El sol de QishanWen☀️

By pilar_celestial_

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Wei Wuxian o ahora conocido como "La nueva Madam Wen" pone en orden a todo el mundo de la cultivación. More

Capítulo 1: Sin remordimientos
Capítulo 2: Conflicto Interno
Capítulo 3: Nunca es suficiente
Capítulo 4: Nunca es suficiente parte 2
Capítulo 5: Pequeños soles
Capítulo 6: Rojo
Capítulo 7: Con dos a la vez
Capítulo 8: Con dos a la vez Pt.2
Capítulo 9: Arrepentimiento
Capítulo 10: Pequeño gran poder
Capítulo 11: Una jarra de vinagre ¿O dos?
Capítulo 12: A-Niang
Capítulo 13: El amuleto
Capítulo 14: La Carta
Capítulo 15: Yunmeng Jiang
Capítulo 16: El enamoramiento del Líder Wen
Capítulo 17: La decadencia del oro
Capítulo 18: Reflexiones
Capítulo 19: ¡Mi señora puedo explicarlo!
Capítulo 20: La resistencia es la clave
Capítulo 21: Divorcio
Capítulo 22: La palabra prohibida con "D"
Capítulo 23: Brote de energia
Capítulo 24: Madame Wen es Madame Wen
Capítulo 25: Ojos como el oro
Capítulo 26: ¡Celebración!
Capítulo 27: ¡Wen Ruohan esta desesperado!
Capitulo 28: Aguas termales
Capítulo 29: Amar la casa y su cuervo
Capítulo 30: Querida esposa
Capítulo 31: Una naranja
Capítulo 32: El sol brillara
Capítulo 33: El obsequio
Capítulo 34: Inocente
Capítulo 35: Todo es un mal recuerdo
Capítulo 36: Hambriento
Capítulo 37: Didi
Capítulo 38: ¡La cama no la compartiremos!
Capítulo 39: Madame Wen es la verdadera debilidad del Líder
Capítulo 40: Observar
Capítulo 41: Síntomas
Capítulo 42: Mi pequeña esposa está lejos de mí
Capítulo 43: La esposa traviesa fue atrapada
Capítulo 44: Dos Brotes
Capítulo 45: Jiang
Capítulo 46: Regreso a Yunmeng Jiang
Nota
Capítulo 47: El anillo
Capítulo 48: Testigos de un Banquete de Amor
Capítulo 49: Jiang Cheng se arrepiente.
Capítulo 51: Brillar como el sol y la luna
N/A Nueva plataforma
Capítulo 52: El esposo proveerá.
Capítulo 53: La secta Wen tiene sus habilidades.

Capítulo 50: Los herederos son unos desvergonzados

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By pilar_celestial_

Ante lo ocurrido, el gran Líder Jiang que a ojos de todos era una montaña firme, Jiang Cheng se derrumbó de rodillas al piso. mientras que sus manos comenzaron a temblar, aún así, el objeto que tenía entre sus manos estaba firmemente agarrado.

Jiang Cheng sostenía una pequeña caja con fuerza.

Lo que contenía esa caja...

Algo que el propio Jiang Cheng había arrebatado.

—Yo iba a devolverte tu campana...

Un sonido corto el ambiente. El sonido suave de la campana, un dulce tintineo cortó el aire tenso, resonando con una melodía que parecía arrastrar todos los errores y remordimientos de Jiang Cheng hacia la superficie. Jiang Cheng cerró los ojos, tratando de encontrar la paz y la claridad que la campana debería proporcionarle, pero en su lugar, solo encontró un remolino de confusión y dolor.

Ese sonido no era mas que: La campana de la claridad.

Dicha campana solo es exclusiva para la familia principal, como un símbolo de su sector de cultivo. La campana es de color plata y está grabada con un motivo de loto de nueve pétalos. La campana se usa para calmar la mente del usuario y ayudarle a concentrarse en su cultivo. También se dice que la campana tiene un sonido melodioso que armoniza con la naturaleza y los instrumentos musicales que usan los cultivadores.

