Chapter Seven
Ya era viernes, la semana para Hermione había transcurrido muy deprisa. No sabía dónde se había ido el tiempo entre hacer las paces con Ginny y estar sentada en el Gran Comedor desayunando.
- Harry¿puedes pasarme la mantequilla? -preguntó Ginny.
En los últimos días, Ginny se comportaba más abiertamente con Harry, y éste había accedido a no huir de ella, después de que Hermione le aclarara que Ginny no pensaba en él de otra forma que no fuese un amigo. Aunque Ginny comenzaba a actuar de manera muy extraña. Hermione esperaba que el día que le pudiera contar lo que estaba haciendo llegara pronto, porque todo eso la tenía muy angustiada.
- Claro -contestó Harry sonriendo-. Por cierto, Hermione -dijo girándose hacia ella-¿tienes un rato libre esta tarde?
- Sí. ¿Por qué?
- Quiero que me ayudes a hacer una cosa.
Hermione asintió con la cabeza.
- ¡Ey, chicos! -dijo Ron, refiriéndose a Hermione y a Harry. Estos se giraron hacia él-. ¿Os importa que nos encontremos en clase?
- No -contestaron Harry y Hermione a la vez.
- ¿Qué tienes que hacer? -preguntó Hermione mientras Harry intentaba no sonreír.
- Bueno, ya lo contaré luego -dijo mientras se levantaba del banco-. Nos vemos en Encantamientos.
Ron salió corriendo del Gran Comedor. Entonces Hermione miró a Ginny que estaba intentando comerse una tostada por la mejilla mientras miraba a un lado de la sala, Hermione dirigió su vista hacia donde miraba Ginny, pero antes de poder hacerlo su amiga había reaccionado y la había cogido de la cabeza para que no se girara.
- Lo siento, Hermione, es mi secreto.
- Lo entiendo. Por cierto¿podrías decirme por qué Ron está tan raro? Quiero decir... que está muy feliz, de buen humor, y hace tiempo que no se mete conmigo.
- No, no lo sé. Pero sí que es raro, aunque yo no soy la más indicada para decirlo... -dijo mientras se limpiaba la mantequilla de la mejilla.
- ¿Y tú Harry¿Sabes por qué está así?
- Me hago una ligera idea -dijo y después se metió una tostada en la boca para que Hermione no le obligara a hablar más.
"Pero qué listo que es el niño" pensó mientras se ponía más leche en el vaso.
Las horas de clase transcurrieron lentamente, tanto que al final del día, Hermione ya ni siquiera se acordaba que Harry le había pedido quedar esa misma tarde. "Bueno ya vendrá a buscarme, estoy demasiado cansada para ir a buscarle al campo de quidditch". Media hora más tarde, el equipo al completo entraba en la Sala Común.
- Hermione espérame aquí mientras me cambió. Bueno -añadió-, ve a por tu capa, fuera hace bastante fresco.
- De acuerdo -respondió-. Aquí nos vemos.
Al volver de buscar su capa, Harry aún no había bajado. Pero descubrió a Ginny marchándose a toda prisa por el retrato. Evitó el impulso de seguirla, eran amigas y confiaban la una en la otra, Ginny ya se lo contaría todo a su debido tiempo.
- ¿Hace mucho que esperas? -preguntó Harry mientras bajaba las escaleras, haciendo que Hermione se girara para mirarle.
- No, hace nada que he bajado -dijo ahuyentando de su cabeza los pensamientos sobre Ginny y su secreto-. Bueno -dijo acordándose que habían quedado-¿qué es lo que vamos a hacer?
- Sígueme -dijo Harry mientras se dirigía a la salida de la Sala Común.
Por el camino que habían tomado, Hermione intuyó que Harry la llevaba al séptimo piso.
- ¿Se puede saber por qué vamos a la Sala de los Menesteres? -preguntó Hermione.
Harry la miró y sonrío, pero siguió andando como si no hubiese oído la pregunta. Los pasillos estaban desiertos y no se oía ningún tipo de ruido.
- Oye, Harry... -iba a volver a preguntar Hermione cuando se encontraban ya en el sexto piso, pero se vio interrumpida por el cuchicheo de unas voces que provenían de alguna clase.
Harry se giró hacia ella, y se llevó el dedo índice a los labios en modo de silencio. Hermione obedeció, y se acercaron a la sala sigilosamente.
Asomaron sus cabezas por el marco de la puerta, a Hermione casi le da un ataque cuando vio a las personas que estaban sentadas encima de un pupitre cogidas de la mano.
- Como se entere Ron... Como se entere Ron -comenzó a repetir una y otra vez Harry.
- No tiene por qué enterarse -le contestó Hermione en voz baja cuando dejaron de asomarse por el marco-. Sólo tenemos que hablar con Ginny, decirle que lo sabemos y que ella espere a contárselo a su familia.
- Pero Hermione... ¿Cómo puedes estar tan tranquila? Éste no es Dean Thomas o Michael Corner, es Malfoy -Harry se aguantaba las ganas de gritar como podía-. ¿Tú sabes que es capaz de hacernos Ron cuando se entere de que nosotros lo sabíamos? Nos arrancará la cabeza, eso es lo que hará. No sólo él, todos los Weasley al completo.
- Harry... No creo que Ginny esté saliendo con un chico que sabe que es capaz de hacerle daño, ella debe saber algo que nosotros no sabemos, sino ¿por qué iba a confiar en él?
- A lo mejor vuelve a estar poseída o algo por el estilo -contestó Harry rápidamente.
- No digas eso -dijo tan severamente como hubiera hablado la profesora McGonagall- yo confío en Ginny. Y no está poseída... Lo que deberíamos hacer es irnos de aquí, aún nos pillarán. Ya hablaremos con ella luego.
