«Me enamore de un prostituto...

By JordanRgz

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Nuevos personajes, nueva trama y sobre todo nuevos líos. Esta vez podrán perduran ante todos los obstáculos q... More

Sinopsis
Dedicatoria
Prólogo
Capítulo Piloto
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 37
Epílogo
Agradecimientos
Dedicatoria
Sobre el Autor

Capítulo 36

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By JordanRgz


Marcus Charpentier



Ya hacia una semana desde que Patrick y yo habíamos formalizado nuestra relación, la cual acepte ser su novio.

Lo amaba, él lo sabía. Yo lo sabía. Pero no era igual, nada era igual desde la última vez con él, desde mi última relación.

No puedo hacerme daño, ni a él tampoco.

Trato todos los días de cambiar, ser un mejor hombre, un mejor novio, amante, amigo y todo para que una relación pueda ser estable.

La razón es que Patrick se esfuerza mucho, y merece puntos por eso.

Cada vez Patrick se volvía más dulce con el paso de los días, pues estaba profundamente enamorado de mí, yo de él. Por su puesto.

¿Todo podría estar bien? Yo y Patrick habíamos tomado el sábado para descansar, queríamos unos planes casuales en casa, rentar películas para verlas, palomitas, pizza y una velada romántica solos dos sin interrupciones.

Los franceses somos todos unos lindos conquistadores y románticos chapados a la antigua.

Muy temprano en la mañana Patrick y yo, aun en nuestros pijamas, despertamos para ir a desayunar a McDonald's, queríamos salir y luego volver a encerrarnos en casa.

No teníamos ganas ni de hacer el desayuno ya que era un día festivo, realmente no sabía que se celebraba en la ciudad, era un día memorial en florida. Yo como extranjero residente, trataba de adaptarme a sus costumbres y festejos.

Así que nos iríamos en la tarde quizás a un bar o al parque a ver los fuegos artificiales, en caso que tuviéramos ganas de pasar un día en cama toda la tarde.

Pero por ahora lo llevaría a McDonald's a comer.

Terminamos de cambiarnos, solo unos Jeans y una camisa blanca cómoda con la chaqueta encima, no hacia el frio suficiente, pero por si las dudas.

Al esperar afuera de la puerta y apurando a Patrick para irnos. ― ¡¡¡Vámonos ya!!! Patrick ya es tarde, los desayunos acaban a las 12 am.

―Ya voy Marcus, estaba peinándome. Sabes que no saldré si no estoy totalmente desarreglado.

Le di una nalgada― vamos, basta tu eres lindo como sea hasta con un nido de pájaros en la cabeza.

―Ni lo digas, no seas tonto. Ya vamos que tengo hambre.

Cerré la puerta después que este saliera y le acompañe bajando las escaleras para que no se fuera a resbalar ya que el piso estaba muy mojado.

―Que ganas de limpiar tan temprano, que les pasa en este edificio- refunfuño Patrick algo molesto.

―Calma cariño o te saldrán arrugas, tan joven.

Se tocó la frente algo preocupado ― si tienes razón, no hare más coraje.

Salimos por la puerta de entrada del edificio y despedí al portero del edificio. ― Hasta luego Hugo, te veo en unas horas, me guardas la correspondencia por favor.

―Con gusto Sr Charpentier-sonrió.

Fuimos hasta el estacionamiento donde se encontraban ambos autos nuestros, a Patrick no le gustaba mucho viajar en mi auto porque era viejo y estaba algo destartalado. Pero yo lo amaba era mi primer auto y nunca había conducido en mi vida.

― ¿En el mío o el tuyo? – le pregunte para saber antes de tomar una decisión.

―El mío.

―Okay, pero yo conduzco – dije.

―Va, cariño.

Nos subimos a su flamante convertible negro y lo encendí, puse algo de calefacción porque estaba algo fresco, no como otros días que eran calurosos.

Puse en marcha el auto saliendo del estacionamiento y dirigiéndome al McDonald's más cerca que se encontraba en el centro de la ciudad, en un centro comercial pequeño, a unas calles del instituto de Jacob.

Tarareaba la melodía de la canción que tocaba la radio. Era una canción tranquila y armoniosa, con buena letra que hablaba sobre un amor imposible, de una chica como se enamora de un chico, entregando todo por él, a pesar de que fueran polos opuestos, pelearan siempre. Como si todo fuera un espectáculo o película de cine.

