— Mom, we're leaving! — Exclamó Chiara desde la puerta de su casa, sujetando la mano de Elizabeth entre las suyas.
— Have fun, sweeties! — Respondió Emma desde la cocina, pues estaba preparándoles unas palomitas a Jasmine y Cassie, las cuales habían hecho muy buenas migas e iban a ver una película.
— ¿Estás segura de que confías en Chiara para que te lleve en coche? — Preguntó Pablo, el padre de Chiara, en mitad de una risa. — Porque es un desastre con el coche. — Elizabeth miró a Chiara con ambas cejas alzada y una expresión burlona, escuchando la risa de Pablo y viendo como Chiara miraba mal a su padre.
— ¡Papá!
— ¿No le has contado cuando estrellaste un coche contra…? — Chiara no le dejó acabar pues tomó a su novia y salieron de la casa, escuchando la carcajada de pablo desde el interior de esta. — ¡Pasadlo bien! ¡Y si Chiara estrella el coche llámanos, Liz!
— ¡Eso haré! — Exclamó la rubia riendo y notando un golpe en su brazo, mientras Chiara la arrastraba hacia el coche. — ¿Estrellaste un coche? — Preguntó con burla mientras se subía al asiento del copiloto.
— Cierra la boca. — Murmuró avergonzada, mientras arrancaba el coche y salía de allí.
— Torpe hasta para conducir. — Se burló la menor, mirando por la ventana, Menorca era precioso y le encantaba mirar el paisaje.
— Tú cállate que ni el carnet tienes. — Elizabeth la miró con una ceja alzada, sin saber como responder pues era completamente cierto.
— En mi defensa, iba a sacármelo pero entré a OT, y que yo sepa, la academia no tenía una autoescuela o coches. — Explicó la menor, cruzándose de brazos. Le hubiera encantado sacarse el carnet antes, pero cumplió los 18 en septiembre, se sacó el teórico y, para cuando quiso hacer el práctico, entró a OT.
— ¿Cómo que no? — Elizabeth miró a Chiara, la cual miraba hacia la carretera sonriendo suavemente. — ¿Y el coche de Naiara qué?
Elizabeth rodó suavemente los ojos con gracia, volviendo a llevar su mirada hacia la ventanilla, para después sacar su móvil y revisar por si le había escrito Claire. Le respondió y le contó como iba todo, lo bien que todo iba allí y lo feliz que era en casa de Chiara.
— Pon algo de música, es aburrido conducir sin música. — Dijo Chiara, aún sabiendo que el viaje iba a durar tan solo diez minutos.
— ¿Puedo elegir yo?
Chiara rió suavemente y asintió, viendo de reojo como Elizabeth celebraba emocionada. Esta abrió el spotify en su móvil y lo conectó a los altavoces del coche, para después darle al play a su playlist, y Chiara rió al escuchar la canción que había empezado a sonar.
— ¿I kissed a girl? ¿En serio? — Elizabeth alzó ambos hombros y Chiara rió aún más al ver que era la versión que ellas habían hecho.
— Es la mejor actuación de todo OT. — Se justificó la rubia cruzándose de brazos, viendo como Chiara seguía riendo.
— ¿Te imaginas que nos lo tatuamos? It would be crazy. — Dijo riendo, pero Elizabeth abrió sus ojos aún más, mirando hacia Chiara sonriente. — Liz, era una broma.
— Pero, ¿y si no? ¿Y si nos tatuamos IKAG? — Preguntó emocionada, viendo como Chiara hacía una suave mueca. — Es algo que nos marcó, y aunque lo nuestro en un futuro no salga bien, que espero que no, siempre será algo que recordaremos con una sonrisa, como un momento bonito…
Chiara la miró con una sonrisa y asintió suavemente, accediendo a lo que la menor le estaba pidiendo. Elizabeth festejó emocionada, dejando que la canción siguiera sonando en los altavoces.
— Estoy emocionada porque vayas a conocer a mis amigos. — Susurró Chiara, poniendo la mano que no llevaba en el volante en la pierna de Elizabeth, la cual sonrió suavemente.
