Sin ti siempre es de noche

De NinaDova

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Katy es una estudiante de literatura. En su último año de la universidad el destino le une con Ben, un chico... Mai multe

Capítulo: 2 Mujercitas
Capítulo:3 La oración de las rosas
Capítulo 4 Un beso en Paris
Capítulo: 5 Tres metros sobre el cielo
Capítulo: 6 Hacer el amor con tacto
Capítulo: 7 Tardes de chocolate en el Ritz
Capítulo: 8 El Mercader de Venecia
Capítulo: 9 El diario de Noa
Capítulo: 10 La luna
Capítulo: 11 La sombra del viento
Caítulo 12 ¡FELIZ NAVIDAD!
Capítulo:13 ¡AÑO NUEVO!
Capítulo 14 Sobre Forografía
Capítulo 15 El juego del ángel
Capítulo16 ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Capítulo 17 Amigas
Capítulo 18 Examenes
Capítulo: 18 Irlanda
Capítulo: 19 Malahide
Capítulo 20 El engaño
Capítulo 21 Abuelita
Capítulo 22
Capítulo 23 Carretera de la fama
Capítulo 24 Candy candy
Capítulo 25 Estrellas ligadas
Epílogo

Capítulo:1 Jane Eyre

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De NinaDova

"¡Qué cosa tan extraña son los presentimientos! Ellos, como las simpatías espontáneas y los signos que se hallan en todas las cosas, constituyen un misterio del que la humanidad no ha encontrado la clave."

Charlotte Bronte

Odio el sonido de mi despertador. Todavía tengo el sonido que viene con el móvil por defecto. Ni siquiera me he molestado a cambiarlo poniendo uno que me guste porque de todos modos sé que terminaré odiándolo.

Lunes, 3 de Octubre, 7.00 a.m.

Primer día de clases en la universidad. Normalmente tardo media hora en llegar gracias a mi padre. Hace un año, el día de mi cumpleaños me ofreció un sobre con una gran cantidad de dinero para que pudiera pagar la señal de mi primer coche, mi pequeñita Minnie. Le tengo mucho cariño, así que le he dado el nombre de una persona o más bien de un dibujo animado. Los dos primeros años de la universidad los pasé muy mal, yendo en autobús y este coche ha sido mi salvación, aunque ahora tengo que trabajar más para poder pagar las cuotas. Es un mini cooper Hatch de color rojo y desde hace un año se ha convertido en mi segunda mejor amiga.

La parte trasera está llena de peluche todo de varios tamaños, desde el espejo de cuelga un botecito de vidrio con aroma a fresa y siempre que entro pongo una de mis listas de reproducción favoritas a tope.

Apagué la alarma de malas ganas y tras gruñir por tener que abandonar la comodidad de mi cama me levanté para empezar el día. ¡Qué remedio! Elegí una camiseta de rayas blancas y azules, una falda azul marino con un cinturón rojo y unos zapatos rojos de charol, planos, adornados con una flor del mismo color que mi falda. Me duché, cepillé los dientes y después de vestirme, pasé un poquito de colorete por mis mejillas para no estar tan pálida, puse el pintalabios rojo y recogí mi pelo a una coleta con una goma. En general no suelo maquillarme mucho. Mi madre dice que no hace falta y que incluso sin maquillaje estoy perfecta, pero es mi madre. ¿No es eso lo que dicen todas las madres de sus hijos? Siempre nos ven perfectos. Yo a diferencia con ella me caracterizaría como una chica normal y corriente. No me gusta llamar la atención, pero parece que mi forma de vestir no puede pasar desapercibida. Amante de una época llena de romanticismo, mi estilo retro atrae como imán las miradas de la gente.

Un lunes por la mañana siempre hay tráfico en esta ciudad. Un montón de gente conduciendo para ir a sus trabajos. Después de media hora más o menos llegué a la universidad y empecé a buscar aparcamiento. Di vueltas alrededor del edificio un cuarto de hora pero nada. Al final, por fin, me pareció ver un pequeño hueco. Puse los intermitentes para aparcar pero un chico con un Audi a3 negro se adelantó y colocó su coche en mi sitio. Maldiciendo mi mala suerte refunfuñé. El chico pareció haberme visto a través de su coche y esbozó una sonrisa ante mi reacción. Una sonrisa de las que marcan.

