"Conmigo a tu lado, nunca más...

By Mori-tea

6.5K 489 1K

En los años 50 una gran ola de doppelgangers se había desatado, la gente entraba en pánico, y tenía cuidado d... More

1. Deme una, no... Deme dos.
2. A vos te esperaba.
3. La visita.
Cosita.
Recomendaciones. <3
5. Supermercado.
Hola.
6. El señor del bigote.
7. Shock.
8. Hospital.

4. Salir y conocerlos.

529 51 116
By Mori-tea

La mañana siguiente entintaba el monoambiente, en la cama estaban recostados padre e hijo, y la suave brisa del domingo despeinaba las pestañas del lechero, que justamente ese día descansaba.

Echando un suave bostezo, lentamente abrió los ojos, la misma y bella escena de siempre lo recibía. Su gato descansado plácidamente al lado de su panza. Su brazo derecho sobre su pancita. Y el suave ronronear que siempre tenía.

Comenzó a mimarlo, suavemente, mientras pensaba otra vez sobre la tarde de ayer, la frase de Ciprianni se repetía en eco dentro de su cabeza. Sin notarlo sonreía. La imagen de Angus, su voz, su perfume, en general, su presencia, le generaban mucha felicidad. Quizás por saber que su amistad se hace cada día más fuerte, lo consolaba de todo lo mal que la había estado pasando hasta entonces.

Después de un rato, retiro lentamente la mano de su gato. Se lavanto y despacito camino al baño. Normalmente ignoraba el espejo, su reflejo era algo más que la mayoría del tiempo no le interesaba ver. Pero esta vez fue diferente. Se aprecio frente a el.

Viendose, realmente comenzaba a notar algún pequeño encanto en sus facciones. Quizás sus ojeras las arruinban, pero si se las sacara, realmente podría ser alguien relativamente guapo. Estos días había podido dormir más, aunque todavía le costaba no despertarse en el medio de la noche e intentar dormir otra vez. Era complicado y lo frustraba.

Dejo de fijarse en ello para dar un salto a la ducha y darse una rápida. Al salir sacudió su cabeza tal perro, y enrrollandose en todo el torso la toalla salió. Se sentó en su cama, para debajo de esta sacar ropa cómoda, bueno, no tenía mucha en realidad.

Saco su ropa interior, una remera manga corta blanca y un pantalón negro hasta la pantorrilla. Revisando que Miguel no mirace, rápido se vistio. Estar sin el uniforme en realidad era algo raro para él, solía usarlo incluso fuera del trabajo, se sentía más seguro en el de algún modo.

Se quedó fijo a la puerta unos minutos, un pequeño debate había empezado en su cabeza, si quedarse en casa o ir al patio interior, donde solían estar los vecinos. Otra vez las palabras de Angus volaban en su mente, "No podes ver qué en realidad sos una buena persona, y por consecuencia, no dejas a otros verlo tampoco". Quizás debía de hacerle caso, y abrirse a los vecinos. De cierto modo, siempre lo estaba incitando a que hablara más con vecinos y dejara ver qué no era solo un lechero divorciado, que lo asociaran a otros aspectos, pero no sabía a qué realmente deberían referirse con él.

Se sentó de espaldas frente a la puerta. Estaba pensando en que cosas positivas le traeria socializar más, pero si fuera sincero, no quería hacerlo, aunque la trajera muchas cosas buenas, ya estaba bien con tenerlo a Angus de amigo, y a Miguel de hijo.

Nunca le importaron las cantidades, solo la calidad. Para él, ya lo tenía todo, no se veía con la necesidad de buscar más. Pero por otro lado, a veces lo veía, hablaba con ellos, parecían amables, sonreían. En especial, siempre se hablaba con Izaack, sabía que de vez en cuando salían a beber juntos. Y con Elenois, una de las gemelas modelo, una mujer hermosa, vea por dónde se vea.

