The Elite Group. |TEG #1| (Ed...

By MelissaGC-222

48K 3.1K 247

Para algunos, el pasado es algo de lo que huyen o intentan olvidar creyendo que así conseguirán paz. Para est... More

Ficha técnica The Elite Group.
1. Aquí vamos perras!.
2. Todo por la carrera.
3. Recuerdos que nunca se irán...
4. ¿Centro comercial? Yo paso.
5. Uno por uno iré acabando con ellos.
6. Vistazo al pasado... Maratón 1/2
7. Children Deserve To Be Happy. Maratón 2/2
8. No necesito que me cuiden.
9. Yo diría una bendición.
10. Un poco más de ventaja...
11. No sabes lo que acabas de hacerme.
12. Un gusto Max.
14. No cielo, yo soy Atenea.
15. ¿Por qué no vas a visitarlo?
16. Ya era hora de un poco de diversión ¿No?.
17. Arrogancia, arma de doble filo.
18. Que comience el juego.
19. Esa es su promesa.
20. Niños malcriados.
21. Lo lamento cariño pero me llamaste zorra.
22. Eres un niño muy curioso.
23. Llámame perra sádica.
24. Capaz de desatar el infierno con una mirada.
25.Cambiar las reglas del juego.
26. Encuentros padre e hija.
27. Meter una bala en tu sistema.
28. Di "Hola" a tu hija papá.
29. ¿Últimas palabras Atenea?
Final.
AVISO IMPORTANTE!!
SEGUNDA PARTE

13. Una noche interesante.

1.1K 84 2
By MelissaGC-222

Ubico mi asiento dentro del avión en la categoría primera clase y solo puedo rodar los ojos frente a eso.

En cuanto me siento abro la persiana de la ventanilla y tomo los auriculares junto con el móvil para escuchar música durante el vuelo.

-¿Cómo supiste mi nombre real?- Dice Max sentándose a mi lado.

¿Viajamos juntos? Oh, genial.

-Solo lo sé- Respondo accediendo a la lista de reproducción del teléfono.

-Eso lo note, pero me refiero a que yo solo sé que te haces llamar Atenea y tu pareces que supieras todo sobre mi vida- Dice mirándome y le dirijo una mirada de incredulidad a través de mis gafas.

-Tal vez sea porque es así- Digo colocando los auriculares en mis oídos.

-Y ahora piensas matarnos con un móvil encendido sobre un avión, además ¿Para que las gafas?- Dice exasperado.

-Si voy a morir, que sea con estilo niño-Digo subiendo el volumen de los auriculares.

Durante el resto del viaje no volví a saber sobre el niño de al lado ni tampoco sobre sus estúpidas preguntas y enserio que agradecí eso en silencio. Miro la hora en mi reloj y me doy cuenta de que estamos próximos a aterrizar. Desenchufo los auriculares de mis oídos y decido pararme y caminar un poco.

Diviso al fondo del avión la mini cocina, así que me dirijo a pedir un poco de vino blanco.

-¿Es mayor de edad señorita?- Dice un ayudante de la cocina.

-¿Tu qué crees?- Digo sonriendo y tomando la copa del mesón.

Camino hacia el asiento y noto que Max ya se despertó y está mirando hacia todos lados al parecer buscándome.

-Tranquilo amigo, no soy de esas- Digo tomando mi asiento pues el avión ya está próximo a aterrizar.

-Eso no lo puedo asegurar- Responde mientras el avión comienza a detenerse en la pista.

-Cierto- Digo colocándome de nuevo de pie dirigiéndome a la salida.

Una vez reclamé mi equipaje no espere a Max tan solo me dirigí hacia la salida del aeropuerto y esperé el mensaje del Jefe, el cual llego justo cuando Max se posicionó a mi lado con su equipaje.

"Hotel Royal Dreams. Código: Gato sobre el alfeizar"

¿Qué demonios?

Termino de leer cuando una camioneta se estaciona frente a nosotros.

-Código- Pide un sujeto de traje negro desde el interior.

-Al parecer hay un gato sobre el alfeizar- Digo.

-Su equipaje por favor- Responde el sujeto abriendo la maleta de la camioneta.

-Gracias- Le respondo acercándole mis dos maletas.

-Ya pueden subir- Nos indica el sujeto y Max se sube al asiento de adelante.

-Los niños no van en asientos delanteros- Digo sonriendo cínicamente a lo que el sujeto dibuja una sonrisa en su rostro y Max me mira con ira en sus ojos. En cuanto me voy a subir al auto me llega un mensaje así que lo abro mientras abro la puerta.

