Tu infancia nunca fue fácil, tus padres no te querían, te golpeaban todos los días, simplemente un infierno.
No fue hasta que tú padre decidió venderte, pero jamás esperaste que en el pueblo ambos se toparan con un pilar quién está decidido a salvar...
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30: Decisión difícil
— ¡Suyen! — La primera que se levantó del suelo fue Mitsuri, quien preocupada comenzó a correr hacia ti mientras los otros pilares solo estaban atentos a lo que pasaba.
Tu terminaste de vomitar, pusiste tus manos en tu estómago sintiendo como se revolvía de una manera insoportable, apretaste los dientes tratando de aguantar pero se te dificulto.
Ahí fue que la pilar del amor se acercó a ti con un vaso de agua, lo agarraste y le tomaste con algo de desesperación, hasta aquel líquido vital se resbalaba por tu barbilla debido a que lo tomabas con estrés.
— ¡Suyen! ¿Te sientes bien? — Está te pregunto colocando su mano en tu espalda, tú tosiste tratando de controlarte pero hasta sentías que el aire te faltaba.
— ¿Que le pasa? — Preguntó Muichiro, aunque sinceramente no se veía muy preocupado.
— No lo sabemos, idiota. — Respondió Sanemi mirándolo con algo de molestia.
Tosiste una última vez antes de parar, mantenías la mirada en el suelo mientras seguías respirando de forma agitada, sentías como tu corazón palpitaba sin parar, Mitsuri seguía al lado de ti mientras seguía preguntándote si estabas bien.
Iguro no podía creer lo que pasaba frente a sus ojos, acababas de vomitar... y, si no se equivocaba, eso era un síntoma de embarazo.... Este miró sus manos para después mirarte a ti y caminar.
— Suyen, ¿te encuentras bien? ¿Qué sientes? — Este se agachó a tu altura y te pregunto, tú retrocediste como pudiste y te alejaste de él.
— Me duele, me duele el estómago! — Te quejaste de dolor apretando los dientes, todos los pilares se miraron entre sí mientras el patrón se acercaba a ver que era lo que pasaba.
— Háganle espacio. — Exigió, y todos los pilares se alejaron de aquel escenario. — Tiene que ir a la finca mariposa con Aoi. —
El patrón pidió con algo de preocupación por ti, miró a Sanemi y le dio una seña que esté al instante entendió, asintió antes de caminar hacia ti de nuevo, te cargo y comenzó a caminar hacia la finca mariposa.
Obanai miró todo esto y apretó su puño, no entendía el porqué ese malagradecido y grosero té tenía que cargar, este miró al patrón quien también lo miraba con una expresión seria, como si supiera acerca de lo que estaba pasando.
Se levantó del suelo y los iba a seguir pero de repente fue tomado de la mano, a lo que volteo notando que Kagaya lo había agarrado.
