-------♜SIENTO MUCHO LA TARDANZA EN ACTUALIZAR♜----------
Unas lectoras en mi página del facebook para fanfics me escribieron mensajes de alargar el fanfic con KaiLu, al parecer da para mucho, de forma que borré muchas veces pensando que podría hacer con esta pareja, hasta que me salió esto mas o menos, a mi me gustó pero no sé si a vosotros os encantará (cruza los dedos, cierra los ojos y reza mientras leen)
De nuevo disculpar la tardanza, ya les dejo siempre los motivos en la página.
P.D. Como sé que alguna que otra lectora lo preguntará en un comentario... porque os conozco, ya respondo. Siii... pondré algún capítulo de SeSoo si continuo con el KaiLu.
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El momento en el que Irene saltó a los brazos del capitán, se repitió en la cabeza de Luhan una y otra vez como si fuera una cinta estropeada repitiendo la escena. Su corazón pareció flaquear y estamparse contra las paredes internas, antes de desplomarse sin capacidad para bombear mas sangre. Sus ojos permanecían abiertos frente a Kai, tras Irene.
"¿Qué estaba ocurriendo?" Se preguntaba sin dejar de mirarlos.
Irene permanecía fija entre los brazos de su exnovio, fundiéndose en un beso pasional en el que parecía entregarlo todo sin importarle cuanta gente se encontraba observándolos, es mas, sus dotes interpretativas incrementaban cuanto mas personas estuvieran presentes. Una sonrisa victoriosa asomaba en la comisuta de sus labios durante el beso, hasta que unos fuertes brazos sujetaron sus hombros, separándola de la boca del Capitán.
- ¿Kai? - preguntó la chica poniendo ojitos inocente con sus mejillas sonrojadas por la intensidad del momento, mientras pasaba la lengua sobre sus labios. -Te echaba de menos.
- ¿Qué me qué? - preguntó el Capitán alzando una ceja sin poder creer lo que estaba escuchando. Su expresión rostraba la incredulidad y el desconcierto, pero en ese momento recordó que Luhan estaba delante y se inclinó a mirarlo - Lu...
El presidente dio media vuelta sin dejarle hablar, caminó firme y decidido hacia la puerta de la entrada franqueando a las personas que se encontraban bloqueándole el paso para observar la escena que había armado el capitán a su llegada. Comenzó a escuchar los llamados del Capitán tras el pero decidió ignorarlo ¿Por qué tenía que hacerle caso si no era nadie? Al menos eso se repetía mentalmente, al igual que los días pasados en los que deseó olvidarse de lo que su madre le había asegurado que sentía.
- ¿Kai? ¿Me escuchaste?-insistió Irene, girando el rostro para interceptar su mirada y conseguir su atención.
- Irene no me toques los huevos, no sé para que me necesitarás ahora pero la respuesta es no - dijo tajante apartándola a un lado para correr tras el presidente que había decidido pasar de él - ¡Luhan detente!.
No lo había echado de menos esos días para que ni siquiera pudiera hablar con él decentemente, eso no podía permitirlo, ni tampoco que le dieran la espalda mientras lo llamaba, como si su mera existencia fuera invisible para el presidente. Aceleró el paso alcanzando a Luhan, lo tomó de la muñeca y tiró de el para que lo mirase.
- ¡Te estoy hablando, no me des la espalda! - gritó molesto por haber corido el pequeño tramo para alcanzarlo, pero la mirada asesina de Luhan hizo que sus últimas palabras flaqueasen.
- ¡No me toques! - su voz sonó tajante, fuerte y cargado de furia, al igual que el sonido que fue tras él acompañado por el "ohhh" de sorpresa de aquellas personas que vieron como el presidente levantaba la mano rápidamente cruzando la mejilla del Capitán. Este tambaleó soltándole la muñeca que tenía agarrada, pero en milésimas se recompuso - No me vuelvas a tocar... cuando me tocas algo malo me pasa así que no vuelvas a ponerme la mano encima - Lo amenazó señalándolo con el dedo índice aunque sus manos temblaran.
Estaba exagerando, lo sabía, no tenía que actuar de ese modo, solo había visto a un amigo besar a su ex novia, para qué mentir, ni siquiera eran amigos, no era nada del otro mundo, pero... sus venas hervían su cabeza se nublaba, sus músculos se tensaban y los pulmones parecían funcionar a la fuerza y sin ganas. Su cuerpo estaba en estado de alerta para destrozar cualquier cosa que tuviera delante.