"No seas una completa perra hermanita"

De mi garganta se escapa sin querer una carcajada y me monto en el auto.

-Demasiado tarde- Digo para mí misma.

El hotel es bastante lujoso y la verdad no me extraña mucho pues, viniendo de mi jefe es lo menos que siempre espero, sin embargo, esta no fue su elección. Los empleados utilizan corbatas y no moños, las chicas utilizan faldas cortas y no pantalones elegantes, los muebles son negros y no blancos. Para finalizar mi jefe nunca pondría la asquerosa cabeza de un oso en una pared, pero lo que la hace asquerosa no es ser una cabeza, sino que recuerdo cuando me llevo con él a casar el oso, eso sí que es asqueroso...

Dejo que Max se adelante en la entrada y registro en el hotel mientras yo me quedo afuera, mirando a través de los grandes ventanales uno de los tantos imperios que tiene mi asqueroso padre.

-¿Vienes, o de repente es demasiada sofisticación para ti?- Dice mi idiota compañero y paso de largo los ventanales.

-Hola en que te puedo servir- Dice una rubia detrás del mostrador.

-Vengo a registrarme- Digo simplemente.

-Claro, ¿Nombre?- Dice mirándome lista para escribir en el ordenador.

-Nataly Pieterson- Digo a la chica.

-Efectivo o tarjeta- Me pregunta y le tiendo la tarjeta de crédito.

-Disfrute su estadía- Dice entregándome mi documentación y yo sin responder me doy la vuelta.

Sigo de largo hacia el ascensor en donde mi compañero me espera con frustración en el rostro.

-Al fin, eres bastante lenta no sé cómo puedes asesinar de la manera en que dicen que lo haces- Dice burlonamente.

-No sé- Digo simplemente.

-Tal vez se equivocan- Dice encogiéndose de hombros.

-Tal vez- Digo bajando del ascensor y caminando hacia la habitación.

En cuanto paso la tarjeta por el lector e introduzco la llave una sala enorme me recibe con los brazos abiertos.

-Mi jefe tiene estilo- Dice el idiota.

-Ya, claro- Digo sarcásticamente dejando mi bolso y maletas en el recibidor para dirigirme a la nevera y sacar una soda.

-Debe tener más que el tuyo- Dice infantilmente.

-Ujum- Digo con la botella en mis labios caminando hacia mis cosas.

-Y se hace llamar asesina- Dice bufando detrás de mí mientras cierro la botella en mis manos y la introduzco en mi bolsa.

-Tú te haces llamar Nathan y yo no digo nada- Digo sonriendo cínicamente para darme vuelta y tomar cada maleta en una mano y dirigirme al cuarto del fondo.

No saco la ropa de mis maletas por si necesito salir abruptamente en algún momento, solo la dejo sobre una pequeña silla dentro de la habitación.

Tomo la maleta de las armas y la coloco sobre la cama, comienzo a retirar el cierre y cuando está totalmente retirado la abro dejando caer la solapa de arriba sobre la cama.

Sonrío como si volviera a tener tres años y me dieran la última muñeca de la nueva colección, y tal vez, la situación no sea tan distinta. Tengo dieciséis años y tengo una maleta llena de todo tipo de armamento listo para ser utilizado contra hombres y mujeres estúpidas. Como no estar feliz y con una sonrisa en mi rostro.

Luego de apreciar por un buen rato mis juguetes vuelvo a cerrar la maleta y una vez la aseguro con mis huellas dactilares la dejo en un rincón de la habitación. Para tomar mi móvil y salir del cuarto.

-¿A dónde vas?- Pregunta mi odioso compañero.

-Que te importa- Digo sonriendo falsamente.

-Voy contigo- Dice levantándose.

- No necesito un niñero- Digo abriendo la puerta.

-No voy por ti, esperaba encontrarme a una chica con la cual pasar el rato- Responde.

-Debemos volver antes de las siete- Dice en el ascensor.

-Y se supone que deba hacerte caso- Digo irónicamente.

-A mí no, a mi jefe- Dice y en cuanto termina la oración una corriente eléctrica sube por mi columna haciéndome tensionar los brazos y empuñando mis manos.

-Escúchame bien niño de papi y mami, ni tú, ni tu jefe son autoridad alguna para mí, así que deja de hablar de ese tipo como si lo fuera todo en el mundo- Le digo fríamente mirándolo a los ojos.