A veces dudaba un poco de que Elenois fuera pareja de Angus, se veían tan perfectos juntos, un hombre guapo, de buenos valores, y una dama hermosa, bien acomodada. Y siempre se sonreían, parecían llevarse bien, demasiado. Aunque Angus solía tener también cierta distancia, y no tenía casi roces físicos con ella, salvo los accidentale, donde rapido le pedía perdón.

Elenois... A ella también la solía ver muy cerca de su ex esposa, Nacha, reían mucho, se miraban mucho, incluso se salían abrazar. Le daba cierta felicidad verla feliz después de todo lo que pasaron. Pero la idea de Elenois con Angus, por algún motivo le generaba un pequeño toque en el pecho, no se explicaba por qué.

Y Izaack. Fuera por dónde fuera, si estaba con Angus, siempre le tomaba del hombro o de la cintura, era un poco más bajo que él. A veces podía verlos con botellas de cerveza o cosas así. Izaack solía hacerle una entrevista cada tanto. Encontraba al hombre muy interesante la verdad. Aunque, recordar cuando lo veía con Angus tan pegado el uno del otro, le producía esa sensación en la garganta mucho más fuerte que pensar en Elenois.

Simplemente sacudido la cabeza, ignorando aquellas sensaciones. La giro para ver el manubrio, y después de minutos, decidió que bajaría. Lo hizo muy lentamente, lleno de nervios hasta en los pies. Pasó por el pasillo que llevaba a aquel patio, a medida que más se acercaba, más escalofríos lo recorrían. En un punto pensó retroceder, pero, ya estaba ahi, ya no había mucho que hacer.

Se enfrentó a sus miedos, y paso, topandose con el pequeño patio, ahora cubierto para que ningún Dopple entrara por allí. Miro de una punta a otra. No habia casi gente ese día. Veía a lo lejos a los hermanos Peach, parecían discutir de algo de su oficio. Luego a la pareja de prometidos, Mía Stone y Afton, quienes parecían hablar muy alegremente de algo. Y finalmente, a Margarette, cociendo. Está última le había guiñado un ojo en tono de saludo a Francis, quien correspondió con una sacudida de mano.

Y para sorpresa suya, la pareja comprometida fue quien lo llamo. - ¡Francis, hola! ¿Podes venir, por favor? - Francis giro la cabeza asustado, no se esperaba eso. Pero cuando proceso la escena, solo asintió con la cabeza y se acercó. A tres pasos de distancia de la mesa en la que ambos estaban, Francis se paró.

- Mmh, hola. ¿Que pasó? -
- Sentate, por favor - Dijo Afton, haciéndose a un lado y palmeando sobre la banca de marmol.
Francis lo dudo un poco, pero cedió, y se sentó con cierta distancia. - Mmh... ¿Y qué pasó? -
- ¿Recibiste nuestra invitación a la boda? - Pregunto Mia.
- Ah, sí, lo hice
- ¿Vas a venir?
- Mmh, sí, por supuesto.
- Perfecto... ¿Y qué tal te ha ido?
- Mmh, bien, ¿ustedes?
- También, bien, planeado la boda. No podemos creer que en tres meses ya sea...
- Sí, falta poco...
- ¿Y el trabajo?
- Mmh, sí, bien, como siempre.

La charla siguió, algo rígida como siempre. No había mucho de que hablar realmente, pero estuvo bastante bien para Francis. La boda de los Afton estaba a cada vez menos tiempo de realizarse, no podía evitar recordar su boca con Nacha. Había sido un desastre.

Fingian estar felices de tenerse el uno al otro, y fingieron besarse luego de aceptar, pero cierto era, allí amor nunca hubo. Dormían en camas separadas, solo hablaban cuando comían y no hablaban mucho. No se llevaban mal, pero apenas se conocían, ya los habían casado, y sinceramente ellos no se veían ni como intereses románticos casuales. Eran más como amigos forzados a amarse.

