El juego de quererte en secre...

By LadyJ-1711

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― No puedo fingir que no siento nada cuando te veo... ― Pues no lo hagas, no finjas, deja de quererme en secr... More

Lo que TIENES que SABER de ELIZABETH
El inicio de todo
Silencios incómodos
Apuestas y capitanes del barco
¿Hetero?
Celos y distanciamientos
La primera gala
Nuevos temas y nuevas emociones
Jugando a ignorarse
Tensión y discusiones
Nuestro secreto
IKAG
¿Actuación o realidad?
I like it
Academia de los ligues
Dilemas en la habitación
Juego del pintalabios
Should we kiss?
Noche de confesiones
Recuerdos dolorosos
El trío depresivo
Armonía de Navidad
¿Favoritismos o gobernada?
¿Beso?
Chistecitos de la pelirroja
Amigo invisible y despedidas
Feliz Navidad, supongo
Miedo
¿Verdad o reto?
Inocente
Chiara, confía
¿Gustar o enamorar?
Una nochevieja especial
Habrá sido el ángulo
Charla con Noe
Crushes anteriores
El encierro afecta
Vaya galita
Sube la temperatura
Ay, el pasado
Radio Patio
Todo sea por el público
Lunes de expulsión
Escriurem
Ángel de la guarda
Elizabethazo
La maldición del piano
Ahorrando agua
Firmas moviditas
Verdadera familia
Empiezan semanas difíciles
Miedo al éxito
Playa y atardeceres
En ella, a ella
Operación Rescate
Animal maltratado
El encanto Oliver
Sentimientos encontrados
Vacía
¿Ruslabeth o Elirus?
Juntas
San Valentín
Reencuentros
El gran final
Nuevo hogar
La trucha al trucho
El banco
Mikel Ochoa
Terapia anti-traumas
Egoísta
Por primera vez
Un pulpo en una chalatería
La jarra de agua
Un año
C.E: Pancakes o Jasmine

Noche complicada

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By LadyJ-1711

El silencio reinó en aquella clase mientras Elizabeth pensaba en qué debía decir y Naiara pensaba todas las opciones posibles de qué podría haber pasado para que Elizabeth se hiciera eso en la mejilla, o, mejor dicho, que tendría que haber pasado para que le hicieran eso en la mejilla.

— Yo... — Susurró Elizabeth, jugando con los dedos de su mano, mientras Naiara la miraba de brazos cruzados.— Yo me... Me... ¿me choqué contra una puerta? — Dijo en un susurro, levantándose y alejándose un poco de Naiara

— Dime la verdad Elizabeth.— La menor suspiró suavemente y bajó su mirada, sabía que no había forma de salir de esa sin contarle la verdad a Naiara.

— Fue... — Naiara se acercó a ella y la guió hacia el sofá, donde ambas se sentaron, mirándose, con una mano de Naiara sobre la pierna de la rubia.— Fue mi padre. — Confesó en un susurro, viendo la cara de sorpresa y enfado de la mayor.

— ¿¡Qué?! — Exclamó Naiara, mirando a la menor preocupada, hasta que, entonces, fue como si de repente todas las piezas del puzzle encajasen a la perfección.— Oh, mierda... — La rubia asintió suavemente, bajando su mirada hacia el suelo.— ¿Por eso te alejaste de Chiara?

— Me dio miedo.— Confesó la menor, notando como Naiara se acercaba a ella y pasaba un brazo por sus hombros, pegándola a ella.— Me dio mucho miedo, me dijeron que si seguía con ella no me molestase en volver a casa después del concurso... Naiara, que echaron a mi hermana de casa por tener novia.— Naiara cerró sus ojos, no se podía imaginar lo que era convivir con padres así.— Y, a pesar de todo sigo siendo su hija y... joder, no es fácil... Y menos estando vigilada por unas cámaras 24/7.

Una lágrimas cayó de nuevo por su mejilla y Naiara la abrazó con fuerza, dejando, de nuevo, que la menor se desahogase contra ella, haciéndola sentir, en la medida de lo posible, protegida, querida y entendida. 