Él no se daba cuenta de que le amaba ella con todo su ser, pero la tenía alguien a cuál pertenecía su corazón, alguien más digámoslo así, eso destrozo a la chica por que el nunca seria suyo, más que en sus sueños salvajes (Wildest Dreams).

Esa canción me puso a pensar en las cosas que habían ocurrido en mi vida, como si fuera una película de romance con una tragedia de intermedio y con un final no muy feliz. Toda mi vida era como sacada de un guion de una novela hecha por un malvado escritor al pie de la letra en la cual nunca podría ser feliz.

Al llegar a McDonald's, estacione el auto, nos bajamos de él y caminamos hasta la entrada, de la manera caballerosa abrí la puerta deteniéndola para que entrara Patrick.

―gracias ― él dijo.

Solo sonreí, caminamos hasta el mostrador, los dos tomados de la mano y muy contentos, siempre solía pedir lo típico cuando venía con J...

Bueno, solamente pediré algo diferente ya que no quiero ser tan rutinario con las cosas

―Yo quiero solo los Hotcake con el jugo de Naranja- voltee para ver que pediría mi novio, ya que estaba algo indeciso sobre el menú.

―Puedes pedir el deluxe, esta rico.

Sonrió un poco apenado y acepto ― y el deluxe por favor.

La señorita hacia la orden en la pantalla de menús para hacer el pedido.

―Seis dólares con 50¢.

Entregue los billetes y tome el ticket de recibo, ahora solo era cuestión de buscar donde sentarse y esperar que la orden estuviera lista.

―Vamos al fondo Marcus, se ve cómodo ahí.

Seguí a mi pareja aun de la mano con él y nos sentamos frente a una gran ventana cristalina donde se podían ver los autos que iban rumbo al trabajo muy apresurados.

―Que haremos hoy Marcus. –pregunto con duda en saber cuál sería el plan del día.

―Estar en casa, ver películas y comer mucho – solté una risa muy seguro y confiado.

―Bien, me gusta estar contigo sabes, eres el chico más dulce de todos. Me ha tratado súper estas 3 semanas, casi 4 semanas. Ya casi el primer mes.

―Yay – no pude demostrar toda la emoción que tenía por casi el primer mes nuestro.

―Patrick, quiero hablarte sobre Nueva York... –me talle los ojos e incline la mirada viendo hacia la mesa.

―Okay, ya sé que quieres decirme y no hay problema. Podemos estar juntos y créeme yo te apoyare en todo. Ya es hora que re hagamos todo en nuestra vida juntos nueva.

―Lo sé, sabes que los últimos meses, casi los 6 meses que llevan del año estuve ahorrando para pagar mi colegiatura en Nueva york para ser aceptado en una escuela de arte y sabes cuán importante es para mí esto, realmente siento que mi vida empieza a tener sentido, en realmente ser feliz porque hare lo que me gusta. Amo el arte, amo la pintura y ser pintor profesional, hacer arte, demostrarla con mis lienzos y trazos me hace feliz cuando otras personas ven mis creaciones y les gusta.

―Eres el mejor pintor de todos, mi querido Picasso.

Me sonroje, no pude evitar sus lindos cumplidos ― gracias Patt, sabes en realidad creo que nos haría bien a los dos irnos a vivir a Nueva York si me aceptan, eh enviado todos mis trabajos en un portafolio a N.Y solo es cuestión de esperar y que me acepten, ya tengo la ficha de inscripción para pagarla si me aceptan y ahorre lo suficiente para el primer año y medio para pagarlo, ya después buscare otro trabajo de medio tiempo para pagar la demás colegiatura ya que es una escuela muy cara.

Realmente me hubiera gustado tener una beca completa, pero fue difícil ya que mi vida estuvo algo enfocada en algo mas y mis distracciones eran "J".

Por esas razones no pude entregar más trabajos de mi portafolio para que aceptaran mi solicitud para una Beca, debí anticiparme antes.

Pero si me aceptan ya estoy listo para Mudarme, ya he hablado con mi jefe semanas antes de que si me aceptan tomaría la oportunidad de irme a N.Y a estudiar en la mejor escuela de artes y cultura que existía en el país.

Creo que sacare todo lo mejor de mí en este lugar, es donde me sentiría bien, ser yo mismo conmigo mismo.