Pensaron que tener una hija sería lo que los haría enamorarse un poco, pero no fue así. Ambos la amaban, claro que sí, pero su relación seguía yendo cuesta abajo cada vez más y más, que decidieron alejarse y luego divorciarse. Francis se mudó un piso arriba para no estar muy lejos de Anastacha, pero recuerda muy bien como, cuando planeaban su divorcio, fueron muy felices. Y el día que finalmente sucedió, al llegar al apartamento, se abrazaron emocionados. Por fin ambos podian hallar al amor de sus vidas y dejar de sufrir siendo algo que nunca fueron.

Nacha lo ayudo a llevar las cosas a su apartamento. Nacha ahora era como una amiga para Francis, pese a que verla le hacía recordar todo aquello que por 12 años pasaron, era feliz viendo cómo ella sonreía más y se veía más viva.

Ver un caso como el caso de los Afton, ambos tan locamente enamorados el uno del otro, lo hacía sentirse un poco raro, pero alegre. Pensaba en si el realmente se volvería a casar con una mujer a futuro. En estos tiempos no había salido a ver a ninguna, pero ciertamente, tampoco era algo que le preocupara. Tenía 36 años, ninguna muchacha se le hacía interesante, bueno, el tener pareja y casarse no le entusiasmaba en lo absoluto. Sus padres siempre le decían que ya llegaría la mujer indicada que lo hiciera querer amar el casamiento y con quién tuviera más hijos.

Pero a esa edad, no quería más hijos, ni sabía cómo decirles eso. Esperaban al menos tres nietos más. Y siempre le reprochaban por haber dejado a Nacha, siendo tan bella y perfecta mujer. Siempre que iba a casa de sus padres, algo tenían que decir acerca de su vida. Por eso tampoco solía ir a visitarlos.

- ¡Francis! - Escucho un grito que lo hizo espantarse. - ¡Francis! - Miro a todas las direcciones, era Mía.
- ¡Francis!
- ¿Qué? ¿Qué pasó?
- ¡Te estás por caer en los cactus!
Francis miro para atrás, era cierto, divagar en su mente lo hizo inclinarse por demás, y el espanto de eso lo hizo perder el equilibrio, de no haber sido porque Afton lo agarro de la remera y lo tiró para adelante, se hubiera dado en mazazo de su vida.
- Ah... Gracias, gracias...
- Tenés que ser cuidadoso, Francis - Dijo Afton.
- Sí... Sí... Bueno, mmh, me voy.
- ¡Hasta luego! - Dijeron ambos,

Francis saludo con la mano y se retiró, y a medio de entrar al pasillo, vio como Elenois y Nacha venían. Un escalofrío le pasó por la espalda. Se hizo a un costado, pero antes de que entrarán, Nacha le susurro algo a Elenois, algo que Francis no pudo oír, "adelantate, hablare con Francis", dijo, para luego Elenois pasar, tomando una de las mesas libres.

Nacha se acercó a el, con la mirada de algo importante por decir, así que solo fue hacia a ella y en el pasillo hablaron.

- Buen día, Francis, ¿cómo estás?
- Bien, Nacha, bien, ¿y vos?
- Bien... Escucha, está semana voy a viajar, necesito que Anastacha se quede contigo. ¿Puede ser?
- Uh... Sí, por supuesto.
- Genial... ¿Tenés todos sus horarios, no?
- Sí, sí.
- Perfecto... ¿Qué tal te anda yendo? Te noto un poco más feliz.
- Oh, sí, bueno... Estuve viendo a alguien.
- ¿Sí? Déjame adivinar... Angus - Francis se sorprendió al escucharla.
- Sí... ¿Cómo supiste?
- No disimulas, Francis. Casi siempre estás cediendo paso, a todos menos a Angus. Y Angus últimamente nos estuvo hablando de vos, además sonríe si decimos algo de ti o de la leche. Es bueno que ya tengas más amigos.
- ... ¿De verdad? Bueno, eh... Sí, sí. ¿Y vos? ¿Qué tal fueron las ventas?
- Ah, fabulosas, no sabes. Casi se me agotan las manos de cocinar y cocinar, ¿vos?
- Que bueno, Nacha. Uhm... Bueno, no fueron tan malas este mes.
- Eso es bueno. Bueno, nos vemos.
- Sí... Hasta luego, Nacha, suerte con el viaje.
- Gracias, Fran. Estate atento al teléfono, por favor.
- Sí, sí.

