Ya no me interesas

Capitulo 95

El Señor Dios quería decir algo más, pero Fu Zhiyu no pudo escuchar más. Sintió que le zumbaban los oídos.

¿Por qué hizo esto?

Fu Zhiyu no podía pensar con claridad.

Trató de recordar la última vez que vio a Xie Ke. Su recuerdo de esa noche era en realidad muy vago. Sólo recordaba el abrazo y las palabras "te amo", y nada más.

Pensó que este era el final para él y Xie Ke, y era el mejor final que se le ocurrió en ese momento. Los dos se soltaron y, si se encontraban en el futuro, en el mejor de los casos, simplemente se mirarían y sonreirían.

Olvidarnos unos a otros en este mundo fue perfecto.

Pero ahora que se descubrieron estas cosas, todo cambió y el final aparentemente pacífico fue en realidad indescriptible en retrospectiva.

En ese momento, Fu Zhiyu quería preguntarle a Xie Ke qué estaba pensando y por qué estaba haciendo esto.

Pero sólo había una cosa que no podía decir. Esta vez no pudo decirle a Xie Ke que no necesitaba hacerlo. Si no fuera por la iniciativa de Xie Ke, Fu Zhiyu ni siquiera tendría la oportunidad de estar aquí.

El Señor Dios se fue en algún momento. Quizás vio la incapacidad de Fu Zhiyu para escuchar y sintió que era inútil decir nada, así que se fue.

El tiempo aquí fue muy largo, suficiente para que Fu Zhiyu pensara.

Fu Zhiyu siempre había pensado que era una persona de mente muy abierta. Debido a su complicada experiencia, siempre fue fácil dejar de lado los errores que otros le habían hecho, como Shen Yang, como Xie Ke antes.

Podía permitir que otros le hicieran daño, pero no podía permitirse que él mismo hiciera daño a los demás. En otras palabras, a Fu Zhiyu no le gustaba deberle nada a los demás.

Solo tenía unas pocas personas de las que se arrepentía y a las que debía, e hizo todo lo posible para compensarlas. Si los demás lo trataban bien, él les devolvería el favor doble, ya fueran familiares o amigos.

Pero él y Xie Ke estaban demasiado enredados. Antes de que Fu Zhiyu supiera la verdad, todavía podía decir que sus dos vidas se compensaban mutuamente y, en general, nadie le debía nada a nadie. Pero todo eran ilusiones; Después de este incidente, no pudo decir que no debía nada.

¿Por qué él y Xie Ke terminaron así?

No es que Fu Zhiyu nunca hubiera visto el amor. La hermana Yuan Xi y su esposo se amaron durante mucho tiempo, y él los vio desde enamorarse, casarse y permanecer juntos uno al lado del otro. Aunque a veces la pareja se peleaba, todavía se podía ver que las dos personas se respetaban y amaban.

El amor de los demás era tranquilo y feliz, y era dulce verlo. No podía entender por qué cuando les llegó el turno a los dos, era solo un ovillo de lana que no se podía desenredar.

Fu Zhiyu no supo cuánto tiempo estuvo pensando en eso solo. El pasado entre él y Xie Ke giraba en su mente como una linterna giratoria.

Cuando solía pensar en Xie Ke, siempre eran recuerdos infelices. Pero ahora que pensaba en él, esos tristes recuerdos del pasado aún existían, pero había más, los que hacían que Fu Zhiyu se sintiera diferente.

Una noche, dos personas caminaban juntas por una calle desierta, dos faroles sin escritura flotaban sobre el agua. También conoció a Xie Ke en el sitio de construcción donde se cavó el canal. La cara de Xie Ke estaba gris y no podía limpiarla. Y más en el pasado, Xie Ke trepó con cautela por la pared de la residencia, evitando habitualmente a Rongrong, y cuando llegó allí, no se atrevió a acercarse demasiado a Fu Zhiyu, por lo que se quedó allí así, mirándolo. un poco estúpidamente.