Solo que la cuestión de esperar la correspondencia para ver si fui aceptado era tan tremendamente loco y no sano para mí ya que no dormía esperando que contestaran. Al menos una carta de "gracias por intentar, será el próximo año" al menos me daría esperanzas tener algo por que luchar ya que era mi futuro y mi carrera artística.

No dejaba que Patrick tomara mucho el control sobre el tema ya que era mi decisión. Estas las que debía tomar, no podía aceptar que el pagara mi colegiatura tal como así, no sería justo para mí todo el esfuerzo que he aplicado día y noche trabajando duro para ahorrar por mí mismo.

Esto era algo que yo solo debía hacer.

Patrick y yo habíamos empacado las cosas esenciales y básicas que ocuparía en caso de irme a Nueva York, ya tenía mis maletas listas para cuando fuera aceptado solamente tomar todo e irnos en avión y no volver a Florida hasta hacer mis sueños realidad.

Florida había sido un segundo hogar para mí ya que aquí descubrí muchas cosas, el amor, las sensaciones de vivir tu vida al límite y no quería dejarlas atrás ya que eran recuerdos muy bellos.

Aunque también tristes, oscuros y me atormentaban día con día pensar en el pasado el cual tenía que olvidar y superar.

Lo malo era que si no era aceptado estaría triste y destrozado, pero no me daría por vencido. Igual lo peor de todo sería desempacar todo y quedarnos, esperar hasta el próximo año y con más ganas y tiempo enviar todo mi trabajo.

Todas mis pinturas que he estado haciendo en la noche, muchas de ellas no las ha visto Patrick ya que son secretas y privadas, mis sentimientos plasmados en arte.

Es algo solo mío, de un artista solitario y sin entender.

―Quiero saber Patrick en caso que me acepten, tú decides si vienes conmigo. No te forzare a esperarme 3 años como tú lo hiciste conmigo – fruncí las cejas algo molesto ya que me dolía lo que me había hecho cuando él se fue a estudiar fuera.

―Ya perdóname por eso, tenía que hacerlo y tú sabes que yo te apoyo en tus elecciones. Es tu futuro lo que depende de ello. Sabes que iría si me invitaras, estaría dispuesto a correr esta gran aventura contigo y ver el excito que tienes en Nueva York.

―Entonces es un hecho, irías conmigo si me aceptan.

―Sin duda precioso – tomo mi mano con sus cálidos dedos sintiendo el calor de ellos, esa pasión que transmitía cada centímetro de su piel que daba todo por mí, su sonrisa que se iluminaba por cada contacto de mis labios sobre él. Su mirada que demostraba atreves de ellos el amor que me tenía.

―Estaría feliz que fuéramos juntos sabes. ― Ahorita vuelvo, voy por la orden de nuestro desayuno.

Camine hasta la barra para tomar la charola con nuestra comida y tome algo de kétchup y aderezos para el platillo deluxe de Patrick acompañado con salchicha, huevo y hot cakes.

Al sentarme le entregue su platillo y yo tome el mío, abriéndolo le puse la miel encima que venía en sobres cerrados al vacío.

La unte toda con el tenedor, puse la mantequilla arriba para que se derritiera con el calor y vapor de los hot cakes calientes.

La primera mordida fue exquisita, siempre sabían igual y bien como siempre, nunca cambiaban tenían el mismo sabor de siempre.

Tan dulces y esponjosos, suaves y apetitosos.

―Saben ricos, me gustan. – miré como le untaba todo el kétchup a su salchicha y reí algo malpensado.

―Te vas a comer toda la salchicha – apunte con mi tenedor a su platillo.

Volteo y sonrió viéndome algo ruborizado entendiendo mi indirecta

―Claro, soy bueno comiendo salchichas, el mejor tú lo deberías saber.

―Basta, aquí no. – apreté mi entrepierna para que no pasara, no una erección ahí mismo.

Cambie de tema ― Dime que te gustaría hacer al llegar a la casa.

―Ver una película de romance y drama acostados en el sofá, tomando chocolate caliente y con malvaviscos.

―Buena elección, rente una película buena de un Autor que me gusta, se llama "Querido John" de Nicholas Sparks.

―Uy, ya se cual es... es donde sale el papito de Channing Tatum.

―Aggg, si es esa misma. Que le vez a ese.

