El sol de QishanWen☀️

By pilar_celestial_

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Wei Wuxian o ahora conocido como "La nueva Madam Wen" pone en orden a todo el mundo de la cultivación. More

Capítulo 1: Sin remordimientos
Capítulo 2: Conflicto Interno
Capítulo 3: Nunca es suficiente
Capítulo 4: Nunca es suficiente parte 2
Capítulo 5: Pequeños soles
Capítulo 6: Rojo
Capítulo 7: Con dos a la vez
Capítulo 8: Con dos a la vez Pt.2
Capítulo 9: Arrepentimiento
Capítulo 10: Pequeño gran poder
Capítulo 11: Una jarra de vinagre ¿O dos?
Capítulo 12: A-Niang
Capítulo 13: El amuleto
Capítulo 14: La Carta
Capítulo 15: Yunmeng Jiang
Capítulo 16: El enamoramiento del Líder Wen
Capítulo 17: La decadencia del oro
Capítulo 18: Reflexiones
Capítulo 19: ¡Mi señora puedo explicarlo!
Capítulo 20: La resistencia es la clave
Capítulo 21: Divorcio
Capítulo 22: La palabra prohibida con "D"
Capítulo 23: Brote de energia
Capítulo 24: Madame Wen es Madame Wen
Capítulo 25: Ojos como el oro
Capítulo 26: ¡Celebración!
Capítulo 27: ¡Wen Ruohan esta desesperado!
Capitulo 28: Aguas termales
Capítulo 29: Amar la casa y su cuervo
Capítulo 30: Querida esposa
Capítulo 31: Una naranja
Capítulo 32: El sol brillara
Capítulo 33: El obsequio
Capítulo 34: Inocente
Capítulo 35: Todo es un mal recuerdo
Capítulo 36: Hambriento
Capítulo 37: Didi
Capítulo 38: ¡La cama no la compartiremos!
Capítulo 39: Madame Wen es la verdadera debilidad del Líder
Capítulo 40: Observar
Capítulo 41: Síntomas
Capítulo 42: Mi pequeña esposa está lejos de mí
Capítulo 43: La esposa traviesa fue atrapada
Capítulo 44: Dos Brotes
Capítulo 45: Jiang
Nota
Capítulo 47: El anillo
Capítulo 48: Testigos de un Banquete de Amor
Capítulo 49: Jiang Cheng se arrepiente.
Capítulo 50: Los herederos son unos desvergonzados
Capítulo 51: Brillar como el sol y la luna
N/A Nueva plataforma
Capítulo 52: El esposo proveerá.
Capítulo 53: La secta Wen tiene sus habilidades.

Capítulo 46: Regreso a Yunmeng Jiang

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By pilar_celestial_

Wen Zhuliu era un acosador.

En los últimos días, Wen Zhuliu se encontraba en una constante lucha interna. Desde el fatídico día en que Wen Chao lo había rechazado de manera implacable, ya no le dedicaba ni una sola mirada. Aquellas miradas cariñosas y cálidos recibimientos que en el pasado habían forjado una conexión especial se desvanecieron, como si nunca hubieran existido. Wen Zhuliu lamentaba su situación a diario, reviviendo en su mente una y otra vez el doloroso rechazo que lo había sumido en la oscuridad.

Wen Zhuliu se lamentaba cada día.

La decisión de madame Wen de retirarlo del cuidado de los herederos lo había dejado sin opciones. A pesar de sus habilidades especiales, no se sentía capaz de enfrentar al poder abrumador de Wei Wuxian, cuya sombra se cernía sobre todo el clan Wen... definitivamente no podía enfrentarse a la señora de la secta. Wen Zhuliu, en un intento de convencerse a sí mismo, trató de asumir que estaba bien con la idea de observar desde la distancia, pero sabía que eso era una mentira que solo le causaba más dolor. Mas bien Wen Zhuliu se había resignado a solo observar a ese hermoso joven maestro, y jurando mantener su amor no correspondido como en secreto protegido dentro de su corazón.

Él mismo había sido responsable de llevar las cosas a este punto, y eso era algo que debía aceptar. Él mismo era el culpable por su propio infortunio y por el abismo que se había abierto entre él y Wen Chao.

Después de esa escalofriante pesadilla que lo seguía atormentado aun con ojos abiertos, Wen Zhuliu no podía evitar acudir de inmediato a ver a Wen Chao, sintiendo la necesidad imperiosa de asegurarse con sus propios ojos que estuviera a salvo. La simple visión de su joven señor lo había calmado, Wen Chao estaba vivo, y eso calmaba el caótico estado mental de Wen Zhuliu. Al observarlo, notó que las heridas de Wen Chao se habían curado notablemente rápido. Wen Zhuliu no pudo evitar pensar que la influencia de madame Wen tenía algo que ver con ello. Y en su corazón agradecía profundamente lo que sea que Madame Wen haya hecho para curar a Wen Chao.

Día tras día, Wen Zhuliu se las ingeniaba para encontrar momentos para observar a Wen Chao, sin importar el lugar en el que se encontrara: ya fuera en el campo de entrenamiento, en medio de una clase con sus maestros o en alguna reunión de la secta. La mera acción de mirarlo desde lejos le daba un alivio momentáneo a su afligido corazón, y le proporcionaba la fuerza necesaria para afrontar las adversidades que la vida le imponía.

Aun que tuviera un profundo terror por el hecho que Madame Wen se enterara, Wen Zhuliu iba afrontar las consecuencias.

En este momento, Wen Zhuliu estaba viendo a Wen Chao mientras comenzaba su rutina de entrenamiento de la mañana tiro con arco, suponía que Wen Chao había adelantado su clase para poder despedir al Líder de secta y a Madame Wen apropiadamente, el mismo Líder le había dicho que iba a partir hacia Yunmeng.

El recuerdo de haber tenido el privilegio de enseñarle esta habilidad a Wen Chao lo llenaba de gratitud. En el pasado, Wen Chao se quejaba con frecuencia de no poder dominar el arte del arco, y Wen Zhuliu había respondido con paciencia y amor, dedicándose a enseñarle. El progreso del joven había sido notable, y al verlo en pleno ejercicio, una sonrisa sincera apareció en el rostro gélido de Wen Zhuliu, un reflejo de su orgullo y afecto hacia su joven señor.

Ese día, Wen Zhuliu había decidido presentarse para despedirse. Sin embargo, en lugar de acercarse directamente a Wen Chao, se mantuvo a una distancia prudencial y lo observó en silencio por un momento. Wen Chao, ajeno a la mirada de su leal cuidador, continuó con su entrenamiento con determinación. Nunca supo que, durante todo ese tiempo, Wen Zhuliu lo había estado vigilando con afecto y preocupación desde las sombras, guardando sus emociones en el rincón más profundo de su corazón.

Wen Ruohan continuaba siendo un esposo extraordinariamente complaciente con Wei Ying, sobre todo ahora que su esposa había tomado la decisión de enfrentar su pasado. Deseaba con fervor que la luz y la alegría en el rostro de su amado no se extinguieran por ningún motivo. Wen Ruohan conocía bien el carácter de Jiang Cheng y sabía que este viaje no sería precisamente fácil. Aunque no tenían intención de revelar a Jiang Cheng que la familia Jiang seguía con vida, consideraban necesario advertirle.

No todos eran dignos de confianza, y decir más de la cuenta podría suponer un riesgo para los planes de Wen Ruohan de traer de vuelta a la familia Jiang. A pesar de su falta de apego a esa familia en particular, su motivación principal era su esposa, si a Wen Ruohan no le agrada esa familia, pero a su hermosa esposa si, entonces movería cielo, mar y tierra para complacerle. Wei Ying, quien siempre se había culpado por no haber llegado a tiempo para evitar la supuesta muerte de sus seres queridos, o mejor dicho aquella persona que le culpo por esa tragedia.

Los arreglos para ir a Yunmeng Jiang se establecieron de manera sencilla. Debido al buen trabajo anteriormente realizado por Wen Xu cuando estuvo a cargo de la secta, Wen Ruohan considero conveniente que se quedaba a cargo nuevamente de la secta, siempre contaba con la ayuda de los ancianos de la secta, así que no tendría mucho problema.

Wen Chao había intentado con lágrimas y lamentos persuadir a Wei Ying para que lo llevara consigo ya que su padre no accedió a llevarlo, Wen Chao pensó que si convencía a su A-Niang podría ir, aunque su padre dijera anteriormente que no, pero para sorpresa de todos, esta vez Wei Ying había mostrado determinación y no cedió

Wei Ying no quería llevarlo, por que no quería que su pequeño presenciara alguna fatídica escena que pudiera causar Jiang Cheng.