Bajó de su coche y yo me quedé mirándolo. Me pareció que era el hombre más guapo que había visto en mi vida. Tenía el pelo rubio y un poco alborotado pero sus Rey-Ban no me dejaban ver sus ojos. Juzgando por su cuerpo seguro que practicaba algún tipo de deporte. Tenía la espalda ancha y la camiseta blanca y estrecha que llevaba dejara que se vieran sus abdominales. Por debajo llevaba unos vaqueros y unas bambas. Se acercó a mi ventana haciéndome una señal para que la bajara. ¿Qué quería?

- ¿Querías aparcar? - vaya pregunta, pensé.... Pues claro que sí..

Él quito sus gafas dejando en vista sus maravillosos ojos azules y apoyó su codo en el borde de mi ventana. Le sentí tan cerca que casi se me paró el corazón. Ojos del color del mar que hechizan. Siempre tenía cierta debilidad a los ojos azules y a esos en concreto iba a obtener mucha más.

- Sí - fue la única palabra que pude articular y seguro que me había sonrojado. Siempre me ponía así cuando un chico me dirigía la palabra y ese era demasiado perfecto así que me puso aún más nerviosa de lo habitual.

- Lo siento, no me di cuenta antes. Ahora lo quito y pones tú el tuyo - dijo amablemente refiriéndose a su coche.

- Gracias - le dije. Muy bien, Katy. Mi subconsciente me felicitó una vez más por mi fluidez a la hora de hablar con un chico. Seguro que ahora piensa que eres una tonta.

El chico alejó su coche despidiéndose de mí con otra sonrisa y mientras le miraba sentí mi respiración acelerándose. Definitivamente fue la sonrisa más bonita que había visto. Bajé del coche pensando en lo que acaba de ocurrir y como todavía faltaba casi media hora hasta que empezara la nueva clase me dirigí a mi lugar favorito que no era otro que la biblioteca de la facultad.

Me encantaba estar en la biblioteca. Siempre iba allí a refugiarme. Los libros son mi debilidad y me transmiten tranquilidad. Entré en la biblioteca y me senté en el sitio de siempre. A cabo de unos minutos me di cuenta de que no había cogido ningún libro para leer y sonreí conmigo misma. Lo ocurrido con el chico perfecto me había dejado bastante desconcentrada. Me levanté y me dirigí al pasillo con los libros de la literatura inglesa. Escogí mi libro favorito y pretendía regresar a mi asiento para leerlo pero me detuve detrás de la estantería al darme cuenta de que acababa de entrar el chico perfecto. No sé por qué pero en vez de salir y seguir comportándome de una manera normal me quedé escondida espiándolo.

Primero saludó a la chica de la biblioteca y después le paso un papel. Imagino que tendría allí escrito lo que necesitaba porque al entregárselo la chica empezó a buscar en su ordenador, le dijo algo y él le dio las gracias. Era tan irreal, tan guapo que no podía apartar mis ojos de él. Su presencia dominaba todo el espacio. De repente me di cuenta de que se dirigía hacia donde yo estaba. -Por favor que el libro que busca no esté en este pasillo- pensé. Pero no. Debía estar en el mismo pasillo, debía estar justo donde yo estaba. Cogí mi libro y disimulé que estaba leyendo para que no sospechara que lo espiaba. Sentí como el pulso se me aceleraba mientras él giraba para el pasillo donde yo estaba. Lancé mis ojos del libro y le miré por unos segundos. Nuestros ojos coincidieron y eso bastó para hacerme sonrojar otra vez. Él, al verme, tomó una expresión indescifrable, algo entre sorpresa y alegría. Pensé que no se acordaría de mí pero me equivoqué. Se acercó sonriendo y empezó a hablarme. Su voz sonaba como un ángel cantando en mi cabeza. ¿Qué me pasaba con este hombre?

- ¿Has podido aparcar bien? Lo digo porque te vi bastante angustiada.

- Si, gracias. Es que llevaba un buen rato buscando y ya me había decepcionado. - Por fin. Pude formar una frase entera. De repente me sentí muy orgullosa de mi misma. Él sonrió otra vez y señalando el libro que cogía con sus ojos me pregunto:

- ¿Qué estás leyendo?

- ¨Jane Eyre¨ -Le contesté-Es mi libro favorito.

Al decirle eso incliné mi cabeza y miré el suelo. No sé por qué pero mirarlo directamente a los ojos me intimidaba muchísimo. ¿Sería porque era tan guapo? No lo sé, de verdad. Lo único que sé es que me hacía sentir más incómodamente que cualquier otro hombre. Generaba en mi interior sentimientos que nunca antes había experimentado. Por otro lado, aunque me sintiera así no quería que se fuera. Quería seguir hablando con él. Contándole todo sobre mí. Como lo de mi libro favorito. Su respuesta rompió el hilo de mis pensamientos y me regresó a la realidad.

