DINASTÍA

Od Elyn_Blais

1.7M 80.5K 11.5K

«SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA TORMENTA Y OSCURIDAD» Máximo Kuznetsov el rey de la mafia Rusa y Rafaella Riccardi... Viac

SINOPSIS
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
EXTRA: Memorias
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
EXTRA: Una ragazza e un ragazzo
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
EXTRA: El día llegó.
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48 - Rey de Reyes
EXTRA: Golpe de realidad
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo Final
EXTRA: Cadenas invisibles

Capítulo 45

22.4K 1.1K 180
Od Elyn_Blais

Máximo.

A la mañana siguiente me levanto primero para bajar al primer piso a ver el regalo que he adquirido desde China solo para ella.

Mande a comprar un Chow Chow, como el que ella había tenido cuando era una niña.

Pude ver una foto de la tormenta con su mascota. Era un perro negro con una melena frondosa, que a medida que crecía se asemejaba considerablemente a un león.

Tomo al pequeño cachorro en mis manos y lo pego a mi pecho acariciándole la cabeza.

-Vamos a ver a tu dueña.-le hablo.

Subo las escaleras y empujo con mi hombro la puerta para ingresar a la habitación.

La pelinegra sigue plácidamente dormida por lo que aprovecho para colocar al perro sobre nuestra cama. Lo empujo para que se acerque hacia ella. El la observa con detenimiento y lentamente hace lo que quiero.

Con sus cortas patas avanza hacia ella. Estando a unos centímetros rosa su hocico contra la mejilla de mi mujer.

Ella se remueve pero no abre los ojos.

La acción de ella provoca que el perro ladre.

Abre los ojos asustada, pero no se mueve. Es como si estuviera esperando algún movimiento que la haga actuar.

El perro vuelve a ladrar y recién se sienta sobre nuestro colchón.

Yo estoy recostado en la puerta observando y memorizando todo. No quiero que se me escape ningún detalle.

No despega la mirada del perro.

Parece ser que estuviera en un sueño.

Su mirada va de mí a la mascota.

-Máximo.-me llama.-Hay un perro en mi cama.-su voz sale melancólica.

Se lleva la mano al pecho mientras lo detalla.

-Si.-reconozco.

-Se parece mucho a mi perro Horus.-sus ojos se llenan de lágrimas.

-Si. Son casi iguales.

Su mano tiembla cuando la suspende en el aire para tocarlo.

Él se le acerca con confianza, como si la conociera de toda la vida y supiese que en ella encontrara un verdadero refugio.

-¿Es tuyo?-me pregunta.

-No. Es tuyo.

Su labio inferior tiembla y se forma un puchero triste.

-Amor...

Levanta al perro y lo acurruja contra ella mientras llora desconsoladamente.

Lo mira sin creérselo.

-¿Eres mío?-le pregunta y el perro le ladra.-Sí. Eres mío.

Se pone de pie con él en brazos y corre a abrazarme.

-Gracias, por esto.-con una mano logra abrazarme con fuerza.-Horus era mi perrito.-habla contándome algo que yo ya sabía.-Él se murió porque ya era muy viejito, debido a eso no quise tener otro, me sentía muy mal.

-No tienes que agradecer nada, preciosa.

Se separa y me toma de la mano.

-Ven a la cama con nosotros.

Tira de mí hasta meterme en la cama. Me entrega al perro y corre a ponerse una camiseta.

Al momento que regresa, se acuesta y me lo quita colocándolo sobre su pecho y acariciándolo.

Horas más tarde, va a buscar a nuestros hijos con su animal siguiéndole los pasos. Los mellizos se levantan de inmediato cuando escuchan su voz y se bajan de la cama corriendo hacia sus brazos.

Ella los besa sin cesar y ellos también lo hacen. Todos se deshacen de amor. Luego les presenta al pequeño perro negro y ellos llaman a sus leones indicándoles que ese perrito es de su mami y que no se lo pueden comer porque forma parte de nuestra familia.

Nos la pasamos toda la tarde en casa disfrutando de su presencia.

Los siguientes días transcurren de la misma forma, nos la pasamos encerrados en nuestro castillo, con nuestros hijos corriendo y saltando con toda la casa. Solo salimos para visitar a mis abuelos por las mañanas, donde tomamos desayuno todos juntos.