—No tenia que pasar eso... eso no era lo que iba a decir— murmuraba Jiang Cheng mientras sostenía una caja en su mano — No era eso lo que tenia que pasar— soltó con un rastro de dolor en su voz.

La campana es un objeto preciado para los miembros de la familia Jiang y solo ellos pueden usarla.

La caja que sostenía Jiang Cheng temblaba ligeramente en su mano, reflejando el torbellino de emociones que agitaba su interior. El peso de sus acciones pesaba, ahora parecía una carga insoportable de sostener.

Con manos temblorosas, Jiang Cheng levantó la campana de la claridad, sintiendo su peso familiar pero ahora ominoso. Cada marca y cada detalle en la superficie plateada parecía gritarle sus fracasos y debilidades. ¿Cómo podía sostener este objeto sagrado que le pertenecía a Wei Ying cuando él mismo se lo había quitado?

Sin embargo, sí aún pudiera encontrarlo ¿Aceptaría la campana?

Jiang Cheng en su interior sabia la respuesta de ello. Después de todo el mismo se había encargado en esta ocasión de cortar todo lazo con su antiguo hermano.

Aun podía recordar ese fatídico día.

El aire se cargaba con la tensión palpable mientras Jiang Cheng, en medio de un torbellino de emociones encontradas, avanzaba hacia Wei Ying con pasos pesados y decididos. Sus ojos, normalmente llenos de determinación y lealtad, ahora ardían con un fuego oscuro y despiadado. Wei Ying, ajeno al peligro inminente, se enfrentó sin titubear a la ira de su hermano.

—Wei Wuxian, ¿Cómo pudiste traicionarnos así? —exclamó Jiang Cheng, su voz llena de una mezcla de desesperación y rabia contenida.

Wei Ying retrocedió instintivamente ante el despliegue de ira de su hermano, una oleada de temor recorriendo su cuerpo. Intentó abrir la boca para hablar, para explicar, pero las palabras parecían atascarse en su garganta.

—¡Déjame ver esa campana! —rugió Jiang Cheng, extendiendo la mano hacia Wei Ying con ferocidad

Sin esperar respuesta, Jiang Cheng arrebató la campana de las ropas de Wei Ying con un movimiento brusco y despiadado. Un sonido hueco resonó en el aire mientras la campana caía al suelo con un golpe sordo, su melodioso tintineo ahora silenciado por el dolor y la traición.

—¡¿Cómo te atreves?! —gritó Wei Ying, su voz quebrándose con la incredulidad y la angustia.

Jiang Cheng apenas escuchó sus palabras, su mente nublada por la furia y la decepción. Sus manos temblaban mientras sostenía la campana, un símbolo de la pureza y la armonía de su secta, ahora manchada por el desprecio y la desconfianza.

—Ya no eres un miembro de la secta Jiang, así que no lo mereces— soltó Jiang Cheng sin importar lo que lastimaran las palabras —Traidor. Eso es lo que eres, como una escoria como tu pueda merecer algo tan valioso—murmuró Jiang Cheng, más para sí mismo que para Wei Ying, pero sus palabras resonaron en el aire como un triste eco de lo que una vez fue una relación fraternal.

Los ojos de Wei Ying se abrieron con horror al ver la preciosa campana, un símbolo sagrado para su secta, caer al suelo con un estrépito sordo. En un arrebato de ira ciega, Jiang Cheng levantó el pie y pisoteó la campana con una fuerza devastadora, haciendo que se rompiera bajo su talón.

Un grito desgarrador escapó de los labios de Wei Ying mientras presenciaba la destrucción de algo tan preciado, su corazón retorciéndose de dolor ante el acto despiadado de su hermano. Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras observaba impotente cómo su mundo se desmoronaba a su alrededor, el sonido de la campana destrozada resonando en sus oídos como un lamento de angustia.