— Ay, enana... — Susurró Naiara, dejando un beso sobre su cabeza.— ¿Por qué no le habías dicho nada a nadie? Somos tu familia, Liz, podemos ayudarte...

— No lo sé.— Alzó ambos hombros, limpiándose las lágrimas.— Supongo que pensé que yo podría sola, y de hecho hubiera podido con ello sola, si Chiara no estuviera envuelta en todo esto.

— Aunque puedas sola siempre viene bien tener un hombro sobre el que llorar, enana. — Acarició suavemente su hombro, para después abrazarla de nuevo con fuerza.— Y deberías hablar con Chiara.

— Debería.— Afirmó la rubia, pero después negó suavemente.— Pero no quiero que por mi culpa tenga que estar como estábamos, en una relación a escondidas, rezando porque desde fuera no se notase. Ella estará mejor con Denna y...

— Tú no os veis como se ve desde fuera, rubia.— La interrumpió Naiara, con una pequeña sonrisa.— Tendrías que ver como te mira Chiara cada vez que hablas de algo que te gusta, como te mira cuando estás en tus pases de micros, tus actuaciones, como te mira cuando tocas el piano, esa mirada no es la mirada que le dirige a Denna, por mucho de que ella se quiera mentalizar de que si.— Elizabeth sonrió suavemente, apartando su mirada.— Te mira con amor, es la mirada más pura que he visto nunca.

— Pero posiblemente no quiera hablar conmigo.— Se quejó la menor, poniendo ambas manos sobre su rostro y tirándose hacia atrás en el sofá.— Le he dejado sin explicaciones...

— Tú, lo de hablar para comunicarte y que no haya malentendidos, lo llevas mal, ¿verdad?

Elizabeth asintió a las palabras de Naiara y esta rió suavemente, lanzándose encima de la menor y abrazándola con fuerza, hasta que ambas cayeron del sofá, entre risas y quejidos. Elizabeth estaba completamente agradecida de haber conocido a Naiara allí, era su mayor apoyo, como su hermana mayor, una persona a la que siempre podía acudir si se sentía mal. 

...

Entraron a la habitación un rato después, se dieron las buenas noches y Elizabeth fue hacia la cama de Violeta, pero su sorpresa fue cuando la cama estaba vacía. Frunció el ceño y miró a su alrededor, siendo capaz de distinguirla en la cama de Denna. Alzó ambas cejas, ¿de qué se había perdido? Lo último que sabía era que Denna coqueteaba con Chiara, que Violeta no había cortado con su novia, y que, para colmo, Chiara había besado a Denna. 

Confundida pero con demasiado sueño como para seguir intentando resolver aquello, fue a buscar una cama libre, y la encontró, llevándose otra sorpresa. Su cama estaba libre, cuando Chiara siempre dormía allí. Instintivamente se puso a buscarla, y, al no verla, fue cuando se preocupó. 

Cogió la primera sudadera que pilló y salió de la habitación, buscando a Chiara, o, al menos, buscando una señal de que la pelinegra estaba bien. No estaba en la cocina, ni en el salón, ni en la terraza. Pudo soltar todo el aire acumulado en sus pulmones cuando la vio en un box, tocando la guitarra y cantando, con los ojos cerrados y las gafas puestas. 

Su impulso le ganó. Paso a paso, con lentitud, se acercó a la puerta y la abrió con sigilo, escuchando la canción que Chiara estaba cantando. Al no conocerla, supuso que era una de las muchas creaciones de la pelinegra.

C: La ultima vez que te vi babyestabas despidiendote de mi
Esta vez si que si, y
Y yo fingia una sonrisa
Pa que veas que estoy bien
Pero 

C: Que mala costumbre
Hacer como si nada
Cuando las dos sabemos
Que las cosas se hablan
Todo lo que repetimos
Una y otra vez
Hace que no vea
El final del tunel

Cuando llegó esa parte de la canción, Elizabeth se dio cuenta de que se había quedado completamente hipnotizada mirando hacia Chiara, la cual, en ese momento, alzó la mirada y se encontró con la rubia, pero, en vez de para de tocar o cantar, siguió haciéndolo, mirando a Elizabeth a los ojos.

