-Sayumi -dijo una voz en el fondo de la mente de la morena - ¡Sayumi! - gritó la misma voz haciendo saltar a la nombrada, que dejó caer su sándwich mixto sobre su obento.
-¿Ah? - preguntó la morena llevando su mirada a Kanato, que la había "secuestrado" para que comiese con él.
-Me estas ignorando -masculló con el ceño fruncido y la vista fija en el suelo.
-Go-gomenasai Kanato-kun...estoy un poco cansada por el cambio de rutina - murmuró la morena con una pequeña sonrisa, sabiendo que si le decía al pelimorado que llevaba rato sin prestarle atención, solo conseguiría un berrinche de magnitudes inimaginables.
-Si quieres puedes quedarte en casa, conmigo - dijo con una sonrisa, apretando el peluche que le hizo Sayumi entre sus brazos.
-N-no hace falta, solo debo acostumbrarme - dijo la morena con una risa nerviosa, mientras cerraba su obento, suspirando con suavidad y apoyando su cabeza en el hombro de Kanato, el cual dijo las palabras que iba a decir en la garganta, para observar de reojo a la chica con una agradable calidez en el pecho - Arigato...Onii-chan - murmuró Sayumi con una pequeña sonrisa.
-Sayumi...tu no...me abandonaras...¿verdad? - preguntó el chico con los ojos entrecerrados, apoyando su mejilla sobre la cabeza de la morena.
-¿Ah?¿Y eso? - preguntó la morena mientras se alzaba para observar al Sakamaki, que puso una mano sobre su sonrosada mejilla.
-Soy bueno contigo...y no te he mordido...por mucho que desee clavar mis colmillos en tú pálida piel hasta ver una expresión de dolor en tu grácil rostro...-murmuró con una sádica sonrisa mientras juntaba con delicadeza su frente con la de la morena, que tragó con los labios ligeramente apretados.
-Kanato-kun...tu no...me harías daño...¿cierto? - preguntó Sayumi notando como los dedos del pelimorado apretaban con cierta fuerza su antebrazo, hasta hacerla soltar un pequeño quejido.
-Hasta romperte - musitó con una sonrisa, provocando que un sudor frío se deslizase lentamente por la nuca de Sayumi.
-Tú, déjala - masculló una voz dura, que hizo alzar la mirada al pelimorado, que fulminó con la mirada a aquel intruso en la situación, provocando que la morena también alzase, mientras mantenía una mano sobre los fuertes dedos de Kanato, observando cómo un alto, desgarbado y castaño fulminaba al chico con la mirada arrogante.
-Largó de aquí - siseó el Sakamaki con los dientes apretados, casi similar a un animal que defiende su presa de otro carroñero.
-Como no la sueltes, tendrán que amputarle el brazo - dijo el castaño cruzándose de brazos con el ceño fruncido y un chasquido de lengua.
Probablemente si otra Sayumi se pusiese sobre mí conseguiría igualarlo pensó la morena pestañeando un par de veces, ignorando el ambiente entre ambos chicos.
En pocos segundos aquel mutante de dos metros, tenía en sus brazos a la morena, dirigiéndose al edificio mientras Kanato fritaba con cierta histeria, llamando la atención de los que también se encontraban en los jardines. Ahora que lo pienso...es uno de los chicos que estaban con él...pensó la morena mirando desde abajo al castaño, el cual ni la miraba, ni la prestaba atención.
-Etto...¿Podrías decirme porqué...? - preguntó Sayumi con los labios ligeramente apretados y con las mejillas sonrojadas al notar la mirada de algunos alumnos que habían en los pasillos sobre ellos.
-¿Preferirías quedarte con él y con un brazo roto? - preguntó irónico con una ligera sonrisa que mostró dos filosos colmillos, antes de girar en uno de los pasillos - además me lo pidió un amigo - murmuró casi para si mismo llamando por completo la atención de la morena.
-¿Amigo? - preguntó rápidamente recibiendo la mirada sorprendida del castaño , ante la reciente energía que desprendía la mirada de la ojiazul.
-Seh - musitó con simpleza y con una sonrisa divertida ante la expresión de euforia de la morena, que se mantenía a la espera de una repuesta más elaborada, que nunca llegó.
Al cabo de unos minutos en los que la morena se dedicó a comer unos caramelos con los ojos entrecerrados, el castaño continuaba con su tarea de pasear la por la escuela ante la mirada de todos.
-Hemos pasado por delante de esas escaleras tres veces - musitó Sayumi metiendo un nuevo caramelo en la boca.
-Urusai, cerda - masculló con el ceño levemente fruncido, antes de bufar y subir por las escaleras, mientras está lo fulminaba con la mirada por el apodo.
-Podrías bajarme, de todas formas en unos minutos tendré que ir a clase - dijo la morena mientras metía otro par de caramelos mientras miraba por encima del hombro del castaño, con la sensación de ver una sombra en una de las esquinas del pasillo.
De pronto la bajó delante de la puerta de su clase, dándole sin vacilar la espalda, mientras Sayumi masticaba con las mejillas ligeramente infladas los caramelos, pestañeando confusa ante la rara actitud de aquel chico castaño, que había enfurecido a Kanato y la había exhibido por toda la escuela en sus brazos.