Y en medio de la tragedia y la desesperación, la campana de la claridad yacía destrozada en el suelo, sus fragmentos dispersos como un símbolo de los lazos rotos y la confianza perdida entre dos hermanos.

Jiang Cheng aun podía recordar el rostro lleno de incredulidad y de dolor en Wei Ying.

Nadie sabía que después de ese arrebato de ira, regreso al lugar cuando se encontraba sin un rastro de personas, solo en ese momento se permitió agacharse y recoger aquel objeto tan preciado.

Mientras levantaba los fragmentos de la campana destrozada del suelo, podía sentir el frío metal cortar sus manos, una metáfora dolorosa de las heridas que había infligido a su relación con Wei Ying y con su propia secta.

Al sostener los pedazos rotos de la campana en sus manos temblorosas, Jiang Cheng no pudo evitar sentir una oleada de tristeza y desesperación abrumándolo. Había perdido algo invaluable ese día, algo que no podía ser reemplazado ni reparado

El silencio que lo rodeaba era ensordecedor, solo interrumpido por el sonido hueco de los fragmentos de la campana chocando entre sí mientras los recogía. Se sentía como si estuviera en medio de un desierto, solo y perdido en la vastedad de sus propios pensamientos y arrepentimientos.

Mientras se perdía en sus pensamientos, Jiang Cheng sabía que no había respuestas fáciles ni soluciones simples para lo que había sucedido. Solo quedaba el doloroso camino hacia adelante, marcado por el arrepentimiento y la determinación de hacer las cosas bien. Y con el peso de la campana destrozada como un recordatorio constante de sus errores y aprendizajes.

Aunque sentía el dolor de la traición, su mente lleno de recuerdos del pasado con Wei Ying, no pudo soportarlo, y el mismo reparo la campana de la claridad, fue restaurada casi a la perfección. Incluso aunque tenia sentimientos agrios, se había prometido devolvérsela a Wei Ying.

Ahora, ¿Con que cara vería a Wei Ying? ¿Cómo podría devolverle algo que originalmente era suyo? ¿Acaso el propio Líder Wen lo permitiría?

Después de un momento de shock, Jiang Cheng se reúne con los demás discípulos de la Secta Jiang y deciden seguir a Wei Ying para asegurarse de que esté bien. Jiang Cheng lidera a sus discípulos en una búsqueda frenética para encontrar a Wei Wuxian y asegurarse de su seguridad. Sin embargo, cuando llegan al lugar donde Wen Xu ha llevado a Wei Ying, descubren que han desaparecido sin dejar rastro. Jiang Cheng se culpo una y mil veces su reacción demasiado lenta. La tensión en el aire era palpable mientras Jiang Cheng y sus discípulos se apresuraban por los senderos, siguiendo las pistas que podrían llevarlos a Wei Ying. Cada segundo que pasaba sin encontrar rastro de ellos aumentaba la ansiedad de Jiang Cheng, su corazón latía con fuerza en su pecho, lleno de temor y arrepentimiento, cada segundo que paso era importante, y el lo desperdicio en pensamientos del pasado. Ahora, ¿Cómo sabría si Wei Ying y el bebe estaban a salvo? Aunque su favor a Wei Ying no era bueno, no podía perdonarse si algo le pasaba al bebe que lleva en el vientre.

Jiang Cheng sintió un nudo en la garganta mientras miraba a su alrededor, buscando desesperadamente alguna señal de su hermano perdido y sus futuros sobrinos. La sensación de impotencia lo abrumó, su mente torturada por las posibilidades más sombrías.

Mientras más pasaba el tiempo, y no encontrarlos, fue entonces que las esperanzas de Jiang Cheng se desvanecieron. Ahora Jiang Cheng podía asegurar que los lazos entre ellos, estaban rotos.