En cuanto al medio de transporte, la idea de ir a caballo se descartó por ser agotadora para su amada esposa. A pesar de que Wei Ying había sugerido viajar en espada, Wen Ruohan la desestimó por motivos de seguridad, ya que no consideraba que fuera una opción segura para una mujer embarazada. Wen Ruohan se esforzaba por cuidar y proteger a Wei Ying en cada detalle de su vida juntos.

—No me importa gastar de mi energía para hacer un talismán. Confía en este esposo, mi cultivo es lo suficientemente alto— dijo Wen Ruohan, seguro de sus habilidades.

Wei Ying sabía que su marido tenía una basta energía. Su nivel de cultivo era tan alto que para el aún era difícil alcanzar. Sabía que el uso de un talismán transportador requería una cantidad significativa de energía, sobre todo si incluía a otra persona en el viaje.

Wei Ying decidió emplear su encanto para persuadir a su esposo —Esposo, esa energía podrías usarla de otra forma— dijo con voz coqueta, arrastrando su mano por el pecho de Wen Ruohan

Wen Ruohan tragó con fuerza, sintiendo cómo el corazón le latía con más fuerza.

—¿Acaso mi esposo no quiere llevarme en su espada?— pregunto Wei Ying de forma sugestiva

Wen Ruohan se tensó de pies a cabeza —No... esposa no quise...

Pero Wei Ying no iba a detenerse tan fácilmente. Continuó con su coqueteo, moviendo sus manos de manera provocativa.

—¿Mi marido no quiere llevarme en sus brazos durante todo ese camino?— preguntó, acercándose más a él.

Wen Ruohan sintió que su corazón latía descontroladamente.

Wei Ying sabía exactamente cómo hacer que su esposo cediera, y estaba decidido a aprovecharlo al máximo.

Con una tierna e inocente sonrisa, Wei Ying añadió —Esta esposa piensa que sería muy romántico ir hasta muelle de loto de esa manera y contemplar el cielo en todo su esplendor...

Wei Ying lanzó una mirada coqueta a su esposo, quien se quedó completamente anonadado por la seducción de su esposa. Pero Wei Ying no se detuvo ahí; utilizó su arma secreta para dar el golpe final.

—Esta dulce esposita quiere sentir los brazos fuertes de su esposo durante todo el camino— dijo, con ojos brillantes y una mirada llena de inocencia mientras rodeaba los brazos de Wen Ruohan con los suyos.

Wen Ruohan jadeó, incapaz de resistirse a los encantos de su esposa.

—Sé que mi esposo es muy, muy fuerte... tan fuerte que puede sostenerme a mi y a los niños en mi vientre sin ningún problema.

Wei Ying se apegó aún más al pecho de su marido, apretando y amasando los brazos de su marido.

—Solo mira lo fuertes son, vaya... mi esposo es realmente increíble.

Wen Ruohan, con las orejas enrojecidas y un latido acelerado, finalmente cedió —Esta bien, iremos en espada.

Wei Ying sonrió triunfante.

La alegría se Wei Ying era tan abrumadora, que el corazón de Wen Ruohan se sentía lleno de dicha. Lo primero que había elegido su esposa, era aquellos conjuntos de túnicas que había mandado a confeccionar para reemplazar aquellas que su esposa había quemado por tomar vinagre.

Estas nuevas túnicas eran a juego, ambas tenían el mismo diseño, Wei Ying se había emocionado con eso.

Las túnicas de Wen Ruohan y Wei Ying, eran de un elegante color blanco, con bordados de llamas rojas en el pecho y las mangas. Las túnicas tienen un cuello alto y se ceñían a la cintura con un cinturón de seda negra. Su diseño era largo y fluida que hacía que la vestimenta tuviera mucha elegancia. Ambas túnicas tienen un broche de oro en forma de sol, colocado en su pecho, que representa su secta.

Wen Ruohan llevaba la mitad de su cabello recogido en una diadema que ostentaba un diamante que caía delicadamente sobre su frente. Wei Ying, por su parte, lucía un modesto peinado que había sido realizado con esmero por Wen Ruohan, una réplica más delicada del suyo. Mientras Wen Ruohan lo miraba con ojos ardientes, Wei Ying correspondía con un rostro encantador y orgulloso, y sus ojos brillaban con vitalidad.

La pareja irradiaba elegancia y confianza mientras se preparaba para su viaje, representando la unión de sus fuerzas y la determinación en su búsqueda. Sus túnicas blancas con bordados rojos reflejaban la pasión que compartían, y el broche de oro en forma de sol simbolizaba su lealtad a su secta. Unidos en apariencia y corazón, estaban listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Inesperadamente, la puerta de su habitación fue golpeada, y dos cabezas curiosas aparecieron. Wen Chao, al ver a sus padres listos para partir, quiso llorar aún más, haciendo pucheros desconsolados mientras se despedía de ellos. Por otro lado, Wen Xu intentaba mantener una expresión neutral, aunque en su interior ansiaba retener a sus padres y evitar que se marcharan. A pesar del tiempo transcurrido, Wen Xu seguía temiendo que Wei Ying lo abandonara, ya que regresaba a su antiguo hogar, y cualquier cosa podía suceder.

Wei Ying, al ver a sus hijos, sintió un agudo dolor en el corazón. Les dio un beso en la frente a cada uno antes de partir con su esposo.

Wen Xu y Wen Chao al ver que su A-Niang se montaba en la espada de su A-Die, le miraron con curiosidad, anteriormente había dicho que no usarían la espada. Sin embargo, Wen Ruohan no les devolvió la mirada.

Wei Ying lanzo una última mirada a sus pequeños. Su corazón estaba lleno de inquietud al dejar a sus pequeños.

Wei Ying decidido preguntar con cautela —¿Wen Zhuliu está en la secta cierta?— su pregunta se debía, ya que fue extraño que Wen Zhuliu no fuera a despedirse de su Líder.

Wen Ruohan miro a su esposa con detenimiento, como si leyera lo que estaba pensando.

—No

Wei Ying mostro sorpresa en su rostro —¿Si no está en la secta, entonces dónde está?

—No está en la secta— respondió simplemente Wen Ruohan

Wei Ying mostro sorpresa en su rostro

¡Vaya tipo más débil!

Wen Ruohan decidió no revelar más información y permaneció en silencio.

Ante la falta de respuesta, Wei Ying se dio por vencida y no presionó.

—Wen Chao y Wen Xu estarán bien. No debes de preocuparte por ellos— dijo Wen Ruohan, abrazando a su esposa y ofreciéndole consuelo.

El cálido abrazo de su esposo hizo que el cuerpo de Wei Ying se relajara. A pesar de la preocupación por dejar a sus hijos, confiaba en la protección de Wen Ruohan y en el futuro que habían construido juntos.

Wen Ruohan no perdía de vista a su esposa en ningún momento, observando de cerca su nerviosismo. Aunque Wei Ying intentara ocultarlo, era evidente que prefería viajar en espada para retrasar el momento de llegar a su antiguo hogar, una señal de su inseguridad. Wen Ruohan entendía sus temores, pero quería asegurarle que no tenía nada de qué preocuparse.

Pero Wei Ying no tenía que temer. No iba solo.

Wen Ruohan con cara verde tomo medicina, para prevenir el mareo y los vómitos matutinos, una afección que lo estaban atacando constantemente debido al embarazo. Wen Qing le había llenados varios frascos para que los llevara en su anillo espacial, por precaución. Wen Ruohan internamente agradecía a Wen Qing, aunque la medicina era horrible, era peor los mareos y el vomito que le ataco la primera vez, después de eso fue un poco mas calmada su condición.

Con su cuerpo estable gracias a la medicina, Wen Ruohan se sentía listo para enfrentar cualquier desafío que se presentara en el viaje. Haría cualquier cosa por su esposa, incluso derribar montañas si era necesario para protegerlo. Todo para Wei Ying.

El sol emergía en el horizonte, lanzando sus primeros rayos de luz sobre el tranquilo lago de lotos de Yunmeng Jiang. La brisa matutina acariciaba suavemente las aguas, haciendo que las flores de loto se balancearan como bailarinas en un escenario natural. Los tonos rosados y naranjas pintaban el cielo al amanecer, creando una imagen digna para inspirar a un artista.

