Indeleble •Taynic Galikhar•Bo...

By MrAske

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Desde que miró fijamente la carta que su padre le había entregado, sabía cuál sería su sentencia.   El sello... More

⊹Guía⊹
♫·♪Playlist♩·♬
Prólogo.
Capítulo 01.
Capítulo 02.
Capítulo 03.
Capítulo Extra.
Capítulo 04.
Capítulo 05.
Capítulo 06.
Capítulo 07.
Capítulo 08.
Capítulo 09.
Capítulo 10.
🎉Especial🎉
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17 [1/2]
Capítulo 17 [2/2]
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Epílogo.

Capítulo 13.

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By MrAske

—¡Somos resultados de una raza superior! —Otto grita y la formación repite, en coro, claro, alto, desviviéndose en ser escuchados.  

El sol se puede observar en el horizonte, sus pisadas se escuchan resonar en el aire mientras el grupo avanza en perfecta sincronía.  

Nick, con una expresión de resignación, intentaba seguir el ritmo, aunque su mente vagaba lejos de las órdenes del soldado.  

—¡Así lo dijo el Diablo y la muerte confirmó!  

Le duelen los pies y los brazos. Van marchando y Sam les ha pedido que mientras vayan en marcha, suban las rodillas hasta su abdomen y su mano derecha saludé al compás.  

—¡Estos son mis hijos y así lo quiero yo!  

Otto los sigue, deteniéndose en cada lineamiento de la formación. Le grita en la cara y se obliga a sí mismo a gritar más alto, con fuerza.  

—¡Que mueran en combate arrojado de un avión!  

Las porras creaban un sentimiento de orgullo en los reclutas. Canalizaban toda su ira, su frustración en ese momento se va con cada gritó. Nick ha aprendido a ver la formación como un sinónimo de unión, pero, no deja de anhelar la libertad.  

La formación se rompe y ellos se quedan sobre sus pies, sin moverse y aun con la respiración contenida.  

—Es todo por hoy, vayan a la cafetería en media hora.

Sam y Otto se retiran y los dejan en el sol. Rompen la formación y se les descompone la respiración.  

—No debería hacer tanto calor. —Mike y el resto se reúnen a su lado.  

Asiente, acomodándose la gorra sobre su cabeza para que no le llegue el sol.  

—Deberíamos darnos un baño. —Lucas menciona con una media sonrisa en su rostro. —¿No Nick?  

—No lo sé. Yo iré a la cabaña a cambiarme.  

Los chicos lo abuchearon, pero no hizo caso. Sus pies comenzaron a andar en dirección a la cabaña, dándoles la espalda.  

—¡Oye, espera! —Mike lo alcanza y se pone a su lado. —¿No vienes con nosotros? Hay un río a pocos minutos de aquí.  

—No tenemos tiempo.  

—Lo tenemos. —Lo sostiene de la mano. —Vamos, por favor.  

Sus pasos se detienen, su mirada se fija en el agarre que el alfa tiene sobre su piel y luego sus ojos le miran el rostro. Mike lo suelta.  

—He dicho que no.  

—¿Cuál es tu problema? Siempre estás detrás de Taylor.  

—Taylor es el Sargento. —sus manos cubren donde antes han estado las del alfa. —Y no he venido a jugar.  

—¿Pasa algo? —Lucas llega hasta ellos. Abraza a Mike por los hombros.  

—Nicholas no quiere ir.  

—¿Y? —Lucas mantiene su postura. Parece relajado.  

—Pasas mucho tiempo con él, ¿No? —Delian menciona.  

—¿Cuál es su maldito problema con Taylor? ¿Por qué están tan obsesionados con él?  

—El problema no es con Taylor, es contigo. —Lefy se posiciona frente a él y lo señala con el dedo. —Le gustas a Mike y está celoso.  

Se quedan en silencio y Nick ve como Mike empuja a Lefy, comenzando una pelea.  

—¿Puedes cerrar la maldita boca por una vez? 

Intenta alejarse, pero cuando se mueve ya tienen más hombres a su alrededor.  

Mike y Lefy comienzan a gritarse, sacando a relucir verdades que le cuesta escuchar con claridad. Hay mucha gente y por mucho que le encanten los chismes, no soporta estar entre la multitud.  

Ve a Otto correr hasta ellos, toma a Mike del cuello de su camisa y lo encara.  

—Tienes que calmarte, soldado.  

El resto recompone su compostura y cuando menos piensa, Otro está frente a él.  

—No le digas nada al Sargento.  

Traga saliva y asiente.  

—No lo haré.  

Se aleja. No mira hacia atrás. Nadie lo sigue, ni le impide continuar. Así que, avanza y no hace más que ir hacia adelante.  