Mientras tanto, Wen Xu cuidaba de Wei Ying con preocupación, observando en silencio mientras su madre permanecía inexplicablemente callada. La falta de respuesta de Wei Ying solo aumentaba la ansiedad de Wen Xu, quien luchaba por comprender lo que estaba sucediendo. Con cada momento de silencio, la preocupación de Wen Xu crecía, temiendo lo peor para su madre y sus hermanos por nacer.

—A-Niang...

—...

—¿A-Niang, estás bien? ¿Dónde duele?

La respuesta que el joven Wen esperaba nunca llego.

Por otro lado, el esposo sintió en su núcleo que algo no estaba bien. Un mareo atacó su cuerpo tan poderoso qué lo hizo tambalearse por un momento.

Al ver la apariencia extraña en su padre, Wen Chao detuvo sus pasos y se acercó rápidamente. La preocupación brillaba en sus ojos mientras observaba a su padre tambalearse, una visión inusual para alguien tan poderoso y seguro como Wen Ruohan.

Inmediatamente el entendimiento brillo en sus ojos.

—A-Die ¿Tienes nauseas de embarazo otra vez?

Wen Ruohan tomó una respiración profunda, luchando contra la sensación de malestar que se apoderaba de él. Aunque había experimentado mareos debido al embarazo en el pasado, esta vez sentía que algo era diferente, algo más inquietante y profundo. Recordó haber tomado la medicina que Wen Qing le había dado, pero ese malestar repentino no se debía simplemente al embarazo de su esposa. Por alguna extraña razón sentía que el motivo de la inquietud de su núcleo era algo mas preocupante.

—Chao-er, regresemos donde Wei Ying. Siento que algo va mal— dijo Wen Ruohan, su voz resonando con una seriedad que no dejaba lugar a dudas.

El joven Wen asintió con determinación, consciente de la gravedad de la situación. Sin demora, se apresuraron a la secta Jiang, con la incertidumbre pesando en el aire a su alrededor.

El Muelle de Loto, el hogar de la secta, se extendía majestuosamente ante ellos, su belleza contrastando con la tensión palpable en el ambiente. Aunque era la primera vez para Wen Chao en la secta Jiang, le fue imposible maravillarse con el lugar, ya que la preocupación ardía en su pecho.

Cada paso que daban resonaba con el eco de sus pensamientos ansiosos, preguntándose qué podrían encontrar al llegar. La incertidumbre los envolvía como un manto oscuro, haciendo que cada momento se sintiera como una eternidad.

Finalmente, llegaron al corazón de la secta, donde fueron recibidos con miradas inquietas y susurros nerviosos. La gravedad de la situación era evidente en cada rostro tenso y en cada gesto apresurado.

El loto representa la pureza, la belleza y la elegancia, y también es el nombre del lugar donde reside la secta, el Muelle de Loto. Con el tiempo los residentes, guardaron el enojo en sus corazones, pero no fueron sutiles en demostrar que en sus corazones aquellos dos líderes de la secta Wen, que hace un tiempo los habían visitado, habían ganado sus corazones. Incluso las señoras encargadas de la cocina estuvieron muy molestas con las acciones de el líder Jiang, expresaban su disgusto de vez en cuando con platos agrios o excesivamente salados. Aunque no se atrevían a confrontar abiertamente al Líder Jiang, su descontento era evidente para quienes estaban dispuestos a verlo.

El fatídico día en que el antiguo discípulo principal había regresado a la secta y se había ido en las peores circunstancias seguía siendo un recuerdo vívido en la mente de todos. La imagen del poderoso Líder Wen desmoronándose ante la angustia de Wei Ying estaba grabada en sus mentes, ni mencionar los herederos Wen que eran una masa de nervios en ese momento, eso fue un recordatorio constante de la fragilidad de la vida y del poder destructivo de la ira.

Ante ojos de los demás el Líder Wen, parecía que quería destruir todo alrededor.

Y de hecho, esto podría haber sido una realidad. En ese momento, Wen Ruohan había sentido un profundo deseo de venganza, una sed de sangre que amenazaba con consumirlo por completo. Quería llevar hasta los cimientos a la secta Jiang, si embargo su dulce esposa le calmaba con palabras suaves y su tacto gentil.

