Narrador:
—jordano, debes respetar que aurora ya ha elegido con quien quiere estar—
—él no me da buena espina señor Alberto, no es bueno para ella y lo sé—
—por el simple hecho de que una persona no llene tus expectativas no significa que sea mala, ninguno somos buenos si ese es el caso, pero una buena compañía nos cambia a todos nosotros, posiblemente él tenga sus defectos, pero tú, yo, aurora, aura, todos tenemos defectos. No lo conozco bien, pero no creo que me hija esté en malas manos sea cual sea su defecto—
—Alberto tiene razón jordano, ninguno es perfecto todos tenemos fallas y con el tiempo aprendemos a amarnos y a aceptarnos con nuestros defectos—
El se marchó devastado sabiendo que había perdido al amor de su vida.
Alberto y aura tomaron asiento y él suspira y espeta.
—pude ver en sus ojos como quería matar ese muchacho—
—¿crees que jordano tenga razón y él no sea bueno para nuestra hija?—
—Duncan, su nombre pesa como su orgullo y su hombría, él miente acerca de lo que hace, esa mirada y esos gestos no son normales, mucho menos el trato hacia aurora—
—¿y por qué no dices nada al respecto Alberto? conociéndote estarías histérico—
—porque aurora ya eligió y aunque descubra que él no es quien dice ser no lo dejará, él la ama y ella a él y se que jamás le hará daño. Se que no lo golpeó por ella por no hacerla sufrir. Puedo ver como la mira cuando ella está distraída o hablando entretenida, la admira como si fuera la luna en lo más alto, aunque tenga sus defectos ¿quien dice que él no tiene derecho a enamorarse? Solo espero que aurora no sufra demasiado cuando sepa la verdad acerca de él simplemente nos tocará consolarla—
—¿a que verdad te refieres Alberto? Me estoy asustando un poco— niega y ríe un poco
—mafia— aura se tapa la boca
—¿y lo dices tan tranquilamente? no podemos dejar que aurora se mezcle con...—
—está esperando un hijo de él aura, no hay forma de que él la deje escapar me lo dejo muy claro. Mi hija es adulta y libre de tomar sus decisiones. Cuando sepa la verdad ella misma elegirá su camino, seguir con él o dejarlo, pero no haré nada al respecto y tú tampoco, si él quisiera dañarla ella no estaría aquí sin embargo aurora sigue estudiando y él no la priva de nada, no está en un cautiverio—
—pero las cosas podrían salirse de control y mi hija podría salir lastimada—
—es un riesgo que vamos a correr aura, es un riesgo-
—¿por que estas tan tranquilo si estaba tenso cuando lo viste por primera vez?—
—él no quiere dañarla, si no ya le hubiese confesado la verdad ¿con que fin le ocultaría lo que es realmente?—
—entonces es mentira que estudio negocios internacionales—
—está más que claro que si estudio, es una buena forma de desviar la atención de las personas—
—creo que si deberíamos de avisarle—
—no ¿quieres que se quede aquí llorando por días con un embarazo de tres meses, mientras el mundo que ha construido en su cabeza se empiece a desmoronar? ¿Crees que sería tan fácil? Podría incluso perder el bebé por el sufrimiento deja que aurora alce su vuelo aura, ya no nos pertenece—
La noche transcurrió tranquila, la cena fue silenciosa y una disculpa de parte de Alberto en representación de jordano fue dada a Duncan aunque él se negó y se disculpó por su mal comportamiento alegando que los celos lo cegaron y que no quería hacer ningún escándalo.
Todos se fueron a sus habitaciones, pues el día esperado de Duncan estaba próximo a llegar y solo faltaban unas horas.
—¿estás emocionado?— él suspira y la abraza con delicadeza mientras están en la cama
—estoy demasiado emocionado— acaricia su vientre como de costumbre y se desliza para besarlo
—hola bebé, mañana justamente cumple tres meses en la panza de mami y como regalo ella se casará y conmigo espero que estés feliz de saber que papi y mami te esperan con ansias y gracias por hacer que mamá tenga menos malestares, gracias por portarte bien mi pequeña princesa, aunque no se lo que eres aún mi corazón me grita que serás la nenita de papá, por favor no te tardes. Te amo— Duncan escucha el sorbo de la nariz de aurora
—¿estás llorando?—
—eso fue muy lindo, ni siquiera yo le hablo así de lindo y tú...— él sonríe en sus labios y acomoda su brazo debajo de su cabeza
—lloras mucho mi amor, eres muy sentimental—
—si lo sé, ¿a ti que te haría llorar?— él la mira a los ojos
—perderte a ti y a mi bebé— el corazón de ella late preguntándose ¿por qué ella ¿que la hacía tan especial para que él la quisiera tanto?
***
Estoy algo nerviosa mientras estoy al lado de Duncan, no se cómo fue posible que él consiguiera una maquillista, manicurista, estilista y un fotógrafo todo en un momento o todo lo tenía organizado, no lo sé, él es una bomba de sorpresas.
Toda la mañana me la pasé siendo arreglada para esta boda al igual mamá, mientras él y papá hacían "diligencias"
La boda era a las cinco de la tarde y pese a todo eso estaba angustiada pensando que llegaríamos tarde.
