♦ Advertencias: Alguna que otra. Si te incomoda -no lo creo-, deja de leer, no es relevante para la historia. x
You've been on my mind, I grow fonder everyday. I lost myself in time, just thinking of your face.
Hawaii, 2019.
La arena se había vuelto suave bajo su cuerpo vestido, el mar probablemente ya había bajado y estaba sobre suelo seco ahora. Sintió demasiado espacio a su alrededor y fue lo que le obligó a abrir los ojos. No había nadie allí, nadie lo arropaba. Sólo unos leves rayos de sol lo penetraron cegándolo por un segundo.
— Harry.- le llamó en un susurro roto debido al despertar.
Se incorporó e inspeccionó la zona de una pasada encontrando al tritón que consumía sus sueños en la lejanía de la orilla. El agua cubría la cola y parecía estar esperando a Louis desde su posición. Con algo de esfuerzo, se estiró cuando se puso en pie y a paso lento, caminó hasta él.
— Buenos días.
Los colores de este lugar parecían de ensueño, un verdadero lienzo pintado al detalle. Degradación de colores naranjas rozando el azul del mar. Oscuridad y claridad confundidas con el viento. Blanco en las luces que sustituían la inexistencia de las nubes en el cielo despejado. El verde de la naturaleza que rodeaba este lugar. El brillo de las escamas bajo la pureza del agua.
Oh, si pudiera pintar esto ahora mismo juraba que lo haría.
— Buenos días, ¿qué haces aquí?- preguntó balanceando su cuerpo mientras miraba a Harry desde arriba. Colocó ambas manos dentro de los bolsillos traseros de su pantalón y convirtió sus labios en una fina línea.
— A veces viene gente a pasear por las mañanas en estas zonas, no quería que encontraran un tritón abrazado a un humano en medio de la playa.
Louis sonrió y volvió a estirarse con dolor. Una noche fuera de la cama y su espalda lo sufría considerablemente. Quizá iría a ducharse, tomaría una siesta y volvería en la tarde. Ahora no lo dudaba ni un segundo. Ahora ya no.
— He tenido una idea. Volveré esta tarde cuando despierte de la siesta, de verdad necesito un colchón. Tienes que estar dispuesto a todo, ¿de acuerdo?
— Nací dispuesto.
Ambos sonrieron y Louis giró sobre sus pies para salir de la playa y tomar un taxi de vuelta al hotel.
Ni si quiera podía creerse que estuviera ahí. Había dejado pasar aquel avión, perdió su vuelo por dormir entre los brazos de Harry. Maldita sea, ni si quiera se arrepentía.
Juraba que aquel hombre no había dormido en toda la noche, probablemente lo había observado dormir y había estado pendiente de cualquier extraño movimiento en la zona, por si debía volver al agua de inmediato. También juraba que acababa de marcharse cuando Louis despertó, porque fueron sus brazos la sensación que le faltaba.
Lo que debían ver sus ojos, era el paisaje en el movimiento proporcionado por el vehículo, pero todo el su mente era oscuro como la noche anterior. Era ardiente como su piel colisionando contra la piel fría de Harry. Eran recuerdos sin fin de un único momento que lucía eterno en la espiral de su mente.
— Louis, qué demonios...
Salió del taxi y encaró frente a él a Niall, que llevaba varias bolsas y una mochila en peso. Salía del hotel para dirigirse al laboratorio o al estudio, estaba claro.
— ¿Sorpresa?
— Maldita sea, pensaba que te habías ido sin decir adiós. Dame un abrazo.- Niall dejó las cosas en el suelo y acaparó el cuerpo de Louis con el suyo.
La estancia en Hawaii los había distanciado mucho, y echaba de menos pasar tanto tiempo con su mejor amigo como antes. Quizá era el trabajo que por su parte dominaba su vida. O quizá era Louis, que simplemente desaparecía por horas sin decir nada.
— ¿De dónde vienes? ¿Qué ha pasado con el vuelo?
— Mmm, lo perdí. He pasado toda la noche dando vueltas, necesito dormir. Creo que me queda un tiempo aquí.- admitió con una leve sonrisa que Niall respondió con una sonora carcajada de alegría.
— Sí, señor. Quiero pasar tiempo contigo, tío. Como cuando llegamos, como en Londres.
— Uno de estos días. Voy arriba, ¿vale?