—No te preocupes cariño, solo sentí un leve dolor.

Wen Ruohan miro las lágrimas derramadas en su hermoso rostro, sin estar convencido.

En silencio colocó su mano extendida en su vientre tratando se sondear con su energía para descubrir el estado de la energía dentro del vientre de su esposa, sintiendo cómo dos pequeños brotes de energía se retorcían inquietos en su interior. La sensación de caos en el núcleo de su esposa lo llenó de inquietud y determinación.

—Hay que irnos —declaró con voz firme, su rostro reflejando una mezcla de preocupación y determinación.

Su esposa asintió, aunque Wen Ruohan podía ver la incertidumbre en sus ojos. Sabía que la situación no era critica, pero en ningún motivo se permitiría correr riesgos. Wen Ruohan, confiaba en su capacidad para proteger a su familia y estaba decidido a llevarlos a un lugar seguro.

Con gestos rápidos, Wen Ruohan ayudó a su esposa a ponerse de pie, envolviéndolo con cuidado en sus brazos protectores. Podía sentir su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras se preparaban para partir, dejando atrás la Secta Jiang y todas las complicaciones que la rodeaban.

Mientras caminaban juntos, Wen Ruohan no podía evitar sentir una mezcla de emociones tumultuosas. Por un lado, estaba el deseo abrumador de venganza que ardía en su interior, alimentado por la injusticia que sufrió su esposa en manos de la secta Jiang. Por otro lado, estaba el amor profundo y la preocupación por el bienestar de su esposa y sus hijos por nacer, una fuerza que lo impulsaba a protegerlos a toda costa.

Wei Ying se había quedado quieto, dejando que su esposo actuara con sus instintos, aunque podía sentir que su condición no era mala, no podía aplacar la preocupación de su esposo y lo dejo ser. Se permitió disfrutar del cálido abrazo que solo su esposo podía proporcionarle.

A partir de ese día las manos de su esposo siempre estuvieron a su alcance. Wen Ruohan lo vigilaba a cada instante, incluso luego de escuchar de la propia Wen Qing que él y sus bebés estaban bien. Pudo notar el orgullo brillar en sus ojos cuando escucho de Wen Qing que los pequeños brotes aun siendo tan pequeños, estaban tratando de proteger a su madre. La energía se sentía tormentosa por un instinto de protección. Wen Qing incluso alabó a la increíble fortaleza de los brotes.

Aun así, Wen Ruohan no se separo de su lado y lo mimo hasta arruinarlo. Incluso su dulce y temperamental esposo se atrevió a confesarle una petición que tenia en su mente.

—Sé que te gusta Yunmeng Jiang, que lo consideras tu hogar... y no es que desee retenerte... solo, yo no quiero que...

Wei Ying lo miró y sonrió sabiendo bien lo que su esposo quería decir

—No debes de preocuparte, no volveré a ese lugar. Mi hogar está aquí.

Si la devoción de su esposo en ese momento no era absoluta, haría falta dar un vistazo a Wen Chao y Wen Xu, quienes se olvidaron de las apariencias y lloraron hasta el punto de que sus rostros se hincharon y se volvieran feos.

Los pequeños herederos se colgaron de las ropas de Wei Ying y sin restricciones expresaron rechazo hacia la Secta Jiang.

—A-Niang, no quiero que vuelvas a ese lugar.

—A-Niang no vuelvas nunca.

—Quédate aquí por siempre. No vuelvas a los Jiang ¿Qué tienen de bueno los Jiang?

—No te relaciones nunca mas con ellos ¿Está bien?

—No lo permitiremos— dijeron ambos herederos.

Wen Ruohan ni siquiera los reprendió por comportarse de esa manera, después de todo, sus hijos estaban diciendo palabras que el mismo quería decir, pero no se atrevía porque quería conservar algo de cara.