-Sayumi, ¿qué hac-? - dijo Subaru apareciendo por su espalda, con las manos en los bolsillos e inclinándose en un momento para olisquearla - ¿Porqué hueles a fertilizante?- preguntó con el ceño ligeramente fruncido, antes de que ella se girase para observar cómo el castaño le devolvía la mirada con el ceño ligeramente fruncido.
-Vamos - dijo Subaru cogiendo la mano de la morena para meterla en el aula.
Durante el resto de la semana, ninguno de los chicos se separó de ella, no permitían que nadie, salvó Ichigo, y a duras penas, porque la castaña se tensaba con las mejillas infladas cada vez que alguno de los hermanos de la morena la miraba, o trataban de tocarla, y en ese caso solo se abarcaría a Laito.
-Tener que tener niñeras todo el día ha de ser agotador - masculló Ichigo con una mejilla apoyada en una de sus manos, con un pequeño bufido.
-Gomenasai - murmuró la morena con la mirada baja y uno de sus labios atrapado entre sus dientes.
-Neh~ - dijo la castaña con una sonrisa divertida, haciéndole señas a la morena, señalando con exagerados movimientos la puerta.
Sayumi miró por encima de su hombro para ver a Reiji inmerso en la lectura de un libro, entre as estanterías de la biblioteca. Recogieron con suma delicadeza las cosas, antes de que la castaña arrastrase a Sayumi a la puerta a la velocidad de un rayo, casi en dos segundos estaban jadeando en la azotea con las mejillas sonrojadas, con la morena apoyada sobre la reja y la castaña apoyada sobre sus rodillas.
-Yeei ~ libertad - dijo Ichigo alzando un brazo con una pequeña sonrisa y la respiración acelerada, provocando una carcajada a la morena, que alzó la mirada al oscuro cielo con una pequeña sonrisa.
-Arigato, Ichi-chan - dijo con una tierna sonrisa y las mejillas aún un poco encendidas por la carrera, recibiendo en pocos segundo el puño de la castaña en el hombro.
-Baaka - dijo sacándola la lengua antes de suspirar y dejar caer su cuerpo hasta apoyarse en la valla, estirando los brazos hacía arriba.
-Se está bien...no tenerlos un momento encima - murmuró la morena con los brazos a la espalda, y la cabeza apoyada en el metal.
-No tardarán mucho en que les suene la alarma - dijo Ichigo con una sonrisa divertida, mientras viraba los ojos - Y si no son ellos, serán los otros playboy's - dijo con las manos dentro de su chaqueta.
-¿Los...otros? - preguntó Sayumi sintiendo un rápido y profundo latido en los oídos.
-¿No te has dado cuenta? - preguntó la castaña con una ceja alzada, notando cómo la morena le devolvía la mirada con un par de pestañeo - esos tal Mukamis, cada vez que se acercan a nosotras o a ti, alguno de tus hermanos aparece de la nada y se pegan a ti - dijo ladeando ligeramente la cabeza con una mejilla inflada.
-No...no me había fijado - murmuró la morena imitando la acción de la castaña.
Lo cierto es que la morena estaba la mayor parte del tiempo encerrada en sus pensamientos, y es que cuando vio por última vez al castaño desgarbado, podía jurar que vio un brazo asomarse por el filo de la pared, cómo si alguien hablase con él, y por alguna razón sintió una vibración subir por todo su cuerpo, cómo si la llama de aquella cerilla que había en su pecho temblase de emoción.
-Lo cierto...es que es curioso, es cómo si tuvieses un imán para tíos buenos - dijo Ichigo con una sonrisa divertida, mientras cruzaba los brazos detrás de su cabeza.
-Tampoco es para tanto...-comentó la morena con una pequeña y nerviosa sonrisa.
-¿Seguro? - preguntó la castaña alzando una ceja, antes de señalar con el mentón a un lado de la azotea, haciendo llevar la mirada de la morena a una figura de la cual no se había percatado antes.
-Él...es...
Volviooo Sayumii con su fangirleo :,v maldita acosada por vampiros buenorros XDD.
Perdón si me demoré demasiado, pero he tenido que descansar, además de que estaba muy emocionada trabajando en mi novela, la cual espero poder publicar de forma profesional, porque hoy a mi escuela vino un escritor, al cual le dí a leer mis primeros tres capítulos, para que me diese su opinión, sugerencias y demás, así que estaba trabajando como loca jajjaa
Seguro que aunque no sea de anime, a la gran mayoría les gustaría :))
Bueno xD volviendo, espero que os haya gustado el cap....LA YUMACONDA ENTRÓ EN ESCENA!! QuQ
Muchas gracias por los comentarios, los votos, las lecturas, por seguirme...en serio, casi rozamos las 40k lecturas, es una pasada, para mí que me emocionaba cuando llegaba a 500 o 1.000 xD pero...40.000?!?!??! Pfff me siento buena escritora y todo :,)))
SE OS QUIERE!!!