-no soy Taylor...- susurraron en mi oído.
Me solté de sus manos, lo miré furiosa mientras Tay intentaba ayudar a la oxigenada pelirroja.
-Ven.- me agarró de la mano, miré a mi hermano que con la mirada le dejaba a Lucas irse conmigo.
-Dejame a esa cer...- me soltó la mano.
-¡Basta, cállate ya, eres más pesada que la pelirroja!.- en vez de haberle callado con un insulto - o por lo próximo una patada en los huevos - me quedé callada. Parece que se sintió arrepentido de lo que dijo pero no hizo nada por disculparse.- Te llevo a casa.- yo asentí. Caminamos en un silencio abrumador. Nadie quería hablar.
Llegamos hasta el parking dónde se podía diferenciar su moto, él solo rodó los ojos. Yo hice un intento de reírme que más parecía un llanto. Me toqué la mejilla y nada, solo el escozor de los arañazos.- Agarrate a mi.- me senté y rodee mis brazos contra su espalda. Arrancó y yo solo cerré los ojos disfrutando del aire fresco.
En diez minutos estuvimos en mi casa, rápidamente salí y abrí la puerta directa a irme a mi cuarto y no salir - solo a por comida-
-¿A dónde vas?, ven.- por segunda vez me cogió de la mano, esta vez su mano estaba fría.- Ven a mi cuarto, te curaré eso.- me conducio hasta su cuarto y me obligó a sentarme en su cama mientras el busca el botiquín de emergencias.
-Esta a la derecha en el armarito blanco.- dije con una voz ronca por no haber hablado.
-Gracias.- se agachó a mirame los arañazos.- No es nada, pero por prevenir te limpiaré la herida.- echó un poco de alcohol a el algodón.
-Auch.- gemi cuando sentí el contacto del alcohol en mi piel.
-¿Por qué tienes mi camisa puesta?.- miré hacia la lámpara.- ¿Te gusto?.- moví mi cuello bruscamente haciendo que el alcohol se esparciera por mi labio. Gruñi, dios que dolor.
-No te lo tengas tan creído, la encontré tirada y pensaba que era de Tay por eso me la puse.- sonrió y encontré una perforación en su oreja izquierda.
-Me la hice a los quince, estaba de moda y pues yo por ser el líder tenía que hacerlo.
-Osea, que desde pequeño has sido el líder y por eso no te gusta ser controlado.- se acercó demasiado a mi y me dio su típica sonrisa.
-Soy un divergente no me gusta ser controlado.- mordi mi labio - caso error- toqué mi labio a dolorida.
-Veo que te has visto la película, ¿no?.- asintió levantándose tirando el algodón en la basura. Y guardando el botiquín. Me acosté en la cama "12:37" del mediodía.
-¿No deberías estar trabajando?.- pregunté.
-La pelirroja que casi dejas muerta era mi nueva jefa y también novia, pero veo que me quedé sin trabajo y sin novia. Pero bueno aún me queda la heladería.- alzó los hombro desinteresado.
-Parece que a ti te da todo igual.- se dio la vuelta acercándose peligrosamente.
-Hay cosas que si me importan pero son muy pocas.- con su fuerza hizo que me acostara por completo.
-¿Y que es lo que más te importa?.- sus labios estaban a milímetros de distancia. Me dio un pequeño pico.
Escuchamos como la puerta principal se abre, Lucas se separa y yo aún estoy aturdida. ¡Odio esto!. Me levanté mirándole.
-¿Qué tal estas hermanita?.- me miró Tay.
-Lo he cuidado bien, bro.
"Ya, claro" - pensé
Tayler me tocó los dos rasguños que tenía - eran pequeños en tres días desaparecería- le aparté la mano cuidadosamente.
-Tranquilo, estoy bien.- sonreí.
-Vete a descansar.- suspiró acariciándome el pelo.
-Pero solos son las doce del mediodía.- sonrió.
-He comprado Doritos, Coca-Cola y la nueva temporada de Tren Wolf.- mis ojos ahora perecían fuegos artificiales.
-¿La quinta?.- asintió.
-¡Allá voy!.- dije corriendo hacia las escaleras.
Lucas P.O.V
Sonreí a Taylor mientras el me veía serio, cerró la puerta y se sentó en la cama.- Te quiero a 5 metros de ella Parker.- abrí los ojos.
-¿Qué?.- tragó saliva.
-Como intentes algo con mi hermana...- le paré.
-Alto, yo no e intentado nada con ella, solos somos conocidos.