Ella se pasa horas charlando con mi abuelo y mi abuela que a pesar de su poca fuerza la escucha con atención. Hablan de cualquier cosa, incluso de noticias y política.

Es la mujer de ojos grises quien la ayuda a asearse y la baña poniéndole sus velas y olores para que mi abuela Dafne pueda disfrutar de ese momento que ella cataloga como "Pleno".

La verdad es que eso funciona porque parece que mi abuela se recargara de mucha energía positiva, sin abandonar los rasgos demacrados y el rostro pálido.

Mis hijos también se esmeran por ponerla feliz, informándole que ya movieron sus girasoles para que les dé un poco el sol.

Son momentos verdaderamente agradables los que pasamos en compañía de ellos.

...

La primera llamada que recibí por la madrugada, sonó como "Perdida", algo predestinado, donde se me informo que mi abuela no se encontraba bien.

Supongo que ese sería el significado de este momento donde siento que todo se me escapa de las manos.

Aun así no me permití saborear el trago amargo que suponía eso.

Salí de mi casa lo más rápido que he podido y he abordado mi auto con dirección a la mansión de mis abuelos.

Estoy sentado en su cama con mi espada recostada en la cabecera y la suya contra mi pecho.

La idea de perderla no la acepto. Esa opción nunca tendrá cabida en mi cabeza.

«Volverá a recuperarse», sé que lo hará.

-Todo va a estar bien, mi niño.-dice, acariciando mi pierna.

Me tortura su voz débil y su respiración tan frágil me produce escalofríos.

-Cuando te recuperes estaré tranquilo.

-Yo creo que...esta vez ya no será posible, hijo mío.

Cierro los ojos con pesar.

-Solo debes retomar las quimioterapias. La falta de tratamiento te está matando.-hablo, tratando de sonar severo.

Se aparta lentamente y me arrepiento de inmediato.

-Acuéstate conmigo.-pide bajito, moviéndose con dificultad.

La tomo en brazos acomodándola sobre las sábanas blancas y hago lo que me pide porque a Dafne Kuznetsova nunca he podido negarle nada. Absolutamente nada.

Su rostro está frente al mío, su piel esta pálida, sus ojos apagados y desgastados por los años y la enfermedad, me observan.

Su mano se posa en mi mejilla acariciándola.

-Sí, algo me pasa quiero pedirte algo.

-Abuela, no te pasara nada.

-Máximo, por favor.

Inhalo profundamente para mostrarme dispuesta ante esa posibilidad.

-Pídeme lo que quieras. Te lo daré.

Evalúa mi rostro y luego suelta todos.

-Tu padre.-frunzo el ceño cuando la escucho mencionarlo.-Dale una oportunidad. Él no es malo. Mi hijo fue criado como tú y todo este tiempo solo trato de protegerte.-enfatiza.- Justo por eso ahora eres fuerte. No dejes que mi hijo arrastre un pecado que no es suyo, solo porque las circunstancias los obligaron a actuar de esa forma. Él solo te mantenía con vida.

-No me pidas eso abuela, porque no podré concedértelo.

-Podrás. Claro que lo harás, porque yo nunca te negué nada. Tampoco debes hacerlo conmigo.

-No puedo perdonarlo. El rencor no me deja.

-Así como tú haces a tus hijos indestructibles, él solo buscaba hacerte intocable.

-Él no me quiere.-hablo más fuerte de lo que deseo.

-Él te ama, eres su hijo querido, solo trato de mantenerte a salvo para que no te mataran, muchacho ingrato.-aunque me reprende sigue mirándome con amor.-No me iré hasta que lo prometas y aquí me tendrás sufriendo, porque no dejaré a mi hijo solo.

Se encapricha como una niña pequeña.

-Tiene a Pierre...

-Pero le sigues faltando tú.

-Abuela...

-No aceptaré un no por respuesta, Máximo Kuznetsov.

Otra que me enseñó a no aceptar un no por respuesta es está digna mujer. Una manipuladora a carta cabal, por eso lo tenía a mi abuelo a sus pies y a mi recogiendo pepas de girasoles.

-Dices que solo debo pasar tiempo en compañía de él.

