-Al cole, al cole, al cole - canturreaba la morena mientras preparaba su maletín con una imborrable sonrisa, antes de caminar hasta delante del espejo de su tocador, dónde se encontró una sonriente y sonrosada Sayumi, que después de mucho tiempo había recuperado el característico brillo de sus ojos. Había recogido su pelo en dos largas y bajas coletas, mientras tenía una cinta con un pequeño lazo de color rosa a un lado, haciendo juego con el uniforme del colegio. Sonrío al reflejo con una pequeña risa antes de salir con paso alegre hacía la puerta principal de casa.
Los hermanos esperaron pacientemente a la morena, algunos más reticentes que otros de tener que asistir a la escuela, pero todos con las mismas ansias de ver a la menuda chica con el uniforme escolar, y cuando está pisó la estrada de la mansión recibió de golpe seis miradas, que no se despegaron de ella en todo el trayecto que hizo hasta la limusina familiar.
-¿Cómo es el colegio? - preguntó mientras observaba como corría el típico paisaje en el que se había criado por la ventana del vehículo.
-Aburrido.
-Da sueño.
-Es estimulante.
-A Teddy le gusta.
-Hay gente entretenida~
Contestaron a la vez los seis hermanos provocando una sonrisa torcida a la morena, que pocos segundos después suspiró apoyando su sien sobre el frío cristal, con las mejillas ligeramente sonrosadas.
-Espero hacer amigas...- susurró con una dulce sonrisa mientras mantenía la vista en el exterior, impidiendo que alguno de los hermanos le advirtiese de que no se acercase a nadie, sabiendo que aunque se lo dijesen la morena no les iba a hacer caso.
-Siento mariposas en el estómago - dijo la morena, notando como le temblaban las manos de los nervios y las ansias que su cuerpo llevaba guardando tantos años.
-No te preocupes, Yumi-can~ - dijo Laito rodeando los hombros de la chica, la cual se mantenía estática y con los labios ligeramente entreabiertos - ¿Yumi-chan?
-Es él... - murmuró de una forma apenas audible, sintiendo cómo poco a poco sus habituales sonrosadas mejillas se tornaban en un rojo candente.
Frente a la familia Sakamaki, casi en la puerta del instituto, cuatro figuras masculinas les devolvían desafiantes la mirada, pero solamente una de esas nuevas y extrañas miradas se conectó con los claros ojos de Sayumi, provocando una reacción química, similar a la que se produce cuando enciendes una cerilla, que la hizo apretar ligeramente los labios, mostrando una expresión de vergüenza que provocó una delicada sonrisa en aquel extraño.
-Vamos, Sayumi - dijo Laito con los labios apretados antes de tirar ligeramente del brazo de la morena para hacerla pasar por delante de ese grupo de chicos que les siguió con la mirada.
-¿Quién...?
-No te juntes con esa gente - dijo Reiji que caminaba detrás del castaño y la morena.
-Pero...
-No hay escusa está vez Sayumi - dijo Shu haciendo que está apretase los labios, volviendo la mirada al frente.
-Arigato - dijo la morena saliendo de dirección juntó al moreno de gafas, que se había hecho cargo de todo el papeleo.
-¿Entonces? - preguntó Ayato con una ligera sonrisa al volver a ver la sonrisa de la chica.
-Estaré al parecer en la clase de Subaru - dijo con una alegre sonrisa mientras ojeaba su horario, con insana ilusión.
Aunque la morena no lo dijese, no podía esperar por recorrer ese majestuosos edificio, conocer gente...y aún cuándo los chicos se lo prohibieron, saber más sobre aquel chicos de ojos candentes, por el cual guardaba una completa curiosidad...sabes quien era...quien era la tal "Eva"...el porque sus hermanos no querían que lo buscase...
Y es que lo que los Sakamaki's no sabían...era que cuando prohíbes algo lo vuelves mucho más deseoso...
-¿Contenta? - preguntó Subaru caminando al lado de Sayumi con las manos en los bolsillos.
