenazaba con salir, Jeff nunca hacía algo bueno por nadie y no lo pensó dos veces al lanzarse para salvarlo.
El luto duró poco. No contaba con tiempo para lamentar la pérdida, su esposa estaba al borde de la muerte.
Comenzó a correr a lo largo del puente pero esta vez haciéndole caso a la advertencia de su amigo y no mirando a ningún desterrado. Luego de unos minutos corriendo una puerta rojo sangre apareció.
No sabía con qué se encontraría pero tampoco se detuvo a pensarlo, el tiempo se estaba acabando. La abrió y entro rápidamente.
-Arrodíllate ante el rey -ordenó una voz detrás de él, pero antes de que pudiese voltear un fuerte latigazo en su espalda le hizo caer de rodillas.
Aún en el suelo y sufriendo por el dolor levantó la mirada y ahí se encontraba Zalgo, el señor y rey del Inframundo sentado en su gran trono adornado con las más preciosas joyas.
-Tengo entendido que tu fastidioso amigo se ha quedado a la mitad del camino.
-Un desterrado se lo ha llevado cuando intentaba salvarme.
-Y tú, Jack, has atravesado por todo solo para salvar a una mujer.
-Alguien aquí le está haciendo daño.
-He tenido curiosidad y he acortado tu camino solo para preguntarte ¿por qué? ¿Por qué atravesar por todo esto por una insignificante y reemplazable mujer?
-Porque la amo.
-¿Solo por eso? -preguntó incrédulo.
-Si. La amo.
-Nunca entenderé a los mortales y sus absurdos sentimientos.
-Necesito salvarla... Y también a Jeff.
-Y supongo que quieres que te ayude.
-Si.
-Te ayudaré. Pero hay una pequeña condición. Tienes que elegir, tu esposa o tu amigo.
Jack lo miró con odio puro.
-Si salvas a tu amigo probablemente tu esposa muera, si salvas a tu esposa tu amigo será torturado por una eternidad. El futuro de los dos está en tus manos, Laughing.