-Digo que debes quererlo. Habla con él y dale una oportunidad. A veces los padres tienen que sacrificarse por los hijos y los abuelos tomar el control.

-Nunca le pedí que fuera un mártir.

-¡Eres tan terco! Solo escúchalo. Me pone muy triste saber que el corazón bondadoso que tienes para nosotros, no lo tienes para él.

-¿Por qué habría de tenerlo?

-Porque es tu padre y es mi hijo. Yo no parí una mala persona. Eso ya deberías saberlo.

Tiro de mi cabello con un poco de desesperación.

No quiero aceptar lo que me pide pero tengo que hacerlo.

-Lo prometo.-digo con resignación. Ella besa mi abraza con fuerza y me besa en la frente.

-Gracias, mi niño.

-Ahora, como nada te pasara, ¿Quiero saber si retomaras el tratamiento?

-Estoy cansada...

-No.-niego.-No digas eso.

-Máximo, por favor, hijo, escúchame.

-Abuela...

-Ya ha llegado el momento, mi niño. Quiero descansar. No soporto el dolor y mucho menos condenarlos a ustedes a verme así.

-No quiero que te vayas.

-No me iré del todo. Siempre viviré aquí.-la mano que acariciaba mi rostro, ahora descansa sobre mi corazón.-Si vivo en tu corazón seré eterna.

Siento como la humedad formada en mis ojos se derrama sobre la almohada.

-¿Me mandaste a llamar para decirme que me dejaras?-pregunto tan dolido.

-Déjame ir, hijo, si no me dejas seguiré aquí, muriendo en vida.-se lamenta.-No me iré si no me lo permites.

Ella me quiere tanto me considera incluso para irse.

-¿Cómo se supone que deba dejarte ir? ¿Cómo podría vivir sin ti? Yo no quiero dejar de verte. No quiero que seas un recuerdo, abuela.

-Así es la vida, mi niño, somos pasajeros. Mi tiempo aquí ya ha terminado, tu abuelo ya lo acepto, tu padre y hermano también lo hicieron, solo me faltas tú.

«¿Ella se despidió de Fabio?» Pero... cuando entre no lo vi en casa. Al imbécil de Pierre sí.

No sé qué decir pero me niego a dejar que sufra por mi causa.

Ella me ha regalado tanto que yo no puedo ser ingrato y hacer el ciego ante su dolor.

Si ella ya no da más, no la voy a obligar a permanecer aquí. Por segunda vez estaré forzado a dejar ir algo que quiero.

La amargura se instaura en mi pecho, pero es disipada por la tristeza.

-Se feliz, abuela Dafne. Que nadie apague el brillo que hay en ti.-por mucho que intento no hacerlo termino llorando, regresando a ser un niño como hace años.-Nunca te olvidare. Lo prometo. Serás eterna en mis recuerdos.

-Que nadie apague tu felicidad, mi niño. Y por favor, no dejes que está bendita cabeza tuya controle tu vida.-golpea con un dedo mi frente riendo entre lágrimas.-Despídeme de Rafaella y agradécele por todo, yo ya lo he hecho pero nunca es malo reiterárselo. Dile que no olvide nuestras charlas y las palabras que alguna vez le dije, que no olvide nada y también despídeme de mis bisnietos. Dile que los amo con todo mi corazón pero que ya llegó el momento de partir.

Mi garganta arde, mi pecho se aprieta y mis manos tiemblan.

-Gracias por todo.-hablo sin pensar, solo digo lo que siento.-Por esforzarte en darme lo mejor siempre, por el lado de mi infancia más bonito, por preparar mis platos de comida favoritos. Gracias por cuidar de mí, por quererme y protegerme cuando nadie más lo hacía. Fuiste mi salvación. Me aferre a ti y al abuelo con todo lo que pude y aquí estoy.

-No me agradezcas por eso. Yo lo hice desde el fondo de mi corazón, porque eres mi nieto querido.-limpia mis lágrimas.-Mi pequeño rey.

-Ya no soy pequeño. Me hice fuerte.

-Pero forme un corazón bondadoso del cual me siento orgullosa.

Sonría, melancólica.

La abrazo y la mantengo apresada en mis brazos.

No quiero que se vaya. No quiero que me abandone.