Los discípulos de la secta Yunmeng Jiang despertaban de sus sueños con la armoniosa sinfonía de las campanas de plata que sonaban en el Muelle de Loto. Con un movimiento ágil y elegante, se deslizaban de sus camas y se ponían las túnicas moradas distintivas de su secta, cada una decorada con los nueve pétalos de loto, símbolo de su linaje. El loto era la esencia de su hogar, y su secta lo reflejaba en cada detalle.

Sin embargo, nadie los prepararía para ese día, pero como dice su lema "Intenta lo imposible"

Como era costumbre, los discípulos comenzaron su entrenamiento matutino. Algunos practicaban con espadas, moviéndose con gracia y precisión en una batalla de acero. Otros discípulos se dirigían para saltar al lago, donde el agua clara y las flores de loto les brindaban un escenario idílico para demostrar su, nadar entre los lotos así demostrando su destreza acuática.

Todos hacían sus actividades como era su rutina. Lo mismo aplicaba con el Líder de la secta, Jiang Wanyin, que se encontraba en su oficina revisando minuciosamente las cuentas y los informes de la secta. Ese día tenia un horario ajustado, por eso empezó muy temprano, y también que por alguna extraña razón no había podido dormir bien. Su núcleo que residía en su interior vibraba de manera inusual. Aunque no podía precisar la causa de su intranquilidad, sabía que algo no estaba en su lugar. Esa vibración persistente de su núcleo dorado lo llenaba de ansiedad. Sentía que algo importante se avecinaba, algo que cambiaría el rumbo de su vida y de la secta. Sin embargo, no tenía forma de anticipar la magnitud de lo que estaba por venir, Jiang Cheng alejo esos pensamientos, y se concentro en su trabajo.

Mientras tanto, en la ciudad de Yunmeng, la vida cotidiana continuaba con su ritmo característico. Los mercaderes se preparaban para sus jornadas de comercio, cada uno atendiendo a sus respectivos productos y servicios. Los habitantes de la ciudad iban y venían, llenando las calles con el bullicio de la actividad diaria.

Sin embargo, lo que ninguno de ellos podía prever en ese momento era que el día que se avecinaba sería muy diferente a cualquier otro. El destino se tejía con hilos invisibles, y un giro inesperado aguardaba a la secta Yunmeng Jiang.

Wei Ying podía ver que estaban entrando en la región de Yunmeng, pronto estarían en Muelle de Loto, el lugar donde se encontraba la Secta Yunmeng Jiang.

Wen Ruohan decidió que era buen momento para descender. Bajo primero, para luego brindarle la mano a su señora para que bajara.

Mientras tanto, Wei Ying se preparaba para enfrentar lo desconocido. Sabía que su regreso a Yunmeng no sería sencillo, especialmente considerando las tensiones previas con su familia y la secta. Pero estaba decidido a hacer todo lo posible para enmendar las relaciones rotas y encontrar la paz que tanto anhelaba.

Sus ojos destellaban con determinación mientras recordaba los eventos que lo habían llevado de vuelta a su antiguo hogar. Durante años, había estado lejos de Yunmeng, vagando por tierras lejanas junto a su esposo, Wen Ruohan. Pero ahora, las circunstancias lo habían llevado de regreso, y no podía evitar sentir una mezcla de emociones.

Sabia que Yunmeng ya no era su hogar, el pasado y las experiencias habían cambiado muchas cosas. Recordaba a su querido hermano, Jiang Cheng, con quien había compartido risas y aventuras en su juventud. Pero también había tensiones y conflictos que habían surgido entre ellos. su relación en este momento no era buena. Eso era como una cicatriz en su pecho, resultado de un oscuro incidente en el pasado, seguía siendo una constante recordatoria de las decisiones que había tomado en su vida. No podía cambiar el pasado, pero esperaba encontrar un camino hacia la redención y la paz, o al menos a la redención y paz de Jiang Cheng.

Ahora, para Wei Ying su familia estaba en la secta Wen.

En el corazón de la secta Yunmeng Jiang, el líder Jiang Wanyin continuaba revisando minuciosamente los informes. Su mirada se desviaba ocasionalmente hacia el jardín exterior, donde las flores de loto brillaban bajo el sol de la mañana, no entendía a que se debía ese creciente interés por lo que estaba afuera. Aunque su rostro reflejaba seriedad, su mente estaba plagada de pensamientos inquietantes. Su núcleo no había parado de vibrar, haciendo que su ansiedad no se asentase.

Wei Ying no se movió de su lugar.

Su esposo, Wen Ruohan, lo esperaba allí con una expresión de apoyo en su rostro. A pesar de su deseo de estar al lado de su esposa en este momento importante, Wen Ruohan entendía que esta era una etapa que Wei Ying debía enfrentar solo, al menos al principio.

—Recuerda, mi amor, que estoy aquí para apoyarte en cada paso del camino —dijo Wen Ruohan, colocando una mano cariñosa en el hombro de Wei Ying.

Wei Ying asintió, sintiendo el cálido apoyo de su esposo. Sabía que tenía la bendición de tener a alguien como Wen Ruohan a su lado.

Mientras avanzaba por el camino que lo llevaría a Muelle de Loto.

La brisa matutina lo envolvía mientras caminaba por los terrenos de la secta. Recordaba con cariño los días en los que él, Jiang Cheng corrían por estos jardines, llenos de energía y sin preocupaciones en el mundo. Pero el tiempo y las circunstancias habían transformado a ambos, y la brecha entre ellos se había ampliado. También recordaba a su Shijie cuando los vigilaba mientras jugaban, o ellos esperando pacientemente mientras ella cocinaba su deliciosa comida.

Al ver los ojos vidriosos de su esposa, Wen Ruohan se detuvo.

—Cariño, que te parece hacer una parada antes de ir a la secta Jiang ¿Mhm? Podemos ir a comer algo en el pueblo... las personas de ahí son muy amables la última vez no querían soltarme, incluso vi las intenciones de una vieja anciana queriéndome desposar con su hija menor, pero dije que tenía una hermosa esposa en casa.

Wei Ying se rio ante lo dicho por su esposo, para luego pintar su rostro con seriedad —Es mejor que me lleves donde esa señora de inmediato. Me asegurare que no se vuelva a meter contigo esposo. Yo te protegeré.

—Mhm mi esposa es realmente confiable.

Wen Ruohan le brindo un beso en los labios.

Así ambos esposos fueron rumbo al mercado

El mercado estaba en pleno apogeo, y su bullicio llenaba el aire con una mezcla embriagadora de aromas y sonidos. Los colores vibrantes de las tiendas y puestos de los vendedores competían por la atención de los transeúntes, creando un espectáculo visual impresionante. Los techos de tela ondeaban al viento, proporcionando sombra a los clientes mientras examinaban los tesoros expuestos.

Los vendedores, con entusiasmo y habilidad, ofrecían sus mercancías a los visitantes, tratando de atraer a los compradores con sus voces persuasivas. Un vendedor de frutas exhibía una variedad de deliciosas opciones, mientras que un comerciante de especias permitía a los curiosos inhalar los aromas tentadores de sus productos. Los tejidos de seda colgaban en exhibición, cada uno con una textura diferente, listos para ser acariciados por compradores interesados.

Wei Ying al sentir el aroma de la comida. Miro a su esposo y pregunto nerviosamente—¿Esposo... seguro estas bien?

Wen Ruohan sabia a lo que su esposa se refería —Mi esposa no debe de preocuparse, Wen Qing me dio medicina, me ayuda con las náuseas, así que no hay problema con el momento.

Wei Ying apretó la mano de su esposo con preocupación —Mi esposo debe de decirme si se siente mal ¿De acuerdo?

Wen Ruohan llevo la mano de su señora a sus labios y la beso —Este esposo entiende.

Wei Ying, en particular, estaba encantado con el mercado. Su mirada curiosa se posaba en cada puesto, y su mano libre señalaba con entusiasmo las cosas que le llamaban la atención. A cada paso, preguntaba a Wen Ruohan sobre los productos y mostraba un interés genuino en aprender más sobre las tradiciones locales.

Wen Ruohan, con una sonrisa indulgente, no dudaba en complacer a su esposa. Si Wei Ying deseaba algo, no había razón para negárselo. A fin de cuentas, el dinero no era un problema para el líder de la secta Wen.

Sin embargo, no todos los presentes compartían la actitud despreocupada de Wei Ying y Wen Ruohan. Algunos de los comerciantes y clientes que reconocieron al líder de la secta Wen sintieron una mezcla de miedo, desconfianza y recuerdos dolorosos del pasado. El asedio a la secta Jiang aún estaba fresco en la memoria de muchos, y la mención del nombre "Wen Ruohan" seguía siendo motivo de inquietud.