Se dio media vuelta de nuevo ignorando la mirada atónica del Capitán sujetándose la mejilla. Ya había vivido el infierno de la venganza con Kai ¿Qué le podría temer ahora? Todo lo que le hiciera no sería ya nada en su vida.
Caminó con la mirada fija a la puerta como su única escapatoria, cuando volvió a sentir otra mano de nuevo sobre su muñeca, una descarga de adrenalina envuelta en furia poseyó su cuerpo girándose como un torbellino a propinarle otra bofetada al Capitán con la mano libre, pero esta vez su mano fue atrapada a medio camino del aire.
- No querrás repetir eso dos veces Luhan o puedo mostrarte que no me llaman Capitán por ser un ángel.
Un sudor frío recorrió su espalda, tan frío como la voz del Capitán al pronunciar aquello de forma inerte, pero amenazadora, acompañada con su mandíbula tensa dibujando sus venas bajo la piel ligeramente bronceada. Cualquier se hubiera echado atrás temblando, cualquiera que no hubiera pasado por el calvario que había sufrido Luhan a manos del Capitán, la humillación, el miedo, el dolor, la furia, la desesperación... había bajado al infierno y resucitado a manos del mismo diablo al que consideraba el Capitán, y solo por ello, solo por sobrevivir a todo eso, el no estaba dentro de la categoría de cualquiera.
- Dije... que... me... sueltes- gritó con la respiración acelerada.
- Luhan te lo advierto, no querrás verme cabreado- lo amenazó cerrando con las fuerza la mano que sujetaba su muñeca.
- Ohh... ohhh... Disculpa capitán -Se mordió el labio inferior fingiendo no sentir la presión sobre su muñeca -que le cabrea que alguien no quiera que lo hable ¿Por qué no hablas con toda la gente que está a tu alrededor? Mira, también puedes hablar con las chicas que te hacen la ola para mostrarte el tanga en cuanto pasas... ahhh ahhh o ¿por qué no hablas con Irene? La pobre debe estar triste por no seguir la sesión de besos ¿ehh?¿Por qué no haces todo eso y me dejas a mi en paz? - se sacudió intentando recuperar su mano.
Su cerebro le decía que estaba actuando fuera de si, era su cuerpo, su subconsciente el que había tomado el control de sus acciones y además ¿Qué le importaba a su cerebro su actitud? Mientras siguiera sacando buenas notas para tener su beca, su cerebro ya podría pensar lo que le viniera en gana.
- Quiero hablar contigo, no con esa gente Luhan, enserio ¿Qué te pasa? - lo miró extrañado mientras su interior intentaba tomar el control de su enojo por la bofetada que había recibido sin razón alguna.
Luhan estaba siendo irracional, bueno ¿Cuándo fue racional? Su actitud siempre fue brusca, mareándolo, transtornándolo, y pese al dolor que se propagaba en su mejilla tras la bofetada, las ganas de verle no había disminuido ni un milímetro de su cuerpo, aún con la cara enojada seguía luciendo mejor que el Luhan triste que había conocido, ahora enfadado su cuerpo vibraba y le daba un color mas sonrojado.
- No me toques Capitancito o voy a gritar para que los profesores me separen de ti, mira, me estás haciendo montar un escándalo inútil, suéltame - gritó tirando de su muñeca sin éxito.
- ¿Desde cuando tu me das órdenes a mi? - Miró a Luhan comenzando a molestarse con su comportamiento y con una muñeca tiró de él dentro del edificio, dándose cuenta que la gente lo miraba al pasar - Vamos a hablar tu y yo a solas.
- ¡Que no quiero hablar contigo!¡Joder ¿es que no me escuchas?¿Por qué siempre tienes que hacerme dar espectáculos en el instituto? ¡Suéltame animal! - intentaba zafarse agarrándose a la pared a cualquier lado para no irse con el pero el Capitán tiraba tan fuerte que pensó que se rompería.
No quería hablar con el, aunque hacía unos segundos su corazón estaba sin aire al verlo y sentía una inyección de felicidad por vía intravenosa, ahora solo quería matarlo a patadas y tirar su cuerpo al mar para que lo devorasen los tiburones y los restos que quedaran de él, que los devorasen los peces mas pequeños, y si estos dejaban restos pues los mini peces.