Nacha palmeó suavemente el hombro de Francis antes de retirarse. Fran la vio entrar al patio, duro unos segundos allí y luego se retiró. Realmente había sido una experiencia muy fuerte para él el hablar así con más vecinos, pero se sentía alegro de al menos haber hablado y no estar tantos tiempo en el apartamento como siempre.

Subió rápido, quería acomodar todo para que nacha se quedase esa semana.

Su monoambiente era pequeño, pero aún tenía la estructura de una segunda cama para poner en caso de visita, y el colchón en el armario.

Limpio a profundidad está vez. Fue duro y difícil, pero pudo, y allí comenzó a armar la cama, aunque estaba teniendo problemas con las patas de esta. Hacía mucho ruido, tanto que uno de sus vecinos se acercó, tocando la puerta.

Francis se asustó, fue rápido a abrir. Era Mclooy.
- Mclooy, ¿qué pasó? ¿Qué necesita? - El humo de su cigarro rápido impacto sobre su cara.
- Hola, Francis. Yo nada, pero lo oí, parece tener problemas, ¿quiere mí ayuda?
- Mmh, bueno, yo... - Estaba a punto de negarse, pero quería hacer la diferencia. - Sí, señor Rudboys, me serviría mucho su ayuda. Mí hija viene esta semana, necesito poner su cama, pero tengo problemas en abrirle las patas, ¿me puede ayudar?
- Ay, hijos... Uno como padre siempre hará todo por ellos. Por supuesto, muestreme el problema querido.

Francis lo guió, mostrándole la cama tirada en el piso. Mclooy miro, echando una pequeña carcajada. Se acercó más y empezó a una por una abrir las patas. Francis estaba algo confundido de su actitud.

- Vení, querido, levantala por favor - Francis hizo lo que le pedía, finalmente las patas estaba estables.

Puso el colchón, y con ayuda de Mclooy armó la cama. Había quedado impecable.

- Wow... Gracias, señor Rudboys, no sé que hubiera hecho sin usted.
- Nada que agradecerme, Francis - Dijo, acariciando al gato del mismo. - Qué belleza, ¿cómo se llama?
- Oh... Miguel...
- Que lindo nombre... ¿Es como un hijo, no?
- Oh, sí, sí...
- Que lindo. Los animales son cosas hermosa. Yo tuve 3 perros a lo largo de mí vida, hermosa experiencia.
- Mmh... Sí, que lindo.
- ¿Y tiene alguna madre este mínimo?
- Mmh, no, lo adopte a el solo.
- Me refiero, ¿tenes pareja o salis con alguien, Francis?
- Uhm... - La pregunta lo tomo totalmente desprevenido. - No, señor Rudboys -
- Ya veo... También puede tener otro papá.
- ¿Qué?
- Lo que dije.
- ¿Insinúa que me gustan los hombres, señor Rudboys?
- No digo eso, pero digo, no sería malo que tuviera un segundo padre tampoco.
- No creo... Sería un poco raro, además, la homosexualidad es una enfermedad, yo creo que estoy bien.
- ¿Pero que dice señor Francis?
- ¿Eh?
- Señor Francis, yo no creo que la homosexualidad sea un enfermedad, es estúpido pensar que sí. Es solo algo que los hombres eligen, ¿me entiende? No es lo correcto, pero no me hacen daño a mí ni a nadie. Sabes, no estoy ciertamente de acuerdo con la homosexualidad, pero la tolero. Al final del día, son personas como vos y como yo, peculiares, pero personas. Si vamos a vivir todo el tiempo tratando a la gente de enferma por no elegir los caminos tradicionales, entonces todos estaríamos presos. Sinceramente no me parece bien esa decisión, pero es suya y no mía, así que solo queda aceptarlo. Si mañana Steven me sale con un novio, seguramente estaría algo decepcionado, pero le seguiría teniendo la puerta abierta, jamás se la cerraría, porque mientras el sea feliz yo también lo sere. Y bueno, si tienen hijos, tampoco estoy de acuerdo, pero supongo que tampoco tengo de otra, naturalmente todos queremos ser padres, y naturalmente todos queremos tener hijos. Mientras lo críen bien y salga un hombre hecho y derecho, o una dama honorable, bienvenido sea cualquier nieto. Así que no juzgué así a la gente, Francis, no estar de acuerdo no significa que empecemos a atacarnos los unos a los otros. No vea la homosexualidad como una enfermedad por mucho que se lo digan, solo como una elección errada, pero que hay que tolerar -.

