Adachi to shimamura Novela V...

By KattXena

170K 7.5K 9.5K

PDF's en los comunicados, o pueden pedírmelos directamente Estado: Actualmente a día con la traducción al in... More

Shimamura en el gimnasio
Capítulo de bonificación: "Yashiro: La visitante"
Adachi's Q
Capítulo de bonificación: "Carnicería: La visitante"
Extraña Adachi
Capítulo de bonificación: Carnicería: La Visitante (2 )
Navidad en curso; pensamientos de Adachi
Capítulo de bonificación: Yashiro: La visitante (2)
Navidad en curso; Pensamientos de Shimamura
Capítulo de Bonificación: "Carnicería: La Visitante (3)"
Álbum Blanco
Capítulo de Bonificación: "Yashiro: La visitante (3)"
Muslos llenos de marcas
Senos serios
Epílogo
Volumen 3
Adachi de hoy
Elige una guarnición de chocolate para mí
Capítulo de Bonificación: "Carnicería: La Visitante (4)"
Adachi de hoy
Resplandor que alcanza el sol: Heliotropo
Capítulo de bonificación: Yashiro: La visitante "4"
Adachi de hoy
Espinas que tejen el pasado: Rosa Vieja
Capítulo de bonificación: "Carnicería: La Visitante (5)"
Adachi de hoy
Y luego, el amor que abraza a la santa madre: Marigold
Capítulo de Bonificación: "Yashiro: La Visitante (5)"
Adachi de hoy
Sakura "Cuando brillan las oraciones"
Epílogo
Volumen 4
Sakura y primavera
Capítulo de Bonificación: "Casa de Hino: La visitante (1)"
Adachi de hoy
Primavera y luna
Capítulo de Bonificación: "Yashiro: La Visitante "6"
Luna y voluntad
Capítulo de Bonificación: "Casa de Hino: La visitante (2)"
Voluntad y Amistad
Capítulo de Bonificación: "Yashiro: La visitante (7)"
Adachi de hoy
Amiga y Amor
Capítulo de Bonificación: "Casa de Hino: La visitante (3)"
Adachi de hoy
Amor y Sakura
Epílogo
Volumen 5
Si todos fueran pequeños
Iré a verte, incluso si no dices nada
Adachi de hoy
Dejando azul oscuro
Capítulo Extra: "Nagafuji: La visitante (1)"
La Espada de Shimamura
Capítulo extra: "Yashiro: La visitante (8)"
¿Son almas compartidas? (Parte 1)
¿Son almas compartidas? (Parte 2)
Capítulo de Bonificación: "Nagafuji: La visitante (2)"
Resucitación de Adachi
Capítulo de Bonificación: "Yashiro: La visitante (9)"
Epílogo
Volumen 6
Recuerdos Agridulces
Adachi de hoy
Más allá del Calendario
Capítulo de Bonificación: "Nagafuji: La Visitante Picara"
Adachi de hoy
Perro de ciudad natal
Capítulo de Bonificación: "Yashiro: La visitante (10)"
Adachi de hoy
Problema de Afecto
Capítulo de Bonificación: "Hino: El Retorno"
Adachi de hoy
Vuelo
Epílogo
Aviso
Volumen 7
Si no se hubieran encontrado en el segundo piso del gimnasio
Adachi de hoy
Sintiendo tu sonrisa
Si Adachi hubiera permanecido como al principio
Adachi de hoy
Paz momentánea es todo lo que necesito (Parte 1)
Paz momentánea es todo lo que necesito (Parte 2)
Capítulo de Bonificación: "Hino y Nagafuji"
Adachi de hoy
Serie de palabras comunes
Capítulo de Bonificación: "¿Yachii? La visitante"
Adachi de hoy
Orando tranquilamente
En este mundo
Epílogo
Volumen 8
Viaje allá
Nuestro primer viaje (Parte 1)
Nuestro primer viaje (Parte 2)
Hino y Nagafuji
Yachii la Visitante
Nuestro primer viaje (2)
Viaje de regreso
Epilogo
Volumen 9
:)
Joven Hougetsu Shima
Shimamura y Adachi
Akira
Taeko
Capítulo de Bonificación
Tempestad de Sakura -Pergaminos Navideños-
Capítulo de Bonificación: Shimamura, Adachi y Navidad
Porque nuestra relación no está tan limpiamente cortada
Epílogo
UnU
Novela Especial del Anime: CHITO
Novela especial de anime 2: Shima
El secreto de la familia Shimamura
Novela especial BD 3: Mura
Novela Especial BD 4: ADA
Volumen 10
Hermana fantástica
Alejándose del sentimiento
Sé tú misma
The Sakura's Ark (parte 1)
The Sakura's Ark (Parte 2)
Sueño de Dos
La Cuna de la Luna
Mantener la Esperanza
Flores de cerezo para las dos.
Hear-T
Epílogo
Volumen 11
Estrellas blancas en la noche negra
Nunca 8
Pequeño Ancestro
Alguna vez 15
Más allá del bucle finito
Verano 18
No sólo es el verano
Recuerdo 22
Epílogo
Volumen 99.9
Halo Solar
______ y _________
Volumen SS
Alguna vez, hubo un tiempo de oro... (Part. 1)
Alguna vez, hubo un tiempo de oro... (part. 2)
...Un tiempo de plata...