- ¡Kai! Estaba hablando contigo.
El repiqueo de los tacones de las animadoras sonó por los pasillos tras ellos haciendo que se detuvieran sin ganas. Comenzaba a sentír que su buen humor se estaba evaporando poco a poco y solo habían pasado unos diez minutos, ya tenía suficiente con Luhan como para lidiar con una chica como Irene.
La conocía a la perfección como para saber que se habría metido en algún lío hablando más de la cuenta o peor, que volviera a fingir ser su pareja para cuando sus padres fueran a casa, ya que ellos lo adoraban, o mas bien a el dinero de los Kims. En algún momento sus familias pensaron que se casarían al terminar el instituto y sus empresas se juntarían pero Kai nunca tuvo intención de casarse con una chica de la que no podía divertirse como deseaba y francamente, le resultaba completamente aburrida.
- Kai tenemos que hablar cariño ¿Qué te pasa?¿Por qué actúas tan extraño? -Su voz temblorosa delataba sus nervios, observando a sus amigas y la gente del pasillo esperando ser respaldada - Si estas enfadado podemos hablarlo - pidió caminando a el apoyando la mano en su hombro ignorando la presencia de Luhan.
Sin apenas disimular por la gente que se encontraba allí observándolos, el capitán apartó el hombro de forma asqueada para que Irene no lo tocara.
- Mira Irene - Soltó aire cerrando los ojos para controlarse, entre Luhan que seguía zarandeándose para liberar su muñeca y la Barbie, sentía que iba a estallar - ahora tengo cosas mas importantes con las que tratar, me gustaría que no me interrumpieras cuando lo hago, entiéndelo, no me apetece ver tu cara- Soltó de forma tan fulminante que todas las animadoras que allí habían se quedaron con los ojos de par en par tras una Irene perpleja.
- Pero... Kai... yo... yo... - Irene miró el pasillo en el que se encontraban viendo todas las miradas puestas en ella, su mejilla se incendiaba y el calor se esparcía por su cuerpo cuando miró a Luhan que seguía intentando librarse del amarre del Capitán sin rendirse - ¿Es por él? ¿Por el actúas así de raro? ¿De nuevo quieres usarlo como tu pasatiempo? Me dijiste que eso se había acabado...
- ¿Aprecias tu puesto en el instituto Irene?-Pese a que lo dijo sin gritar, sus palabras sonaron tan afiladas como un cuchillo cortando el acero.
La amenaza impregnaba palabras y su mirada asesina solo era el sello de esa amenaza. La chica tragó salivo con dificultad, una corriente helada recorrió su espalda cuando se dio media vuelta y salió corriendo fuera del alcance del Capitán con lágrimas en los ojos.
Soltó a Luhan bruscamente de la muñeca tirando de él hacia delante.
- ¡Idiota mi muñeca! - se quejó el presidente masajeándose la zona adolorida.
- Mi paciencia está llegando a su límite, o andas ahora mismo para la azotea y hablemos o te llevo arrastras Luhan - Lo señaló con la mano temblando de rabia - Y sabes que puedo hacerlo.
Exhaló con el propósito de quitar su frustración fuera pero no lo consiguió. El capitán y él, mantenían una lucha de miradas en la que el presidente debatía si le daría tiempo a huir y el cuerpo tenso, en posición de acecho del Capitán, le dejaba claro que no, con un paso en dirección contraria sabía que sería atrapado.
Finalmente cedió caminando delante del Capitán en dirección a la azotea ignorando la mirada de aquellas personas del pasillo que habían sido partícipes de su escena con Irene y la amenaza que fingieron no haber escuchado, como siempre que el Capitán hacía algo en aquel instituto de cobardes, pensaba el presidente mientras caminaba.
Caminaron en silencio subiendo las escaleras hasta la azotea ya abierta para los alumnos.
El ambiente se volvió tenso y cargado en cuanto llegaron al exterior, la rabia en ambos fluía por el aire envolviendo la atmósfera. Kai cerró la puerta nada mas pasar tras el presidente y este caminó alejándose de Kai, su cercanía solo generaba en él ganas de golpearlo constantemente hasta que perdiera el conocimiento y se sintiera mas aliviado.