- Pero... quería llevarte a la Sala de los Menesteres, y por culpa de la parejita esa, no puedo -parecía que Harry se había enfadado.
- ¿Y si pasamos corriendo? -sugirió Hermione para que a Harry se le quitara la cara de enfado-. No creo que se den cuenta. Ya podrían haber cerrado la puerta -añadió.
- De acuerdo. A la de tres. Una, dos y...
Del otro extremo del pasillo acababan de doblar la esquina dos personas que esperaban que fueran las últimas en pasar por ahí.
- Harry¿podrías decirme por qué este tipo de cosas sólo nos pasan a nosotros?
- No sé, no lo sé, pero tenemos que evitar como sea que pasen por aquí y los vean.
- Pues ya me dirás cómo. ¿Y desde cuándo estos dos están juntos¿Tú lo sabías¿Sabías que Ron y Luna...?
- Sí. Pero esto no es comparable a lo de Ginny y Malfoy¿no crees? Al menos Luna es de Ravenclaw...
- Cosa que aún no entiendo -interrumpió Hermione.
- Y Malfoy es de Slytherin. Nunca nos hemos llevado bien con Malfoy, pero al menos Luna estaba en el ED.
- ¡Ey, chicos! -gritó Ron- ¿Qué hacéis aquí?
"¿Por qué siempre el que mete la pata es Ron?"
No había vuelta atrás, Harry y Hermione comenzaron a caminar hacia ellos, echaron una mirada rápida a la sala, Ginny y Draco estaban pálidos, pero se estaban acercando hacia la puerta.
"Esto va a ser un shock para todos. Que no rueden cabezas, por favor".
Hermione y Harry llegaron hasta Luna y Ron se pararon y se miraron como si nunca se hubieran visto. Más que la sorpresa de que Ron y Luna fueran cogidos de la mano, lo que más le preocupaba a Hermione era la reacción de Ron cuando viese a su hermana con Draco Malfoy. Pero no tuvo que esperar mucho para verla. Ron se había quedado mirando un punto fijo por encima del hombro de Hermione, esta se giró, lo que fuese a pasar, pasaría.
Durante un instante a Hermione le pareció que el tiempo se había detenido, podía ver la expresión de todos. Miró a Harry, estaba sorprendido por lo de Ginny y Draco, pero temía más por lo que les podría pasar. Luna sonreía, al parecer ella lo sabía. Ginny y Draco aunque asustados tenía un semblante decidido, y Ron, estaba muy enfadado.
Entonces Hermione notó como a partir de ese momento todo sucedía más rápido. De un momento a otro Ron estaba encima de Malfoy intentando pegarle. Todos reaccionaron a la vez.
- ¡Para Ron! -Ginny gritaba mientras intentaba sacar a Ron de encima de Draco.
- Harry, haz algo, haz algo -comenzó a gritar desesperada Hermione.
Harry fue hasta donde estaban Ron y Draco. El único que estaba peleando era Ron, porque Draco ni se defendía. Cuando Harry prácticamente había disuadido a Ron, éste le dio un golpe en el estómago y fue otra vez a por Draco. Ginny se puso delante, pero Ron la apartó con un empujón que la hizo caer al suelo. Ron había atrapado a Malfoy, y otra vez estaban en el suelo, Luna intentaba de una manera u otra apartar a Ron de Draco, pero Ron había resultado ser un chico bastante fuerte, y Luna ni siquiera podía parar sus brazos.
- Luna, aparta sino quieres que te haga daño -dijo Ron fuera de sus casillas.
- Pues me lo harás¿o esperas que me quede quieta mientras le pegas a una persona que ni siquiera se está defendiendo.
Ron no hizo caso, todos los intentos de Luna por detenerle eran en vano. Ginny se había levantado y volvía a intentar parar a Ron.
- Deja a Draco -gritaba-. Suéltalo.
Hermione que se había quedado absorta viendo todo lo que pasaba, reaccionó al ver a Harry sentado en el suelo con las manos en su estómago. No quería hacerlo, no quería tener que usar magia, pero Ron había llegado demasiado lejos.
- Ya está bien Ronald Weasley -gritó Hermione enfadada, aunque Ron no le hacía caso-. Ginny, Luna apartad -estas lo hicieron rápidamente.
Hermione sacó su varita y le señaló.
- Lo siento Ron. ¡Desmaius!
Ron cayó encima de Draco, éste lo apartó y se puso en pie. El chico sangraba por la nariz y por los labios, y sus mejillas comenzaban a tomar un intenso color morado.
- ¿No podías haber hecho eso antes, Granger? -preguntó Draco como si eso hubiera sido lo más sensato.
Ginny se acercó hasta él.
- Ron es idiota. -dijo Ginny mirando a su hermano que estaba en el suelo-.¿Y tú por qué no te defendías?
- Si me defendía las cosas iban a ser peor, es una manera de que se diera cuenta de que mis intenciones contigo no son malas. Si le pegaba o usaba magia le daba más motivos para que no se fiara de mí. Bueno, Granger -el tono de voz de Draco era más amable-, te debo una. Aunque no lo hayas hecho por mí -añadió mirando a Harry.
- Ey, Hermione, despierta a Ron -pidió Luna que estaba arrodillada al lado del cuerpo de Ron-. Tenemos que irnos de aquí.
- Los efectos se pasan por sí solos, Luna. Pero tienes razón debemos irnos. ¿Os parece si vamos a la Sala de los Menesteres?
Todos asintieron. Hermione ayudó a Harry a ponerse en pie, aunque a éste ya no le dolía casi nada el golpe que había recibido.
- Mobilicorpus -dijo Hermione mientras señala el cuerpo de Ron. ¿Puedes llevarlo tú, Luna? -esta asintió y Hermione le pasó la varita- Vamos.