Pero recordé algo, los testigos, golpeó mi frente y la chica que me hace el pelo me dice que trate de no moverme, mientras la otra chica termina de hacerme los pies
—hija, tranquilízate— mamá me dice mientras disfruta de el masaje en sus pies.
—mamá, no tengo testigos ¿como había olvidado eso?— tiene una mascarilla en la cara y dos rodajas de pepino en cada ojo
—tu prometido se encargó de eso— frunzo el ceño ¿que se encargó de eso? Me siento tan inútil, a veces actúo como si no me importara la relación solo a él, suspiro.
Mamá y yo salimos a la sala los estilistas se marchan, pero el fotógrafo empieza con las fotos
—¿y Duncan?— pregunto viendo a mi papá sonreír con orgullo
—está esperando vine por ustedes— mira a mamá lo hermosa que está y luego me abraza a mí
—estás tan hermosa hija mía, espero que ese hombre te valore y te cuide siempre, recuerda tus valores y aunque las cosas se tornen oscuras no desmayes y siempre lucha por lo que quieres. El matrimonio no es fácil hija mía, es muy difícil convivir con alguien y tener que adaptarse a hacer cosas que uno no le gustan muchas veces, solo para ver a esa persona feliz. Tú esperas el hijo de Duncan, sean una familia de amor puro y pese a las adversidades que van a enfrentar mantente firme y si entiendes que no puedes con eso, estamos aquí para ti hasta los últimos días de nuestra vida—
Iba a llorar y lo evité, nos dimos un abrazo y mamá también me dijo unas palabras y papá nos tomó a cada una de la mano y salimos cerrando la puerta mientras el fotógrafo nos seguía. Había alguien esperando para abrir la puerta, fruncí el ceño ¿que carajos? ¿Como lo hace? Y al abrir la puerta había un gran ramo de tulipanes blancos
—Duncan se la luce en todo—
—son tus flores favoritas hija ¿como hizo para conseguirlas aquí naturales?— niego, caminamos hacia el coche y solo escucho el click de la cámara.
—que lindo se ve tu vientre, tienes la pancita más abultada hoy— sonrío y acaricio mi vientre feliz
—eso es porque hoy cumplimos tres meses— mamá me da un beso en la mejilla, mientras que papá va adelante con él chofer y terminamos por llegar.
Papá me ayuda a bajar y el fotógrafo llega junto a nosotros en otro coche, así que las fotos no paran.
Sigo agarrada de la mano de mis padres quienes me ayudan a caminar y termino por llegar a la sala donde sería la pequeña boda civil, los nervios me hacen sentir náuseas
—ahora no, por favor— digo internamente y terminamos por llegar y detenernos en la puerta
—espera papá, necesito aire— ellos me miran y me dan un abrazo
—desde hoy dejas de llevar nuestro apellido— dice papá nostálgico
—no la hagas sentir mal Alberto— mamá me sonríe con calma
—vas a estar bien, pase lo que pase— no se porque me habla así, pero no hago preguntas solo sonrío, bastante tengo con estas náuseas.
Al tiempo entramos abriendo las puertas. Duncan voltea y me mira mientras sonríe sin mostrar los dientes y el juez esta de pies, es un señor de unos cincuenta años que usa lentes.
En este momento tengo una amplia sonrisa y no evito las lágrimas mientras camino hacia él y mamá toma asiento, papá me entrega a Duncan quien pasa el pulgar por mis mejillas secándolas y me besa la frente, cosa que hace mucho.
—te he entregado mi posesión más sangrada, carne de mi carne y sangre de mi sangre, por favor cuídala más que a tu vida que nada malo nunca le acontezca-
Le dice unas palabras algo rústicas para mí, pero él asiente conforme y nuestros ojos se encuentran. Sus ojos verdes me miran con profundidad, mientras que su cabello castaño sedoso está perfectamente alineado y un mechón se resbala por su frente.
—joder mi amor, no se cómo describir lo preciosa que estás, no hay palabras para describir tu belleza definitivamente estoy a tus pies, has domado a esta bestia salvaje— hablamos para nosotros dos muy pegados uno del otro olvidándonos de nuestro alrededor.
—estás tan guapo, siempre lo estás, pero digo que hoy más que todas las otras veces— él sonríe y sus ojos están llenos de lágrimas que no deja escapar y se acerca a mi oído
—para nuestra próxima boda prometo llorar— dejó escapar una risa algo fuerte echando mi cabeza hacía atrás mientras él tiene una de sus manos enlazada en la mía y me abraza por la cintura con su antebrazo bajando su cabeza para estar a mi altura y me sonríe mientras me mira con felicidad supongo
—Duncan no tenemos testigos ¿es posible casarse así?—
—¿quien dice que no tenemos?— pero mi atención se desvía al escuchar una voz que conocía muy bien.
—NO PUEDE SER, ESTAS HERMOSA AMIGA— era grace, mis ojos se agradan a su lado esta Jack con una cara seria, pero sus ojos sonríen, mis padres son abrazados por ella y camina hacia mí y me abraza mientras trato de analizar cómo llego aquí.
Los testigos Grace y Jack firman y firmamos Duncan y yo, mientras las fotos no cesan jamás. Al final nos damos un beso dándonos el sí y nos colocamos los anillos confirmando que somos marido y mujer.
—Sr. Duncan Di marco Bianco.
—Sra. Aurora de Di marco.