... y un tiempo de cobre

330 12 6
By KattXena


"A = B = C"

Observando a la alienígena que ahora vivía con nosotros, pude ver muchas similitudes entre ella y Hougetsu cuando era pequeña.

Eso sólo podía significar una cosa: mi hija era alienígena.

Lo cual, siendo su madre, ¡me convertía a mí también en alienígena! Qué revelación más sorprendente.

Decidí compartir este secreto con mi marido. Esta fue su reacción:

"¿Sí? Supe que eras extraterrestre en cuanto te conocí".

Luego volvió a lavarse la cara. ¿Era un cumplido?

"¿Eso fue un cumplido?" No respondió.


"Vivir de sueño en sueño"

Mi esposa había salido de un matorral de bambú.

Así nos habíamos conocido. Aún lo recordaba como si fuera ayer.

Llevaba la cabeza cubierta de hojas, tantas que me pregunté si las había cogido del suelo y se las había echado encima.

Según me explicó, aquel matorral pertenecía a una familia rica y famosa, de la que ella no formaba parte, y lo había explorado al azar. Todavía pienso a veces en aquel momento, en cómo sonreía con su uniforme escolar.

Su sonrisa no había perdido intensidad desde entonces.

Tenía esa energía alegre, capaz de compartir su alegría con cualquiera que hablara con ella.

Habían pasado muchos años desde aquel día. Ahora vivíamos en la misma casa y teníamos dos hermosas hijas... y un extraterrestre.

Sí, supongo que era un poco extraño.

Además, una de esas hijas estaba a punto de mudarse pronto.

"Huh..."

"¿Oh? ¿Qué pasa? ¿Aburrido?"

Mi esposa entró en el salón. Su mandíbula estaba húmeda, señal de que ella también se había lavado la cara.

"Si estás aburrido, entonces podría tratar de animar las cosas."

"Vaya, gracias".

Imaginé que, como de costumbre, sólo conseguiría animarse ella, pero daba igual.

Mi esposa se sentó a mi lado y empezó a masajearme los hombros.

"Entonces, ¿qué tienes en mente? A menos que vayas a decirme que vas a dejar tu trabajo para hacerte leñador, nada de lo que digas puede escandalizarme".

"¿Alguna vez he conseguido escandalizarte? No, sólo estaba recordando cuando te propuse matrimonio".

"Hmm", se quejó ella, enarcando las cejas. "Directo a lo agridulce".

No había nada en este mundo que ella temiera, a excepción de las conversaciones serias. Nuestra hija mayor lo había heredado de ella. Mi esposa no paraba de decir que las niñas se parecían más a mí que a ella, aunque, para ser sincero, yo no veía en qué.

