Ante las palabras de Iguro tu y Shinobu voltearon a verlo, este tenia los puños apretados, unas venas marcadas tanto en su frente y en manos pero mantenía una expresión seria.
— ¿Pasa algo, Iguro-san? — La pelinegra con puntas moradas le pregunto alzando una ceja.
— Claro que pasa algo. — Su tono de voz era demasiado molesto e incluso sonaba diferente, ante eso tu y Shinobu se sobresaltaron un poco. — Ejem...como dije, te tengo que decir algo. —
— ¿Estas molesto? — Preguntaste ladeando la cabeza, ante eso Iguro te miro y trato de controlarse pero no podía.
— Claro que no.— Rechisto cruzado de brazos.
Por más que intentaba no sonar molesto no podía, por alguna razón su enojo se aferraba a el.
— Pero tu voz si suena algo molesta, ¿seguro que no pasa nada? — Le volviste a preguntar alejandote de Shinobu y acercándote a el.
— No pasa nada...lo digo en serio, no seas terca de nuevo Suyen. — Comento apretando un poco más sus puños.
Tu te alejaste de el y te avergonzaste ante su pedido, pero asentiste.
— Muy bien, ¿si iras conmigo, Shinobu? — Le pregunto a la pelinegra con puntas moradas.
— Si, pero no tardes mucho Iguro. — Pidió con una leve sonrisa, aunque se notaba con seriedad.
— Como sea. — Rodó los ojos algo molesto antes de darse la vuelta. — Sígueme. —
Acatando su orden, Shinobu lo siguió, no sin antes mirarte a ti.
— Suyen-san, tu puedes entrar a la finca mariposa, ahí estará Aoi, ve a la sala de pacientes, espérame ahí. — Te pidió, ru volviste a asentir y te quedaste viendo como los dos pilares se iban.
[NARRA SUYEN]
Ay....todavía tengo mucho miedo, no quiero que me revisen, no quiero, siento que me juzgarán, o pensaran mal....que vergüenza...
Pero, es lo que Iguro-san quiere para ver si no estoy herida, no quiero decepcionarlo.
— ¡Si quieres nosotras te llevamos! — Escuche una voz chillona femenina, voltee abajo y ahí estaban las 3 pequeñas de antes. — ¡No conoces la finca mariposa, te perderás! Es mejor que vayas con nosotras! —
— ¿E-Enserio...? — Solte algo confundida y nerviosa, estas asintieron provocando que sonría. — Gracias, muchas gracias! —
Sumi me agarro de la mano y las otras 2 iban en frente, comenzamos a caminar hacia la finca mariposa, si que era bastante grande y amplia, pero estaba decorada de una manera bonita.
— ¿Ustedes viven aquí...? — Les pregunte mientras observaba a detalle mi alrededor...
— ¡Sip, Shinobu-san nos adoptó! — Ante sus palabras no pude evitar sentir algo de lastima, eso quería decir que probablemente sus padres murieron...
— (Que tristeza....apenas son pequeñas...) — Pensé mientras las veía correr por los pasillos tan felices.
Me siguieron llevando por los pasillos, cuando íbamos a dar vuelta nos encontramos con una chica de mi edad, pelo negro con puntas azules y en coletas, parecía molesta...
— ¿Ahora a quien trajeron, niñas...? — Pregunto viéndome, solo pude saludarla con mi mano algo nerviosa.
— Mire, es la amiga de Iguro-san, el la trajo! — Dijeron las 3 pequeñas al unísono.
— ¿Amiga? Iguro...es casi imposible que haga amigos, sin ofenderlo. — Se encogió de hombros algo confundida.
— Como sea, me llamo Suyen y emm...Shinobu pidió que me revisaran o algo así... — Comente algo nerviosa mientras jugaba con mis dedos.
La chica se quedó callada unos segundos, antes de caminar hacia mi y agarrarme de la mano.
— (No mames que confianza...no llevamos ni 2 minutos de conocernos...) — Pensé mientras esta me comenzaba a llevar hacia unas escaleras.
— Te llevare hacia el salón de pacientes, ahí esperaras a Shinobu, ¿okey? — Yo asentí mientras esta seguía caminando.
.
.
.
.
.
.
.
[NARRA ESCRITORA]
Mientras tanto, con Iguro y Shinobu, el pelinegro la había llevado hacia un lugar un poquito alejado de la finca, no quería separarse mucho de su amada.
— ¿Que necesitas decirme? Que sea rápido por favor, necesito revisar a Suyen. — Pidió nuevamente Shinobu.
— Mira...como te digo... — Se quedo callado unos segundos. — Su cuerpo esta lleno de....moretones, heridas, rasguños, todo eso. Y pues al momento de revisarla no quiero que pienses mal, tenía un padre que casi abusa de ella y la golpeaba... —
Mientras decía eso se veía que tenia ganas de sollozar, pero se aguantaba; Shinobu ante sus palabras abrió un poco los ojos sorprendida y agacho su cabeza.
— (Pobrecita Suyen...no me imagino todo lo que paso...) — Esta pensó con tristeza.
— No quiero que hables o pienses mal de ella. — Pidió Obanai con algo de molestia, Shinobu lo miro.
— Esta bien, te prometo que no la tratare mal, la atenderé como se debe. — Dijo la pelinegra con puntas moradas con el ceño fruncido.
Iguro se quedó callado, se cruzo de brazos y la miró, por alguna razón Shinobu sintió algo de escalofríos ante su mirada pero trato de ocultarlo.
— Eso espero, que no me mientas y la trates como la mujer perfecta que es... — Pidió con un aura levemente amenazante alrededor de el.
— ¿Eh? ¿Estas bien? — Pregunto la pilar confundida por la actitud del pelinegro, este solo se le quedó mirando con esos mismos ojos. — Bueno, en fin, me tengo que ir a revisarla... te veo después. —
— Dime de los resultados apenas los tengas. — Exigió con molestia, ni siquiera le pregunto, es como si le estuviera ordenando.
— Esta bien... Ahora si me iré, no molestes. — Pidió con nervios, la voz que usaba Iguro le mandaba escalofríos algo no normales.
La pelinegra con puntas moradas se dio la vuelta y comenzó a caminar fuera de ahí, Obanai se le quedó viendo mientras seguía temblando levemente de la ira.
Le daba envidia, envidia por alguna razón que Shinobu te vaya a revisar, tocar tu cuerpo..., verlo....sentirlo....
— (Que envidia....) — Apretó su puño con molestia, sus ojos estaban totalmente en blanco del enojo y seguía viendo a Shinobu, quien ahora entró a la finca...
No podía quedarse así, necesitaba verte, ver que no te hiciera daño.
— (Tranquila Suyen, me asegúrare que Shinobu no te haga nada...) — Pensó con enojo, pero después su expresión cambió a una de tranquilidad, para después caminar hacia la finca.
Se tendrá que asegurar que nadie le haga nada.
El la cuidara.