- ¿Qué quieres? Habla ya que me harás perder una clase - lo apuró Luhan viendo como se acercaba a el.
- ¿Por qué te pones así? Hacía un momento estabas calmado, hablando tranquilamente y ahora pareces una mujer con la regla- preguntó cruzándose de brazos sobre su pecho.
Aquella comparación lo hizo avanzar hasta el Capitán como un rayo para propinarle otro golpe pero Kai lo interceptó de nuevo agarrando el brazo, lo dio media vuelta apoyando su espalda contra su pecho, sujetó sus manos en cruz sobre el pecho del presidente como si fuera una camisa de fuerza y Luhan el loco al que apresar antes que se hiciera daño a si mismo u otra persona cercana a él.
- ¡Suéltame imbécil!¡Idiota! ¿Mujer con regla? Te voy a enseñar cómo golpea una mujer con regla, suéltame -las ganas de encestarle golpes al Capitán creían exponencialmente mientras se sacudía entre sus brazos.
No era racional, no estaba actuando con cordura ¿Qué le pasaba? El cerebro de Luhan le mandaba múltiples advertencias para que se comportara racionalmente, pero no era capaz de escuchar ninguna desde que Irene se cruzó en su camino besando a Kai, desde ese momento parecía haber enloquecido en furia pero no eran nada, no tenían una relación, solo era el con sentimientos que no creía que debería sentir.
Kai apoyó su barbilla en el hombro de Luhan, tirando de sus manos para juntar sus cuerpos con fuerza.
- Te me calmas- susurró con un tono de diversión en su voz que no agradó a Luhan.
- ¿Te parece divertido? Yo no le veo la gracia - se defendió Luhan.
- ¿Cómo no la ves?¿Deseas un espejo para que te lo muestre?
- ¿De qué estás hablando Kai? Di las cosas claras y no indagues como un vagabundo con las palabras - le recriminó.
- De esto...
Soltó una de las manos con las que aferraba a Luhan, tomó la barbilla del presidente con la mano liberada, haciendo que la girase y antes que Luhan se diera cuenta de sus intenciones, sus labios se habían encontrado en un beso que le pilló completamente desprevenido.
Sintió la electricidad estática levantando todos los pelos de su cuerpo, surcando su piel de forma delicada provocándole una oleada de temblores sobre su columna vertebral. Los labios de Kai eran suaves, finos, y el tacto húmedo al tomar los labios del presidente lo hizo gemir inconscientemente. Por costumbre cerró los ojos, se permitió soñar con sus movimientos, se permitió imaginar que el beso duraría eternamente, incluso se permitió el lujo de relajarse unos segundos hasta recordar en brazos de quien estaba, alguien que se acababa de besar con su ex novia.
- ¡Ayy! - Se escuchó a Kai gritar de repente separándose de Luhan - ¿Estas loco? Me has mordido.
- Eso te lo mereces ¿te crees que vas a venir aquí y besar a la gente cuando te de la gana? - Lo gritó mientras pasaba la manga de la camisa sobre los labios intentando quitarse el beso de forma inútil - Cuando nos fuimos era tu puto, pero ahora que volvimos no pienso dejar que me toques como te venga en gana Kai - Lo señaló como si con hacerlo este desaparecería del planeta - Si quieres besar a gente ve con Irene.
Le lanzó una última mirada antes de caminar hacia la puerta de nuevo.
Su lengua le dolía a horrores por el mordisco del presidente, pero cuando Luhan se giró de frente a recriminarlo se quedó mudo unos segundos. Tenía las mejillas sonrojadas, los labios rosados hinchados por el beso, su pecho subía y bajaba por la furia, pero aún cabreado, lucía distinto, no sabía explicar que era, solo que deseaba volver a molestarlo de nuevo para ver esa expresión suya cabreada una y otra y otra vez hasta memorizarla, porque al cabo de unos segundos desaparecería. Y en ese momento Luhan se giró a la puerta para irse, permaneció callado unos segundos pensando que era lo mejor.
- Te eché de menos- Sus labios pronunciaron aquellas palabras sin su permiso.
Ese sonido lo atravesó como flechas quitándole la vida a un condenado, haciendo que el presidente se detuviera en seco. Seguro no había escuchado correctamente, era lo mas seguro, aquellas palabras nunca salen de la boca del Capitán o eso pensaba.