Wei Ying consoló a los pequeños, haciendo que dejaran de llorar. No importaba cuando Wei Ying les explicaba que estaba bien, que solo fue un leve dolor, aunque le impresiono mucho no fue algo grave. En ese instante fue mas doloso oír todo lo que Jiang Cheng le dijo. Incluso estaba profundamente avergonzado de que Wen Xu tuviera que presenciar todo eso. Wei Ying en su corazón deseaba mucho poder mostrar a los pequeños el lugar donde creció, mostrarles el lago de lotos, ir de compras al mercado, ir a los restaurantes, mostrarle las tiendas donde compraba sus jarras de aceite de chile en el pasado. En cambio, tuvieron que presenciar una escena tan fea.

Debido a los constantes cuidados de su esposo e hijos, el problema fue dejado atrás rápidamente, y en un abrir un cerrar de ojos el estómago de Wei Ying creció hasta el punto de notarse un poco. Wen Ruohan cambio toda su ropa por una más holgada y cómoda, la vida de los esposos no podía ser más feliz.

Wen Chao no podía estar mas feliz con la nueva apariencia de su madre, lucia mas radiante y esponjosa. Disfrutaba pasar las tardes recostado cuidadosamente en el regazo de Wei Ying, en muchas ocasiones tenía una conversación con sus didis.

—Yo su Er ge (segundo hermano), los protegeré, incluso de nuestro padre loco. Su Dage y su Er ge los cuidaremos de la sobreprotección de A-Die.

Wei Ying no se atrevía a interrumpir la charla entre su ErBao y sus bollos. Se limito en escuchar atentamente y guardar silencio.

Wen Xu quien no se sentía lo suficientemente aventurero para hacer lo que hacia su didi, solo se limitaba a ver el vientre abultado de su madre con ojos cálidos.

Aunque ambos herederos hacían buen trabajo distrayendo a Wei Ying, este sabía que había algo mal. Era extraño ver que su esposo se perdía por tardes enteras, o caso contrario cuando su esposo estaba, ambos herederos se perdían absolutamente con la excusa de su entrenamiento. La primera vez que sospecho que había algo extraño, fue al ver unas leves rasguños en las manos de Wen Chao, ya que aún no había alcanzado un nivel de cultivo tan alto, su piel aun podía lesionarse fácilmente.

Incluso con el duro entrenamiento de los maestros, Wen Chao jamás se presento ante él con ese tipo de heridas, eso resulto intrigante para Wei Ying. se sintió un poco afligido en su corazón, recordando el pasado cuando Wen Chao se tuvo esos terribles accidentes. En su corazón deseaba que creciera rápido y su cultivo aumentara para que su piel se convirtiera en una dura coraza que le hiciera imposible hacer heridas con facilidad.

Wei Ying no se imaginaba nunca lo que le tenían preparado.

Después de largos meses de duro esfuerzo, Wen Ruohan sentía que todo estaba preparado, finalmente no tenia que escaparse de su esposa. Aunque admitía que estos últimos días después de la secta Jiang, el trabajo duro le hizo distraerse para no robarse a su esposa y meterse debajo de los pantalones de su esposa y acosarlo durante toda la noche lejos de sus pegajosos herederos.

El sol se estaba ocultando en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos de naranja y rosa mientras. Wei Ying en ese momento paseaba por el jardín principal de la secta. Cada paso que daba resonaba en los senderos empedrados, y el suave murmullo del agua que fluía en los arroyos cercanos llenaba el aire con una melodía tranquila y relajante.

De repente, unos pasos se escucharon y una voz conocida lo sacó de sus pensamientos. Era Wen Ruohan, su amado esposo, seguido de cerca por sus hijos Wen Chao y Wen Xu. Al verlos, una sonrisa iluminó el rostro de Wei Ying, curioso por saber qué los había traído allí.

—Wei Ying, querido —dijo Wen Ruohan con una sonrisa cálida y radiante—. Tenemos algo muy especial que queremos mostrarte.