Niall asintió y ambos estaba por tomar su camino cuando un grito rompió su armonía y los sobresaltó. Jo saltó en los brazos de Louis y se agarró a su cintura con las piernas. Y aunque sorprendido, él la correspondió de inmediato.
— ¡Me lo ha dicho, me lo ha dicho! ¡Lo sabía!
Louis frunció el ceño pero un par de segundos después comprendió que hablaba de Harry. Probablemente ella había llegado a la playa cuando él se iba.
— Cállate.- susurró dejándola en el suelo.
— Tengo mucha prisa. Luego te recojo, a las cinco te quiero preparado, ¿de acuerdo? Vaya, hola Niall. Voy para el laboratorio, una pena que no quepas en el coche.- hizo un gesto con la mano y guiñó a Louis antes de dar la vuelta e ir hacia su coche justo aparcado detrás del taxi. Completamente vacío.
Niall bufó y observó como el coche se alejaba. Su relación nunca mejoraría ni un poco, la cosa es que él no sabía por qué Jo lo trataba de esa manera. Negó con la cabeza para alejar esos pensamientos y miró a Louis de forma pícara que contemplaba con una sonrisa la silueta del vehículo.
— Ya sé lo que os trais entre manos. ¡Y decías que no!- gritó de repente.
Louis frunció el ceño y su mente trabajó a la velocidad de la luz. A qué demonios dijo que no, qué cosa pasaba por los pensamientos de Niall en lo cual entraba Jo... Maldita sea, la historia con aquel chico, su amigo y toda aquella mentira.
— No, Niall. Déjate de tonterías.
— No te pongas así, tío. Yo lo apoyo, pero creo que deberías aclarar un poco las cosas y la situación primero, ¿no? Solo quiero que seas feliz y bueno, si a ti te gusta... Yo es que creo que nunca nos podremos llevar bien, pero qué pinto yo, eh.
Louis intentó sonreír y asintió confuso. ¿Qué le pasaba a ese hombre? Le dio un leve golpe en el hombro y se adentró en el hotel para descansar un poco antes de que su tarde ideada comenzara.
Niall vio llegar un coche y tomó las bolsas del suelo para meterlas en el maletero. Tomó asiento en el copiloto y saludó a Liam con apretón de manos.
— ¿Sabías que Louis y Jo están liados?- dijo de repente.
Liam hubiera escupido si en ese momento hubiera estado bebiendo algo, pero afortunadamente no fue así. Negó con la cabeza riendo de forma extraña y volvió a arrancar el coche.
Despertó sudando, las sábanas se le pegaban al cuerpo y juraba no haber pasado tanta calor en su vida. Miró la hora con los ojos entreabiertos y saltó de golpe. Quería haberse ido mucho antes. Se puso una camiseta limpia y unos pantalones cortos.
Ni si quiera llevó nada encima. Salió de allí con un par de billetes para el taxi y tomó rumbo a la playa.
El camino pasó demasiado rápido y borroso, no recordaba el trayecto con claridad y una vez más el calor abrasaba su cuerpo. Quería llegar de una vez, necesitaba llegar. Era ansia lo que sentía, un sentimiento diferente para él, desconocido. Pero le gustaba. Le encantaba.
En cuanto el vehículo paró, salió corriendo tras dejar un billete sobre el asiento. La brisa golpeaba su piel y se sentía liberado. La humedad del mar lo ayudó a bajar su temperatura durante unos segundos. Se quitó los zapatos y siguió corriendo sobre la ardiente arena hasta quedar paralizado cerca de la orilla.
Estaba de pie. Estaba malditamente de pie.
No encontró aire en toda la playa. Se ahogaba, y aquel hombre solo pudo sonreír.
— Harry.
— No digas nada.- rogó y se acercó a él a paso muy lento.
— ¿Cómo demonios quieres que no diga nada? Ti-tienes piernas. ¿Cómo ha pasado?
Y estaba vestido. Qué maldita broma en el infierno. Vestía pantalones cortos y una camiseta blanca. Era un humano como el que siempre había querido ser.
— ¿Qué importa ahora? Ven aquí, por favor.
Y para su sorpresa, no se opuso. Caminó hasta el y lo abrazó tan fuerte como pudo. Tomó su rostro entre sus pequeñas manos y observó detalladamente como todo en él seguía igual. Incluso tenía branquias a ambos lados de su cuello. Lo cual resultó bastante extraño. Su piel seguía pálida y sus labios algo morados.
Era tal y como lo había estado viendo todo este tiempo. Pero era humano.