Sacudió la cabeza y volvió a seguir su camino.
- Quería verte - volvió a escuchar de nuevo.
No podía ser posible, Kai estaba jugando con el, debía ser eso, tenía que serlo porque al volver le había costado convencerse que lo que sentía hacia Kai no era amor, sino una atracción por una persona que te protegía y siempre estaba cuando lo necesitabas. Era un sentimiento fácil de confundir a menos que te separases de esa persona para pensar con claridad, y eso había echo, separarse de Kai, pensar en qué situación se encontraba su corazón y salvarle de la caída desde el precipicio en el que se iba a aventurar, se había salvado o al menos eso creía hasta escuchar esas palabras "Te eché de menos" Palabras simples, sin complejidad alguna, fáciles, sencillas y carentes de importancia para algunos pero para el lo era todo, su corazón dejó de estar en paz para arremeter contra su pecho desenfrenado.
- Cállate- respondió con los dientes apretados.
No deseaba escuchar ese tipo de palabras de alguien que no sabía el poder que tenía sobre su corazón aquellos días, no quería que le recordara el dolor de amar y no ser amado, no quería que jugaran con el como Kai había jugado con DO, el no estaba dispuesto a dejarse engañar fácilmente.
La respuesta de Luhan no fue la que el Capitán esperaba y aquello lo descolocó unos segundos antes de reponerse.
- ¿Por qué debo callarme? Te eché de menos Luhan, cuando te fuiste quise volver a por ti- respondió el capitán caminando hacia el completamente seguro de sus palabras - Pero estabas malo de la pierna y deseabas estar con tu madre por eso opté por no molestarte pero... te eché de menos de verdad.
- Kai, de verdad cállate, no estoy de humor para tus juegos ¿vale? - hablaba sin mirarlo, con la vista fija en el suelo, tras suspirar emprendió de nuevo su camino a la puerta.
Mientras Luhan se negaba a dejar que las palabras del capitán afectaran a su determinación, este comenzaba a molestarse porque sus palabras fueran ignoradas, nunca lo habían ignorado de aquella forma, si el decía algo semejante a otros, estarían a su lado sin dudarlo ¿Qué diablos le pasaba? De nuevo comenzaba a sentirse perdido, le molestaba que su presencia o sus palabras no le afectaran en absoluto.
De una carrera alcanzó al presidente colocándose frente a la puerta, bloqueando el único medio de escape de Luhan, que alzó la cabeza de golpe algo sorprendido por las acciones del capitán.
- ¿Qué haces Kai? - Le preguntó achicando los ojos fijos en el - Déjame regresar a clases, no tengo ganas de seguir hablando contigo.
- ¿Qué que hago? - Soltó aire pasándose la mano en el pelo intentando relajarse - No lo sé, no sé que estoy haciendo, pero la pregunta es ¿Qué te pasa a ti Luhan? Sé que comenzamos con mal piel pero... pensé que con el viaje al menos nos hicimos algo mas cercanos, eso creía hasta que me dijiste que te ibas por tu pierna mala, ahora llego aquí y me saludaste bien y de golpe te vás, te digo que te eché de menos, algo que jamás dije a nadie y pasas ¡Pasaste! - lo último fue cargado con toda la incredulidad que podía nacer en él - La pregunta es que te pasa a ti Luhan.
Kai se encontraba frente a Luhan bloqueando su camino, con la respiración rauda por la ira acumulada, de nuevo volvía a sentirse dentro de un huracán cuando estaba con Luhan, el tenía esa habilidad, desordenar su mente al completo.
- Me pasa que no soy Irene ni Do para caer en tus palabrítas cariñosas Kai ¿Qué quieres de mi? Ya hemos follado, ya me has probado, no tienes que usar ningún truco barato para parecer galán ni tenerme comiendo de la palma de tu mano como los tenías a ellos ¿Qué me has echado de menos? ¿Por qué?¿para qué Kai?¿Para qué me echaste de menos? - Le acribilló con sus palabras dando un paso hacia el cabreado - ¿Qué quieres que diga?¿Que yo también? Pues sueña, no lo diré nunca, así que aparta - gritó intentando apartarlo de la puerta.
Recibió cada puñalada certera de sus palabras en todo su ego, pero ni se inmutó mientras Luhan le escupía sus verdades, porque en si eran eso, verdades, así era él, nunca lo había negado, pero eso no restaba el cabreo que Luhan despertaba en el al decírselo sin pelos en la lengua, como si no lo temiera.