―Bebe, no seas celoso. Él es un actor de películas y no va pasar, él está casado seguro y con hijos y muy viejo. Tu eres mi visión okay. Mi Marquée. No seas bobito.

―Bueno, pues yo estoy más bueno y fuerte que ese Tatum – levante mis grandes bíceps para flexionarlos sobre la camiseta muy apretada para que se marcaran como si se fuera a romper y convertirme en Hulk el increíble.

Se inclinó frente a la mesa para apretar mis brazos y hacerme cosquilla.

―Basta, cosquillas no o se me va la fuerza.

―Me encantabas cuando eras más joven y eras débil, sin tanta fuerza y tan marcado. Pues eras mío y yo te defendía de todos. Ahora no me necesitas para nada, tu solo puedes con una pandilla de rufianes, eh.

―Tenía que, este barrio donde vivimos es de los más bajos y de los más baratos era para lo único que me alcanzaban. Como crees que tratarían a un pobre chico gay y debilucho.

―Supongo que no muy bien.

―Exacto.

― Deberíamos terminar de comer para irnos de aquí, estar en casa los dos juntos ― contesto él.

Ya casi terminaba mi 2do hotcake, realmente no tenía mucho apetito, solamente quería pasar en casa todo el día acostado y viendo televisión con mi pareja.

―Yo ya acabé Marcus, nos vamos.

―Si claro.

Me levante y tome la charola con la comida y la lleve hasta el bote de basura, al regresar le di un sorbo a mi jugo y tome la mano de mi pareja para salir de ahí mismo rumbo a casa de nuevo.

Patrick me sujeto por la cadera apretándome muy fuerte, que alto era. Que musculoso era. Tan grande comparado conmigo, a veces tenía que dejar que me cuidara y protegiera el, no siempre tenía que ser yo el hombre en la relación.

Me acostumbre así por "J".

~Cuarenta y cinco minutos después~

En casa, estaba todo tranquilo, Habíamos llegado temprano, nos despojamos de nuestra ropa mientras Patrick en un pantalón de Pijamas y yo solamente en bóxer. Tenía algo de calor ya dentro de la casa por la calefacción ya que afuera si hacia algo de frio.

Nos echamos sobre el sofá juntos con un tazón de papas fritas y palomitas para ver una película romántica.

"Querido John" espero no nos hagas llorar mucho el día de hoy.

Querido Jacob.

Patrick con un chocolate en manos mordiendo las nueces atento a que iniciara la película.

Fui por una cobija calientita para acurrucarnos por si nos daba frio, cosa que dudaba. Tenía bastante calor.

Al regresar me senté en el sofá muy pegado a Patt, rodeé su cuello con mi brazo y lo atraje conmigo, mientras empezaba la película.

Todo el inicio estaba algo complicado, borroso y poco comprensivo, no le ponía mucha atención. Veía la película, solo la veía sin razón y entendimiento.

No la captaba ni comprendía mucho, solo veía a los actores dentro de la televisión decir sus diálogos, besarse como si se amaran el uno al otro, cuando todo eso era tan fingido.

Como el amor puede ser algo así.

Tome algo de palomitas y las devore en segundos para llenar mi boca, Patrick intento besarme y yo le deje, no me incómodo. Pues era mi novio ahora.

―Sabes a mantequilla – contesto.

Reí ― y tú a Chocolate, sabes bien. Me gusta – mordí mis labios.

Se acurruco sobre mi pecho y puso los pies sobre el descanso del sofá para estirarse un poco más.

Su cabeza recostada sobre mi cuerpo, tan cálida su mejilla. La acaricie por inercia ya que era tan suave como una flor tan delicada. Su barba picaba algo porque siempre estaba afeitado, no dejaba que su bello creciera, a comparación de mi yo tenía la barba muy larga. Hasta parecía vagabundo.

Toque mi barba, comparada con la de él y se sentía diferente su textura.

Me incline para darle un beso en sus labios y no intentara quedarse dormido ―Ey dormilón, no duermas. Tienes que ver la película conmigo― le pique sus costillas para que reaccionara, hasta que se levantó de un brinco.

―Basta Marcus, no me hagas eso – reímos juntos como dos tontos.

Apretó mis mejillas con sus manos y me dio un trozo de chocolate en mi boca metiéndolo hasta que lo tragara― Come un poco.

Un beso corto después de eso para sellarlo ― gracias, sabe bien.