—¿No es ese el Líder Wen Ruohan de la secta Wen?— susurró un vendedor de frutas a su vecino —¿Qué hace aquí?

—No lo sé, pero no me gusta nada— respondió el otro vendedor —¿Y quién es ese que va con él? Parece muy familiar.

—¡Mira esas túnicas, que preciosas!— soltó una doncella que iba de paso.

Los vendedores se pusieron nerviosos y bajaron la cabeza, evitando el contacto visual con los dos cultivadores. Otros vendedores y clientes hicieron lo mismo, sintiendo una mezcla de temor y curiosidad. Algunos se preguntaban si debían avisar a las autoridades o a las otras sectas. Otros se preguntaban si los dos cultivadores tenían alguna intención oculta o si solo querían pasar desapercibidos.

Algunos se preguntaban si debían informar a las autoridades o a las otras sectas sobre la presencia de Wen Ruohan. Otros se preocupaban de que los dos cultivadores tuvieran motivos ocultos. La tensión en el aire era palpable.

Pero, para sorpresa de todos, dos personas presentes en el mercado tomaron una perspectiva inusual. Una mujer anciana y un hombre de mediana edad observaron a Wei Ying y Wen Ruohan con ojos brillantes y una sonrisa juguetona en sus labios.

La anciana, se mofo de ellos y con toda la burla cargada en su tono de voz dijo —No sean estúpidos. Claramente se ven como una pareja enamorada. Oyeron lo que dijo la doncella, sus túnicas son tan preciosas... y son iguales. Es evidente la relación entre ellos.

—Además, la vez anterior el Líder Wen vino con alguno de sus discípulos, y su comportamiento fue bastante bien comparado con los rumores. Y véanse, temblando como perros ¡Ja!— dijo una voz femenina.

Ante la perdida de cara que les dejaron estas personas, los vendedores no se atrevieron a decir más.

Wei Ying y Wen Ruohan no parecían notar la reacción de la gente. Seguían caminando por el mercado, cogidos de la mano y sonriendo. Wei Ying le señalaba cosas a Wen Ruohan y le hacía preguntas. Wen Ruohan le respondía con paciencia y le compraba lo que le gustaba.

La anciana hablo con entusiasmo —¿Ese es nuestro Wei Ying verdad? ¡Oh! ¡Se que es el! Los ojos de esta anciana no fallan. ¿Podrías creer que las hermosas dagas que hiciste para la esposa del Líder Wen, iban a manos de nuestro A-Ying

El hombre sonrió ante esta afirmación, reflexionando sobre la sorprendente revelación de la mujer — Tiene razón Madame, jamás lo hubiera pensado... fue muy tonto de mi parte, debí imaginarlo cuando el Líder Wen compro todos aquellos barriles de salsa de chile de la señora Yun, comento que su esposa era alguien que le encantaba ese picante, ¿Quién sería más hábil si no es nuestro A-Ying con el picante? Así como tu no pudiste imaginar que los juguetes que le vendiste eran para los futuros hijos de ellos ¿No?

La anciana soltó una risa y se llevó una mano a la boca.

—Pero que dices, Wei Ying es hombre ¿Cómo podría...? ¡Oh!

La expresión de comprensión iluminó el rostro de la mujer

—Exacto. Intenta lo imposible.

La señora recordó expeditivamente la charla que compartió con el Líder Wen, al ella preguntar si tenía un tercer hijo, el Líder respondió tranquilamente: Estoy trabajando arduamente en ello.

Vaya... A-Ying tiene algunas habilidades— pensaba la señora con el rostro caliente.

El mercado seguía su agitado curso, pero la breve conversación entre la anciana y el hombre recordó a todos que las expectativas y las apariencias a menudo podían ser engañosas. Las risas y charlas llenaban el aire mientras los compradores y vendedores seguían interactuando, y la vida continuaba en el animado mercado.

Wen Ruohan y Wei Ying continuaron su exploración del mercado, pero después de un tiempo, la fragancia de una cocina deliciosa comenzó a llenar el aire. Los estómagos de ambos comenzaron a gruñir en respuesta al irresistible aroma que flotaba en el ambiente. Wei Ying miró a su esposo con una sonrisa juguetona.

—Esposo, ¿Qué dices de probar esa deliciosa comida que tanto nos llama la atención?

Wen Ruohan asintió con una sonrisa complaciente —Es una excelente idea cariño. Jiang Cheng me trajo aquí la última vez. La comida es bastante buena, y la verdad picaba mucho. Tenías razón, la comida de aquí es muy condimentada.

Wei Ying se burló —No es tan picante, pero no te preocupes esposo, escogeré para ti algo de comer que no te cause molestias.

Los dos continuaron su camino por el mercado, siguiendo el rastro del aroma tentador. Pronto llegaron a un restaurante con una fachada tradicional, con techos de madera tallada y linternas rojas que colgaban del exterior. Un mesero vestido de manera elegante los recibió en la entrada.

—¡Bienvenidos!— dijo el mesero con entusiasmo —¿Cuenta con una reserva?

El dueño del local que iba saliendo de la cocina, se tragó el grito que amenazaba con salir de su cuerpo al ver nuevamente al Líder Wen. Sin embargo, se sintió decepcionado por no ver aquel hermoso hombre con cara gélida.

El mesero de repente sintió un horrible dolor en su brazo.

—Li-Líder Wen, es un placer tenerlo nuevamente en mi humilde negocio. Yo personalmente los atenderé a ustedes distinguidos invitados.

Wen Ruohan asintió y siguió de largo llevando a su esposa de la mano.

El mesero quedo con lágrimas en los ojos, por el fuerte pellizco que le dio el dueño.

—¡Te lo mereces!— gruño el dueño en voz baja— tienes en frente al Líder de secta Wen y eres tan vago— regaño —Ve a atender otra mesa, yo personalmente me encargare del Líder Wen y su compañía.

El interior del restaurante era igual de encantador que el exterior. La decoración estaba llena de detalles tradicionales, con mesas de madera pulida y sillas de respaldo alto. Linternas de papel rojo colgaban del techo, creando una atmósfera acogedora.

El dueño del local los condujo a su mesa, donde se encontraban dos sillas con cojines de seda roja. Wen Ruohan ayudó a Wei Ying a tomar asiento con una caballerosidad que no pasó desapercibida. El dueño les entregó los menús, que estaban bellamente diseñados con caligrafía china elegante e imágenes de platos tentadores.

—Nuestro menú presenta una variedad de platos tradicionales de la región— explicó el dueño —¿Puedo recomendar algo en particular, o les gustaría explorar por su cuenta?

Hace muchos años que Wei Ying no iba a ese lugar, y en definitiva su decoración era distinta, imaginaba que la comida había cambiado también, al ver el menú se dio cuenta que su suposición era acertada. Eso entristeció un poco su corazón ya que quería que su esposo degustara aquello que el mismo comía en su juventud. Sin embargo, le emociono la idea que su esposo probara platillos nuevos de Yunmeng Jiang.

Wei Ying, emocionado por la experiencia culinaria, no dudó en hacer una pregunta —¿Cuáles son los platos más populares de la casa?

El dueño sonrió y asintió.

—¡Por supuesto! Una elección excelente. Nuestro pato lacado al estilo cantonés es muy apreciado por nuestros clientes. También podría considerar el pescado al vapor con salsa de soja y jengibre, o los dumplings de cerdo y camarones. Además, si desean probar una variedad de sabores, podríamos preparar un banquete con una selección de platos para compartir.

Wen Ruohan y Wei Ying intercambiaron miradas de complicidad y asintieron con entusiasmo.

—Tráenos todo. Suena delicioso

El dueño se sorprendió y sin decir más solo asintió y se retiró para que pudieran disfrutar de su privacidad.

—¿Tienes mucha hambre, mi amor?— pregunto Wen Ruohan con ojos amorosos

Wei Ying asintió muchas veces —Demasiada. Oler la comida me dio mucha hambre ¿Tu no tienes hambre esposo?

Wen Ruohan asintió también —Tengo mucha hambre también, el embarazo me está afectando más a mí que a ti. ¿Qué hare si algún día mi esposa me ve diferente al estar más rellenito?

—¿Cómo es posible que mi esposo piense de esa manera? ¿Debo de reprender a mi esposo?— pregunto molesto

—En lo absoluto, este esposo solo bromeaba con su esposa.

