Tu infancia nunca fue fácil, tus padres no te querían, te golpeaban todos los días, simplemente un infierno.
No fue hasta que tú padre decidió venderte, pero jamás esperaste que en el pueblo ambos se toparan con un pilar quién está decidido a salvar...
⚠️ESTE CAPITULO CONTIENE +18, ABUSO SEXUAL, CONTENIDO EXPLÍCITO Y ENTRE OTROS TEMAS QUE PUEDEN INCOMODAR A LAS PERSONAS, SI NO TE GUSTA ESTE CONTENIDO RETIRATE SIN DEJAR COMENTARIOS OFENSIVOS CONTRA LA HISTORIA O LA ESCRITORA ⚠️
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La noche ya estaba presente, la luna blanca y brillante iluminaba todo el patio en el que se estaba dando la fiesta de Halloween, donde, por cierto, estaban la mayoría de los pilares.
Todos habían tomado digamos que no muchas copas, pero si lo suficiente como para que no estuvieran conscientes y actuarán como unos total locos.
Y, ninguna se daba cuenta de la desaparición de Iguro y Suyen, quienes ahora ya no estaban ahí...
— ¡Kyojuro! Ven y toma algo! — Mitsuri tomaba del brazo al nombrado, quien se podía decir que si había tomado pero ya no quería tomar más, pues no quería ponerse borracho.
— Lo siento mucho Mitsuri, pero no quiero tomar más... — Volvió a decir, era la 11 vez que la pilar del amor trataba de convencerlo.
— ¡Bueno, tu te *hip* lo pierdes! *hip*! — Soltó la pelirosa con puntas verdes, mientras se alejaba de ahí.
Kyojuro se quedó unos segundos sentado en una banca que había cerca de los demás pilares, quienes algunos seguían tomando o haciendo otras cosas estúpidas.
Después de unos segundos, volteo a ver alrededor, entonces, decidió ir a ver como estaba Iguro, pues la última vez que lo había visto se veía realmente mal, así que, iría a ver si ya estaba bien.
Sin hacer ruido, se levanto de aquella silla y comenzó a caminar fuera de ahí sin llamar la atención de sus demás compañeros, quienes no se dieron cuenta de que el pilar de la llama ya se había ido.
Este camino hacia donde había visto por última vez a Obanai, pero, tanta fue su sorpresa al ver que este ya no estaba.
— "¿Eh....? ¿Donde esta Iguro? ¿Acaso se sintió mal y se fue a su finca?" — Frunció el ceño confundido y preocupado.
Miro a sus lados nuevanente.
— "Tampoco está Suyen...." — Sin duda algo estaba mal ahí.
Lo único que pudo pensar era que el pelinegro se había ido a su finca al igual que Suyen a la finca mariposa.
— "Tengo que asegurarme que los dos estén bien..." — Pensó, antes de darse la vuelta hacia la salida y comenzar a irse de ahí.
[••••]
Se podía presenciar en aquella entrada de la finca al pilar de la serpiente, quien tenía en su espalda a Suyen y ademas, se habia quitado las vendas de su boca, la chica estaba completamente cansada, pero cantaba una canción infantil.