-Mucho - dijo la morena abrazando con fuerza su maletín, mientras lo miraba desde abajo con una sonrisa.
-Planeamos inscribirte hace unos meses, pero...se nos pasó...supongo - dijo el pelirosa mirando al frente con los labios ligeramente apretados.
-Está bien - murmuró la morena poniendo una mano sobre el brazo de Subaru con una dulce sonrisa, antes de que ambos mirasen la puerta de la clase, mientras Sayumi bajaba levemente la mirada con los labios apretados.
-Está bien - dijo Subaru repitiendo sus palabras, tomando la mano de la morena que siguió los pasos del menor de la familia con pasos casi torpes, y antes de que se diese cuenta ya estaba sentada a un lado de Subaru, retorciendo sus dedos con la mirada baja - pensé que querías hacer amigas - dijo Subaru con una mejilla apoyada en la mano y la espalda contra la pared que daba a la ventana.
-No es tan fácil - murmuró la morena que levanto ligeramente la mirada hacía un grupo de chicas que la devolvieron la mirada, antes de empezar a cuchichear.
La morena dejó escapar un suspiro antes de apoyar su mejilla sobre la mesa con un pequeño puchero. La morena no llevaba ni cinco minutos en la clase y ya era la comidilla en boca de todos, no por su cara, ni siquiera la gente se había puesto así por ella, si no porque había entrado siendo arrastrada por Subaru, y al parecer tenía cierta reputación para que todo el mundo se ponga así solo por entrar conmigo de la mano.
-Ohaio - dijo de pronto una voz femenina que hizo que la morena alzase la vista con los labios ligeramente entreabiertos, encontrándose a una chica algo menuda con unos ojos grises y el pelo color café hasta los hombros, liso, y con dos pequeñas trenzas a cada lado de la cabeza - eres nueva ¿verdad? - preguntó con una pequeña sonrisa mientras se inclinaba hacía la derecha y señalaba con la mano del mismo lado a la morena, consiguiendo que está esbozase una sonrisa.
-Hai - contestó está con las mejilla sonrojadas mientras arrugaba ligeramente la tela de su falda con los dedos.
-Te he visto sola, así que pensé en mi primer día de clase, y no tendría la conciencia limpia si no te hago el día un poco más ameno - dijo con una risa nerviosa mientras se rascaba ligeramente la mejilla - oh, mi nombre es Ichigo, pero puedes decirme Ichi-chan - dijo la castaña sentándose en el asiento que se mantenía aún libre frente a la mesa de la chica nueva.
-Sayumi - dijo la morena con un pequeño asentimiento - aunque tienden a llamarme Yumi - dijo con las mejillas sonrosadas sintiendo un extraño sentimiento, era la primera vez que intercambiaba tantas palabras con una chica, se sentía emocionada y al mismo tiempo asustada, tenía un ligero temor a asustarla y que no la volviese a hablar.
-Yuumi-chan~ - dijo Ichigo con una pequeña risa, mientras cruzaba los brazos por encima del respaldo de la silla - ¿Es cierto lo que dicen? - preguntó con una pequeña sonrisa mientras miraba a la morena en un ligero ambiente de cotilleo.
-¿Nani? - preguntó la morena inclinándose instintivamente sobre la mesa para acercarse a la castaña, para escuchar mejor lo que le estaba diciendo.
-Todo el mundo dice que eres hermana de esos hermanos Sakamaki's - dijo con una leve risa señalando con el pulgar derecho en dirección a Subaru, que observaba fijamente nuestros movimientos, alzando una ceja ante el acto de la castaña.
-Ah...sí, son mis hermanos - dijo Sayumi con una pequeña sonrisa, mientras se mordía el interior de la mejilla.
-Debe de ser estresante - dijo apoyando una mejilla sobre su mano, mientras mecía su pierna derecha sobre la izquierda, con una alegre sonrisa.