Supongo que nuestra hija menor se portaba bastante bien, pero eso era todo.

"Sé que eres alérgica a este tipo de cosas, así que seré breve".

"Gracias."

"Sinceramente, no puedo creer que te tomaras a la ligera todo el asunto. Si mal no recuerdo, tus palabras exactas fueron 'eso también podría ser divertido'. Todavía no sé a qué se refería ese 'también'".

¿Había acaso algún otro hombre en el que hubiera puesto sus ojos, un camino diferente en la vida que podría haber elegido en lugar de mí?

Obviamente, ya era demasiado tarde para volver atrás, para cualquiera de los dos, pero aún así no podía evitar preguntármelo.

A todo esto, mi esposa simplemente ladeó la cabeza. "¿De qué estás hablando?"

"Eso es lo que quiero saber".

"Espera. A ver si me acuerdo... Hmm... Esto pasó en un restaurante, ¿no? ¿Uno con una hermosa vista nocturna?"

No me sorprendió que se equivocara; me sorprendió que se equivocara tanto.

"Estábamos comiendo carpaccio, ¿verdad?"

"No."

"Mierda. Déjame pensar, déjame pensar... ¡Oh! Espera, no... Eso fue algo que se me ocurrió en el instituto..."

Murmurando para sí misma, miró a la pared. Recordar cosas no era su especialidad. La mitad de las veces ni siquiera recordaba los nombres de las personas. A pesar de su apariencia amistosa, parecía bastante claro que no le importaban demasiado los demás.

Al cabo de medio minuto, se dio por vencida y sonrió.

"Ese día pertenecía a mi del pasado, no a mi yo del presente".

"Puedes decir que lo olvidaste".

"¡Lo siento!"

De todas las opciones que tenía, había elegido la que la llevaba a mí. Eso era todo lo que necesitaba saber.

"También estaba pensando en Hougetsu".

"¿Hougetsu? Sí, hablemos de ella".

No podía evitar sentir que cualquier tema que yo sugiriera habría provocado una reacción similar en ella.

"Sí..."

Pronto se mudaría de casa para vivir con su pareja.

Su pareja. La compañera de mi hija. Y no una compañera cualquiera, sino una novia. Me sorprendió la primera vez que me lo dijo, claro, pero luego me di cuenta, noté cómo había empezado a sonreír mucho más que antes. Conocer a alguien con semejante efecto en ella no podía ser algo malo.

Aunque ya sabía quién era esa persona y cómo era, también era cierto que aún no había tenido una conversación real con ella.

Como su padre, ¿realmente estaba bien que la dejara ir así?

"Me pregunto si deberíamos hablar con esa chica primero, y ella con sus padres también. ¿O es ir demasiado lejos?"

"Ya veo, ya veo. Así que estás interesado en ver qué tipo de personas son los padres de la futura esposa de nuestra hija."

Nadie estaba hablando de matrimonio todavía. Además, yo no lo diría necesariamente así.

A diferencia de ella, no todas mis acciones eran impulsadas por simple curiosidad.

"De acuerdo. Déjamelo a mí".

Una amplia sonrisa apareció en su cara, como si se le acabara de ocurrir la mejor idea de su vida.

Así sonreía cuando estaba decidida a hacer realidad un sueño.

Igual que ahora, igual que entonces.

El tiempo siguió su curso. Se mudaron, y de hecho se casaron, y se dijeron muchas cosas.

"¿Qué clase de carpaccio era?" De ninguna clase.


"A medida que crezco"

"¡Vamos al acuario!" soltó de repente mamá mientras cortaba el pan.

"¿A qué viene esto?"

"Es que creo que sería divertido".

"Vale".

Viendo que no iba a recibir una respuesta sensata, papá simplemente decidió abandonar su línea de interrogatorio. Sabia decisión; una vez que se ponía así, nadie podía hacerle frente a mamá.