Mire al reloj y eran la 1 de la tarde, ya en un momento más tendríamos que comer porque nos daría hambre. Pediría pizza para ambos. Le gusta la pizza como a mí.

Ya era la hora de la comida, había pedido una pizza pequeña para ambos, le estaba pagando al repartidor que subió para entregarla hasta mi departamento. Le estaba pagando mientras me entregaba la pizza.

―Gracias, quédate con el cambio – Le sonreí al amable repartidor, cerré la puerta y grité ― La comida está aquí.

―Estupendo, ¡¡pizza!! La ama.

Hice un puchero ― ¿Más que a mí?

―No, claro que no. ―te amo más a ti.

Abrí la tapa de la caja de pizza de pepperoni con salami.

Tome un pedazo en la mano y le di una mordida ― Vamos a la sala a seguir viendo otra película que rente, anda vamos.

Patrick cargo la caja mientras me senté en el sillón dándole otra mordida a la pizza, le puse play a la película.

―Es de vampiros cierto – pregunto el con duda.

―Sí, por qué.

―Me gustan los vampiros.

―Lo sé, por eso rente esta.

Tomo su pedazo y mordió con muchas ganas y hambre casi acabándosela en un instante.

Me crucé de piernas por encima del sillón, puse un cojín entre mis piernas para poner la caja y sostenerla.

―Que haremos más noche Marcus, saldremos o nos quedaremos. Tengo algo de flojera. ―bostezo.

―Pues... ― hice una pausa para pensar antes de hablar―Pensé en salir al parque a ver los fuegos artificiales por el día Memorial de la ciudad, seguro se pondrá bien.

―El parque central que está en Sunset Hill y Garden Avenue. Ese parque es muy grande, me gusta. Talvez podamos llevar una sábana y acostarnos a ver las estrellas y esperar el espectáculo. De paso te compro un helado, yo sé que amas el helado.

―Me leíste la mente, que buena idea. Entonces al acabar la película, nos metemos a bañar y como a las 5 salimos para irnos que te parece.

―Perfecto- se levantó para besarme en los labios tomándome por la mejilla.

Sabia rica, a pizza digo. Eran tan húmedos y cálidos que me gustaría probarlos cada instante. ― Ummm ― gemí disimuladamente.

Al terminar de comer dos pedazos de pizza cada quien, quedamos llenos. También la soda nos hincho con tanto gas y toda la mañana comimos palomitas y papas fritas.

Estábamos llenos, nos recostamos a ver lo que faltaba de la película, los 50 minutos restantes, bostece. Empezaba a darme sueño, no sé si resistiría verla, pues siempre suele darme sueño al comer y más por el día tan cansado y aburrido que había era aceptable mis razones de no querer hacer nada, aunque ya hubiéramos quedado Patrick y yo.

Nos acomodamos abrazados el uno con el otro hasta quedar recostados bajo la caliente sabana y mirar la película de vampiros.

―Me gustaría ser un vampiro – suplica de Patrick por querer ser en realidad un vampiro ― Creo que sería genial poder hacer las cosas de vampiro.

Puse mi pie sobre una caja que estaba frente al sofá, en el lugar donde había una mesita de centro, lo subí y recargué en él.

En el costado de la caja decía Frágil, tan frágil como mi corazón si estuviera empacado ahí.

Puse atención a mi departamento, era demasiado grande a comparación de todas las cosas que tenía, pues lo hacía ver muy pequeño y apretado. Ahora que me daba cuenta, cuando podía ver realmente las paredes pintadas de beige con gris. Esas mismas paredes donde hacia el amor con Jacob pegándolo sobre ellas.

Creo que este departamento guardaba muchos recuerdos, memorias y otras cosas más como secretos que solo quedarían conmigo.

Me entristecía pensar que, si mi aceptación a la escuela de Arte en Nueva York fuera verificada, me mudaría y crearía nuevas memorias, historias y recuerdos.

Era algo doloroso tener que dejar el departamento y pensar que alguien más lo podría ocupar, borrar esa esencia que permanecía en el aire que olía aun a Jacob.

Era difícil olvidar todo esto cuando te levantas todos los días y tienes que vivir con ello.

Pero ahora que no estaría, que pasaría con este lugar, quedaría solo, abandonado. O en manos de otro inquilino que seguro sería fatal con ello.