En cuanto las manos del presidente tocaron el cuerpo del Capitán para apartarlo, este le agarró de los hombros tirando de el para cambiar posiciones rápidamente y empotrarlo contra la puerta. Por el ruido se imaginó que le había echo un poco de daño en la espalda pero lo ignoró atrapando ambas muñecas contra la puerta y aprisionando su cuerpo contra el suyo.
- Colmas mi paciencia - susurró sobre su rostro con una voz rasgada por la rabia.
- Y tu la mía - Alzó la cabeza con orgullo, pero no calculó que Kai era mas alto que el y al alzar la cabeza sus rostros estarían demasiado cerca - Su... suéltame Kai.. - tartamudeó algo nervioso.
No respondió, solo lo observó con detenimiento, estudiando sus fracciones con sus fosas nasales aspirando el mismo aire por la cercanía. Se sentía dolido por las palabras de Luhan, era cierto que había tratado mal a Kyung, pero aprendió de su error, se dio cuenta que lo quería y luchó por él, aunque no ganó, luchó. Deseaba recordarle aquello pero simplemente se calló, mirándolo, algo en la forma en la que se enojaba le arrancaba una sonrisa desde su interior.
- Suéltame Kai - Aquella petición llegó algo mas temblorosa que la orden anterior. Luhan desvió la mirada tragando con dificultad.
- Te he echado de menos Luhan- susurró el Capitán ladeando la cabeza para encontrarse con sus ojos de nuevo.
- Kai... para... deseo irme -
- ¿Por qué no me crees? - era molesto decir la verdad y que no te creyeran.
- Te creo, pero suéltame - mintió para liberarse insistiendo en no mirarlo.
En lugar de soltarlo acortó mas la distancia al darse cuenta de los nervios de Luhan, su enojo empezaba a convertirse en diversión ¿No había sido ese su propósito al comprarse el coche?¿Que Luhan se molestara con él? De alguna forma su rostro enojado comenzó a ser habitual en él, y ese estado de caos interno que provocaba su cercanía.
- Mientes... - susurró el capitán inclinando el rostro para que sus narices rozaran.
- No... no soy... no... - tragó con dificultar al sentir la respiración de Kai acariciando su mejilla. Cerró los ojos temblando sin dejar de hacer fuerza para soltarse - No soy... ya no soy tu puto Kai, no puedes hacerme esto.
- ¿Qué te hago? - Sonrió al observar la forma en la que Luhan temblaba bajo sus manos, su rostro enrojecido y su timidez instantánea, era como darle cuerda a una caja de payaso esperando con emoción al momento en el que saltará - Solo estamos hablando.
- No... no quiero que vuelvas a besarme Kai, y quiero irme a clases, llego tarde - Su voz se quebró al sentir su garganta ardiendo - Por... por favor... por favor...
No se había esperado aquella súplica. Como si fuera un interruptor Luhan había cambiado su estado de nuevo. Ahora parecía que le doliera su cercanía con la rotura de su voz. El capitán notó ese cambio, abrió los ojos observándolo en silencio. Tenía la cara ladeada y los labios apretados para que no lo besara ¿Qué le ocurría? Fue la pregunta que su cerebro se formuló al suspirar.
- No te forzaré a... -
- Lo sé - le cortó - Sé que no me forzarás pero tampoco deseo tus besos, no los quiero.
- ¿Por qué?... -
¿Qué por qué? La pregunta resonó en la cabeza de Luhan como una campana llamando para la comida. Se giró mirando a Kai de frente ignorando el roce de sus narices, solo se centró en sus ojos para hablarlo, suplicando que así se quedara su mirada.
- ¿Por qué deseas besarme?¿Por qué me dices que me has echado de menos Kai? Dímelo - Le retó a que le respondiera.
El Capitán lo miró con la ceja alzada, no es que se hubiera parado a pensarlo, normalmente actuaba por instinto y su instinto le pedía estar cerca de él.
- Porque deseo ¿por qué no puedo seguir mis deseos? -
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Tengo la sensación que el Kai de mi fanfic robó la personalidad de mi Jongin en el rol TT-TT pero no pude evitarlo, le cedí mi carácter al personaje.
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