Wei Ying reflexiono por un momento antes de agregar —Además, esa pregunta debería hacértela yo. Yo son el que engordara más, cargare con dos pequeños en mi interior, el que me vera diferente serás tú ¿Qué deberé hacer si mi esposo no encuentra atractivo a sus ojos esta esposa?— dijo con un suspiro

Wen Ruohan sonrió de una forma que los vellos de Wei Ying se crisparon

—Pues responderé que cuando llegue ese momento, mi esposa deberá responder eso. Si sabes que me pongo como animal en celo cada que te veo esposa. Imagínate tenerte redondo... mhm eso significaría más de ti. Es muy excitante a mi imaginación.

Wei Ying decidió no burlarse mas de su esposo. Por suerte su esposo había puesto una protección para que los demás no escucharan su platica, realmente no quería que escucharan a su esposo decir esas barbaridades.

En poco tiempo, una serie de platos comenzó a llegar a la mesa, cada uno más apetitoso que el anterior. El pato lacado al estilo cantonés estaba tierno y jugoso, con una piel crujiente y una salsa agridulce que hacía que los sabores estallaran en el paladar.

El pescado al vapor estaba cubierto con rodajas de jengibre fresco y cebollas verdes, y se desmoronaba en suavidad con cada bocado. Los dumplings, rellenos de cerdo y camarones, eran pequeñas delicias que explotaban con sabor en la boca.

Wen Ruohan y Wei Ying compartieron risas y conversación mientras disfrutaban de su comida. Los sabores auténticos y las texturas deliciosas les recordaron a la riqueza de la cultura culinaria de la región. Wen Ruohan no lo diría nunca, pero es cierto que extrañaba de vez en cuando esos platillos de Yunmeng que había probado.

Durante la comida, los meseros continuaron atendiéndolos con amabilidad y eficiencia, llenando sus tazas de té y asegurándose de que cada plato llegara a la mesa caliente y fresco.

A medida que avanzaban a través de los platos del banquete, Wei Ying y Wen Ruohan saboreaban cada bocado con satisfacción, el más complacido era Wen Ruohan ya que hacía mucho que las náuseas no le permitían comer apropiadamente. La experiencia de probar la comida local en un entorno tan encantador los hizo sentir aún más cerca como pareja.

Al final de la comida, Wei Ying y Wen Ruohan se relajaron, satisfechos y contentos. Mientras disfrutaban de un té de jazmín para concluir su comida, se sentían agradecidos por haber tenido la oportunidad de experimentar la riqueza de la cultura culinaria local en ese hermoso restaurante.

—¿Cariño te sientes bien? ¿No sientes ninguna molestia?

Wen Ruohan se sintió cálido por la preocupación genuina de su esposa —Este esposo está bien. Mi esposa se preocupa mucho.

El dueño del local se acercó a su mesa con una sonrisa amable y les entregó la factura. Wen Ruohan la tomó y solo dio un vistazo antes de sacar una bolsa de monedas

—Fue una comida maravillosa. Gracias por su hospitalidad— Wen Ruohan le paso la bolsita al dueño

El dueño se quedó perplejo. Esa bolsa entre sus manos pesaba demasiado. Había mucho más que la cuota por la comida.

—Líder Wen, aquí me ha dado mucho más dinero del que debería.

—Acéptalo. El lugar me ha fascinado, tu decoración es hermosa— menciono Wen Ruohan viendo a su alrededor para luego quedarse viendo a su esposa —La comida estuvo increíble, además, tómalo como compensación sobre lo ocurrido la última vez.

El dueño del local a entender a lo que se refería, se paralizo —¡De ninguna manera Líder, yo soy el que estuvo mal, yo debería compensarlo a usted

Wei Ying miro esta interacción con curiosidad —¿Qué sucedió esa vez?

Wen Ruohan sonrió —Lo amenace— dijo simplemente.

Wei Ying le dedico una mirada al dueño, viendo que este tenia perlas de sudor adornando su frente —¿Qué le hiciste a mi esposo para ofenderlo?

Ante la pregunta de Wei Ying el dueño del local se sorprendió tanto que no pudo ocultarlo

¿Dijo esposo? ¿Esposo? ¿Esta persona la Madame Wen, del Líder Wen?

Antes que el dueño pudiera producir algún sonido, el Líder Wen se le adelanto.

—Él estaba viendo a Wen Zhuliu. le dije que Wen Zhuliu es el prometido de Wen Chao.

El dueño quería desmayarse. ¡El Líder no tenía filtro alguno! ¡Le conto directamente! En fin... la vida siempre tiene que terminar, es mejor morir ahora— pensaba el dueño

Wei Ying al ver la fea expresión del dueño, sintió comisión de él.

—Esposo, deja pasar en alto eso— dijo Wei Ying tomando un sorbo de su agradable té

—Lo que mi esposa diga— Wen Ruohan le sonrió a su esposa —Tu no debes de preocuparte, solo estaba bromeando, lleva esas monedas contigo— le dijo al dueño

El dueño asintió con gratitud y nerviosismo.

—Es un placer servirles. Esperamos que hayan disfrutado su visita. Si alguna vez desean regresar, estaremos encantados de recibirlos de nuevo.

Wei Ying y Wen Ruohan se despidieron del restaurante y salieron al mercado, con corazones alegres y estómagos llenos. La experiencia culinaria había sido un hermoso recordatorio de que su amor y su vida juntos estaban llenos de descubrimientos y aventuras.

El dueño al verlos marcharse, tuvo que sentarse por un momento recuperando los latidos que había perdido hace un momento.

Wei Ying cruzó el umbral de la secta Yunmeng Jiang con la mirada fijada en el suelo. Había regresado a su antiguo hogar, pero no con el alivio y la alegría que habría esperado. En cambio, el resentimiento y la desconfianza llenaban el aire. Wei Ying no quería que nadie se interpusiera en su camino, así que guio a su esposo para que entraran sin ser percibidos por nadie en la secta.

Wen Ruohan animo a su esposa —Todo saldrá bien— le tranquilizo —Ahora guíame hasta tu antigua habitación, tengo mucha curiosidad de como era— dijo un poco curioso.

Wei Ying lo miro, sin embargo, una expresión de tristeza se dibujó en su rostro —No creo que mis cosas sigan en ese lugar. Pero de igual manera te mostraré— le dijo sonriente, tomando la mano de su esposo y arrastrándolo por los pasillos.

Finalmente llegaron a una puerta. Wei Ying miro a su esposo y este le miro.

Con un nudo en la garganta, Wei Ying sintió que la puerta estaba bloqueada, pero con una pisca de su energía esta se abrió, para sorprenderse que todas sus cosas estaban ahí... podría decirse que incluso sus cosas no habían sido movidas de lugar.

—Parece que todo sigue intacto— dijo con sorpresa Wei Ying

Wen Ruohan miró alrededor en silencio, lo primero que pensó que el lugar era en extremo pequeño. Su cuarto de baño era incluso más grande que ese lugar.

Pero las cosas de Wei Ying estaban ahí. Sus cuadernos, con su letra desordenada... sus túnicas.

—La verdad es que... me siento muy nostálgico— confesó Wei Ying

Wen Ruohan al ver los ojos vidriosos de Wei Ying, se acercó tomando entre sus manos su rostro —Mi luz de luna, si quieres llorar está bien hacerlo. Entiendo que puede ser un golpe emocional muy fuerte para ti. Igual es para mí, saber que aquí creciste. Me hubiera gustado haberte conocido antes. Y que no sufrieras nada.

Se tomaron un momento ambos para calmar sus agitados corazones, sus rostros se restregaron amorosamente.

—Me quedaré aquí. Puedes ir a buscar a Jiang Cheng tú mismo, los dejaré un momento a solas.

Wei Ying miro a su esposo y asintió. Tal vez era lo mejor.

Antes de irse Wei Ying, su esposo le dijo —Jiang Cheng está cerca de aquí, puedo sentirlo de aquí a dos habitaciones.

Wei Ying asintió, sin embargo, no dio ni un paso.

Wen Ruohan estuvo a punto de preguntar si después de todo quería que le acompañara, antes de sentir que se abalanzaba sobre él. Para que luego sus labios fueran asaltados. Un beso apasionado, lleno de emoción y cariño. Wei Ying se aferró a su esposo como si nunca quisiera dejarlo ir.

Finalmente se separaron, pero sus frentes seguían apoyadas una con la otra, mientras recuperaban el aliento.

Después del dulce beso Wei Ying le dio una sonrisa tierna a su esposo —Ahora me siento preparado— diciendo esto se fue.

Wen Ruohan se sentó en la cama, tomando un respiro.

—Mi esposa es realmente feroz— dijo a si mismo Wen Ruohan.

Ahora tenía que concentrarse en el olor de las flores de loto, para que su cuerpo se calmara.