Tocaba el cabello de Patrick lentamente con cuidado pasando cada dedo por sus lacios y largos mechones rubios.

Trate de levantarme sin despertar a Patrick, al parecer no resistió y se quedó dormido a mitad de la película. Típico en él, nunca aguanta y vemos una película completa juntos.

No al contrario de Jacob, pasábamos horas y más horas desvelándonos viendo películas a las 2 y 3 de la madrugada.

Todo era diferente, creo que siempre fue diferente todo.

Me levante y a hurtadillas camine hasta la habitación, me quite el bóxer y por fin me sentía algo libre, no tan aprisionado y acalorado bajo los brazos de Patrick que me hacían sudar como cerdo.

Tomaría una ducha rápida para estar listo en unas horas e irnos al parque central.

Entre al baño totalmente desnudo, abrí la llave del agua tibia deslizando la mano tras la cortinilla de baño.

Espere un momento en que calentara y poder meterme.

Tenía lista mi toalla, mis sandalias de baño para cuando saliera, tome el shampoo y jabón en ambas manos y entre a la ducha despacio y las gotas del agua salpicaban en mi abdomen y pecho.

Estaba algo caliente, el vapor se apreciaba bastante, parecía neblina.

Regule el agua cambiando el modo con la llave hacia la helada, solamente un poco o gritaría como en las películas de terror.

Metí la cabeza bajo el llovizno de agua tibia y empape toda la cara con ella. Talle con ambas manos y con una tome el shampoo destapando y aplicando en mi cabeza.

Talle con fuerza para hacer espuma, bastante de hecho.

Cantaba en bajito, solía cantar en francés siempre cuando me duchaba. Eso le gustaba a mi ex, Aunque Patrick dice que sueno como un Pájaro que lo ahorcan del cuello y está pariendo al mismo tiempo.

Sé que no soy el mejor y profesional cantante del mundo, pero algunas personas apreciaban lo que hacía aunque no fuera perfecto porque eso era amor de verdad.

Aunque quería y si se puede decir que amo a Patrick él no lo demuestra de la misma manera como Jacob, eso me temía que no fueran iguales, e incluso no deseaba que lo fueran. Jacob era único y especial.

Solamente que el trato hacia mí con Patrick era diferente, él era más grande y maduro. Todo un hombre no me trataba como un chiquillo ya.

Aunque Jacob me hacía sentir un adolescente como el, cuando me sacaba esas risas, podía sentir la vitalidad en mis venas cuando me hacía sonreír cada instante.

Escuche un sonido que provenía de afuera, seguro Patrick se había despertado y me buscaba.

―Te estas bañando-grito detrás de la puerta.

―Sí, si gustas puedes entrar si necesitas algo del baño.

―Okay, solo necesito una cosa de ahí.

Se escuchó la puerta abrirse y como giraba la perilla del otro lado lentamente.

Asome la cabeza para ver a Patrick, estaba totalmente desnudo de pies a cabeza, con una polla grande, tan erecta. Mierda, trague saliva.

―Te vas a bañar Patt.

―Si contigo. Te molesta

―No para nada cariño, anda metete el agua esta tibia.

Sentí un espasmo, me recorría toda la espalda, sobre mi columna, era algo así como nervios.

Se metió conmigo a la ducha, totalmente desnudo, frente a mí. Una erección colgaba de entre sus piernas y con su cuerpo muy marcado, super dotado.

Lentamente se fue acercando hacia mí, pegándose contra mi abdomen y contrayendo su pecho para darme unas caricias por la cintura tocándome con sus manos, lentamente bajo sus dedos pulgares, de repente apretó mi nalga derecha y yo solte un gemido ― ahhh.

Sonrió por el efecto que hizo en mí y la reacción que tuve, me puso muy sonrojado. Nunca se había puesto tan salvaje.

Tomándome del cuello y tocándome por todas partes y manseándome, me cogió de la nuca y con fuerza tomo mi cabello para darme un beso en los labios el cual le di acceso a que entrara en mí.

Yo puse las manos sobre su pecho para apartarlo un poco y dejara que respirara.

Me voltee contra la pared así deje que él me tallara en la espalda con la esponja de baño y que sus manos tan fuertes y viriles se apoderaran en el momento de mi cuerpo.

Dejándome llevar con cada caricia, los roses de sus dedos tan cálidos sobre mi haciendo presión queriéndome hacer suyo.