Oh Dios mío, era humano.
Ni si quiera supo cómo reaccionar, estaba paralizado por la situación y Harry era incapaz de decir nada. Se acercó a su boca y se fundió en ella teniendo en respuesta la correspondencia de aquel beso.
Que desde un primer momento fue profundo, pero que poco a poco se convirtió incluso en húmedo. Sus lenguas recorrían la cavidad de sus bocas, sus labios y la piel de sus mejillas mientras respiraba.
Louis se pegó mucho más a su cuerpo y rozó con fuerza sus caderas contra las de Harry, que dejó escapar una risa mientras recorría los brazos de Louis con las manos.
— ¿En serio?
— ¿De verdad lo preguntas? No quieras saber el tiempo, maldita sea.- susurró Louis tirando de la camiseta blanca de Harry hacia arriba para deshacerse de ella.
Sin ningún esfuerzo la dejó caer en la arena y acarició su pechó lentamente, apreciando cada poro de su piel. El collar que le había puesto él días atrás seguía alrededor de su cuello y esto le hizo sonreír.
— ¿Todo era cuestión de tener piernas?
— Era cuestión de saber que quiero quedarme aquí. Cállate.
Él mismo se deshizo de su propia camiseta y desabrochó el botón de sus pantalones que cayeron por sí solos debido a que le quedaban un poco grandes. Tomó ambos brazos de Harry y tiró de ellos hacia abajo para caer juntos en la arena.
El cielo de repente se había vuelto mucho más claro, los rayos brillaban sobre el mar y los ojos de Harry lucían oscuros como nunca antes lo había estado.
Éste hizo que girara sobre sí para dejar a Louis bajo su cuerpo. Volvió a tomar sus labios con su boca y los mordió con cuidado. Mientras tanto, sus manos bajaron los boxers negros de Louis poco a poco hasta que su miembro, ya bastante duro quedó liberado de las telas.
Louis suspiró contra su boca y segundos después lo perdió, porque fue bajando poco a poco dejando pequeños besos en su pecho. Humedad que se volvió fría debido a la brisa que enfriaba su saliva.
Harry miró hacia arriba para no perder contacto con los ojos azules de Louis mientras terminaba de quitar sus boxers. Acarició su pierna derecha lentamente de abajo arriba hasta que llegó a su cadera y comenzó a hacer pequeños círculos alrededor.
— Mierda. Harry.
Al fin, tomó el pene entre su mano y el cuerpo de Louis tembló ante su tacto. Lo acarició de abajo arriba con suavidad y se acercó cada vez más. Su aliento ardiente golpeó la piel sensible de Louis y todo en él se erizó.
— Ni si quiera recordaba cómo era esto.
Louis colocó sus manos entre los cabellos largos de Harry y tiró de ellos instintivamente cuando Harry quiso acortar la distancia entre sus labios y su pene. Gimió y dejó caer la cabeza hacia atrás cuando finalmente sintió el contacto de la boca mojada de Harry.
— Ah, mierda, mierda.- susurró Louis sintiendo un escalofrío en el cuerpo; luego volvió a gemir cuando Harry intentó tomarlo más profundamente.
Incluso cuando sintió que no podía llevarlo más profundo, nada le paró para volverlo a intentar una vez más y dejar a Louis confuso por el placer y la frustración bajo él. Mientras lo sacaba de su boca, lo saboreó repasándolo con la lengua hasta concentrarse sólo en la cabeza. Lamía alrededor con tanta insistencia que Louis pensó que sería suficiente para que se viniera en ese mismo instante.
— Harry...
Inesperadamente, éste llevó la mano libre hacia sus testículos y Louis tiró una vez más de su cabello. Los masajeó de forma lenta, como una tortura en su propio infierno personal. Separó sus piernas un poco más y llevó sus dedos más allá de la zona que acariciaba, encontrando su entrada.
Siguió lamiendo alrededor de su pene y su mano cada vez recorría la longitud con más velocidad. No aguantaría ni un segundo más.
Sus dedos hicieron fuerza sobre su entrada y abrió los ojos mientras gemía ruidosamente sabiendo que estaba a unos segundos de terminar.
Y enton-
— ¡Louis! Madre mía, no quiero saber qué es lo que estás soñando. Levántate de una vez tengo que llevarte ya. Nicole sale a las cinco y media y quiero ir a recogerla.