-No quiero ni que sean eso.- mis manos se cerraron formando un puño.- eres mi hermano, mi mejor amigo, pero con mi hermana no intentes nada.- suspiró mirándome cansado.- Lucas, e visto miles de mujeres entrando y saliendo de tu cuarto llorando, no quiero que una de esas chicas sea Sam.- ¿me veía como un mujeriego?. Bueno puede que lo sea pero ese es mi problema.
-Veo como la ves y no la miras como una conquista ni tan si quiera como una amiga.- me senté a su lado.
-¿Entonces como quieres que la mire?.- esta conversación me estaba sacando de mis casillas.
-No quiero pelear, ¿okay?.- me tocó el hombro.- Solo necesito que no te acerques a mi hermana.
Se puso de pie y se fue.
Me acosté en la cama. Tapé mi cara con las manos. ¿Qué mierda pensaba Taylor? ¿Qué quería ser novio de esa renacuaja arruina motos?, esta demasiado equivocado.
Empecé a jugar con la cadenita que me regaló la niña de mi infancia. ¡Por qué yo si estuve enamorado! A los seis, pero aún lo recuerdo como si fuera ayer.
La llamaba "Capitana del Barro" todos los veranos casi todos los niños de la ciudad se marchaban a un pueblo dónde todo era silencio y paz. A casi todos nos enviaban a pasar las acciones con los abuelos - y yo no era la excepción- mi abuela siempre me llevaba a las siete de la tarde a la plaza donde se juntaba varios niños a jugar. Yo era el líder en todos los juegos
Al principio de ese verano me la pasé genial pero después de unas semanas me aburría de la monotonía así que sin permiso de mi abuela crucé la calle para ir al parque - casi deshabitado- donde lo que más había era arena artificial.
-¡Bum aquí llega capitana del barro para salvarlos!.- me escondí en un arbusto mirando a la niña que corría con un muñeco en la mano.- ¿Qué necesita princesa?.- dijo intentando hacer una voz grave. Agarró una muñeca y empezó a moverlos a su alrededor.
La niña estaba llena de suciedad gracias a la tierra mojada que manchaba su shorts rosas y la camiseta amarilla fosforito. - ¿Quieres jugar?.- me miró fijamente intentando me sonreír.- Pocos niños vienen por esta zona, ¿qué haces aquí?.- trague saliva.- ¿Eres mudo o qué?.- negué con la cabeza.- ¡Entonces juega que no tengo todo el tiempo!.- exclamó enfurruñada.
-¿A qué juegas? .- le pregunté, ella se apartó las dos coletas.
-A súper héroes, tu serás la princesa Melody.- aparté la muñeca que me ofrecía.
-¡Yo quiero el superheroe! .- la castaña enfadada me tiró a el barro manchando toda mi ropa.
-¡Entonces no juegues!.- se fue furiosa, caminó cruzando la calle.
-¡Eres una niña tonta!.- la castaña se dio la vuelta enfadada.
-¡Idiota!.- abrí los ojos aterrorizado.
-¡Sigue caminando!,.- la castaña se había quedado en media calle.
-¡No, soy mayor y puedo decidi...- corrí hacia ella mirando como el autobús se acercaba. Con la fuerza que tenía - tenía siete no me juzguen- la agarré del brazo tirándola hasta el parque. Los dos miramos cómo el autobús pasaba y nosotros ya estábamos a salvo. Miré a la niña que se tocaba la cara aterrada.
-Tonto.- me arrebató mi grande sombrero negro.
-Loca.- le sonreí siguiendo su juego.
-Gracias.- me dio un beso en los labios - que iba a mi mejilla pero yo me moví .
-De nada .- desde ese momento empezamos a ser amigos y todos los veranos nos veíamos hasta que cumplí los 9 y no la volví a ver.Antes de irme me regalo una cadenita con un sombrerito negro y yo una pulsera que hice con los preferidos colores de ella, rojo, negro, blanco y púrpura.
Sus risas, su temperamento, sus mejillas sonrojadas, todo sobre mi pequeña castaña se parecía a Sam y eso es lo que me angustiaba, no saber si mi castaña es las chica de 16 que estoy viendo todos los días.
N/A : :3 QUE LES PARECIO? primer cap del maratón :) muchísimas gracias por las 600 leídas y los 105 votos :'). ¡Espero que les siga gustando la novela! ¿Les gusta que narre Lucas?
#teamSam, #teamLele, #teamCarlos, #teamTaylor, #teamLucas? ¿A quien eligen?