―Ohhh, si así.

Continuaba con las demostraciones de afecto, inclinándose para besar mi pezón derecho y morderlo hasta estirar un poco.

Necesitaba que continuara, no quería que parara más.

―Sigue bebe.

Con un poco de jabón tallando en mis nalgas hizo que un dedo entrara en mi interior para abrir mi entrada y poder cogerme tan fuerte.

Estaba enloquecido. Sus dedos tan largos y grandes me volvían locos, nomás de imaginar su enorme polla dentro me destruiría todo.

―Joder, métela.

Espere unos segundos para que se pusiera un condón, pues estaba duro como roca y eso me gustaba.

Cerré los ojos por el miedo que tenia de que me desgarrara.

Al segundo intento meter su glande entre mis nalgas y después la enterró toda sin piedad alguna, todos y cada centímetro de su polla dentro mío, eso me hizo caer en un éxtasis de una lujuria tan cruel y fogoso. Mi piel ardía, la ducha se volvía más estrecha cada movimiento que dábamos en el baño. Su cuerpo más pegado a mí, el vapor se volvía mas denso con cada segundo que transcurría, pues el calor se apoderaba de mi como si radiara o fuera explotar en calor.

Murmure en voz baja― Ahh si, Jacob. Ah bebe dame más.

Patrick, me soltó de la cadera y me volteo de frente para verlo tomándome del rostro ― Que acabas de decir.

― ¿Qué? ― conteste yo, algo confuso. Estaba distraído de mis pensamientos.

― Me llamaste Jacob. Estas pensando en el mientras te hago el amor – su mandíbula se tensó más y sus dientes muy apretados-

―No, claro que no.

―Me acabas de llamar Jacob, bebe dame más.

―Que, no es así. No- estaba consiente, creo que si se me escapo pronunciar su nombre.

Retiro rápido su polla y sacándola de mi con tan cruel brusquedad empujándome contra la pared, salió furioso del baño tomando su toalla y gritando como loco.

Yo resbale, pero me sostuve de la pared y la cortinilla, tome la toalla secándome y Salí desnudo corriendo tras de él, para explicarme la situación.

―Patrick, déjame aclarar las cosas.

―No hay nada que aclarar – grito callándome, echo una fiera con sus ojos saltados y rojos casi le falto tirar espuma de la boca.

―Me comparaste con él, soy tu novio, merezco respeto. Piensas en otro cuando te hago el amor. Es el colmo esto es una gran mierda, no puedo más.

―Pero... Patrick por favor, déjame... ―me dio una bofetada en la cara de lo molesto que estaba.

Se me puso roja la mejilla y la sobe ― Auch.

―Eres un idiota, un hijo de puta. Soy tu novio y no me respetas. Te aguante los primeros meses por que estabas despechado, pero ya terminaste con el cómo hace 6 meses y aun no lo superas. ¡dime! Porque aceptaste ser mi novio si aún le amabas en secreto.

―Patrick, no lo sé. No sé qué decir. Solo se me salió. No fue mi intensión hacerte daño.

―Pues lo hiciste y sabes una cosa. ¡Esto se acabó! Esto definitivamente se acabó, oíste.

Baje la mirada hacia el suelo ―Pero Patrick...

―Se acabó, me volveré a Francia con mis padres, estoy harto de esta estúpida ciudad y de dar todo por alguien que no puede llamarme por mi nombre, no sabes cuantos hombres andarían tras de mí y les rechazo por alguien como tú, merezco algo mejor y lo sabes.

―Si lo sé, solo perdóname, lo siento.

―Quiero largarme de esta mierda de país y no volver, me iré a Francia. No puedo soportar que mi ex novio me llame con el nombre de su ex, supéralo ¡ya! Estas jodido Marcus, enserio lo estas.

―pero... ― continúo hablando sin dejarme hacerlo ― Enserio, no puedo, es suficiente y te aguante mucho. Lo siento, pero me largo.

―Oh, ok. okay. perdón de nuevo –repetí disculpándome.

Termino de vestirse, así como estaba con la ropa mal y desarreglada, con el cabello mojado y tomo una maleta y llenándola de ropa sin acomodándola pues no le importaba el acomodo y la delicadeza de hacerlo, solo quería salir de ahí súper molesto y triste por mi gran error que cometí.


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