Un zorro para un lobo

By Anya_Rhys

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Phoebe es una pequeña Omega. Aislada en las montañas, acostumbrada a esconderse de sus problemas, acostumbrad... More

Hogar
canela, naranja y seguridad.
Ding Dong.
El lobo había sido cazado.
El llamado.
Pastel de arándanos.
Eres mía Phoebe para cuidar, proteger y poseer.
mis instintos son tuyos mi Luna.
El lobo iba a cenarse un zorro.
la culpa se la iba a terminar tragando.
una boda, una boda conmigo y su segunda hija.
Una verdad absoluta.
Perdóname, Phoebe.
Aún si significaba que iba a dejarlo.
malditas galletas.
hacerla pagar.
No cuando pensé que éramos algo especial.
Una diosa.
lo único que hare es llevarte cada alma que me pidas.
Copo de nieve.
Una Excusa.
Precipicio.
El toro por los cuernos.
Agradecido.
La anidación.
No soy nadie sin ti.
Gerard.
Un latido.
Un caos.

¿Le gustaba?

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By Anya_Rhys

La ansiedad proviene de un lugar obscuro, un lugar en donde se camina con zapatos que no te pertenecen.

ACRC.


Aire. 

Necesitaba el jodido aire.

Aire.

Sentía como si su garganta fuera una pajilla.

Aire.

Su garganta quemaba.

Aire.

Aire que no entraba a sus pulmones, sintió su omega hacer estragos dentro de ella, sus huesos comenzaron a arder, a encogerse, a quebrarse y crujir, todo le dolía la extensión de sus piernas se volvía delgada tan difícil de sostenerla, tan doloroso , el pelo creciendo en sus brazos, en su pecho, en todos lados.

Rojo.

Rojo.

Se estaba transformando, las personas a su alrededor murmuraban y agradecía que sus tímpanos pitaran para no escuchar lo que sabía que estaban diciendo "Es un ser asqueroso" tan pronto como estuvo sobre sus patas las garras abrazaron la tierra bajo estas. Sus ojos se dirigieron al barullo de personas que la rodeaban y corrió, corrió lejos de allí empujando en su paso cualquier cosa que se atravesara, sus instintos la llevaron al único lugar donde se sentiría ella misma, con Aeelen.

La mujer mayor había estado toda esa mañana tejiendo relajada en una mecedora bajo el árbol trasero de su casita, cuando diviso al pequeño animal rasguñando la puerta delante de ella sin siquiera notarla sus agujas cayeron por todos lados alarmada.

—¿Phoebe? — El animal estaba acelerado, respirando entre cortadamente y tenia los ojos húmedos como si tuviera los lagrimales marcados.

El pequeño zorro guerreaba desesperado, se retorcía en circulo y arañaba la puerta seguido de eso. Era rojo, su cola estaba esponjada de sobre manera y su gran tamaño decía que había terminado de crecer.

—Necesitas calmarte cariño, respira— la anciana se acerco lentamente, sentándose en el suelo y estirando sus envejecidas manos hacía el animal.

De repente el animal paro, enseñando los dientes y enfocándose en quien le tocaba, sus ojos divisaron esa cara familiar, su olfato le informo de esa cúpula materna que le rodeaba y entonces soltó un gañido, un sonido que se usa cuando un zorro reconoce a otro similar, un familiar; este sonó ronco, corto y aspirado pero fue suficiente para que la anciana soltara un suspiro de alivio, aún acariciándole, transmitiendo como podía tranquilidad.

—Mi niña, mi pequeño pichón. Todo esta bien, estoy aquí—

El animal bajo las manos comenzó a crecer a los pocos minutos, a estirarse, el pelo desaparecía de su vista y dejaba una piel lechosa bajo ella, rizos rojos enmarcaban una cara afligida y las esmeraldas verdes cubiertas de lagrimas no la veían directamente.

Aeelen tomo el chal alrededor de sus hombros, largo y obscuro cubriendo el cuerpo desnudo de la menor, pero ninguna se movió del allí, del frio suelo de tierra.

—¿Qué sucede Phoebe?—

Lo cierto era que no era la primera vez que la menor tenía uno de esos ataques, donde no podía respirar y pasaba horas y horas como un animal rasguñando y destrozando todo pero sí era la primera vez desde que se habían ido a vivir solas, estaba terriblemente preocupada. Cuando era pequeña creyó que algo había mal con su bebé pero fuera donde fueran les decían que estaba bien, que solo era un efecto colateral de la ansiedad.