Dentro del edificio principal de la secta, Jiang Cheng estaba ocupado en su oficina, sumido en sus deberes. Cuando sintió que la puerta de su oficina se abrió sin haber dado autorización de que esa persona entrara, Jiang Cheng enfureció. Esa mañana su núcleo no había dejado de mandarle vibraciones haciendo que todo lo que va del día tuviera mucha ansiedad, cuando Jiang Cheng vio de quien se trataba, entendió porque su núcleo había estado comportándose de esa manera. Wei Ying entró, Jiang Cheng levantó la vista, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y desprecio. No hizo ningún intento de ocultar su hostilidad.

—Wei Wuxian— murmuró con un toque de incredulidad.

—Jiang Cheng...— Wei Ying respondió con cautela, sin saber cómo sería recibido.

La mirada de Jiang Cheng se encontró con la de Wei Ying, y durante un momento, el tiempo pareció detenerse. En sus ojos, Wei Ying vio una mezcla de emociones, incluida la sorpresa, la incredulidad y... ¿Era eso un rastro de dolor?

—Wei Wuxian, ¿Qué estás haciendo aquí?— Jiang Cheng pronunció su nombre con un tono de voz frío, similar al hielo que cubría las aguas de un río en invierno.

Wei Ying, enfrentó la mirada gélida de Jiang Cheng con calma. La situación estaba cargada de tensión y malentendidos no resueltos, y sabía que tenía que abordarla con cuidado.

—Tu... me buscaste a la secta Wen... pero yo no estaba en condiciones, en ese momento... como habrás notado, y Wen Ruohan dijo que querías verme— Wei Ying respondió, intentando explicar su presencia de la manera más sincera posible.

Jiang Cheng, con una risa amarga y despectiva, se levantó de su silla y lanzó una mirada escéptica a aquella persona que alaguna vez considero como hermano.

—¡Ja! Así que ese tipo te ordenó que vinieras, y aquí estás. Parece que Wen Ruohan ha entrenado a un títere —Jiang Cheng se burló de manera mordaz.

Wei Ying, sin poder soportar las palabras hirientes y despectivas hacia su esposo, gruñó en respuesta.

—¡No hables así de él!

El repentino arrebato de Wei Ying pareció sorprender a Jiang Cheng, quien se enfureció aún más al ver a su hermano defendiendo a un miembro de la Secta Wen.

—Veo que tu tiempo en la Secta Wen realmente te ha afectado —Jiang Cheng dijo con sequedad, sin dar muestras de conmoverse.

Wei Ying intentó calmar la situación y habló con sinceridad.

—Él no es como piensas... Yo vine aquí, porque realmente quería verte Jiang Cheng, yo... hace mucho tiempo me hubiera gustado venir a verte, pero no sabía si sería bien recibido...— Wei Ying dijo esto como si fuera su salvavidas ante el inconmensurable mar que había entre ellos.

Sin embargo, las palabras de Wei Ying no parecieron conmover a Jiang Cheng, cuyo rostro seguía reflejando desconfianza y resentimiento.

—Además me gustaría, quiero decir... estoy aquí para reconciliarme contigo, si estás dispuesto a escucharme— respondió Wei Ying con sinceridad.

Las palabras de Wei Ying no parecieron conmover a Jiang Cheng, cuyo rostro seguía reflejando desconfianza y resentimiento.

—¿Reconciliarnos? ¿Después de lo que hiciste? ¿Después de huir de la Secta cuando más te necesitábamos?

Wei Ying bajo su cabeza con pesar, sin perder la calma.

—Sé que cometí errores en el pasado, y lamento no haber estado aquí durante el asedio. Pero debes creerme cuando te digo que no fue mi elección. Caí en manos de...

Jiang Cheng no le dejo continuar, interrumpiendo con burla —¿Así que te fuiste tras el Segundo Joven Maestro Lan? ¿Por qué ibas detrás de ellos? ¿Cómo la secta estaba destruida no éramos suficiente para ti?

Wei Ying luchó por encontrar las palabras adecuadas mientras miraba a los ojos fríos de su hermano.

—¿Qué te hizo pensar que eras bienvenido de vuelta a Yunmeng Jiang?

—Jiang Cheng, te juro que no fui detrás de Lan Zhan, bueno es cierto que estuve en Gusu, pero eran por razones distintas, verás-

Jiang Cheng cruzó los brazos, sin inmutarse por la explicación de Wei Ying. Interrumpió a Wei Ying sintiéndose desinteresado por cualquier cosa que dijera.

—Ahora estás con el líder de los Wen, un hombre sin corazón y un reputado sádico. ¿Por qué debería creerte? ¿Por qué debería darte una segunda oportunidad?

La tensión entre los dos hermanos era palpable, y las palabras de Wei Ying parecían colgadas en el aire.

Wei Ying sintió un nudo en la garganta mientras miraba a su hermano. A pesar del resentimiento, seguía siendo su familia, y había esperado que Jiang Cheng pudiera perdonarlo.

—Jiang Cheng, aunque no lo creas, estoy en este lugar por una razón. Hay asuntos en los que necesitamos trabajar juntos. Y sé que tenemos diferencias, pero si podemos dejarlas de lado por el bien de la secta.

Jiang Cheng lo interrumpió con un suspiro de exasperación.

—No tienes idea de lo que has perdido aquí. La secta ha sufrido desde que te fuiste, y no sé si podemos confiar en ti. Pero si estás dispuesto a ayudarnos a derrotar a los Wen, entonces tal vez, solo tal vez, podamos hablar de reconciliación. Pero no pienses que las cosas volverán a ser como antes.

Wei Ying lo miro sorprendido. El corazón de Wei Ying comenzó a doler. Jiang Cheng por supuesto no sabía lo que estaba pidiendo.

—Jiang Cheng, por favor, solo escúchame. Hay mucho más que necesitas saber. —Wei Ying imploró con una expresión de tristeza en su rostro, consciente de que esta conversación era un paso crucial hacia la reconciliación.

Sin embargo, Jiang Cheng estaba lejos de estar dispuesto a escuchar. Respondió con desprecio —No me interesa escuchar nada, de una escoria como tú.

Las palabras hirientes de Jiang Cheng habían desencadenado un torbellino de emociones en Wei Ying. La ira, la humillación y la tristeza se mezclaron dentro de él, pero sabía que debía mantener la calma si quería llegar a su hermano.

La mirada fría y despiadada de Jiang Cheng hacía eco en los recuerdos amargos de su tiempo juntos, y Wei Ying sintió un nudo en la garganta. Intentó nuevamente advertir a su hermano, aunque las palabras fueran rechazadas con desdén.

—Jiang Cheng, los enemigos están a otra dirección, debes tener cuidado. He venido a decirte eso— dijo con la cabeza agachada Wei Ying

Jiang Cheng parecía no tomarse en serio las advertencias de Wei Ying.

—Entonces dime Wei Wuxian ¿Quiénes son los supuestos enemigos que rondan en tu mente trastornada?

La mirada de Wei Ying se entristeció, pero él no iba a darle la satisfacción a Jiang Cheng de verlo romperse. Wei Ying se sentía humillado en ese momento. Hacia mucho tiempo que no sentía ese sucio sentimiento. Desde que estaba en Qishan Wen no había lo experimentado. En definitiva, Wei Ying recalcaba que este ya no era su hogar. ¿Cómo un hogar te podría hacer sentir como basura?

Sin embargo, antes de poder responder, Jiang Cheng agregó una acusación que dejó a Wei Ying en estado de shock.

Jiang Cheng al ver que Wei Ying no respondía, se impaciento

—Sabes... llegue a pensar que eras alguna especie de prisionero del Líder Wen, al verte en aquella reunión en Gusu. Pero que estúpido fui en pensar en eso. Solo mírate, vestido de manera tan elegante y distinguida ¿Acaso eres el amante de Wen Ruohan?— soltó Jiang Cheng recordando que Wen Ruohan siempre pasaban hablando de su querida y hermosa esposa —Si no ¿Cómo explicas aquella vez que fuiste a salvarlo, tocando tu estúpida flauta, como una doncella enamorada? ¿Acaso querías aferrarte a los muslos del Líder Wen como una escoria?

Dijo recordando aquella aparición de Wei Ying junto a Wen Ruohan.

Wei Ying le miro sorprendido, creyendo que había escuchado mal

—¿Qué?— respondió, su voz temblorosa.

—¡Oh! así que juegas con hacerte el desentendido. Está bien, como quieras. Pero no confiaré en una perra que le abre las piernas al enemigo.

