3. La visita.

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(Aviso que el capitulo será un poco largo).

Se marcaban las 5 de la tarde. El sol por afuera pegaba en las cortinas de tal forma que la sombra tatuaba el pequeño espacio en el que Francis vivia. La cocina no relucia, pero se notaban los esfuerzos del lechero por una mejor impresión.

Aunque en estos cuetro días no había logrado coincidir con Angus, sabía que estaba bien, bueno, quería pensar que estaba bien. Para sacarse aquellos pensamientos negativos, Francis acudía a intentar limpiar el lugar.

Empezando por tirar lo inútil, y pasar un poco la escoba. Dos pequeñas acciones que ya dejaban exhausto por demás al, no tan joven, lechero. Luego armar su cama, cosa que solo pudo hacer el día presente. Organizar el baño, los 3 días estuvo dedicando una parte del tiempo a aquello, y lo logro, bueno, lo suficiente para que no pareciera abandonado.

Pequeñas y simples tareas domésticas, pero que a personas como Francis, realizarlas era el reto más grande de sus vidas.

Pero impulsados por las personas correctas, valían la pena. Personas como Angus, que le irradiaba su confianza y la voluntad a una busqueda de la vida digna. Cosa que hasta entonces, no fue siquiera un cosquilleo de necesidad para Mosses, que mientras Miguel estuviera bien, él también.

-

Fijo miraba la ventana, recostado. Esto de no haber visto a Angus los últimos tres días, llenaba su corazón de miedo y su mente de preocupación, palpitaba la tensión que desde sus pies a cabeza, intentando buscar consuelo en explicaciones lógicas, o en última estancia, rebuscadas.

- Pudo haber tenido mucho trabajo... ¿O un dopple?... ¡No!, no... Él no... Él... ¿ÉL PUDO MORIR? NO...No... Él simplemente... ¿Y sí?... ¿Y si no quiso verme?... Oh... ¿Y si tiene más visitas justo hoy? No... No... Pero... Ugh...-. Francis se hablaba a si mismo, pese a que su gato amasara su mano que tocaba el piso, Francis no reaccionaba, incluso temblaba levemente.

Ser tan Introvertido y metido en sí provocaba que cualquier paso importante en sus relaciones lo llenarán de pensamiento, y por consecuente, sobrepensara después de cada mínimo acto, cómo lo que dijo, la manera que miro a la persona, los roces que tuvo, etc.

Ideas de que Angus se acercó por pena y ahora se alejaba por algo que hizo y no se dio cuenta, le carcomian más la cabeza que las ideas de su muerte a manos de un dopple. ¿Fue su paso tan lento lo que harto a Angus? ¿Si hubiera mantenido más vigente y mas frecuentemente contacto visual con el, le hubiera generado más confianza? ¿Si hablara más y con menos interjecciones, hubiera mantenido por más tiempo el interés de Angus?

Francis quedaba tieso ante no hallar respuesta alguna. Miraba al pasado y analizaba una y otra vez las escenas vividas, su lenguaje corporal en el momento, las expresiones de Ciprianni, el tono en el que se hablaban. Cuando encontraba alguna pista de que estaba todo bien, tres le hacían replantearse la idea.

Saco un gran suspiro, y cerro los ojos, manteniendo su mente en blanco el mayor tiempo posible.

Sus sospechas de que pudo haber sido agarrado por un dopple o confundido con uno tampoco eran por nada.

Los últimos días que estuvo trabajando, al atender a una casa, se topo con un dopple. El miedo lo invadió, por lo que no pudo hacer nada, su sistema simpático aún no lograba reaccionar. Fue solo cundo aquel doppleganger lo intentó atacar, que salió corriendo, no sin antes romperle una jarra de leche en la cara.

Tuvo suerte esa vez, porque el dopple lo perdió de vista y nunca más lo volvió a ver. Pero eso no significaba que estuviera fuera de peligro, y pensó, siendo que Angus por ser empresario, seguramente se encontraba y estaba en conjunto con varias personas, ¿pudo alguna ser un dopple? Le atemorizada pensar que en una de esas, uno se hizo pasar tan bien por un socio de Angus, que lo haya atacado. Pero tambien quería pensar en que el tenía sus propias medidas de seguridad y sabía defenderse.

"Conmigo a tu lado, nunca más te esconderas" Francis x Angus.Where stories live. Discover now