20- Alive

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Me desperté, bosteze y noté que esta no era mi casa así que todo lo que soñé era verdadero. A mi lado estaba dormida Lele. La aparté un poco para coger mi teléfono. 150 Llamadas perdidas de Taylor, 75 llamadas perdidas de Lucas, 200 llamadas perdidas de Peter. Me levanté y me miré a al espejo, estaba hecha una momia. Salí del cuarto y me encontré con todos absulatamente todos en la sala.

-Sam, bebé.- se acercó Lucas y yo solo lo aparté.

-Cállate Parker.- dije cortante, Peter se acercó y yo me abraze a él.

-Lucas, es mejor que te vayas, ya la has visto, ahora largate.- Taylor lo miró furioso, sabía que en el fondo le dolía perder a un amigo y que le hubiera traicionado.

-Tengo que hablar con Sam.- rodé los ojos.

Tay se negaba a dejarme sola pero Lele despertó y nos dejó su cuarto para hablar. Entramos y yo solo me senté en la cama.- Habla.- le conteste cortante.

-Sam.- lo miré furiosa.

-Para ti Samantha.- apretó los puños.

-Samantha te quiero, quiero esta junto a ti.- empecé hacer círculos con el dedo en la sabana fucsia.

-Mentiroso.

-Samantha te quiero.- lo miré.

-¿Te acostastes con ella?.- agachó la cabeza y asintió.- Me dices que me quieres y te acuestas con otra no te entiendo Parker, es más nunca te he entendido.- intentó hacercarse a mi pero lo aparté.

-Vete.- le empuje fuera del cuarto y me acosté debajo de la cama como cuando era pequeña y empezaba a caer la lluvia y los rayos.

-¿Sam, Sam?.- salí de mi escondite.

-Tay, ¿me vas arregañar por habértelo ocultado?.- negó con la cabeza.

-No, por ahora, solo quiero contarte una cosa y aunque me duele quiero contarte la.- nos sentamos en la almohada. Esperaba que me dijera sobre las carreras ilegales pero me equivoqué.

-Sam, tu desde pequeña conocistes a Lucas, las veces que íbamos a pueblo con los abuelos todas esas veces que jugabas con ese pequeño castaño era Lucas.- mi corazón saltó de emoción.- Lucas siempre estuvo ahí, pero el no sabe que la niña de la que se enamoró eres tú.- suspiró.- sus adolescencia la llevó conmigo siempre entró en un mundo no tan bueno, el estuvo interno un año en un centro de rehabilitación, después creyó estar bueno y se enamoró de Katherine, Katherine jugó con sus sentimientos y ahora lo hace después de haber estado media año desaparecida regresó para destruir su vida.- cerré los ojos y solo me tapé la cara en un intento por desaparecer.- Te ama, siempre te quiso desde pequeños.- apretó los puños.- No digo que lo perdones por que el si te engañó pero que también esta loco por Katherine es una droga pero tu eres su medicina.

Una semana después

Una semana, siete días. Cuándo llegué a casa su cuarto estaba deshabitado no había ninguna prenda, Tay me comentó que encontró piso cerca de su nueva universidad. Los días pasaron lentos y la casa se oía demasiado silenciosa.

-Debo salir.- asentí a las palabras de mi hermano.- ¿No vas a salir con Lele?.- negué con la cabeza.- Pues me importa un rábano, Lele y Peter vienen de camino para llevarte a el centro comercial así que vistete.- rodé los ojos.

-¿Y tu adónde vas?.- sonrió.

-¿Te acuerdas la chica tan mona que nos sirvió el café en la cafetería donde te peleastes con la pelirroja?.- asentí.- Tengo una cita con ella.

Como no olvidarla si ella también participa en las carreras, Tay ya no sale tanto por las noches y eso lo agradezco a demás se acerca rápido la hora en la que vengan mis padres. Llaman cada dos días para saber como estamos y lo que comemos aparte ahora están muy sobreprotectores.

-A por ella hombreton.- sonrió y me dio un beso en la coronilla.

-No llegues tarde.- se fue y yo fui rápidamente a mi cuarto, shorts rojos, camiseta negra y unas deportivas.

Pronto escuché el timbre y sonreí pero al abrir la puerta me encontré sorprendida y en shock.-¿Qué diablos haces aquí?.- gruñi.

Me sujetó de la cadera y me besó dejandome sin la poca respiración que tenía, me apretó más y yo le empuje.- ¡Pero que te crees!.- grité fuera de mis cabales.

-Te quiero.- rodé los ojos.

-Lárgate.- ¡vete por favor! ¡malditasea es solo verle y mis barreras se desintegran!

-No quiero estar sin ti.

-¡Vete maldita sea!.- negó.

-No me voy de aquí hasta que me perdones.

-¡Pues quedate aquí pero yo no pienso perdonarte!.- le tiré la puerta en la cara.

Maldita sea, miré por quintuagesima vez el porche y seguía ahí ayudado por la vecina Rotermeyer que le daba a cada rato comida. Lele y Peter seguían sin venir y me estaba cansando de esperar. Así que solo hice lo que cualquier persona haría en una situación así. Até todas las sábanas transformándolas en una enorme cuerda, solo tenía que bajar por mi ventana y nada más la altura no era tanta. Até la improvisada cuerda a la cama y sonrei. Esto tenia que funcionar si o si.

Bajé sujetandome de la cuerda.- ¿Qué haces ahí Samantha?.- miré detrás mio para encontrarme a mi vecina, la pequeña Willow de 13 años me miraba asustada por lo que hacía.

-Me escapó, mejor vete niña.- alzó una ceja.

-Que te den, yo no soy la que esta intentando salir de su propia casa atada a unas sábanas.- sonrió y se puso unas gafas hipster.-Tararara Turn down for What.- gruñi.

-Cállate.- la sabana empezó a estirarse y estirarse y grité cuando se soltó. Caí justo en las bonitas plantas de mi madre.

-¡Dios santo Sam!.+ gritó corriendo Lucas.

-Ahora si es momento de ayudame por que no siento nada.- dije adolorida.

-Ahora no quiero.- dijo cruzándose de brazos.

-Que te den Parker.

-Duro contra el muro.- arrugue la frente. Me levanté adolorida y rápidamente me sujeto Lucas.

-Prometí no parecerme a un chico de Wattpad pero este casi es extremo, cariño te amo.- me besó y yo solo sujetandome con una pierna ya que la otra la tenía a dolorida.

OMAGAAAAAA #88 EN HUMOR OMAGAAAAAAA
CASI 1K DE VOTOS.

Por favor los lectores fantasmas voten y comenten que parte les gusto!. ¡Les invito a leer mi nueva novela "El Gran secreto de Damián", sólo lleva un cap pero no les decepcionará, besos!

¡PlayBoy, aléjate de mi cuarto! #WOWAwardsWhere stories live. Discover now