"De repente recordé que quería ir allí hace años".

"¿Un acuario?"

Fue Yachii quien habló esta vez, su tostada contenía más mermelada que pan.

"Hmm... Nunca has ido, ¿verdad?"

"No, pero lo sé todo sobre ellos".

Sus mejillas, más suaves que el pan, rebotaron.

"Papá me lo contó. Es como un edificio de apartamentos para peces".

"Sí, supongo que es una forma de decirlo." ¿No lo era?

En primer lugar, los peces no se habían trasladado allí por su propia voluntad.

"¡Levanten la mano si tienen otros planes para mañana!"

"Supongo que no."

Papá sonaba resignado. "Yo también iré." Por qué no.

"Hmm."

Todos ignoraron a Yachii.

Sinceramente, no me pareció una mala forma de pasar el día. Hacía tiempo que no íbamos a ningún sitio con toda la familia y lo echaba de menos.

Además, ¿a quién no le gusta el pescado? Ciertamente yo no. Todavía mantenía un pequeño acuario propio.

"Y hasta podemos reservar las entradas por internet. La tecnología es increíble".

Después de fregar los platos, mamá se dirigió al salón y saltó al sofá. Sacó su smartphone y empezó a darle golpecitos. Mientras, papá me miraba a mí y luego a Yachii, contando con los dedos.

"Adultos, dos. Niños..."

El dedo de mamá se detuvo de repente y levantó la cabeza.

"Huh."

Me dio una palmadita en la cabeza.

"Supongo que ya tienes edad suficiente para contar como adulto".

Volvió a mirarme, como para asegurarse. Pues sí. Claro que sí. Ya estaba en el instituto, el pelo de papá había empezado a encanecer, los brazos de mamá empezaban a adelgazar.

Y luego estaba mi hermana.

Mamá finalmente se volvió para mirar hacia otro lado, dejando escapar un profundo suspiro.

"Esto va a salir caro...".

"¿Y por qué me lo tienes que decir a la cara?".

Jajaja, se río. Siempre tan grosera esta mujer. "En cuanto a ti, no vamos a mencionar tu edad, y vas a pasar por un niño de primaria muy bien".

Envolvió a Yachii con sus brazos y tiró de ella para alejarla de la cocina hacia donde había estado intentando escabullirse.

"Nadie lo creería aunque se lo dijéramos".

Cierto. Según ella, Yachii tenía seiscientos y pico años. El número cambiaba cada vez que le preguntaba, así que llamémoslo seiscientos. ¿Estaría mintiendo? No lo creo.

Y aunque lo hubiera hecho, no me importaba.

Habían pasado años desde que conocí a Yachii, pero en todo ese tiempo no había envejecido ni un solo día.

Lo único que había cambiado era la opinión de la gente de esta casa sobre su pelo azul.

•••

De pie en medio del aparcamiento, lleno hasta los topes de coches, podía sentir el viento rozando violentamente mi ropa.

Así era siempre el viento de invierno, inquieto, como si tuviera prisa por llegar a alguna parte.

El acuario. ¿Cuándo había estado aquí por última vez?

Rebusqué en lo más profundo de la bóveda de mis recuerdos, pero no apareció nada.

Agarré la mano de Yachii. Je. Aunque en realidad no era su hermana, a veces me sentía como si lo fuera, ¿no?

Hablando de Yachii, casualmente hoy iba disfrazada de nutria marina, lo que supongo que todo el mundo interpretó como que formaba parte del espectáculo, ya que al menos una docena de personas nos pararon para hacerle una foto. Por suerte, no pareció molestarle lo más mínimo. Tampoco le molestó a mamá, que no paraba de posar con ella como si fuera un miembro más del personal.

"Qué curioso. Pensé que este disfraz me permitiría pasar desapercibida, pero parece haber tenido el efecto contrario", reflexionó la nutria, que acababa de terminar su última sesión de fotos. Al parecer, ésa era la razón por la que se disfrazaba de distintos animales. Pero por qué pensaba que la gente no prestaría atención a una criatura marina caminando por tierra.