-La niña tiene garras- Dice burlonamente.

-Y no sabes cuan afiladas están- Digo gélidamente saliendo del ascensor y luego tomando rumbo fuera del hotel hacia la pizzería más cercana.

-Quiero una pizza de peperoni y extra queso- Digo al chico que me atiende.

-Algo de tomar- Me dice.

-Una Ginger ale tamaño grande por favor- Digo y el chico se retira.

Diez minutos después mi comida llega a la mesa y comienzo a devorar su contenido. Veinte minutos después estoy en la caja esperando a que me entreguen cada una de las porciones de la pizza que sobro en bolsas separadas.

-Gracias- Digo tomando las porciones y el cambio para aventarme a la fría noche.

Decido tomar el camino largo de regreso al hotel, por la sencilla razón de no querer ver a Max. Sigo mi camino lentamente cuando veo a una señora con siete niños a su alrededor, quienes supongo son sus hijos y sin tomarme más tiempo me dirijo hacia ella.

-Ayúdeme por favor, mis hijos no han comido nada en una semana- Me pide la señora en cuanto me ve.

-Aquí tiene- Le digo dándole la primera porción de pizza y repartiendo las otras a los niños.

-Usted sin duda irá al cielo señorita, Dios no olvida este tipo de cosas- Me dice la señora con lágrimas en los ojos.

-Lo sé, pero no creo que me sirva de mucho- Digo sinceramente y me dispongo a irme del lugar pero una niña que me recuerda demasiado a Camille se me acerca.

-Cuando sea grande quiero ser como tú- Me dice sonriendo y algo dentro de mí se rompe.

-Créeme, no es lo que quieres- Le digo con una sonrisa triste en el rostro al recordar que yo era así de inocente.

Comienzo a caminar de vuelta al hotel mientras reviso la hora en el móvil. 8:15pm.

-Al parecer no seguí las ordenes de papá- Digo sonriendo para mí.

Me toma otros quince minutos atravesar las puertas del hotel y la de la habitación. Y ahora que veo a un Max sentado en la barra me pregunto porque no me demore dos horas más.

-Hace rato tenías que haber llegado- Me reclama y yo suelto una sarcástica risa.

-¿Disculpa tú me estas reclamando?- Digo girando sobre mis talones.

-Deja de ser tan infantil y toma esto enserio- Me dice levantándose del taburete.

-Creo que para hacerte caso a ti o a tu jefe primero debería de importarme lo que dicen y no sé si no lo has notado, pero no me importa- Digo caminando hacia el cuarto.

-Zorra- Dice a mis espaldas.

-No sabes cuanta verdad tienen tus palabras- Digo cerrando la puerta del dormitorio.

Tomo la computadora de la organización y noto que tengo veinte videollamdas perdidas de Mauricio. ¿Y este qué o qué? Le devuelvo la llamada y al segundo repique aparece frente a mí un muy alterado Mauricio.

-¿¡Donde te habías metido!? Tienen su primera parte de la misión esta noche a las diez y tú solo haces quedarte mirando la pantalla- Dice exasperado.

-Aquí estoy, ¿Cuál es la crisis?- Digo sentándome en la cama.

-Necesito decirte como te debes vestir, maquillar y peinar- Dice jalando hacia abajo una cartelera con todo lo mencionado.

-Ve hacia la maleta y abre el compartimiento de la solapa interna- Me ordena y yo me paro de la cama a hacer lo que me dice.

-¿Qué es esto? ¿Un muerto colgando de un gancho?- Digo mirando el bulto en mis manos.

-¡No lo tomes así! Es la única pieza que queda en el continente- Me ruega.

-¿Y que se supone que haga? ¿Embalsamarlo?- Digo irónicamente.

-Lo usaras esta noche- Me dice mientras deslizo el cierre.

-Se supone que usare un vestido que es la combinación de la reina de corazones y el cisne negro y que además me llega hasta más arriba de la mitad del muslo- Digo sarcásticamente.

-Es una exclusiva fiesta de disfraces, además, estas en Nueva Orleans chica, vive el momento.

-A papá no le gustará saber que su pequeña sale con este tipo de vestidos- Digo inocentemente.

-Definitivamente no me gusta- Dice mi padre apareciendo en la pantalla con el jefe tomando asiento a su lado.

-Ni a mí- Dice el Jefe.

-Iras en pantalones- Dice mi padre.

-Concuerdo con eso- Dice el Jefe.

-¡No les hagas caso hija, te amo!- Dice mama desde algún lugar de la habitación.