Solo quiero que me digan que todo ha sido un mal sueño. Que las pesadillas regresaron pero que pronto se irán.

-Fue todo un honor vivir a tu lado. Eres mi dicha más grande, hijo mío.

-Sigue siendo una luz brillante, abuela. Te amo como un niño ama a su madre.

-Volveremos a encontrarnos cuando la vida así lo desee, por mientras, vive y se feliz. Se muy feliz, mi niño. Es lo único que siempre he anhelado para ti.

Nos quedamos en silencio por algunos minutos que se trasforman en horas penumbrosas, hasta que los vómitos vuelven a atacarla, dejándola aún más débil.

Le limpio la comisura de sus labios y vuelve a acostarse, mostrándose más cansada de lo normal.

Lucha con sus ojos para mantenerse despierta, sus dedos palpan cada rasgo masculino de mi rostro, delinea mis cejas, mis pómulos, mi nariz, mis mejillas, mi barbilla y regresa a mis ojos.

«Me está memorizando» Continua haciéndolo hasta que se queda dormida. También lo hago, me dejo llevar por la paz incansable que trasmite, pero abro los ojos cuando su cuerpo empieza a convulsionar.

La siento de inmediato cuando por la comisura de sus labios corre un líquido carmesí oscuro.

-¿Abuela?-la llamo para que despierte pero no lo hace.-¡Abuela!-palmeo su rostro buscando algún rastro de conciencia.

No sucede. No abre los ojos.

Es como si estuviera profundamente dormida. La diferencia es que no respira.

-¡Gregori!-grito desesperado.

Al segundo tengo a mi abuelo, Fabio, Gregori, Renzo y a Pierre ingresando a la habitación.

-Ayúdame.-le ordeno.-Sostenla. Conectare el desfibrilador y el oxígeno.

La sostiene y se da cuenta de lo mismo que yo me he percatado hace un momento.

-Máximo.

-Cállate.-desplazó la máquina de oxígeno.

-Hijo.-de un tirón el abuelo hace que deje todo los cables que intentaba conectar.

-No lo digas, abuelo, por favor, no lo digas.-suplico.

Me abraza y por primera vez en mi vida estoy tan roto.

Tan destrozado.

Completamente perdido.

-Todo estará bien.

-Déjame ayudarla.-trato de apartarme.-La reviviré.

Veo a Fabio acercarse a la cama y tomarla entre sus brazos mientras con la sabana limpia la sangre que ya se ha deslizado por su cuello y ha manchado la bata beige que tenía puesta. Llora en silencio. En un silencio torturador que podría enloquecerlo.

«¿Nadie le enseño a llorar en voz alta como lo hizo Malen'kiy conmigo?»

Todos lloran menos el abuelo. Él se mantiene en pie, sin mostrar algún signo de debilidad.

Yo no puedo mantener mi coraza. Mi máscara ha caído y se ha destruido en mil pedazos, cortándome en el proceso.

La muerte me ha abrazado esta mañana.

Planea dejarme una huella imborrable, mostrándome cómo es que se siente perder.

La muerte es, sin duda, un golpe fatal, del que no te repones nunca. 











Tormentas! Hemos llegado a una parte muy dolorosa, he llorado mucho  mientras escribía este capítulo y justo ahora que estoy escribiendo esto también lo estoy haciendo.

Nunca nos reponemos de este tipo de pérdidas.  

Abrazo a las personas que han perdido a algún familiar querido. 

Muchos abrazos al cielo para mi personita especial. Espero que seas muy feliz en el cielo, abuelo.

Besos🖤 (3/3)

-Elyn.







Pokračovať v čítaní

You'll Also Like

891K 52.5K 40
En un mundo donde los fantasmas del pasado se negaban a desaparecer, Loren, una psiquiatra recién graduada ahogada en el dolor trás la pérdida de su...
Eres Mia (Completa) Od STEFI.LM

Tínedžerská beletria

236K 11.3K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
Acordes menores Od Sofía

Tínedžerská beletria

329K 12.8K 41
Se llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que busc...
33.5M 4.3M 46
[COMPLETADA] ¿Es posible enamorarse de alguien sin conocerlo? ¿Sin haberlo visto? ¿Es posible desarrollar sentimientos por una persona que solo has e...