—Yo no puedo— las lagrimas calentaban su mejilla y sus dedos temblorosos apretaban la tela del chal con fuerza, hasta ponerse blancos —No soy suficiente, no puedo ni mantener mi cabeza en orden, soy una mentirosa— La ira y el dolor estaban casi palpables en cada palabra pero Aeelen sabía que eso no era lo que pensaba, eran las emociones expresándose en vez de la persona.

—Eres la mujer mas valiente que conozco Bee, eres mas que suficiente. Cuéntale a esta anciana por que estas diciendo todo estas cosas— Siguió acariciándola, esperando el desahogo.

tenía que enumerar las cosas en su cabeza si quería decirlas con coherencia pero nada llegaba en orden, nada estaba bien.

—No quiero tener hijos con Orión, bueno si quiero pero no ahora, o bueno no lo se mi Omega me grita que sí, mi cuerpo lo desea de una manera que casi puedo sentir como se estruja mi ser en añoranza pero mi cabeza, lo que yo pienso no quiere eso— apretaba sus puños y el llanto se le subía por la garganta— Le mentí a Orión, me bebí un brebaje para no quedar embarazada y no le dije nada pasamos el celo juntos y aún así no se lo dije, también le mentí sobre estar bien cuando su compañero de equipo me detesta, he estado omitiendo información mientras el se ilusiona solo y yo, yo no lo merezco en lo absoluto— Su cuerpo se estaba haciendo bolita, enterrando entre sus piernas su cabeza. —Ni siquiera estoy segura que lo que siento yo, es lo mismo que siente mi cuerpo ¿Acaso le quiero tan siquiera? Me hace sentir en las nubes pero no lo conozco de nada casi, casi puedo decir que estemos unidos es solo porque un dios caprichoso así lo decidió o tal vez, solo porque biológicamente somos compatibles—

Aeelen estaba sorprendida, tanto estaba en esa cabeza simultáneamente pero comprendía y vaya que lo hacía.

—La conexión siempre es difícil, abecés creemos que el vinculo es una atadura que te hace sentir como drogado, como si no fueras tu mismo y todo lo que sucediera alrededor de tu pareja fuera otro tu pero bajo mi experiencia, lo que somos con nuestros destinados es lo que en realidad le ocultamos al mundo de nosotros mismos—

Se acomodo a su lado y sus ojos se quedaron en los verdes que ahora la observaban.

—Lo que sientes son tus instintos y esta bien, no tienes porque hacerles caso y tampoco significa que no seas del todo tu. Somos un conjunto de cosas y lo que sientes, lo que piensas así sea contradictorio son parte de un mismo ser—

—Eso no justifica que no he sido sincera— murmuro afligida.

—Bee— suspiro la mayor— Los Alfas son sobreprotectores con la familia, tal vez Orión desee mucho un cachorro pero no va ha querer eso por sobre como te ama a ti, esta bien si aveces no somos sinceros y luego reflexionamos sobre ello, esta bien si te equivocaste y luego quieres corregirlo— Tomo la cara de ella entre sus manos— Cariño, eres su pareja. Orión haría cualquier cosa por que seas feliz, si no quieres tener hijos aún se sincera, díselo— Limpio sus lagrimas con sus arrugados pulgares —No es justo para él ilusionarse solo pero estas a tiempo de corregirlo, lo errores se reparan. El no te abandonaría por eso—

Se levanto tendiéndole una mano.

—Es normal preguntarse si nuestros sentimientos están allí solo por la conexión o porque de verdad surgieron, eso ya es un trabajo que vas a tener que desarrollar y descubrir por ti misma a futuro pero no dudes de ti, no creas que no eres suficiente solo por estar confundida—

Bee se levanto, sonriendo un poco aceptando la mano a su favor, sacudió sus rodillas y entro a casa tras la mayor.

—Se va ha enfadar mucho cuando le cuente—

La anciana soltó una carcajada a lo que Bee solo frunció su ceño.

—Cariño, no tienes idea. Tal vez pegue un grito al cielo por ello pero te perdonara— Tomo una de las toallas que colgaban en el viejo perchero azul —Además, tienes que contarme de ese supuesto compañero que te detesta— le paso esta, insinuando que necesitaba un baño.

Soltó una risita nerviosa con la mención de Milo, esa era otra cosa para añadir a la lista.

Mierda.