-¡Fuera de aquí simios sin gusto por la moda!- Grita un Mauricio sacando a papá y a el Jefe del cuarto.

-Ahora, los zapatos están en la maleta en una bolsa de seda negra- Me indica y resignada me levanto y me encuentro con dos armas mortales de al menos doce centímetros de color plateado.

-Sueña que utilizare esto- Digo caminando en la habitación.

-Oye...

-No, con eso ni de chiste puedo correr con seguridad- Digo interrumpiendo.

-Mira por debajo de ellos y dime que ves- Dice.

-Ah, un botón- Respondo.

-Presiónalo-Me dice y las armas mortales se convierten en plataformas.

-Sí, puede funcionar-Digo analizándolos.

-Pero solo lo presionas si debes actuar- Me reprende y yo los regreso a su forma original.

-Me tengo que ir, el peinado y maquillaje lo dejo a tu gusto. Suerte- Me dice apagando la consola dejándome sola.

Me dirijo al baño y tomo la caja de maquillaje que Mauricio empaco en mi maleta. Comienzo aplicándome corrector y base en el rostro para luego emparejar con polvo, aplico una sombra plateada sobre mis ojos, Delineador negro en los mismos, rímel y labial rojo.

Tomo la rizadora de cabello que también fue cortesía de Mauricio y enrosco mis puntas optando por dejar el cabello suelto.

Salgo del baño y miro con desgano el vestido sobre mi cama y el reloj en la mesa de noche repetitivamente. Tomo el vestido y lo paso por mi cabeza notando que efectivamente no llega ni a la mitad del muslo. Genial.

El vestido es hermoso, pero enseña más de lo que me gustaría en una gala llena de hombres ricos y borrachos. Me dirijo hacia las armas mortales y me las calzo rápidamente sintiendo automáticamente como mi metro sesenta y cinco se convierte en un metro setenta y siete.

Me paro frente al espejo del baño y me siento orgullosa de mí misma. Busco mis correas de pistolas y ato una en la parte superior de cada muslo en donde encajo dos revólver, luego tomo mis cargaderas y ato una en cada muslo también, metiendo en cada una cinco cuchillos de precisión.

Tomo mi móvil y decido escribir a los chicos.

"¿Alguien más tiene noche de gala?"

"Yo"

"Yo"

"Yo"

Me responden los tres adjuntando una foto de ellos en una sofisticada fiesta sonriendo a la cámara.

"Yo tengo noche de disfraces. Los quiero chicos"

Mando el último mensaje y la nostalgia invade mi mente al darme cuenta de que podrían ser adolecentes que en verdad se divierten en discotecas y clubs de antro y no adolecentes que tienen las manos manchadas de sangre. Todo si no fuera porque esto, es lo que el destino les deparó.

Aguardo a que todo el historial se borre automáticamente y dejo el móvil dentro de la maleta.

Salgo del cuarto con un chal negro en mano donde tengo guardado el antifaz. Me encuentro con un Max viendo televisión pero en cuanto escucha los tacones resonando se voltea y se queda mirándome.

-¿Solo las chicas vamos ridículamente disfrazadas?- Pregunto al verlo solo con un traje.

-Si- Responde apagando la televisión y tomando las llaves de su auto.

-Grandioso- Digo abriendo la puerta.

-Te ves sexy- Dice en el ascensor.

-Hace tiempo que esa palabra dejó de tener influencia sobre mí galán- Digo palmeándole el hombro y subiendo al auto.

En cuanto llegamos a la entrada de la fiesta supe que sería una noche interesante.

------------------------------------

Hola!! Solo puedo decir mil gracias por las lecturas, votos y comentarios c: no dejen de hacerlo si les gusta la historia. 


Continue Reading

You'll Also Like

58.7K 1.8K 28
🧸🧩👒🎧 ONE SHOTS [SPREEN] +18 Minis historias. Esta historia no se hace con fines de incómodar a nadie, si te incomoda, vete. No en todas hay +18. ...
16K 1.1K 11
La curvilínea ____ de veintitantos años no está buscando romance; ella está buscando un trabajo. Tres años después de que la muerte de sus padres la...
343K 24.6K 47
Una historia en donde ella es la popular sin sentimientos y él un aburrido nerd que se convierte en su tutor. ____ Carbonell y Jos Canela, un par de...
515 57 20
Un amor totalmente prohibido para algunas personas según sus creencias,una relación entre profesor y alumna,nada que ver tanto profesional y estudian...