- Así que amante de las novelas de BBC. Muy interesante.

Yo solo sonreí sin poder decir nada. No sabía qué decir pero no quería que nuestra conversación terminara así que de repente dije lo primero que se me ocurrió:

- ¿Y a ti?

- ¿Y a mí qué?

-Quiero decir: ¿te gustan las novelas, la literatura clásica?- dije con casi un hilo de voz.

Parecía que mientras hablábamos él estaba cada vez más cerca de mí y eso me ponía muy nerviosa.

-He leído de todo pero mis gustos son más modernos.

Su respuesta me decepcionó un poco pero de todas formas seguía siendo un chico que lee y eso es importante aunque nuestros gustos eran diferentes.

- Si eres de cosas más modernas a lo mejor te interesaría la clase que empieza dentro de poco. Es literatura del siglo 21.

Me sorprendí a mí misma por habérselo propuesto pero sería capaz de cualquier cosa por seguir viéndolo. Acudir a la misma asignatura sería una buena oportunidad.

- ¿Tu irás? -me preguntó.

- Si, es que es obligatorio - le dije haciendo una mueca de disgusto. La verdad es que la literatura moderna no me atrae tanto como la clásica.

- ¿Si no lo fuera, no acudirías?

- Es que como te he dicho mis gustos son un poco más clásicos pero ¿quién sabe? A lo mejor encuentro a mi nueva heroína favorita en un libro del siglo 21. - dije encogiéndome los hombros, intentando parecer graciosa. Él sonrió y me dijo:

- ¿Y qué es lo que hace que tu heroína actual sea Jane Eyre?

- Casi todo. Su carácter, su valentía pero sobre todo el hecho de querer ser autónoma y autosuficiente. Tenía ideas muy revolucionarias para su época y articular una filosofía feminista radical sobre la igualdad de los dos géneros en aquel entonces me parece fascinante.

-¨To be together is for us to be at once as free as in solitude, as gay as in company¨

Me sorprendió escucharle citar dicha frase del libro y además en inglés, en un inglés perfecto y un acento tan raro como sensual. ¿De dónde es?  Parece que este chico era perfecto en todos los sentidos.

- Exactamente- contesté sonriendo. - Seguir ser uno mismo en una relación, sin tener que cambiar por el otro, guardar tu libertad.

Él me miro con cara pensativa como si intentara adivinar lo que pensaba y dijo:

- No puedo creer que haya alguien que quisiera cambiar a alguien como tú.

Lo que me dijo me dejo sin palabras. No me conocía nada. ¿Cómo podía saber cómo soy?

- Hemos interactuado solo durante cinco minutos. ¿No te parece que es muy poco tiempo para que sepas que no te gustaría cambiar nada de mí?

-A veces cinco minutos son más que suficientes para conocer a alguien y que este alguien te cambie la vida.

No entendía muy bien lo que quería decir pero antes de darme tiempo de reflexionar sobre su frase siguió hablando.

- Perdona pero todavía no me he presentado. Soy Ben.

¡Qué nombre tan raro! Pensé. Él como si hubiera escuchado lo que pensaba añadió:

- Soy irlandés. ¿Y tú?

- Yo soy española.

- No, quiero decir tú ¿cómo te llamas? - dijo riéndose.

Yo me reí también y le dije:

- Katy. Soy Katy.

-Pues Kate, encantado de conocerte pero tengo que irme. Mi clase empieza en cinco minutos y no quiero tardar el primer día.

- En realidad es Katy, no Kate.

- Para mí serás Kate - me dijo guiñándome un ojo.

¿Cómo que para mí serás Kate?- Pensé. Antes de abrir mi boca para protestar él habló de nuevo.

- A! Y una cosa más, Kate. La próxima vez intenta leer con el libro al revés. Es más fácil.- me dijo sonriendo satisfecho. Yo miré el libro que sujetaba y se suponía que leía y me quedé atónita cuando me di cuenta de que lo tenía al revés.

- Yo.....- no sabía que decir.

- Adiós, Kate- dijo sin dejar de sonreír- nos vemos por ahí.

Estúpida. Pensé y al mismo tiempo miré mi reloj. Yo también debería ir a mi clase si no quisiera llegar tarde. Llevé mis cosas de la mesa que las había dejado y empecé a correr a toda prisa. Mi aula estaba en el otro lado del edificio y no quería llegar tarde.