C: La ultima vez que te vi baby
Fue en tu cama entre tus brazos
Habian ganas de fingir
Que podia vivir sin ti
Y yo sabia que me estaba mintiendo
Que me iba a doler mas
Pero no me resistí a tu miradita, tu miradita

C: Que mala costumbre
Hacer como si nada
Cuando las dos sabemos
Que las cosas se hablan
Todo lo que repetimos
Una y otra vez
Hace que no vea
El final del tunel

C: La ultima vez que te vi baby
I couldn't help myself, I couldn't help myself
You were staring me up and down
Your big green eyes reminded me
I couldn't resist, no, I couldn't resist
Whatever you want just come and get it
I'll always be here
I know its wrong to say
But I can't help, but I'm here to stay
After all the times you fucked me over
I can't help but keep coming back for more, more

C: Que mala costumbre
Hacer como si nada
Cuando las dos sabemos
Que las cosas se hablan
Todo lo que repetimos
Una y otra vez
Hace que no vea
El final del tunel

Cuando la canción terminó, ambas se miraron durante unos segundos. De nuevo, tantas cosas por decir y tan pocas palabras que salían de su interior. Chiara fue a decir algo pero se fijó en la mejilla de la rubia, tenía un tono algo azulado, lo que le hizo fruncir el ceño. Elizabeth, al darse cuenta, maldijo para sus adentros y se dio la vuelta para irse sin decir nada.

— ¿Te vas a ir sin decir nada otra vez? —  Atacó Chiara, haciendo que la rubia se frenase antes de salir de allí.— ¿Sin dar explicaciones de por qué has aparecido aquí ni nada? 

— ¿Tú me vas a explicar por qué te besaste con Denna, admitiendo que fue la que te ha atraído desde que entraste aquí? — Contraatacó sin darse la vuelta, para que Chiara no pudiera volver a fijarse en su mejilla ni en el color de esta. —  Pues ya está todo hablado.— Continuó al ver que Chiara no decía nada más.

Salió del box y Chiara no tardó ni tres segundos en levantarse y seguirla, agarrándola de la muñeca para evitar que se alejase más de allí. 

— ¡Tú me dejaste! ¡Sin decirme el por qué! — Exclamó Chiara, viendo como Elizabeth aún ni la miraba. — Y ahora te presentas aquí, de la nada, con mi sudadera y... no sé que pensar, Elizabeth...

La rubia bajó su mirada y susurró un "mierda", no se había dado cuenta que llevaba la sudadera de Chiara puesta, debió haberse fijado en cual cogía antes de salir de la habitación. Suspiró suavemente, negando, aún sin girarse.

—  Te has besado con Denna menos de un día después de dejarlo.— Escupió con algo de rabia la rubia, sintiendo como el agarre de Chiara sobre su muñeca se hacía más débil.—  Si fue ella la que te atrajo desde que entraste aquí, que te haya dejado no te ha tenido que afectar tanto como dices.

— ¡¿Pero tú eres idiota?! — Exclamó Chiara, obligando a Elizabeth a girarse para poder hablar mirándola a la cara. — Por Dios Elizabeth, ¡me has dejado sin decir nada! ¡has cambiado de la noche a la mañana! Primero me ignoras, descubro que has hablado con todos en Navidades menos conmigo y después me dejas. ¡Sin tener la mínima decencia de darme una explicación! Luego llegas, te presentas en el box donde yo estoy cantando, con mi sudadera. ¡Fuck, juro que siempre estoy tratando de entenderte pero me lo pones muy complicado!

— Vale, mira, lo de la sudadera ha sido sin querer, porque he salido de la habitación rápido y no me he dado cuenta.— Se justificó la menor, viendo como Chiara se cruzaba de brazos. 

