¿Salir?, ¿conmigo?, un claramente chico sexy ¿quiere salir conmigo?, que rayos pasa últimamente en mi vida, ayer golpeé a una chica, y no solo a una simple chica, golpee a Amanda Hill, reina del instituto, fui prácticamente arrestada, bueno, no arrestada, pero fui llevada a la estación de policía, fui condenada a 168 horas de servicio comunitario, y hoy, este chico ¿me estaba invitando a salir?, esto no es normal, este ha de ser el plan de Amanda, que su pariente sexy me haga caer en una trampa y después humillarme hasta el punto de tener que mudarme de la ciudad.
-Tengo que irme- es lo único que le digo, antes de salir huyendo de ahí.
Paso por el lado de Mike, que me toma del brazo, haciendo que me detenga.
-Con que tú eres la valiente que golpeo a Amanda, eh- me dice, haciendo que baje la cabeza, me suelto de su agarre y empiezo a caminar, me espera un largo camino a casa, aproximadamente 1 hora o menos, si camino más rápido.
...
Mis pies duelen, mi respiración esta agitada, tengo frio y estoy toda sudada. Son aproximadamente las 8:50, mis padres siguen en el trabajo, en toda esta caminata de regreso a mi casa no he dejado de pensar en él, en Derek. Ya estoy frente a mi casa, solo que adelante de ella hay un auto, pero no cualquier auto, un mustang 1964, su auto. Al pasar al lado de aquel auto, nadie se encontraba dentro, y para ser sincera, eso me aterró.
Pongo el código en la alarma, y el portón abre, lo vuelvo a cerrar e inserto el código de nuevo a toda velocidad, ahora me siento un poco más segura. Camino por el jardín hasta llegar a la puerta principal, coloco la llave en la cerradura y después de dar unas 2 vueltas a la llave la puerta se abre, las luces están apagadas, pero no me molesto en encenderlas, solo me limito a subir las escaleras para dirigirme a mi habitación.
Cuando abro la puerta de mi habitación puedo ver una figura oscura sentada en mi cama, pero el aún no me ha visto, sin embargo soy tan torpe que al retroceder choco con la puerta, llamando la atención de aquella figura. Mi casa es grande, y ahora me encuentro yendo al refugio de emergencia, ¡mierda!, no recuerdo el código, piensa Hannah, piensa, ¡lo tengo!, yo odio a los Yankees, pero papá los ama, gracias por amarlos papá. Escucho sus pasos, pero hoy no seré la pequeña chica asustadiza, corro hacia la sala de estar, y ahí lo encuentro, el bate, ese maldito bate que cuesta más que esta casa, el bate autografiado por Babe Ruth, lo siento papa, lo tomo de la vitrina en donde se encuentra, y me escondo detrás de la pared de la cocina, él se encuentra en la cocina, saldrá pronto, y es ahí donde me preparo.
Estoy en posición, los pasos resuenan, en 3... 2... 1, la saca del campo. Se oye como algo se rompe, y sé que no es el bate, después escucho como un cuerpo cae al suelo, no pierdo tiempo y enciendo las luces. Lo primero que hago es mirar el bate, tiene sangre, pero no está roto, y la firma está intacta, de la que me salve... un momento, el bate tiene sangre, abro mis ojos como plato y es cuando escucho un gemido de dolor, me doy la vuelta y lo veo.
Espero y les guste.
Besos.