Cuando llegué al aula no pude dar crédito a mis ojos. Al lado de la mesa del profesor había una mujer de unos 45 años muy bien conservada con el pelo rubio y bien peinado y bastante maquillada para mi gusto. Era muy elegante. Llevaba un traje blanco con unos zapatos de tacón alto pero lo que llamo mi atención fue el chico a su derecha. No puede ser que sea él - pensé- ¿Qué hace allí? ¿Por qué está al lado de la profesora? Ella iba explicando el contenido de la clase mientras yo preguntaba a una chica que estaba a mi lado qué era lo que había perdido.

- Perdona. ¿Ha dicho algo importante al principio de la clase?

- No, nada. Solo que este semestre ella se va a una universidad alemana y este chico que es un estudiante de diplomado se encargará del curso. No podía creer en lo que oía. ¿Cómo puede ser? ¡Qué mala suerte tengo, por dios! Me había hecho la ridícula con mi profesor. ¿Cómo puede ser que este chico sea mi profesor? De repente sentí ganas de llorar pero mientras pasaba la hora me sentí mejor. Intenté quitarle importancia al asunto. Al fin y al cabo seguro que él ni siquiera me recordaría.

Diez minutos después la elegante mujer se despidió de nosotros y mi chico perfecto que resultó ser mi profesor tomó la palabra. Tenía el don de la palabra. Mientras hablaba me di cuenta que las chicas de la clase, y algunos chicos, le miraban con la boca abierta. En parte me sentí un poco aliviada por no tener este afecto solo en mí pero por el otro lado sentí celos. Era mi chico perfecto y no quería que nadie más lo mirara como yo. Nos explicó a qué íbamos a dedicarnos este semestre en su asignatura que no era otra cosa que literatura del siglo 21. Claro que sí. ¿Cómo no? Recordé sus palabras: ¨He leído de todo pero mis gustos son más modernos¨. Mencionó un par de obras los cuales íbamos a ver durante las clases y de repente sus ojos encontraron los míos. Sonrió y siguió diciendo:

- Entiendo que hay quienes no tienen tanto interés en la literatura contemporánea. Diríamos que son más clásicos. Para ellos propondría unos proyectos de comparación. -Seguía hablando sin apartar su mirada de mi lo cual hizo que me sonrojara una vez más. - Podríais elegir una heroína de una obra clásica, por ejemplo a Jane Eyre y compararla con una de la actualidad. ¿Quién sabe? A lo mejor encontráis a vuestra nueva heroína favorita en un libro del siglo 21.

Me quedé atónita escuchándole repitiendo mis propias palabras y estaba segura de que tenía mis mejillas de un color rojo vivo por vergüenza e ira. No sabía cómo debería sentirme sobre su comentario. ¿Halagada o enojada? Lo bueno es que él no estaba nada enojado conmigo por haberle dicho que no estaba interesada en su asignatura.

El resto de la clase paso muy rápidamente. Mi chico perfecto hablaba y hablaba pero yo me había sumergido en mis pensamientos y no escuché ni la mitad de lo que decía. Estaba enfadada. Enfadada con él por no haberme dicho que sería el profesor y conmigo misma por haberme comportado como una tonta una vez más. Creo que él se dio cuenta de mi estado de ánimo. Noté que durante la clase intentó encontrar mis ojos en varias ocasiones pero yo le evitaba.

Al terminar la clase, recogí mis cosas rápidamente y salí del aula a toda prisa. No quería quedarme allí ni un rato más. Me sentía avergonzada por haber revelado a mi propio profesor que el contenido de su clase me era indiferente.

Cuando llegué a mi coche encontré una nota. Me pareció muy raro. Dejé mi bolso y mi abrigo en el asiento trasero y abrí la nota. Con unas letras perfectas como su escritor ponía:

Querida, Kate:

Siento no haberte dicho que iba a ser tu profesor. Espero que no estés muy enfadada conmigo. Nos vemos por ahí,

Ben.

No pude evitar sonreír. Por lo menos se dignó a disculparse. Subí al coche y me fui para casa. Pasé el resto del día con esa estúpida sonrisa en mi cara. No sé qué me pasaba pero me sentía diferente. Algo en mi había cambiado y solo estaba segura de una cosa. Mi cambio se debía completamente al chico perfecto que había aparecido en mi vida aquel día. Ben!

Gracias por leer! Se trata de mi primer intento de escribir y me hace muchísima ilusión compartirla con todos vosotros! A medida que la historia avance se hace más interesante. Espero que os guste y también vuestros comentarios!





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