"Madre, ¿cometí un error?" Fu Zhiyu no pudo evitar preguntarle a Yuan Wanyun en el carruaje de regreso: "¿Por qué es así otra vez? Obviamente, ya hemos abandonado el palacio y todavía tenemos que enfrentarnos a estos trucos sucios detrás de escena".
Yuan Wanyun se sintió angustiada por él y lentamente acarició el suave cabello de su hijo.
"No fue tu culpa", la consoló, "Xiaobao no hizo nada malo, es solo que algunas cosas no siempre salen como uno quiere".
Fu Zhiyu se sintió extremadamente cansado y volvió a pensar que muchas cosas no podían considerarse correctas o incorrectas. Si había establecido un poco de prestigio en Jiangnan al principio, ¿cómo podría alguien atreverse a actuar contra él en tal ocasión?
Ahora que este asunto había terminado, si querían continuar atacando, no era gran cosa si solo atacaran a él; lo que temía era que afectara a otros.
Él había arreglado las cosas aquí, pero ¿y si apuntaban a su madre? ¿Qué pasaría si, como en la historia original, llegaran a toda la familia Yuan?
Hacía mucho tiempo que no hablaba en el carruaje. Yuan Wanyun sabía que estaba de mal humor y necesitaba estar callado por un rato, así que no lo molestó más.
Fu Zhiyu no era un hombre sin temperamento, y ahora su ira no era algo que pudiera soportar de manera casual. Incluso si se calmara, intelectualmente hablando, si diera un paso atrás en ese momento, los demás probablemente pensarían que era fácil de intimidar.
Desde que llegó a Jiangnan, temía que su llegada perturbara la vida normal de los demás, por lo que insistió en que todo funcionara como estaba y se relajó mucho.
Yuan Jiangxing recibió un decreto del emperador para llevar tropas a Jiangnan para proteger el área, y era claramente un hombre con poder militar en sus manos. Después de llegar a Jiangnan, debido al estilo de Fu Zhiyu, siempre había sido muy educado con los demás, y Yuan Jiangwen había confiado en sí mismo para hacer negocios, sin confiar nunca en el poder en manos de Fu Zhiyu para participar en una competencia maliciosa. Al contrario, la familia se mostró más cautelosa que antes.
Ahora parecía que hizo esto, pero cometió un error, haciendo que la gente pensara que simplemente podían pisarlo, ¿verdad?
Fu Zhiyu no había dormido en toda la noche y parecía haber tomado una decisión en su corazón.
Al día siguiente, Yuan Jiangxing se enteró de este asunto.
Después de discutir un rato con Fu Zhiyu, condujo directamente a sus tropas a la residencia del gobernador de Luanzhou. Temprano en la mañana, sacó sin ceremonias de la cama al gobernador dormido de Luanzhou. Los cuatro soldados casi lo levantaron y lo arrastraron hasta el pasillo exterior.
"¡Qué estás haciendo!" El gobernador estaba acostumbrado a ser un hombre poderoso y hacía mucho tiempo que no se sentía tan humillado: "¿Sabes quién soy? ¿Es tan bárbaro? ¡Bájame!"
Este asunto todavía no era adecuado para que la gente lo observara. Fu Zhiyu le pidió a alguien que cerrara la puerta. La mansión del gobernador de Luanzhou era muy grande. Después de cerrar la puerta, no se escuchó ningún sonido del interior.
Frente al salón, las doncellas y sirvientes de la mansión del gobernador se arrodillaron, y el propio gobernador quedó presionado contra el suelo, incapaz de moverse.
Fu Zhiyu se sentó en una silla en medio del pasillo. Estaba vestido formalmente hoy. El gobernador de Luanzhou todavía llevaba la bata con la que dormía. Cuando miró a Fu Zhiyu, vio el dragón dorado de cuatro garras en su ropa.
Una vez que Fu Zhiyu tomó una decisión, se movió rápidamente.
Era el único Wang de la dinastía a quien le habían entregado la tierra. El emperador también lo recompensó con ropa con un dragón dorado de cuatro garras, que estaba a una garra del dragón dorado de cinco garras del emperador.
Todo el mundo sabía que Fu Zhiyu era muy especial, y había todo tipo de rumores, diciendo que era porque una vez había salvado la vida del actual emperador y tenía una relación extraordinaria con la familia Xie que podía tener un estatus tan honorable.
Por eso, al principio nadie se atrevió a tocarlo, cautelosos y temerosos de meterse en problemas. Pero después de mucho tiempo, parecía... ¿que no pasó nada?