—No es nada importante pero parece que piensa que Orión debería ser pareja de alguien mucho más fuerte— suspiro —Creo que tiene un poco de razón, en un combate cuerpo a cuerpo no tengo mucha oportunidad amenos que sea como un animal entonces la única oportunidad que tengo es escabullirme—

—Linda, eres feroz. No te dejes vencer por palabras de alguien que no te conoce. Haz casado para nosotras inviernos en los que yo no podía parar de temblar, hay muchos tipos de fortaleza y no conozco nadie mas astuta que tú— Le sonrío con amor —Estoy segura que si llega el momento pensaras una forma de resolver lo que sea que se te ponga de frente—

Tal vez la mayor le tenía demasiada fe o tal vez podía que tuviera un poco de razón, sea cual fuera la respuesta eso tranquilizo un poco el corazón de la Omega. Ella podía, un paso a la vez pero sabia que podía solucionarlo todo estaría bien.

—Voy ha bañarme, tengo una reunión y varias conversaciones pendientes—

Aeelen quedo orgullosa, viendo como esta se perdía en el pasillo hacia el baño, estaba segura de que vendrían tiempos difíciles para ellas pero también estaba segura que la pequeña Omega iba a poder domar a ese Alfa, así como todos lo problemas. Tenía que estar segura de a quien crío.

El agua la había hecho relajarse lo suficiente como para sentir su cabeza despejada, había peinado su cabello haciendo el famoso escronch en sus rizos desordenados, su ropa ahora era una simple falda cargo y un top con mangas ajustado negro, este tenia un corte cuadrado. Se podía apreciar cada marca en su cuerpo.

Entonces emprendió marcha fuera de casa, podía llegar un poco antes al refugio y ver si ya estaba Orión allí. Las personas la miraban y su agudo oído la estaba haciendo pasar tragos amargos.

"Viste como perdió el control" "Dicen que mordió a alguien" "Parece que su pareja la rechazo" "Pobrecita, el general no la ha presentado porque es una zorra" "Oh por dios que animal mas horrible, además es una Omega"

Sin embargo la pelirroja sonreía y no flaqueaba a la hora de caminar, saludo con la cabeza a un par de humanas que caminaban hacia el recinto donde trabajaban las refugiadas y se le fue el tiempo entre respirar y volver a centrarse en no creer nada de lo que oía.

—Bee llegas temprano, me alegra verte mejor que esta mañana— Una espontanea Megan salto a su lado, sonriéndole —Ven, Baharí ya paso la etapa de desintoxicación ha estado preguntando por ti— La mujer inflo sus mejillas, soltando un sonido chistoso— Veras, parece que no soy muy de su agrado así que espero que me sirvas de intermediaria—

sus cejas se elevaron casi hasta el cielo —Oh vamos, pero si eres adorable. Nadie podría resistirse a ti—

Es adorable

Se sonrojo por alagarla de esa manera pero era cierto Megan era todo lo que estaba bien en una persona para la perspectiva de Phoebe.

—Trata de decirle eso a ella, no sonrió con ninguno de mis chistes—

Entro siguiéndole el paso a la instalación azulada, los grandes pisos de madera reinaban entre las blancas paredes con marcos hasta el cielo raso, el lugar era limpio, etéreo y simple pero muy bonito. Entonces allí en una de las habitaciones con muchas camas de una plaza pero con ropa pomposa azul estaba Baharí, mirando hacia el montón de sabanas revueltas.

—Hola, espero que no haya nada malo allí como para verlo con tanto interés— bromeo, la mujer de ojos chocolates la miro sonriendo un poco.

—Ni siquiera es mi cama, una de las chicas le esta tomando trabajo adaptarse, tuvo un ataque apenas llego afirmando que la dejaran ir con su pareja— se encogió de hombros, tomando las mantas entre sus manos— Así que intento ayudarle cuando no esta, debe ser difícil estar tan confundida—

No había escuchado de nadie así pero bueno, no había podido conversar con todas las recién llegadas.

—Tal vez deberías dejar que ella lo intente, las cosas pequeñas pueden convertirse en pequeños logros— tomo su mano deteniéndola— ¿Tu como has estado? ¿Te están tratando bien?—

La morena sonrío dándole un asentamiento—Soy un poco difícil pero las personas me han tenido mucha paciencia, aún tengo pesadillas algunas noches es complicado lidiar con ellas pero lo voy llevando—

Megan las escuchaba en el final del pasillo, ¿Un poco difícil? La mayor parte del tiempo esa mujer no hablaba o solo movía su cabeza para responder ante ella.

—Tus pesadillas ¿Aún tienes miedo? A morir digo— Era una pregunta estúpida se dijo a si misma y maldijo su bocotá pero Baharí se quedo en silencio antes de soltar una pequeña risotada, torcida y extraña pero era risa en fin.