— Y yo emocionada por conocerlos. — Ambas compartieron una mirada y sonrisa, hasta que Elizabeth miró al frente y abrió sus ojos asustada. — ¡Chiara el puto banco!
— Shit!
Chiara pegó el mayor giró de su vida esquivando un banco que había allí, en una curva, pues no había visto la curva y habían estado a punto de comerse el banco que había en la hierba. Cuando lo esquivaron Chiara frenó el coche pues justo había un sittio para aparcar y ambas se miraron, para después reír.
— Esto se lo voy a contar a Pablo. — Dijo Elizabeth riendo, y Chiara le golpeó el muslo sin ningún tipo de delicadeza. — ¡Te voy a denunciar por maltrato!
— ¡Pues no se lo digas a mi padre que me quita la herencia!
— ¡El coche te tendrían que quitar! ¡Eres un peligro al volante!
Ambas se quedaron unos segundos mirándose y rieron, para después salir del coche. Chiara no tardó en llegar a donde ella y unir su mano con la de su novia, entrelazando sus dedos con una sonrisa.
— Mis amigos te van a encantar, ya te aman, me lo han repetido veinte veces. — Dijo riendo, mientras llegaban a una mesa de madera que había en mitad de una gran explanada, entre árboles y junto a otras mesas, por suerte no había mucha gente por lo que podrían estar tranquilas.
— Estoy un poco nerviosa. — Confesó Elizabeth, mordiendo su labio inferior.
— No tienes por qué, amor. — Chiara empezó a acariciar el dorso de sus manos, con una pequeña sonrisa. — Son gente normal. Bueno, no, pero son muy majos, te lo aseguro. Además, son solo cuatro, mis mejores amigos, a los demás ya te los presentaré cuando volvamos a Menorca y nos vayamos un día de fiesta.
— Aún así, son tus amigos, son importantes para ti, ¡imagínate que meto la pata y me odian!
— No van a…
— ¡Chiara!
La conversación de ambas chicas se vio interrumpida por una voz llamando a la pelinegra, y de repente Elizabeth sintió como su estómago y garganta se le cerraban. Tragó en seco viendo como su novia la miraba con una sonrisa, tratando de tranquilizarla, y después se levantó a abrazar a dos chicos y una chica que estaban llegando hacia donde ellas.
Elizabeth se quedó quieta en aquella mesa, mientras pensaba qué debía hacer. ¿Levantarse a saludar? ¿Quedarse sentada? ¿Acercarse a ellos? Decidió sin más levantarse y esperarles allí, pero de pie.
Vio como Chiara se separó del abrazo con los otros tres y se acercaron a ella. La chica la miró con una pequeña sonrisa y los otros dos la saludaron con la mano. Elizabeth imitó el gesto de los dos chicos justo cuando llegaron a donde ella.
— Chicos, os presento a Elizabeth, mi novia. — La rubia notó sus mejillas sonrojándose, a la vez que la amiga de Chiara soltaba una pequeña risa, y uno de los chicos le daba un pequeño codazo.
— Lo siento. — Susurró la chica, estirando su mano hacia Elizabeth. — Me llamo Adrianna, me alegro muchísimo de conocerte por fin, esta nos ha estado dando la lata contigo desde que salió del programa.
Elizabeth rió al ver como Chiara le daba un pequeño golpe a Adrianna, mandándola callar, a la vez que los otros dos chicos reían, estando de acuerdo con las palabras de su amiga. El siguiente en presentarse fue un chico rubio, bastante alto y que llevaba un gorro de lana puesto.
— Yo me llamo Josué, y estoy completamente de acuerdo con las palabras de Adri. — Chiara rodó sus ojos sonrojada, cruzándose de brazos, viendo como su novia reía con sus amigos.
— Y yo soy Joan, y opino lo mismo que estos dos. — Se presentó el chico castaño, el cual tenía un pendiente en su oreja izquierda.
— ¿Habéis venido a avergonzarme o a conocer a Elizabeth? — Preguntó Chiara muerta de vergüenza, y Elizabeth rió, pasando un brazo por sus hombros.
— Ambas cosas, un dos por uno. — Sonrió Adrianna, sentándose en la mesa. Los demás la siguieron, sentándose chicas en un lado y los chicos en el otro. — Martina ha dicho que llega en nada, que ha perdido el bus y le tiene que pedir a su padre que la traiga.