Louis abrió los ojos y encontró a Jo de brazos cruzados mirando desde arriba. Su gesto furioso pasó a ser incómodo, lleno de rubor una vez Louis se movió para incorporarse.
— No, joder. Mierda, mierda, mierda.
— Estaría impresionada si no me fueran otro tipo de... cosas.- admitió y se dio la vuelta para esperar en el sofá más cercano a la puerta.
— Mierda- repitió Louis una vez más bastante frustrado.— Necesito ir al baño.
— Ya veo, ya...
— ¡Jo!- gritó molesto mientras entraba en el baño a tomar la ducha más fría de toda su vida.
Estuvo al menos diez minutos bajo el agua fría, escuchaba los gritos de Jo pidiéndole rapidez, pero de verdad que necesitaba un tiempo solo. En la ducha. Él.
Salió con una toalla atada a la cintura y Jo lo miró con una sonrisa torcida, esperando con las piernas cruzadas tumbada en el sofá. En esos instantes la odiaba, muchísimo.
— ¿Todo bien?
— No. ¿Por qué demonios no esperaste un par de minutos más? Mentira, ¡tan sólo unos segundos! Dios, te odio.- refunfuñó buscando algo que ponerse.
Jo le respondió con una carcajada y no hizo más preguntas, lo cual agradecía. Porque no sabía cómo demonios explicar lo que había sucedido en su sueño. Sin duda su imaginación no tenía límites, sus esperanzas tampoco.
No había nada más imposible en este mundo que lo que había sucedido en su mente hacía unos minutos; pero se había sentido tan bien que terminar hubiera sido lo mínimo que la vida debía concederle.
¿Por qué enviarle a Jo justo en ese momento?
— Termina ya de vestirte. Oh, por cierto, me he encontrado a Niall en el pasillo y me a dado esto.- dijo sacando un preservativo del bolsillo trasero de sus shorts.
Louis enarcó una ceja y esperó a que ésta dijera algo más, pero no fue así puesto que Jo también esperaba una explicación por su parte.
— ¿Qué demonios?
— Exacto. ¿Le explicas tú que Nicole y yo no necesitamos esto o mejor que se entere por sí solo?
Louis estalló en una carcajada y se levantó de la cama una vez terminó de atarse las zapatillas de deporte. Metió la cámara de fotos y un peine en la maleta y guardó la cartera y el móvil en los bolsillos antes de caminar hasta la puerta.
— Necesito parar en una tienda antes, espero que no te importe.
Jo suspiró pero no dijo nada. Se levantó y golpeó el hombro de Louis antes de salir de la habitación.
Antes de bajarse del coche ya cerca de la playa, guardó la bolsa en la maleta y le dio un beso a Jo en la mejilla. Ésta lucía feliz de ver a Louis así. Actuando de esta manera. Lo observó salir y caminar hasta que su silueta desapareció y arrancó para marcharse del lugar.
El sol estaba en lo alto brillando con fuerza. Deshizo el elástico que tenía atado en la muñeca y se lo colocó en el pelo para echarlo hacia atrás. Era parecido al de Harry, que por cierto hacía tiempo que no usaba. Pero hoy no le haría falta.
— Harry, sal, por favor.- gritó y tomó asiento en la arena durante unos minutos hasta que el tritón apareció en la orilla.
Su estómago estalló en mariposas. Él era el único que pruducía esto. La última vez que había creído verlo había sido justo aquí, pero en su mente caminaba.
— ¿No quieres nadar?
— Luego. Hoy tengo planes mejores, querido Harry. Vas a verte lucir lo más humano posible, y guardarás el recuerdo para siempre.- sentenció sacando la cámara de la maleta con una sonrisa escondida en la comisura de su boca.
Más allá, en las profundidades del océano donde la arena no se lograba ver, él contemplaba el cielo cambiar cada segundo hasta que en unas horas se volviera oscuro. No había nada mejor que hacer. Esperar, esperar, esperar. Se pasó amabas manos por el cabello negro y suspiró.
Parecía una eternidad.
Se acarició la barba y fijó sus ojos en el mar; pudo ver la oscuridad de ellos en el reflejo cristalino. Su cola brillaba en tonos grises y sonrió. Era este lugar. Sí, estaba seguro que lo era.
#Pregunta: Me da curiosidad de verdad, ¿a qué fandom pertenecen?
♦ Dedicación: para las bebitas TheRose_TheDagger (tu user lo es todo), larryf1998, larryinmys0ul y sweeted.