"En realidad creo que encajas bastante bien". En más de un sentido.

"¿En serio? Eso es bueno".

Ho-ho-ho, se rió. Qué adorable era. Tomando su mano, no pude evitar sonreír.

Con mamá a la cabeza, nos abrimos paso entre la multitud de gente hasta llegar a una sala de exposiciones algo menos concurrida, donde pasamos un rato observando las medusas. Después nos dirigimos a una zona llamada el Océano de las Sirenas. Allí se encontraba la criatura más especial del acuario: el dugongo. La sala era un poco más tenue que las demás y, por alguna razón, todas las luces eran verdes.

Esto, a su vez, hizo que el tanque donde vivía el dugongo también pareciera verde.

Observamos cómo la criatura nadaba por su océano privado, rodeada de otros peces más pequeños.

"Hohoho. Así que esto es un dugongo..."

"Sí."

Yachii miraba intensamente a la criatura. Incluso se podría haber dicho que lo estaba estudiando. No tenía ninguna duda de que ella misma se convertiría en un dugongo uno de estos próximos días.

"¿Hmm? ¿Dónde ha ido mamá?"

Había estado justo delante de nosotras la última vez que había mirado, pero ahora no aparecía por ninguna parte.

"Se fue corriendo a la tienda de recuerdos". Parecía que quería comprarle algo a Hougetsu.

"No sé por qué no esperó a que estuviéramos juntos..."

"Huh."

Supongo que le gusta moverse mucho por ahí, concluyó papá, sonando asombrado y divertido a partes iguales.

"Predigo que comprará un manju de nutria y un senbei de dugongo".

Llámalo intuición, sonrió Yachii. Eh. Un recuerdo para mi hermana.

No había pasado tanto tiempo desde que esas palabras no hubieran tenido sentido juntas.

Mamá, papá, ella y Yachii.

Como los postes de una tienda de campaña, habían mantenido unida a nuestra familia, dándole su forma, una forma que yo había creído tontamente que duraría para siempre. Y así fue, durante años, pero por fin aquellos días tan agradables se habían agotado.

Al darme cuenta, casi me echo a llorar. Por suerte, Yachii estaba aquí. La abracé fuerte y, al hacerlo, sentí que me calmaba.

"¿Oh? ¿Pasa algo?"

Sus piernas colgaban en el aire mientras la luz verde del acuario teñía su pelo de turquesa. Y sin embargo, siempre la tendría. Pasara lo que pasara, cambiaran las cosas como cambiaran, siempre tendría a Yachii.

Ni siquiera algo tan fundamental como el concepto de familia estaba a salvo del paso del tiempo.

Todo lo que tenía, algún día lo perdería, y no había nada que pudiera hacer al respecto.

El acuario, el dugongo, todo este mundo, acabaría convirtiéndose en polvo.

Nada podía durar para siempre. Excepto por...

"Probablemente tengas una larga vida por delante, Yachii."

Una vida incomprensiblemente larga. Tal vez incluso eterna.

Yo no podía hacer que durara para siempre, pero tal vez ella sí.

"Por favor, piensa en nosotros cuando nos hayamos ido."

El tiempo era realmente cruel. Te daba la ilusión de que los buenos tiempos durarían para siempre, mientras te robaba lentamente las cosas que más amabas.

Mi hermana se había ido. Aparte de las pocas ocasiones en que venía a visitarnos, no podría volver a verla. Todavía íbamos al acuario, comíamos en un restaurante.., hacer cosas en familia, pero mi hermana nunca volvería a ser parte de ello.

La época en que estábamos papá, mamá, yo... Y mi hermana.

"Por supuesto."

Extendió los brazos antes de apuntarme con ellos.

Luego sonrió, con los labios ligeramente azules.