—No tengo miedo de morir mujer de fuego, tengo miedo a despertar y no poder luchar, a despertar y vivir una y otra vez lo que ya viví—Miro directamente a los ojos de la Omega—Morir  es mas sencillo que seguir viviendo en algunos casos—

—No puedo asegurarte que desparezcan las pesadillas pero te aseguro que aquí todos intentan que no vuelvas por ningún motivo a donde estabas, sobre todo la Luna— su voz estaba cargada de compresión.

La morena arqueo su ceja, así que eso era—Es amable la Luna pero complicada de tratar, no conozco muchas formalidades y para ser honesta no diferencio cuando esta siendo graciosa, ni si debo reírme de algo que diga una Luna—

Que adorable, quisiera abrazarle.

Bee no se burlo mas sin embargo algo dentro de ella tenía ganas de llenar el eco de las paredes con su carcajada.

—Megan viene de donde vienen ustedes— Ese secreto no era suyo para contar pero quería ayudar con todo a Baharí —Siempre intentara que ustedes se rían, si algo te da risa, ríe y si no te gusta pues quéjate. Para Megan eres una mujer libre igual que ella, una igual y las formalidades poco le importan siéntete libre de relajarte, siéntete libre de ser—

No, no lo haría pero le asintió y busco en unas camas de distancia algo bajo un almohada, era una pulsera, parecía tejida en cuero y tenía un dije de un nudo extraño tallado en madera pintado de verde, tomo la mano de la pelirroja y lo deslizo en su muñeca.

—Resulta que me interesan las manualidades tanto como la medicina, lo hice pensando en ti—se encogió de hombros restándole importancia.

Emocionada, la Omega salto sobre la morena abrazándola. Todo en Baharí se puso rígido pero no se movió en el lapso que duro ese abrazo. 

Disfrutándolo muy a su manera pero haciéndolo.

—Muchas gracias, desafortunadamente tengo una reunión con Megan y los chicos pero te veré luego—

y con eso partió su marcha fuera de la habitación, estaba emocionada podía acaso considerar una amiga a Baharí no tenía idea pero le agradaba, se recordó comprar algo para ella luego.

Megan estaba en el pasillo y observo la pulsera en la muñeca de la menor alegre, no estaba enojada con lo que le dijo a la mujer pero si impresionada y tal vez un poco celosa de lo bien que manejo esa situación. Abecés podía ser tan impresionante y valiente pero ni lo notaba.

Ambas mujeres frenaron en seco frente a la puerta de la sala la cual se ocupaba como oficina, se escuchaba un llanto desesperado y varias voces masculinas. Pudo tal vez reconocer la de Ashton y Oliver allí y luego la molesta risa de a quien reconocería donde fuera. Milo.

—¡Por favor! Ese hombre es mi Alfa tienen que creerme, el no me ha reclamado pero soy suya yo lo se—

Sus manos sudaron frio, esa pobre mujer se escuchaba desesperada y escuchaba risas como respuesta ¿Qué mierda les pasaba para tratarla así? Entonces abrió la puerta encontrando la cara tensa de todos sobre ella.

—Hola ¿Qué sucede?— Entonces la observo, era la mujer que estaba sobre Orión el día de su celo, aún así no entendía las caras tensas Orión solo la había rescatado, no se enojaría por ello y menos si esta ahora tenía un compañero.

—Esto se va ha poner bueno, bienvenida al show annoyin— El rubio le sonreía con una burla demasiado intensa.

¿Qué mosco lo pico?

¿Annoyin?

Bee no pudo pensarlo mucho pues Tanía a Oliver entre ella y esa mujer en menos de dos segundos. El peli verde la detenía con todo su cuerpo y luego Ashton la aparto de el, tirandola por las caderas con evidente molestia y luego soltándola mas lejos de su compañero.

—¡Tú! Maldita puta donde esta mi Alfa— rugía, aruñaba, se sacudía era toda histeria esa mujer. Su aspecto lucía cansado, delgado, ojeroso, su cabello café estaba revuelto y su piel a pesar de ser de un tostado se veía muy pálida.

¿Su Alfa?

Que mierda sucedía.

—Alguien me puede explicar que sucede— Su voz sonó cargada de un poco de ira, pero respiro porque debía estar confundida esa pobre mujer, de seguro era la desintoxicación hablando por ella.

—Esta mujer cree que Orión es su pareja, algo dentro de ella esta bastante segura que el le pertenece ¿No crees que es fantástico?— La voz de Milo declaraba la situación como si fuera una muy buena comedía.

Payaso.

Megan se acerco a ella despacio, Bee estaba completamente en blanco ¿Qué podía decirle a ella? ¿Cómo le aseguraba que estaba equivocada sin herirla?