Las palabras de Jiang Cheng eran un golpe bajo, y la ira ardió en el interior de Wei Ying. Actuó por impulso, sin pensar en las consecuencias, y dejó que su puño volara directo a la cara de Jiang Cheng.

Jiang Cheng, completamente sorprendido por la acción, no tuvo tiempo de reaccionar. El puñetazo de Wei Ying lo alcanzó y lo dejó tambaleándose hacia atrás, tocándose la mejilla adolorida.

La habitación quedó en silencio por un momento, mientras los hermanos se miraban el uno al otro, el resquemor y el enojo llenando el aire. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder. La tensión entre Jiang Cheng y Wei Ying continuaba aumentando, como una tormenta que se avecinaba en el horizonte.

Jiang Cheng estaba a punto de estallar en una violenta arremetida, incapaz de contener su ira y resentimiento hacia su hermano transformo a Zidian en un latico, de inmediato Zidian, el látigo espiritual, se retorcía y chispeaba pequeños rayos púrpura, y su mirada ardía de furia mientras apretaba los puños con fuerza. Estaba a punto de arremeter, de dejar que su ira se liberara en un aluvión de resentimiento y odio que había estado atrapado en su pecho durante años, cuando la puerta se abrió de golpe.

En ese momento, como si el destino mismo hubiera intervenido, Wen Ruohan hizo su entrada en la oficina de Jiang Cheng. Su figura imponente y su mirada gélida llenaron la estancia, y su mera presencia pareció absorber la ira en el aire. Jiang Cheng se quedó momentáneamente sin palabras, sorprendido por la súbita aparición del líder de los Wen. Wei Ying, por otro lado, parecía aliviado por la interrupción, como si estuviera consciente de que las cosas podrían haber tomado un giro violento, si el no hubiera aparecido.

Wen Ruohan, con una sonrisa tranquila y arrogante, habló con calma

—¿Estoy interrumpiendo algo de hermanos? Espero que no sea una discusión demasiado acalorada.

Jiang Cheng miró a Wen Ruohan con desprecio, pero su mirada se desvió ante la fuerza abrumadora que emanaba de él. Jiang Cheng sintió como Zidian volvía a su forma original, en un anillo en su dedo, a causa de la energía que emanaba de Wen Ruohan.

Wei Ying rompió el incomodo silencio, tratando de calmar la tensión en la habitación.

—Mi señor, no te preocupes. Solo estábamos teniendo una conversación difícil, eso es todo.

Wen Ruohan asintió con una comprensión silenciosa, aunque sabía que no se trataba simplemente de una conversación difícil. Había sentido una turbulencia de energía, lo que lo llevó a acudir rápidamente al lugar para asegurarse de que su esposa estuviera a salvo.

Wen Ruohan se acercó a Wei Ying, colocando una mano posesiva en su hombro. Su presencia dominante envió un mensaje claro de que Wei Ying, no lo podía lastimarlo en su presencia.

—Es bueno saber que están resolviendo sus asuntos familiares. Siempre es importante mantener una relación armoniosa entre hermanos— La voz de Wen Ruohan, a pesar de su tono sereno, tenía un poder implacable que dejó claro que no toleraría ningún desacuerdo en su presencia. Era una advertencia sutil pero efectiva.

Wen Ruohan notó la mano lastimada de Wei Ying y la tomó con delicadeza, dándole un beso en el lugar herido, enviando corrientes de su propia fuente de energía espiritual. De inmediato, la hinchazón y el dolor desaparecieron, lo que provocó una sonrisa agradecida de Wei Ying. Luego, Wen Ruohan dirigió su mirada hacia la mejilla enrojecida de Jiang Cheng y entendió lo que había sucedido. Su humor se volvió más oscuro.

Jiang Cheng, por su parte, apretó los dientes, consciente de que no podía enfrentar al líder de los Wen en ese momento. Zidian era un legado de su madre y una herramienta poderosa. Sabía que no tenía oportunidad contra las habilidades de Wen Ruohan. Por ahora, a regañadientes, asintió en señal de acuerdo, demostrando que entendía las consecuencias de usar Zidian contra Wei Ying en presencia de Wen Ruohan.

—Tienes razón, Mi señor. Estamos trabajando en nuestros asuntos. Pero eso no cambia el pasado.

Wen Ruohan sonrió condescendientemente, como si estuviera dispuesto a perdonar la insolencia de Jiang Cheng.

—Por supuesto, Jiang Wanyin. Todos tenemos un pasado que pesa sobre nosotros. Lo importante es cómo enfrentamos el futuro— Wen Ruohan respiro pesadamente antes de continuar —Sin embargo, te diré esto aquí y ahora, si vuelves a usar ese juguetito de tu anillo-látigo contra A-Ying, lo romperé en miles de pedazos y nunca volverás a usarlo.

Jiang Cheng respiró hondo, tratando de contener la furia que lo inundaba. Sabía que no podía enfrentar a Wen Ruohan, y que cualquier intento de hacerlo solo empeoraría las cosas. Aunque su orgullo herido le hacía querer desafiar al líder de los Wen, su instinto de supervivencia le decía que era una pelea que no podía ganar.

—¿Entendido?— gruño Wen Ruohan ante la falta de respuesta.

A Jiang Cheng no le quedó más alternativa que ceder, y asintió con renuencia.

—Entiendo.

Al escuchar la respuesta que había deseado, Wen Ruohan sonrió de una manera que insinuaba que consideraba el asunto cerrado, como si todo lo que había presenciado fuera simplemente una pequeña travesura de hermanos.

—Jiang Cheng, este Líder cumple su palabra, y este Líder ha traído a Wei Ying, no agotes tu tiempo en rememorar cosas del pasado, el futuro te puede traer sorpresas.

Jiang Cheng no entendió completamente las palabras de Wen Ruohan, pero prefirió no cuestionar al líder de los Wen en ese momento. Simplemente suspiró, dándose cuenta de que la conversación con su hermano había muerto de manera catastrófica.

Sin embargo, Wen Ruohan no pudo resistir la tentación de añadir un toque de humor a la situación.

—Sé que estabas preocupado, aunque trates de ocultarlo. ¡Ah! ¿Acaso extrañas a Wei Ying de niño? Recuerdo que lo mirabas con ojos brillantes al pequeño A-Ying, mientras lo cargabas en tus brazos.

Jiang Cheng se ruborizó ante la mención de aquel secreto. Había deseado mantenerlo oculto, pero el líder de los Wen parecía disfrutar de desenterrar ese recuerdo.

El Líder fingió recordar algo —¡Oh! Olvidé que pediste que fuera un secreto.— dijo Wen Ruohan con fingida inocencia y diversión en sus ojos.

Por suerte, Jiang Cheng fue salvado gracias a un discípulo que abrió la puerta. Este era su discípulo principal, quien al sentir una fuerte energía provenir de la oficina de su Líder, corrió hasta llegar a la fuente del lugar. Al ver que el Líder no estaba solo, se sorprendió

Jiang Cheng solo le miro, esperando que le notificara lo que sea y se fuera.

—Discúlpeme, Líder, sentí una gran perturbación de energía y vine a verificar si todo estaba bien.

Jiang Cheng aprovechó la oportunidad para poner fin a la incómoda conversación con Wen Ruohan y asintió.

—Todo está en orden— respondió simplemente

El discípulo asintió con respeto, para luego saludar correctamente a las dos personas presentes.

—Este discípulo saluda al Líder Wen y Madame Wen.

Jiang Cheng, que se había sentado para recobrar la compostura, se levantó abruptamente al escuchar el título inesperado de "Madame Wen".

—¿Qué? ¿Esposa? Líder Wen, ¿Trajo a su esposa a la secta Jiang?

El discípulo principal que miraba a su Líder, pensaba en como su Líder se convirtió en Líder. Por un momento al discípulo le dio escalofríos pensar que su Líder se había comportado de manera inapropiada frente a la esposa del Líder. Era bastante obvio, el se dio cuenta con el simple vistazo a sus túnicas, eran túnicas a juego, bastante claro para una relación de pareja.

—Líder Jiang, Madame Wen está frente a usted— informo el discípulo principal, tratando de mantener la seriedad en la situación.

Jiang Cheng miro a su alrededor. Si solo estaban ellos cuatro... entonces ¿Quién?

Su vista se fue a la mano de su discípulo que, hacia gestos, señalando a Wei Wuxian.

Jiang Cheng se llevó una mano a la cabeza, tratando de asimilar la impactante noticia.

—¡Que!— grito Jiang Cheng con asombro y desesperación.

