〘Actualizada el 03/Mar/19 | 3:06 P.M.〙
Newt
La noche había llegado al área, todos los preparativos para que el novato llegará por la mañana estaban hechos, coordinados por Alby logramos terminar nuestras tareas a tiempo y sólo restaba hacer un par de guardias hasta el amanecer.
—Oye Newt, ¿podrías ayudarme a cuidar la caja? —pidió Alby mientras tomaba un poco de agua de la botella que cargaba—
—Claro. —tome posición a un lado de él y me dispuse a seguir de ese modo hasta que estuvieran los primeros rayos del sol— Descansa, Alby.
Mientras estaba ahí, un olor que provenía de la cocina me abrió el apetito, era la primera vez que tenía tantas ganas de comer un plato del asado de Sartén. Esa noche nuestro afamado cocinero había preparado un delicioso asado de tocino con algunas verduras para mantenernos "sanos"; a lo lejos observé a Gally molestar a Thomas de diferentes modos pero, el shank era algo torpe como para ponerle un alto. Me senté a esperas de que el amanecer se hiciera presente, no iba a dormir mientras Alby lo hacía, pensé en todo lo que rodea a este lugar y como me he mantenido en paz, de alguna forma algo cambió en mí. Por fin después de tanto esperar, el miertero sonido de la caja me hizo regresar a la realidad, lo extraño de todos esto es que ninguno de los otros larchos se había dado cuenta, es más se suponía que esta llegaría en la mañana y no durante la madrugada, me levanté para abrir las compuertas de la caja y revisar al novato, me llevé una sorpresa, una chica se encontraba muy confundida y aterrada, estaba pegada a una esquina y se escuchaba que respiraba con dificultad; me enfoque en observar, era de baja estatura, de cabello negro corto y lacio, su piel de tez morena clara, sus labios delgados y rosados como los duraznos que crecían de los árboles.
Ella enfocó su mirada en mí, cruzamos miradas y nos mantuvimos de esa forma por unos momentos hasta que decidí saltar al interior de la caja y empecé a idear un tema de conversación.
—¿Quién eres? —me cuestionó la chica con cierta desconfianza, mirándome con el ceño fruncido y sin poder mandar a volar su miedo—
—Tranquila. —intenté acercarme pero ella se alejó— Soy Newt, ¿cómo te llamas?
—¡Alejate!, quiero salir de aquí. —pidió ella con cierta desesperación en su voz mirando a su alrededor—
—Solo debemos subir y estarás a salvo. —le sonreí un poco pero ella no lo hizo, vaya, esta chica es más fría que el lugar donde Winston mete sus carnes— Vamos, al menos dime tu nombre.
—¿Por qué tendría que hacerlo? —se cruzó de brazos por el frío y empezó a temblar—
—Porque ahora eres parte del Área, vivirás aquí el resto de tus días hasta que logremos hallar una salida. —se alejó de la esquina que la protegía y se acercó a hasta mi lugar sigilosamente— Vamos. —le tendí mi mano para que pudiera subir pero ella negó—
—Puedo hacerlo sola, gracias. —tomó una caja de madera cercana a nosotros y como pudo subió, la seguí en su travesía y le pedí que se recostara en el pasto hasta que llegara el amanecer, ella aceptó dudosa y finalmente cerró sus ojos para perderse en los brazos de morfeo—
Ya habría mucho que discutir mañana, los larchos estarían haciendo un revuelco de comentarios con respecto a la novata y yo, debía dormir por lo menos un rato, tenía que cuidar a la chica después de todo. Me acomode en el pasto y antes de que pudiera cerrar los ojos, uno de esos molestos escarabajos revoloteo alrededor de mi cara, le di un manotazo y me dispuse a dormir.
C O N T I N U A R Á