—Estas confundida, Orión. El hombre que te salvo junto a mi pareja ya tiene compañera, el no puede ser tu compañero porque el esta en vinculo — Megan paso su mano por detrás la espalda de esta lentamente, usando su olor para tratar de relajarla.

—No, el. Estoy segura de que es mío— sus ojos llenos de ira fueron a los de la Omega olor a girasoles— No me importa si estuviste con él, es mío. Devuélvelo — Los ojos de ella pararon en la marca en su cuello, luego en sus muslos, en toda ella —¡Tu! Te emparejaste con mi compañero— la morena se levanto y diviso alrededor de la habitación tomando la primera cosa que vio con filo, un abre cartas —Voy a matarte maldita serpiente, una vez mueras volverá a mi—

Estupefacta, ella estaba estupefacta. Phoebe nunca se espero que la Omega saltara sobre ella y contrario a sacar sus garras, a defenderse solo cerro los ojos, esperando el impacto que nunca llego.

Lo siguiente que diviso fue una mano pálida deteniendo a la obscura delante de ella, luego el golpe seco entre el cuello y los hombros y la mujer cayendo al suelo, desmayada.

Milo, la había salvado.

Milo.

El beta voltea a mirarla, soltando un bufido cargado de ira

¿Acaso ella pensaba que no la defendería? Maldita Omega que despertaba todo instinto sobre protector en el

—No te ilusiones, te debía un favor—

—¡Por Amor a la luna Phoebe! ¿Estas bien?— La voz de Oliver se filtro por sus oídos.

Ashton cargo a la mujer, llevándosela por los extensos pasillos.

—Bee lo siento, no esperaba que esto sucediera—Megan se disculpaba pero la Omega seguía mirando hacia donde había estado la mano de Milo segundos antes.

Tal vez las cosas con Milo eran reparables.

—Iré a buscar a Orión, Oliver revisa si la muchacha esta bien—

Y ambos se fueron, dejándola con Milo. Quien aún la veía enojado.

solos.

—Yo...yo, gracias— Balbuceaba entrecortadamente, en shock aún.

—No lo hagas, no me agradezcas. No le dijiste a Orión que te apalee apropósito, no tengo ninguna deuda contigo—

Su voz sonaba como hielo y el ceño de la pequeña se frunció enormemente.

—¿Por que tienes que ser así conmigo? La ultima vez que revise yo no te hice nada para tratarme como una paria— su voz sonaba enojada, se acerco con grandes zancadas dejando solo unos escasos pasos entre ellos.

Mierda. El rubio se maldecía le molestaba el repentino valor que tomaba la Omega y a la vez, le gustaba ¿Le gustaba? Si, por la mierda.

—Tu, las mujeres como tu son mi problema. Siempre tan débiles, siempre tan manipuladoras, siempre esperando exprimir algo de los demás—

Su aura amenazante hizo que cortara otro paso entre ellos y no podía evitar señalarla en cada palabra. Acusándola.

—¿Mujeres como yo? ¿Exprimir? Milo no se si te haz dado cuenta pero la única que se esta esforzando en mi relación soy yo— su voz se había cortado— Estoy tratando de acoplarme a su manada, de volverme malditamente fuerte para no ser una carga, de ayudar aquí para hacer las tares de tu general menos pesadas— Estaba llorando —Tengo que lidiar con la maldita ansiedad cada día de convertirme en alguien digno solo para alcanzar un estándar al cual no pertenezco— las lagrimas bañaban su cara —Lo peor es que tienes razón, Orión merecía alguien merecía a alguien mejor pero— un sollozo —Lo estoy intentando—

Malditasea. Algo dentro de Milo odiaba verla llorar, quería abrazarla y decirle que nadie sería mejor que ella, que era suficiente y a la vez quería que se rindiera, que dejara la manada. O

—No digas eso, no puedes llorar así y pretender que alguien como yo no se sentirá mal—

Acorto los pasos, tomando la cara de la pelirroja entre sus manos.

—No lloro por-—

Pero las palabras fueron cortadas, el impulso del beta hacía la guillotina era enorme puesto que lo único que le gritaba su interior era callar esos pequeños labios rosados y entre pensar y hacer su cuerpo le había plantado un beso a la Omega antes de obedecerle.

Estaba besando a Phoebe.

Orión iba a matarlo.


N/a: Queridos lectores, no planeaba dejar ninguna nota pero dado que es mi primer libro y esta teniendo muchas más respuestas de las que esperaba quiero dejarles saber que les estoy tremendamente agradecida. Si pudieran dejar comentarios, consejos o votos no duden que leeré cada uno.

Sin nada mas que decir, gracias por leer, gracias por existir.

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