Wen Ruohan sonrió maliciosamente, disfrutando del desconcierto de Jiang Cheng mientras abrazaba a Wei Ying con afecto —¡Así es! Hola, cuñado.

Luego un golpe se escuchó en el lugar, seguido por la caída estrepitosa de un cuerpo en el suelo. Wen Ruohan se rio suavemente, sabiendo que la noticia había sido demasiado para su cuñado.

Las tres personas que estaban de pie, miraban al Líder Jiang en el suelo sin moverse.

—Discípulo, tu querido Líder se desmayó— señalo el Líder Wen

—Mis señores, mandare a alguien para que los lleve a descansar, mientras el Líder Jiang se recupera.

El cuarto, aunque sencillo en comparación con la fastuosidad de la residencia de los Wen, estaba limpio y bien cuidado, con una vista agradable al jardín de la secta.

Al caer el sol, Jiang Cheng se despertó en la habitación. Al principio, todo le pareció confuso, como si aún estuviera atrapado en los retorcidos recuerdos de su pesadilla. Sin embargo, pronto la realidad se impuso, y se dio cuenta de que se encontraba en su habitación. Lo primero que hizo fue preguntar dónde se encontraba Wen Ruohan.

El discípulo principal, quien conocía a su líder más de cerca, notó que Jiang Cheng estaba al borde de un colapso nervioso, así que dudaba en responder. También sabía que Madame Wen era Wei Wuxian, el antiguo discípulo principal de la secta Jiang. Jiang Cheng le había hablado de él, y era evidente que tenía un conocimiento agudo de la situación y una habilidad para conectar los puntos con facilidad. El discípulo principal de la secta es una persona intuitiva y perspicaz, así que fue sencillo para el saber la realidad de la situación.

Jiang Cheng, aún confundido por la pesadilla, no notó la renuencia del discípulo y siguió hablando, expresando su alivio.

—Creo que tenía una pesadilla... maldición, me alegra que fuera una pesadilla. Estaba soñando con Wei Wuxian, que él venia a la secta.

El discípulo principal, al ver que Jiang Cheng no entendía la situación completamente, decidió no tentarse más el corazón y soltó —Este discípulo informa que Madame Wen y el Líder Wen, están en la habitación de invitados.

El corazón de Jiang Cheng se detuvo por un momento, y una sensación de incredulidad y temor se apoderó de él.

—¿Qué dices? ¿No fue un sueño?— Jiang Cheng mostro una expresión de terror en su rostro

El discípulo lo miro apaciblemente, como si estuviera acostumbrado a estas situaciones

Al reaccionar Jiang Cheng gruño —Deja esa estupidez de "Madame Wen", mejor dime donde esta Wen Ruohan

El discípulo respondió —Naturalmente esta junto a Madam- Wei Wuxian— se corrigió al ver la aguda mirada de su Líder sobre el

Jiang Cheng se sintió abrumado por la noticia, y su rostro se tornó pálido.

—¿Cómo es que están juntos? ¿Por qué los dejaste juntos?— se quejó Jiang Cheng mientras daba fuertes pasos hasta la habitación donde se encontraban Wei Wuxian y Wen Ruohan

El discípulo principal corrió tras Jiang Cheng para informar a los demás y asegurarse de que la situación estuviera bajo control. Mientras tanto, la escena que se desarrollaba en la habitación de invitados era de lo más interesante.

Wei Wuxian y Wen Ruohan se encontraban en la amplia y bien decorada habitación, sentados en sillas opuestas, con una mesa baja de madera entre ellos.

Wei Ying abría su boca aceptando los panecillos de azúcar que su esposo le brindaba en su boca. Antes que la puerta de su habitación se abriera estruendosamente, haciendo que Wei Ying diera un brinco en su lugar.

—Oh, Jiang Cheng que sorpresa, te recuperaste tan pronto— comentó Wen Ruohan, con una pizca de diversión en sus ojos, como si estuviera disfrutando de la situación. Su sonrisa llevaba un toque de malicia juguetona

Jiang Cheng, por su parte, se quedó atónito ante la escena que tenía frente a él. La mera idea de que Wei Wuxian y Wen Ruohan estuvieran juntos en una habitación era demasiado para procesar.

—La próxima vez toca la puerta antes de entrar, menos mal que esta vez tenemos nuestras túnicas puestas— dijo Wen Ruohan calmadamente con una sonrisa maliciosa en su rostro.

Jiang Cheng al escuchar esto, parecía como si su boca podría echar espuma de un momento a otro.

—¡Ustedes dos! ¡Desvergonzados, no van a dormir juntos!— exclamó Jiang Cheng, con un tono de indignación en su voz.

—¿Por qué no dormir juntos? Somos esposos, es natural que compartamos la misma cama.

Jiang Cheng, visiblemente molesto y desconcertado, intentó mantener su autoridad —No puedes

Wen Ruohan dejo la bandeja de postres en la pequeña mesa frente a el, antes de responder —Somos esposos, es natural que durmamos juntos, en la misma cama.

—No en mi secta, no lo permito.

Wen Ruohan al ver el arrebato de complejo de hermano, decidió burlarse más.

Por supuesto Wen Ruohan no dejaría pasar una oportunidad así.

—¿A que le temes? ¿Acaso piensas que podría embarazar a tu hermoso hermano?

Jiang Cheng rechinó los dientes, su paciencia llegando a su límite.

—Por supuesto que no ¡No seas ridículo!— respondió con exasperación

Wen Ruohan estalló en carcajadas ante la reacción de Jiang Cheng. La expresión de diversión en su rostro parecía crecer a medida que disfrutaba de la exasperación de Jiang Cheng

El discípulo principal, como premonición se situó detrás de su Líder, solo por si acaso.

Pero Wen Ruohan, en lugar de calmar a Jiang Cheng, optó por seguir provocándolo, desatando una oleada de desconcierto en el líder de la secta Jiang.

—Pues que te puedo decir... es muy tarde cuñado. Ya embaracé a tu hermano— dijo con una sonrisa maliciosa como si estuviera revelando un secreto muy jugoso

La reacción de Jiang Cheng no se hizo esperar.

—¿Q-qué? Pero... pero ¿Qué dices?— balbuceó, incapaz de asimilar la noticia.

Wei Ying que había acabado de masticar su preciado postre, se limpió las comisuras de su boca y se unió a la conversación con alegría contagiosa.

—¡Serás tío Jiang Cheng!— anunció con entusiasmo, sus ojos brillando de felicidad.

Jiang Cheng estaba en un estado de perplejidad y asombro total.

—¿Qué?— dijo apenas en un susurro.

Wen Ruohan, disfrutando de la escena que había desencadenado, añadió —¡Felicidades cuñado!— exclamó con entusiasmo exagerado

—¿Tío? ¿Seré tío...? ¡Ja! ¿Cómo es posible?— susurró, todavía sin poder creer lo que acababa de escuchar.

El corazón de Jiang Cheng se aceleró, y sus pensamientos se volvieron borrosos, como si estuviera en medio de un sueño. La idea de convertirse en tío era simplemente surrealista.

Wen Ruohan estaba disfrutando esta escena frente a el —Cuñado, tu sabes cómo paso. Este Líder hizo un enorme trabajo para lograrlo.

La vista de Jiang Cheng comenzó a desenfocarse

—¡Tío! —repitió Jiang Cheng, con una risa nerviosa brotando en su voz —Wei Wuxian ¿Es una broma verdad? Dime que si.

Wei Ying negó con su cabeza

Wen Ruohan, con una sonrisa pícara en el rostro —A propósito, Jiang Cheng, serán dos sobrinos— dijo levantando su mano al aire señalando dos dedos

Mientras todos los ojos estaban puestos en el líder de la secta Jiang, Wei Ying, con su expresión juguetona, aprovechó la oportunidad para añadir un toque adicional de diversión a la escena —Estoy horneando dos bollitos en mi— dijo Wei Ying con una sonrisa y ojos brillantes. Luego le guiñó un ojo a su esposo.

El discípulo principal, que había estado observando la escena con asombro y entretenimiento, no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa ante el caos cómico que se había desatado. La vida en la secta Jiang nunca había sido tan extraña ni tan entretenida.

Si bien termino de decir eso Wei Ying, cuando Jiang Cheng volvió a besar el suelo.

El discípulo principal —...

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La autora tiene algo que decir: No pensaba subir un capitulo tan pronto, sufrí un ataque inspirador y no pude dejar de escribir...

Hubo un cambio en la portada ¿Qué les parece? ¿Les gusta?

Pase toda la madrugada dibujándolo.

Espero que hayan disfrutado el capitulo. Nos vemos hasta la próxima. 

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