Aunque Wen Ruohan trato de sonar tranquilo, Wei Ying pudo apreciar un pequeño rastro de nerviosismo en él.

Intrigado, Wei Ying siguió a su familia por los senderos, preguntándose qué podría ser tan importante como para merecer una revelación especial. Con cada paso que daban, el aire se llenaba de anticipación y emoción, y el corazón de Wei Ying latía con fuerza en su pecho.

Wen Ruohan lo llevo de la mano por los pabellones, hasta que finalmente, llegaron al final de un pasillo, una enorme puerta estaba frente a él, la puerta en si era impresionante, tenía muchas decoraciones, flores algunas ramas y hojas, sin embargo, lo más maravilloso de todo, es lo que adornaba en el centro, era una clara imagen de una familia, no había mucho que descubrir. Eran ellos. Podía verse claramente como el esposo sostenía delicadamente la mano de su esposa, mientras dos hijos estaban a cada lado de ellos.

La voz de Wen Ruohan resonó clara y con un toque de magnetismo —Cuando nazcan los brotes, me encargare de enmarcarlos aquí.

El corazón de Wei Ying latió furiosamente. Inconscientemente llevo su mano hasta la curvatura de su vientre. Ilusionado con la idea de que pronto los pequeños brotes estén junto a ellos.

Si Wei Ying pensaba que esa era la sorpresa, que equivocado estaba.

Cuando menos lo espero, la mano de Wen Ruohan empujo con firmeza la puerta, obligándola a revelar lo que escondía en su interior.

Al verlo Wei Ying se detuvo en seco.

Wen Ruohan dijo —Este lugar te pertenece.

Al cruzar la puerta, Wei Ying se emociono al ver el paisaje que se desplegaba ante sus ojos, era una vista que dejó a Wei Ying sin aliento. El jardín, que ya era una maravilla de la naturaleza, había sido transformado en un paraíso aún más hermoso por el amor y la dedicación de su esposo e hijos.

Un puente de arco elegantemente decorado con linternas y flores se extendía sobre un estanque lleno hermosos lotos, reflejando los últimos rayos de sol que se filtraban a través de los árboles. El sonido suave del agua burbujeante llenaba el aire, mezclándose con el dulce canto de los pájaros que anidaban en los árboles cercanos. Mientras que un pabellón de seda roja se alzaba majestuosamente en el centro de una isla cubierta de flores.

Los senderos de piedra serpentean alrededor del lago, bordeados por exuberantes jardines de flores y fragantes árboles frutales. Los ciruelos, albaricoques y granados ofrecían sus deliciosos frutos, mientras que las rosas, los jazmines y las peonías perfumaban el aire con su fragancia embriagadora.

Wei Ying miró a su alrededor con asombro, sin poder creer la belleza del paisaje que se extendía ante él. Había flores de, orquídeas que representaban la gracia y azaleas que expresaban la pasión. El aire estaba impregnado con el aroma embriagador de las flores, y el suelo estaba salpicado de pétalos multicolores que bailaban con la brisa.

Incluso había una caseta de té donde se podía disfrutar de tal hermoso paisaje, con tazas de porcelana y pasteles de arroz, con cojines de ceda y abanicos de plumas.

Pero lo más impresionante de todo era el arco de piedra que marcaba la entrada al laberinto de setos, donde se escondían pequeños animales exóticos y misteriosos. Wei Ying apenas podía contener su emoción al ver el cuidado y la atención al detalle que habían puesto en cada aspecto del jardín.

Las lágrimas comenzaron a emerger en los ojos de Wei Ying mientras miraba a su familia con gratitud y amor. Nunca antes se había sentido tan amado y apreciado como en ese momento, rodeado de la belleza del jardín y el cariño de su esposo e hijos.

—Es... es maravilloso —murmuró Wei Ying, luchando por encontrar las palabras adecuadas para expresar su gratitud—. No tengo palabras para describir lo que siento en este momento. Esto es...