Francis se quedó en un silencio tras escuchar todo aquello, pero asintió. Miro hacia abajo, "no hay que verla como una enfermedad, solo como una elección errada"... Esas palabras marcaron a Francis.

- Sí, señor Rudboys... Tiene razón usted...
- Desearía que los demás vecinos pudieran verlo así, pero sabe usted cómo son. Pero bueno, tengo que hacer la cena. Buena semana junto a su hija, querido Francis, hasta luego.
- Hasta luego, señor, gracias por todo.

Ambos se saludaron con un suave apretón de manos. Tras retirarse, Francis reflexionó profundamente de aquello que le había comentado. ¿Era la homosexualidad algo por lo que preocuparse tanto en realidad? ¿Era malo simplemente amar? ¿Era tan grave no tener una pareja del género opuesto?

Realmente, eran personas como el, como Nacha, como Francis, como Margarette, como todos, que eligieron amar de otra forma. Se sintió de algún modo aliviado, pensando eso, pero no sabía por qué. Suspiro, había tenido un largo día hoy, y el también tenía que cenar.

Realmente no sabía que lo haría, pero mientras charlaba con su gato, fue preparandola.

Fue una noche tranquila para ambos, y un día intenso. Pero muchas cosas aprendió gracias a ello. Y no podía estar más agradecido.

Sí, lo único que necesitaba este mundo era más tolerancia y menos odio... Que bonita era esa idea.

¿Oh no, Francis?

...

Holaa, gracias por leer. :D

Skksk, alto discurso el de Mclooy. Sinceramente, para mí todos son realmente homofobicos en el edificio. Pero personas como Mclooy, que solo quieren vivir la vida en paz, tratan de dar ese mensaje con tolerancia, hasta en el hecho de que tengan hijos.

No fue realmente el mejor capitulo, pero espero les haya gustado. Hasta el próximo, chao. Ya saben que después hago las correcciones.

Y muchas gracias por el apoyo y el amor que me han dado, los aprecio a montones. <3

Continue Reading

You'll Also Like

107K 13.2K 31
Itadori descubre una debilidad del rey de las maldiciones. Su esposa Natsumi Pero para eso debería entender la historia de ambos que se remonta en la...
144K 12.1K 49
Mia es una alumna con notas obresalientes quien además es la mejor amiga de Itadori Yuji, el menor de los gemelos más polémicos en toda la escuela. ...
80.3K 6.7K 63
Los cantantes son tan reconocidos que sus fans harian lo que fuera con tal de conocerlos incluyendo faltar al trabajo para ir a verlos. Karime Pindte...
97.7K 9.4K 66
👁️⃤ 𝘖𝘯𝘦-𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴, 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘴, 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 𝘦 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴 con los personajes de la serie: «🇬 🇷 🇦 🇻 🇮 🇹 �...