— Siempre pierde el bus. — Explicó Joan mirando hacia Elizabeth. — Porque vive en la periferia de la isla y el bus solo pasa por el centro.
— Sí, creo que he oído hablar de la famosa carretera de Menorca. — Chiara rió suavemente ante las palabras de su novia y dejó un corto beso en sus labios.
— Oye yo me estoy comportando muy normal pero ya no puedo más. — Dijo Adrianna, cambiándose de lado para ponerse al lado de Elizabeth, pues antes se había puesto al lado de Chiara. — Tía, ¡eras mi favorita ahí dentro! Sin contar a Chiara, claro. ¡Me encantó la actuación de Barbie&Ken! Creo que ha sido mi favorita de toda la edición. — Elizabeth rió suavemente.
— Joder, pues me costó hacerla…
— Ya, lo sé, seguí el 24 horas todos los días. — Elizabeth miró hacia Josué y Joan cuando Adrianna habló, viendo como ambos chicos asentían.
— Estaba completamente obsesionada. — Dijo Josué riendo, y Adrianna alzó ambos hombros, restándole importancia. — A mi me encantó Barbie&Ken, pero de tus canciones en solitario la mejor fue Gossip, sin ningún tipo de duda.
— ¡Qué decís! — Interrumpió Joan, negando. — La mejor sin duda fue o Teenagers o Human.
— ¿Por qué nadie habla de Vampire o All I want? — Siguió una voz a sus espaldas, asustando a las tres chicas que estaban sentadas en la mesa.
— ¡Martina! — Exclamó Chiara, levantándose para abrazar a su mejor amiga, ya que de los presentes era la que había estado con ella desde que se mudó a España.
— Quita quita, que a ti te tengo muy vista. — Bromeó Martina recibiendo un golpe por parte de Chiara. — Te has vuelto una agresiva desde que entraste a OT, que lo sepas. — Dijo riendo, saludando a Elizabeth con un abrazo. — Hola, soy Martina, soy…
— ¿La chica que vive en la periferia y por lo tanto siempre pierde el bus? — Martina rió suavemente ante las palabras de Elizabeth, para después asentir suavemente.
— La misma, veo que ya te han hablado de mí y mi gran dilema. — Ambas chicas rieron y Martina se sentó al lado de Joan.
— Bueno, yo tengo una pregunta para Elizabeth. — Dijo Josué, y Elizabeht lo miró, mientras Chiara ponía una mano en su pierna. — ¿Qué se siente estar de novia con la más picaflor de Menorca?
— ¿Cómo? — Preguntó la rubia mirando hacia Chiara, la cual miraba a Josué a la vez que negaba.
— Ay, que no lo sabías… — Chiara sintió ganas de matar a su amigo en esos mismos momentos, sabía lo bocazas que podía llegar a ser, pero no esperaba que dijera eso cuando aún no habían tenido Elizabeth y ella la charla de sus exparejas o de su pasado en general.
— No, no tenía ni idea. — Susurró la rubia, mordiendo el interior de su mejilla, y Joan se encargó de propinarle una colleja a Josué.
— Bueno, cambiemos de tema, ¿no? — Propuso Martina, mientras Chiara le daba un pequeño apretón a Elizabeth en la pierna, y esta la miró, con una pequeña sonrisa pero con algunas dudas e inseguridades golpeándole.
Chiara conocía esa mirada, sabía que Elizabeth de repente tenía esa vocecita en su interior encargándose de hacer ruido en su interior, con dudas e inseguridades, Chiara lo sabía. Acarició con cuidado su muslo, tratando de tranquilizarla, luego hablaría con ella sobre ese momento de su vida.
— Te juro que yo hubiera apostado por decir que Chiara sería la última del grupo en conseguir pareja. — La inglesa miró a Martina ofendida, mientras esta reía. — Pero ha sido la primera y ahora estamos todos solteros menos ella.
— No es mi culpa que la comunicación no se os de bien. — Se burló la pelinegra, y Martina le hizo una peineta. Elizabeth cambió su mirada de una a otra, algo confundida. — Luego te cuento. — Susurró Chiara hacia la rubia, dejando un beso en su mejilla.