El emperador no había estado en Jiangnan en los últimos tres años y la familia Xie parecía haber olvidado este lugar. Al nuevo Rey de Jiangnan no le importaba nada, excepto no aceptar invitaciones y no ver gente. Pero era bueno hablar de otras cosas; Un temperamento tan suave seguramente haría que la gente tuviera pensamientos torcidos.
Todo este Jiangnan pertenecía a Fu Zhiyu. Si estuviera bien controlado, ¿no sería una gran oportunidad?
Esta vez con el quemador de incienso fue sólo una prueba.
Los soldados presionaron al gobernador de Luanzhou para que se arrodillara. De hecho, sabía en su corazón de qué se trataba. Pero Fu Zhiyu fue muy educado y cortés cuando se llevaba bien con él antes. Parecía de muy buen humor y fácil de engañar. Ahora estaba sentado en el pasillo con la cabeza gacha y no parecía estar muy enojado, solo estaba bebiendo té.
Podría ser solo que la familia Yuan se enteró y Yuan Jiangxing estaba enojado y decidió defender a su sobrino, se consoló el gobernador de Luanzhou. Sintiendo que volvía a tener algo de confianza en su corazón, se atrevió a mirar a Fu Zhiyu.
En ese momento, no había prestado atención a la situación de las tres varitas de incienso que penetraban el fondo del incensario de cobre cuando inspeccionó el incensario ayer. Solo miró la suave apariencia de Fu Zhiyu. La impresión profundamente arraigada de los tres años anteriores no era tan fácil de deshacerse, y sentía que mientras fingiera ser inocente, podría salirse con la suya.
"Wang Zhao", el gobernador de Luanzhou parecía ofendido, "¿es esto... qué está pasando?"
Fu Zhiyu dejó la taza de té que tenía en la mano, lo miró y dijo: "¿Qué? ¿Sigues haciéndote el tonto conmigo?
El gobernador de Luanzhou era responsable de todos los aspectos del ritual y vino a Fu Zhiyu para hablar sobre el proceso. Le era imposible no saber estas cosas.
Fu Zhiyu quería saber quién estaba detrás de esto y quién le estaba ordenando que hiciera esto.
"¿De qué estás hablando?" El gobernador de Luanzhou parecía confundido: "¿Este funcionario hizo algo mal?"
Fu Zhiyu le recordó amablemente: "Ayer, el asunto del sacrificio".
"¿Hay algún problema con el sacrificio?" El gobernador todavía parecía desconcertado: "¿No iba todo bien? Verás, la feria del templo está a punto de comenzar hoy, hay mucha vida afuera y todavía quedan muchas cosas por hacer por parte del gobierno..."
Fu Zhiyu apartó la taza de té, se frotó la frente y suspiró.
Efectivamente, no puedes ser demasiado amable con la gente. Las cosas habían llegado a este punto. Esta persona se atrevió a hacerse el tonto frente a él, lo que fue suficiente para mostrar cuánto espacio para la fantasía les habían dado a los demás sus acciones anteriores. Tanto es así que este hombre pensó que podría escapar de esta manera, e incluso empezar a mirar a su alrededor.
Fu Zhiyu levantó la mano e hizo un gesto de deslizarla suavemente hacia abajo.
Yuan Jiangxing entendió, dio un paso adelante y lo que dijo se pudo escuchar en todo el salón.
"Treinta palos militares, hablemos de eso después de la paliza. Si se desmaya, vierte una olla con agua fría y continúa después de que se despierte".
El gobernador de Luanzhou nunca en su vida había sido golpeado por un palo militar. Incluso tenía una sonrisa en su rostro, sintiendo que Fu Zhiyu solo lo estaba asustando.
Pero tan pronto como los soldados sacaron el arma de ejecución, sintió que algo no estaba del todo bien.
"¡Espera espera!"
Pero los soldados no lo escucharon y, después de presionarlo contra un largo banco de madera, lo ataron de pies y manos.
El gobernador todavía vestía la ropa que usaba en la cama y básicamente no le brindaba protección contra los golpes. Cuando cayó un sólido bastón militar, todo su cuerpo tembló y luego dejó escapar un aullido como el de un cerdo sacrificado.
"Hacía demasiado ruido", dijo Fu Zhiyu, "busca algo con qué amordazarlo".
Mientras alguien buscaba la tira de tela, el tercer palo fue alcanzado. De hecho, el gobernador de Luanzhou no pudo soportarlo después del primer palo. Yuan Jiangxing trajo sus propios soldados; Solían vigilar la frontera. Naturalmente, eran más que un poco duros en comparación con los soldados del gobierno.