— Y, dime, ¿por qué has salido con prisa? — Elizabeth se quedó callada y tragó en seco.— ¿Por qué no me explicas que te pasa? No voy a juzgarte, no voy a presionarte, ni siquiera diré nada si no quieres que lo haga.— Chiara tomó ambas manos de la menor, mientras que a esta se le aguaban los ojos.— Pero habla conmigo. Por favor Elizabeth, confía en mí. 

Mordió el interior de su mejilla mirando hacia sus manos y después alzó la mirada para poder mirar a Chiara a la cara. Suspiró suavemente y una lágrima cayó por su mejilla, y Chiara, al ir a limpiársela con el pulgar de la mano izquierda, volvió a ver la mejilla de la rubia con un tono azul. La miró por unos segundos a los ojos y acercó su mano hacia la mejilla, sin querer preguntar por si Elizabeth huía de allí. Pero, según vio como su mano se acercaba a su mejilla, Elizabeth apartó la cabeza y soltó sus manos de las de Chiara.

— Buenas noches, Chiara.— Sin decir nada más, se fue de allí.

— ¿Te vas a ir? — Preguntó la inglesa, viendo como Elizabeth salía de la sala de ensayo.— Y efectivamente, se ha ido.— Murmuró para sí misma, pasando ambas manos por su rostro y después recolocando sus gafas.— Por qué las mujeres serán tan complicadas, a este paso me vuelvo hetero.— Incluso ella se rió de su propia ocurrencia, para después volver al box y seguir componiendo un rato más. 

Elizabeth se fue hacia la habitación, pero cuando fue a entrar, se encontró a alguien en la puerta, poniendo una mano en su pecho del susto que se había llevado.

— Joder Violeta, casi me matas del susto.— Susurró la francesa, con una mano en su pecho.

— Perdón, solo salía a beber agua.— Rió suavemente, casi ni podía distinguir la figura de Elizabeth de lo oscuro que estaba.

— Por lo que veo, Denna y tú estáis bien, ¿no? — Violeta sonrió suavemente, asintiendo.

— Me fue a buscar después de lo del verdad o reto. Alex nos dejó a solas.— Explicó Violeta, mientras ambas iban hacia la cocina.— Le expliqué todo y me entendió, otra vez. — Miró a Elizabeth y sonrió, mientras se llenaba un vaso de agua.— Vamos a hablar con Noemí para que me deje hablar con Amelia un momento y evitar que más gente salga dañada de esto.— Bebió su vaso de agua mientras Elizabeth sonreía.— La magia de hablar las cosas, deberías probarlo. — Elizabeth rió mientras negaba.— ¿Tú que tal con Kiki?

— Digamos que... — Hizo una mueca.— Ella está enfadada porque la dejé y yo porque se ha liado con Denna, así que no llegamos a ningún acuerdo.

Ambas rieron y volvieron a la habitación, Elizabeth decidió molestar a Ruslana y meterse con la pelirroja a la cama, escuchando los gruñidos de Ruslana mientras se apartaba para dejarle un sitio a su mejor amiga a su lado.

Elizabeth cerro sus ojos mientras pensaba en todo lo que había pasado aquella noche, definitivamente había sido una noche complicada.

...

Eeeeh cuarto capitulo en un día, quien me explica de donde me viene tanta inspiración? Os juro que ni yo lo sé.

Oye oye oye ha habido avances entre estas dos ehhh poquito a poquito la cosa parece que va perdiendo tensión JAJAJAJAJ

Sus comentarios me dan vida, en serio jskdjsk vuelvo a repetir que me leo todos, aunque no los conteste a todos, juro que Leo todos.

¡Gracias por su apoyo!

Besis de fresis

Psdt: Recuerden que soy una persona que tiene su vida fuera de esto, intento darles más de un capítulo por día pero entiendan cuando no pueda hacerlo por estudios, trabajo etc. Empiezo exámenes en nada por lo que puede que haya días que solo suba un capítulo, o ninguno, espero que entiendan que tengo vida fuera de esto, aún así gracias por leer a todos y a todas ❤️

¡Nos leemos!

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