Siguieron hablando durante un rato, mientras Elizabeth intentaba acallar sus pensamientos y dudas, ese era el pasado de Chiara, no era así ahora y se lo había demostrado, no tenía por qué tener dudas con ella. Fue entonces cuando su móvil empezó a sonar, y la menor suspiró suavemente al ver que era su hermana mayor, sabiendo qué iba a decirle.
— Ahora vuelvo. — Murmuró levantándose de donde estaba sentada, mientras Chiara le seguía con la mirada.
— Es muy mona y se nota que está pilladisima de ti. — Dijo Martina según Elizabeth se alejó un poco.
— Sí, sí, ¿pero Chiara de ella? Ni siquiera con Irina la había visto tan pillada. — Chiara rodó sus ojos al escuchar aquel nombre mientras sus amigos seguían hablando.
Por otro lado, Elizabeth se alejó un poco de ellos y aceptó la llamada de su hermana, sabiendo que posiblemente le diría algo sobre los juicios con sus padres.
— ¿Que pasa Claire?
— Joder, yo también me alegro de hablar contigo. — Elizabeth rió suavemente, rodando sus ojos.
— Hola, Claire, ¿Cómo estás? Me alegro de poder hablar contigo. Ahora, ¿que pasa?
— Es por el juicio con papá y mamá. — Elizabeth suspiró suavemente, borrando su sonrisa. Aunque ya sabía que la llamada iba a tratar sobre eso, aún le costaba aceptar que tendría que ir a unos juicios para culpar a sus padres, unos juicios donde estaría peleando por mandar a sus padres a la carcel.
— Me lo imaginaba…
— Mañana será el primero, en Madrid, dos horas después de tu llegada. — Elizabeth suspiró, nerviosa, con ganas de vomitar y con la garganta completamente cerrada. — He quedado con la abogada una hora antes en la puerta, ¿vendrás?
— Sí, claro… — Elizabeth tragó en seco, sintiendo que en cualquier momento vomitaría. — Iré con Kiki al piso en el que nos quedaremos y voy seguido.
— Vale, genial… — Se quedaron durante unos segundos calladas, hasta que Claire volvió a hablar. — Hay una psicóloga en Madrid… Creo que te irá bien ir, Lizzy…
— Sí, lo sé… — Elizabeth suspiró, pasando una mano por su pelo, sin notar como Chiara la miraba algo preocupada. — Te dejo, estoy con Chiara y sus amigos y no quiero que se preocupen. Nos vemos mañana.
— Hasta mañana, Liz.
En mitad de un suspiro cortó la llamada, con ojos llorosos. Aún no asumía todo lo que iba a pasar en su vida a partir de esos momentos, aún no asumía que tendría que mandar a sus padres a la carcel, seguían siendo sus padres, ¿no? No podía mandarles allí, por mucho que le hubieran hecho…
La primera lágrima cayó por su mejilla y, como si de un rayo se tratase, Chiara se levantó corriendo de donde estaba y se acercó a ella para abrazarla, con fuerza, impidiéndole caer al suelo, impidiéndole sentirse sola.
— I'm here, I'm with you, love… — Susurró Chiara, sintiendo como Elizabeth correspondía a su abrazo escondiendo su cara contra el cuello de su novia.
— No estoy lista para lo que se viene… — Murmuró Elizabeth, tratando de no llorar.
— Lo sé, y es normal. — Respondió Chiara, separándose de ella y tomando sus mejilla de manera suave. — Pero pase lo que pase yo estaré contigo, ¿vale? no dejaré que caigas.
— No se si puedo hacerlo…
— Claro que puedes, eres muy fuerte, Lizzy, en serio. — Siguió hablando la pelinegra, dejando un pequeño beso en su frente. — Estaré contigo, pase lo que pase, ¿vale?
— ¿Siempre?
— Always…
...
EMPIEZA LO BUENOOO
Amo a Kiki y Elizabeth, se hacen muchísimo bien entre ellas y es lo que quiero dejar claro en cada cap, espero que se vea JAJAJAJSJ
Espero os guste la historia jsjsjs
Besis de fresis,
¡Nos leemos!