"¡Te lo diré, te lo contaré todo!"
"No, no es demasiado tarde para hablar después de que se terminen los treinta palos", dijo Fu Zhiyu. "También traje dos médicos para que el gobernador no muera. Te di una oportunidad, pero no la aprovechaste y ignoraste mis palabras".
No existía el perdón casual al matar un pollo para advertir a un mono (para castigar a un individuo como ejemplo para los demás ).
Una vez terminados los treinta palos militares, el gobernador ya se había desmayado y toda la mansión estaba en silencio, nadie se atrevía a salir a detenerlos.
"Traiga un recipiente con agua fría", Yuan Jiangxing miró al gobernador, "¿No quería decir algo? Ahora es el momento de hablar".
Ahora era apenas el comienzo de la primavera y el clima de la mañana todavía era frío. Mucha gente todavía tenía que usar ropa acolchada de algodón en ese momento. El agua que acababan de sacar del pozo estaba muy fría. Después de verter un balde, el hombre inconsciente se despertó inmediatamente.
El gobernador que había sido golpeado estaba rojo de evidente ira. Luchó en el banco dos veces y no podía ponerse de pie, por lo que miró a Fu Zhiyu como si quisiera comérselo vivo.
"¡Usted está loco!" Mirando a los soldados que todavía lo rodeaban, el gobernador no se atrevió a decir nada demasiado excesivo: "¡Tú, tú, tú, crees que aquí no hay ley! Soy un funcionario de la corte imperial. ¿Qué ley utilizas para llevar a cabo la ejecución?
El gobernador de Luanzhou estaba realmente acostumbrado a los días felices de los últimos tres años y ahora no podía contener su ira. Cuando dijo esto, Fu Zhiyu se rió.
"Este Wang cree que estás confundido. Los treinta palos del ejército aún no te han despertado", dijo Fu Zhiyu. Se levantó lentamente de su asiento y miró al gobernador con condescendencia. "Este wang es el rey de Jiangnan. Jiangnan es el feudo de este wang. La ley de este Wang es la ley aquí".
El gobernador de Luanzhou se quedó sin palabras, apretó los dientes y le brotó un sudor frío de la cara.
"¿Quién te ordenó que hicieras esto?" Le preguntó Fu Zhiyu.
El gobernador sabía que esto era casi un ultimátum y si no hablaba en ese momento, temía que no se tratara de treinta palos militares.
Los soldados detrás de él estaban haciendo fila, esperando la orden de Fu Zhiyu.
"La familia Deng y Qian me pidieron ayuda", dijo rápidamente, "yo..."
"También querías probar mi profundidad, ¿no?" Fu Zhiyu arqueó las cejas y lo miró: "Tantas ideas".
La ciudad de Luanzhou era la cabecera de Jiangnan y el lugar más próspero aquí. El gobernador de Luanzhou solía estar bajo la jurisdicción del gobernador de Jiangnan. Cuando llegó Fu Zhiyu, el gobernador de Jiangnan ya no pudo controlarlo, por lo que se convirtió en el funcionario más poderoso de Jiangnan, lo que infló su ego.
"Según todos los indicios, no estoy exento de culpa. Cuando llegué por primera vez a Jiangnan, no te atreverías a hacer tal movimiento, ¿verdad? Fu Zhiyu suspiró. "Mis pensamientos eran demasiado simples. Desde que acepté el decreto, no puedo dejarlo solo. Tarde o temprano habrá problemas".
"Tú..." El gobernador de Luanzhou lo miró, escupió sólo una palabra y fue interrumpido por Fu Zhiyu.
"Sin embargo, si hay un problema, debe resolverse", continuó Fu Zhiyu, "así que, de ahora en adelante, no serás el gobernador de Luanzhou".
"Tú...!"
Fu Zhiyu hizo un gesto con la mano y dijo: "No te emociones, deberías haber pensado en esto desde el momento en que entré por la puerta".
No era tonto, ¿cómo podría mantenerlo como funcionario?
"Dejemos que el tío asuma temporalmente las funciones de gobernador de Luanzhou", dijo Fu Zhiyu, asintiendo con la cabeza hacia Yuan Jiangxing. "Hay muchas personas bajo tu mando en las que puedes confiar y puedes utilizarlas en todas partes. Jiangnan es grande. No creo que pueda encontrar algunas personas a las que pueda utilizar en lugar de aquellas con pensamientos torcidos".