Puede escuchar a su corazón en los oídos, siente como su sangre se calienta y como el sudor comienza a recorrerle la piel.  

Entra a la cabaña y se dirige a su dormitorio, no se desviste ahí, únicamente se quita las botas militares.  

No es consciente del ruido a su alrededor, ni de las pisadas pausadas que Taylor da al caminar. Mucho menos se percata cuando se queda recargado sobre el marco de la puerta observándolo.  

—¿Pasa algo?  

—¡Ah! —brinca, sus pies apenas y se despegan del suelo. Lleva sus manos a su corazón, cubriéndolo, incorporándose y poniéndose recto.   

—Tienes que dejar de hacer eso cuando te hablé o pensaré que no te gusto.  

Sonreía, con los brazos cruzados sobre su pecho y una pierna sobre la otra. No llevaba la gorra, así que un pequeño mechón le caía sobre la frente.  

Tenía el rostro en paz, relajado. Sus pestañas revolotean sobre sus párpados, esperando una respuesta.  

—No me gustas.  

Taylor se burla, sus pies quedan ambos sobre el suelo y avanza hacia Nick, ni siquiera lo toma de la nuca, por el mentón o las mejillas, simplemente se inclina y deja un beso sobre los labios del omega, quien se inclina hasta él para corresponderle el beso.  

Sus cuerpos casi se tocan, la tensión en el aire era palpable, la pasión y el deseo crecían con cada segundo que pasaba.  

El beso era apasionado y arrebatador. Desafió todas las normas y expectativas del otro, borrando por un instante todo lo que los separaba. Sus manos se aferran con fuerza sobre la tela del uniforme del otro, como si temieran que este fugaz momento se desvaneciera en el aire.  

No era la primera vez que se besaban, pero sí la primera donde hubo una explosión de emociones reprimidas, una rendición a la pasión que habían negado durante tanto tiempo. Sus labios se movían con urgencia, sus cuerpos se acercaban aún más, como si quisieran fusionarse en ese momento.  

Pero, al igual que comenzó, el beso apasionado llegó a su fin, y se separaron con la respiración agitada y los corazones latiendo desbocados.  

Se miraron durante segundos, sin saber qué decir, aunque era claro que las palabras salían sobrando.  

—Si tú lo dices. —Taylor le sonrió y se lamió los labios.  

La mirada de Nick siguió aquellas acciones, con detenimiento y suspiró.  

—Los chicos me hicieron preguntas. —sus palabras fueron dichas con delicadeza. —No me gusta cómo me miran.  

—¿Qué te preguntaron?  

—Dicen que paso mucho tiempo contigo. —se alejó. Como si aquellas palabras fueran un repelente. —Luego Lefy dijo que yo le gusto a Mike y se han ido a los golpes, Otto ha venido y me ha dicho que no te diga nada, como si yo fuera un soplón....  

Guarda silencio. No se había percatado de todo lo que había salido de su boca.  

El rostro de Taylor está sin expresión alguna.  

—¿Le gustas a Mike?  

—¿Escuchaste todo lo que dije?  

—¿Te gusta?  

—¿Qué? —la frente de Nick se arruga. —No, no me gusta.  

—Dijiste eso de mí hace unos segundos y me besaste.  

—No he besado a Mike... —guarda silencio. —¿Estás celoso?  

—¿Puedo ponerme celoso?  

—No. —toma su ropa de la cama. —Pero no tienes nada de que preocuparte. Eres el único hombre con el que he estado.  

Salió pocos minutos después del baño, cambiado y con la respiración calmada. El agua fría le ayudaba a disipar la ansiedad.  

Taylor lo espera sentado en el sillón y levanta la mirada para verlo.  

—¿Irás a la cafetería?  

—Sí. La marcha de hoy fue muy pesada.  

—Vayamos entonces.  

—¿Juntos?  

—Siempre lo hemos hecho así, ¿no?  

—Tienes razón. —buscó la gorra antes de salir tras él.  

Cuando llegaron a la cafetería, todos guardaron silencio. Nick miró a los de la 28. Guardaban su lugar, justo entre Lucas y Mike, pero Taylor lo sujeta del hombro.  

—No. —se miraron a los ojos. —Ve a la mía.  

Escuchó murmullos, murmullos que fueron silenciados por Otto en uno de sus ya tan comunes gritos.  

Esa tarde comió junto al alfa y permaneció el resto del día con él. Otto y Sam afirmaban que era un castigo, puesto que no debía haber peleas, enfrentamientos o cualquier discusión entre ellos, aunque no tenían claro por qué Nick había sido el sancionado.   

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