Con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de amor, Wei Ying se acercó a su familia y los abrazó con fuerza, sintiendo la conexión y el amor que los unía más fuerte que nunca. En ese momento, el jardín dejó de ser solo un lugar físico y se convirtió en un símbolo del amor eterno y la devoción que compartían. Ahora Wei Ying podía entender muchas cosas. Tantas escapadas de su esposo eran por esto, incluso sus pequeños se esforzaron tanto por esta maravilla.

Los Wen's tuvieron que soportar el ataque de besos de Wei Ying por un tiempo.

La realidad es que el jardín era un regalo de amor de Wen Ruohan para su amado Wei Ying, este lugar estaba destinado para ser un oasis de tranquilidad y belleza oculto dentro del vasto dominio de la secta Wen. Era un lugar sagrado y encantador que representaba su eterno y floreciente amor por su esposa. Sin embargo sus hijos pronto se dieron cuenta de esto, y no dudo en que le ayudaran, después de todo tres personas es mejor que uno solo, terminarían mas rápido, y serian mas precisos en los detalles. Fueron días intensos, e incluso largos viajes en espada para conseguir algunos objetos. Todo esto tenia que construirse sin que Wei Ying se diera cuenta, lo cual fue difícil. Tanto esfuerzo obtuvo una grata recompensa al ver llenado de besos de Wei Ying.

Wen Ruohan incluso tuvo que robar muchos de los lotos que a su esposa le gustaron en Yunmeng Jiang, solo podía reírse con la expresión que daría el anciano guardián de los lotos al ver que su lago de lotos había quedado sin ellos. eso simplemente fue como venganza por haber reprendido tanto a Wei Ying en el pasado. El anciano merecía una lección.

Todo en el hermoso jardín, cada flor, cada árbol, cada sendero estaban diseñados para honrar su belleza y gracia, así reflejar el amor y devoción por Wei Wuxian.

—Mi señora, este lugar esta lleno de energía espiritual que vendrá de maravilla a tu Qi. Incluso esa puerta que viste al inicio, esta configurada con tu energía, si es tu decisión puedes hacer que se selle y que nadie pueda entrar. Este lugar fue hecho para tu descanso, como mi esposa, he puesto mucha presión en ti al ser la señora de la secta, ahora que cargas a mis hijos, puede ser muy abrumador para ti. Este lugar será tu espacio seguro, solo para ti. Este es tu jardín privado, incluso puedes expulsarnos de él.

Wei Ying aun no podía creer todo lo que estaba pasando.

Wen Ruohan sonrió con ternura y colocó una mano sobre el vientre redondo de su esposa y continuo —Wen Xu infundo el lugar con energía, así que cada planta y flor crecerá fuerte y saludable. Wen Chao uso su destreza en el diseño de este lugar, el creo los caminos y los rincones donde puedes pasear y relajarte.

Los tres, estaban mas que orgullosos de su arduo trabajo, trabajaron la tierra, plantaron semillas y cuidaron cada detalle con espero, durante días y noches por meses, crearon ese lugar lleno de vida y color.

Wen Ruohan se apartó para admirar el trabajo que habían realizado, sintiéndose satisfecho por lo que habían logrado. Sabía que Wei Ying apreciaría el esfuerzo que habían puesto en crear este hermoso lugar para él.

Wen Chao y Wen Xu asintieron, compartiendo la alegría y el orgullo de su padre. Juntos, se quedaron contemplando el jardín, esperando con ansias el momento en que Wei Ying lo recorriera y los felicitara con caricias.

La familia paseaba felizmente en el hermoso jardín siendo ignorantes de la inminente amenaza que se cernía sobre su secta. Una tormenta se acercaba, y no sabían si sería solo una lluvia ligera o un diluvio que arrasaría con todo a su paso.

La secta Wen tenía que prepararse, la competencia de las sectas comienza pronto. 

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