"No te preocupes. Cómo, cuándo, dónde, siempre estaré ahí". Mirándola fijamente a los ojos, volví a ver la amplitud del cosmos.

El púrpura de las nebulosas, la oscuridad del vacío, el centelleo de las estrellas, todo mezclado en sus ojos, contando una historia.

Una historia de un mundo que va más allá de nuestra imaginación, que no se rige por las reglas que consideramos absolutas.

Tal vez no fuera capaz de entender sus palabras, pero no importaba, porque sus ojos me decían todo lo que necesitaba saber.

Que al final todo iría bien.

"Ahora me siento mucho mejor. Gracias".

"De nada".

Yachii se giró hacia el acuario.

Durante unos instantes, nos quedamos mirando al dugongo.

Suavemente, con su cola danzando, la criatura vagaba por el océano que le había sido concedido.


"Imaginario, Simbólico, Real mediante la apertura del tercer ojo"

#$$$#$#$#$##$#$##$##$$$$$$$$############# #$#$#$###$#$$$$#$#$#$###$#$##$$$####$$#$$$$

$$#$$$$$$#####$$$#$#$#$##$$$##$#$$$$$$$$$$$

$$$$$######$#$#$#$#$#$#$#$#$#$#$#$####$# Adaptación de los sistemas verbales al entorno actual. Completado. Restablecimiento de la consciencia. Confirmar el funcionamiento correcto de los globos oculares mímicos. Estabilizar la rotación de los ojos. Todos los sistemas de mímica operativos. Analizando niveles de aire. Control espacial iniciado. Reconocimiento de la difusión de la información. Distancia de movimiento asegurada. Reescritura instantánea reconocida. Análisis de la temperatura del aire. Ajuste de la firmeza del pelo. Homogeneización de la densidad corporal completada. Procesamiento de la resistencia al aire. Funcionamiento de todos los circuitos. Conexiones de alta dimensión aseguradas. Calculando la ubicación actual de los humanos. Mamá, gimnasio. Papá, trabajo. Shou, escuela.

"Percibo a Shimamura."

Onda propia bilineal reconocida. Calculando distancia a partir de velocidad. Completado. Reescribiendo datos. Completado.

Esperando. Esperando. Esperando. Esperando. Esperando. Esperando. Esperando. Esperando. Esperando. Esperando. Esperando. Ugh. Esperando. Esperando. Esperando. Confirmando llegada. Preparando un saludo.

"¡Bienvenida a casa!"

"Gracias. ¿Vigilaste la casa como te dije?"

"Absolutamente."

"Más bien te echaste absolutamente una siesta. Todavía puedo ver las marcas que la almohada dejó en tu cara. Además, ¿qué eres hoy? ¿Un rinoceronte?"

Contacto con la cabeza mímica inminente. Volviendo los cuernos blandos.

"Oh, trajiste algo".

"Claro que sí. ¿Quieres adivinar qué es?"

Cambio en la onda propia detectada. Análisis completo del material imposible. Se ha producido una excepción. Posponiendo. Cambiando objetivos. Analizando bolsa de papel. Análisis de material completo. Sodio. Potasio. Magnesio. Fósforo. Hierro. zinc. Cobre. Manganeso. Yodo. Selenio. Cromo. Molibdeno. Retinol. Ácido fólico. Ácido Pantoténico. Biotina. Carbohidratos. Diversas proteínas formadas por aminoácidos.

La respuesta: Dona.

"¡Yay!"

Yaaaaaay. Yay yay yay.

Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyy.


Continue Reading

You'll Also Like

3.6K 186 20
Ser adolescente nunca fue fácil, y no es una excepción para Serena, de 18 años, cuya vida se pone patas arriba cuando es aceptada para estudiar en la...
2.8K 334 12
Gracias por cada sonrisa, por cada beso, por cada momento contigo. GRACIAS
217K 16.7K 40
La gente siempre dice que el corazón nunca escucha a la razón, que es imposible escoger de quien o no enamorarse y que todo eso está fuera de tus man...