-¿Ah? - preguntó de pronto la morena quedándose momentáneamente en blanco, de todo lo que esperaba que le dijesen sobre sus hermanos eso era realmente lo último que había en la lista.
-Digo, tienen un aire taan....-dijo antes de mirar hacía el pelirosa que continuaba mirándolas con los brazos cruzados, y la pierna izquierda sobre la otra - controlador...-murmuró con los ojos entrecerrados y una sonrisa ladeada, que consiguió hacer reír por primera vez en el día a la morena.
-La verdad es que sí, pero son buenas personas, me cuidan mucho - dijo la morena sin borrar la sonrisa, antes de volver a reír a carcajadas con la castaña.
-Konbawua chicos - dijo el profesor entrando en clase, y haciendo que Ichigo se despidiese con la mano de Sayumi para dirigirse a su propia mesa, dejando un sabor dulce como las fresas en el nuevo humor de la morena, que no perdió la sonrisa en toda la clase.
-Así que desde entonces nadie quiere ponerse en un trabajo conmigo - dijo Ichigo mientras rodeaba el codo de la morena con el suyo.
-Normal, si te pones como un león - dijo Sayumi con una pequeña risa, provocando un puchero en los labios de Ichigo.
-¡Es culpa de ellos, son poco responsables, vagos, y yo tengo que hacer todo el trabajo para que quede bien! - medio grito con las mejillas infladas, haciendo que la mayoría de presentes del pasillo bajasen la mirada ensombrecidos. Ya se conocía el porcentaje de personas que entraban en la lista que la castaña había descrito.
-Espero poder dar lo mejor de mi - dijo la morena con una alegre sonrisa, que hizo sonreír a la castaña con un asentimiento.
De pronto muchas chicas, empezaron a cuchichear alrededor de ellas, la morena llego a pensar que era de nuevo sobre ella, pero cuando las jóvenes miraron al final del pasillo la morena no pudo evitar imitar la acción, sintiendo un latido en sus oídos.
-Ah...ellos de nuevo...-murmuro Ichigo con los ojos entrecerrados, y un brazo en la cintura mientras fruncia levemente el ceño.
-¿Ellos? - preguntó inevitablemente la morena, llevando la mirada a la castaña, que la miro curiosa suavizando su expresión.
-Por alguna razón que no logró comprender de la actitud femenina, tus hermanos, junto a ese grupo son los playboy's del colegio - dijo está irónica mientras hacía comillas en el aire con una sonrisa sarcástica.
-¿Pero quié...-iba a preguntar la morena antes de sentir como dos dagas se clavaban en si, haciendo que alzase la mirada para volver a encontrarse con esos ojos de nuevo. Volviendo a notar ese extraño latido en sus oídos y esa cálida sensación en el pecho, durante los pocos minutos en los que esos extraños pasaron por su lado, solo ese mantuvo en ella la mirada durante más de 40 segundos...sí, lo había contado...antes de que siguiesen su camino por el pasillo dejando a las chicas otra vez entre murmullos y grititos, mientras la morena exhalo lentamente el aire que había estado reteniendo en sus pulmones durante casi un minuto entero.
-La verdad...ahí algo que no me da buena espina de ellos...-murmuró Ichigo al fondo de los pensamientos de la morena que mantenía la mirada en ese grupo de chicos que ahora le daban la espalda, y antes de que girasen la esquina la volvió a mirar...volvió a revolverla por dentro, volvió a sonreír como había hecho esa mañana...¿Quién eres...? fue el pensamiento que inundo la cabeza de la morena en ese preciso instante en el que le vio desaparecer.
Wiiiiiiiiii nuevo caaaaaaaaaap!!!!!!!! me ha gustado mucho escribirlo, y como ha quedado :3 me gusta ese misterio que envuelve al misterioso misterio misteriosillo por ciertooooo........
¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿QUIÉN CREÉIS QUE EEEEES????!!!!!!!!!!!!!
muchísimas gracias por el apoyo, los comentarios, los votos y las lecturas, me hacéis realmente felix <3<3<3<3<3<3<3