🐍06🐍

2.2K 189 62
                                    

No podías creer lo que estaba sucediendo ahora mismo, pues frente a ti no tan lejos estaba Obanai caminando con pasos amenazantes y a que cualquiera les daría miedo hacia tu padre, tenía su katana en manos listo para matarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No podías creer lo que estaba sucediendo ahora mismo, pues frente a ti no tan lejos estaba Obanai caminando con pasos amenazantes y a que cualquiera les daría miedo hacia tu padre, tenía su katana en manos listo para matarlo.

Tu solo veías, estabas muy estresada pensando que hacer.

¿Lo ayudo...? ¿Dejo que lo mate? Suyen piensa, vamos piensa... — Apretaste tus puños con fuerza pensando que deberías de hacer, estabas bastante estresada, incluso te estabas mareando un poco de tanto pensar. — Vamos....¡Decide rápido!

Tus ojos se abrieron de par en par al ver como Obanai alzo la katana listo para matarlo.

Vas a morir, maldito hijo de puta. — Maldijo a tu padre con un aura amenazante y sombría, realmente daba mucho miedo, incluso sus ojos habían cambiado poco. — Pudrete en el infierno.

¡No, espera, por favor no, no me hagas nada, por favor, te lo ruego, te doy dinero, lo que sea, pero por favor no me mates! — Tu padre rogó con las palmas de sus manos juntas, lloraba con desesperación mientras la parte donde se encontraba su oreja aún sangraba.

Olvídalo, no haré casos a tus estúpidas súplicas. — Iguro dijo, alzo su katana, listo para matarlo.

El hombre cerró sus ojos con fuerza para no ver lo que se le aproximaba.

De repente, al no sentir nada en su estómago o en alguna parte de su cuerpo, este abrió los ojos, encontrandose con su hija Suyen abrazando a su casi asesino, estaba impidiendo que lo mate...

Obanai, por favor, no lo mates... — Pidió la pelirubia con varias lágrimas en sus ojos. — No te vuelvas un asesino por favor! Se que es maldito imbecil pero no debe morir! O al menos no por ti! — Lo abrazaste más fuerte, al punto que sintió que ya no se podía mover para matarlo.

Suyen.... — Iguro susurro, al sentir como lo abrazabas no pudo evitar sonrojarse, por alguna razón le daba tanta calidez y seguridad un abrazo tuyo....

Esa seguridad y tranquilidad fueron bastante al punto que este volvió a guardar su katana y te siguió el abrazo.

Tienes razón, no debo porque convertirme en un asesino....el karma llegara y hará que sufra lo mismo este maldito. — Se separo de ti y tu le sonreíste. — Pero eso si, ahora te iras conmigo, Suyen, no mereces estar en esta casa.

¿¡QUE?! ¡¡ESTAS LOCO!! ¡¡ELLA ES MI HIJA, NO SE IRA CONTIGO MALDITO LOCO!! — Le grito furioso, se levantó pero Iguro puso su katana en su estómago, el señor se sintió obligado a permanecer en el suelo.

Si se mueve, esta katana lo atravesara. — Amenazo molesto, incluso era aura sombría había vuelto. — Yo me la llevare quiera o no. — Se acercó a tu oído. — Suyen, aléjate, ay voy contigo.

¡NO, ELLA NO SE IRA, ESTAS LOCO, DEJALA EN PAZ! ¡SUYEN! ¡DILE POR FAVOR QUE NO QUIERES IRTE! — Exigió tu padre con enojo, el y Obanai te miraron esperando tu respuesta.

Yo....me quiero ir con el. — Abrazaste el brazo de Iguro, este se sonrojo ante tu afecto y se sintió más tranquilo. — Lo siento.

¡ERES UNA MALDITA TR- — Tu padre no acabo de hablar ya que la katana del pelinegro estaba en su cuello, se Asusto ante eso.

Ya la escuchaste, decidió irse conmigo. — Acercó más su katana al cuello de el simulando que lo atravesaria. — No quiere quedarse contigo, que triste. — Se alejo, tu te fuiste abrazada del brazo de Obanai, este se puso nervioso al sentirte pero trato de ocultarlo.

Los dos caminaron hacia un árbol.

¿¡Un árbol?! Yo no se subir arbol- — No terminaste de hablar ya que Obanai se agacho e hizo que te subieras a su espalda.  Puso tus piernas en su cadera. — ¡Espera, yo-!

No te preocupes, no te pasará nada. Solo agárrate fuerte. — Comenzó a subir aquel árbol.

¡Espera, waaa! — Digamos que le tenías algo de miedo a las alturas.

El árbol si que era muy alto, así que cerraste tus ojos y abrazaste demasiado fuerte a Iguro, quien todavía estaba nervioso, sentirte muy cerca de alguna forma lo ponía algo tranquilo pero a la vez se sentía avergonzante.

Te miro de reojo mientras seguia subiendo y te vio cerrando los ojos, verte de cerca le provoco más nervios, así que rápidamente se volteo, Kaburamaru se dio cuenta de esto y lo miro con sus ojitos como burlones.

Tu no te metas. — Le dijo a la Serpiente.

Este subió y subió hasta que llego a una gran rama, como pudo se paro en esta y mantuvo el equilibrio para después caminar sobre esta.

Esta rama llevaba hacia el exterior de tu casa.
Cuando llego a la punta del árbol, Iguro se acerco a tu oído.

No abras los ojos. —Te dijo, tu haciéndole caso los cerraste más fuerte, tenías miedo con lo que te había dicho.

El pelinegro se deslizó sobre aquella rama como si fuera un tobogán, se resbaló levemente y con cuidado hasta llegar hasta abajo donde dio un brinco tocando finalmente el suelo.

Al sentir ese brinco y como estuviste en el aire unos segundos te aferraste más a Iguro, no querías soltarlo para nada.

Al sentir tu aferrarse hacia el se sintió más nervioso que antes y trago saliva tratando de mantener su cordura, tocó su pecho y se dio cuenta que su corazón estaba latiendo demasiado....

S-Suyen....ya puedes bajarte... — Te dijo algo nervioso al sentirte cerca de el.

Te quedaste unos segundos callada, acto seguido bostezaste algo cansada, pues no habías dormido durante mucho y tenías bastante sueño.

¿Eh? No me digas que tienes sueño, por favor... — Te quedaste callada, apoyaste tu rostro en su hombro quedándote casi dormida.

Perdón....hace mucho que no duermo....ahí me bajo. — Cuando te intentaste bajar de su espalda, el pilar no te dejó. — ¿Eh? ¿Que pasa?

No te bajes....si quieres te puedes dormir en mi espalda, no me canso. — Se encogió de hombros para después comenzar a caminar.

¿E-Estas seguro? — Preguntaste algo avergonzada, este asintió.

Si, ahora duerme y no seas terca. — Te dijo sin dejar de caminar.

Te dio ternura aquella acción y lo abrazaste cosa que lo puso nervioso.

Gracias... — Le sonreíste.

De nada....duerme. — Volvió a decir.

Este siguió caminando, y tu estabas en su espalda buscando dormir.

Este siguió caminando, y tu estabas en su espalda buscando dormir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De mi propiedad | Iguro Obanai yandereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora