La primera vez que Jin se aferró a alguien en este nuevo y caótico mundo, fue a su abuela.
Jin no era su nombre y ella tampoco tenía abuela.
O al menos, no en su primera vida.
Honestamente, reencarnar en un nuevo mundo no fue algo que la alegrara, sino que la deprimió aún más. Ella, como una chica recién egresada de la educación básica y que estaba a punto de dar la prueba más importante en su vida, la prueba que le diría si ella es apta o no para la educación superior, estaba a la vuelta de la esquina y, con toda la sinceridad del mundo, ella se estaba muriendo de nervios.
No había tenido un preuniversitario y el último año de graduación de su escuela después de una puñetera pandemia había hecho que ella volviera asentirse como una niña de tres años que no sabía nada y que, abruptamente sería lanzada a un pantano fangoso que sería cumplir los dieciocho años y ser, oficialmente, una adulta desempleada.
Miserable.
Así es como se sentía Catriel.
No solo por el hecho de que ahora tenía que dar una prueba importantísima, sino que también el hecho de que, por primera vez en su vida, estaba en la incertidumbre de que la dejaran elegir su camino... ella era mejor obedeciendo, toda su vida obedeciendo era mucho más fácil que pensar por sí misma, temía al mundo más de lo que cualquier otra persona pudiera pensar.
Honestamente, planeaba suicidarse antes de completar el siglo escolar.
Bueno, ahora su deseo había sido cumplido porque murió por... tomar en exceso café mientras estudiaba.
Realmente no sabía que estaba pensando a la hora de poner cuatro cucharas de café fuerte en cada taza humeante llena de agua caliente y beberlas como si fuesen agua. Aun así, murió por exceso de cafeína luego de sufrir los síntomas pertinentes a una sobredosis de café.
Un nuevo récord, se tomó cincuenta tazas de café en un solo día mientras estudiaba para esos condenados exámenes.
Entonces, cuando dejó de sentir su cuerpo y la ansiedad paralizante, creyó que su alma descansaría eternamente en la oscuridad del abismo en el que ni siquiera tenía que pensar.
Durmió plácidamente hasta que la empezaron a empujar de su cálido y agradable lugar, sintiendo como su cabeza se enfrentaba a un frio ensordecedor mientras su hombro era presionado dolorosamente mientras salía de algo, por lo que lloró amargamente e intentó abrir sus ojos, pero no podía.
Luego, sintió como grandes manos la toqueteaban por todos lados y ruidos fuertes y molestos que la abrumaban, haciéndola sentir aún más miserable.
Y, como una bendición, pudo oler un dulce aroma que la hizo acercarse inconcinamente y acurrucarse contra la cálida fuente de olor dulce. Algo sueve y cálido la envolvió, quizás brazos, pero eran demasiado grandes como para ser brazos, después de todo, ella era una adulta, los brazos de las personas no eran tan grandes como para cargar a un adulto como bebé.
Abrió su boca con dificultad, quería decir algo, gritar, pero no podía y, empujaron su cabeza contra algo que la hizo inconscientemente morder y casi tragar, por lo que se sintió inmediatamente ofendida.
¡¿Le acaban de poner una mordaza solo porque abrió su boca?!
Un idioma desconocido resonaba a su alrededor como una colmena de insectos ruidosos, muy similar al japones chillón de los animes, entonces, ¿Alguien estaba viendo anime cerca de ella? Tal vez no murió y estaba en el hospital, con, quizás, su padre intentando ponerle un anime para que se levante de, lo que, sin dudas alguna, quizás fue un coma o algo así.
—Jin... ese será un nombre para ella —aunque no entendía nada, la voz del anime fue dulce, pero un poco indiferente.
—Gentileza y ternura, me parece un nombre adecuado para una niña —habló una voz masculina y, aunque no la entendía del todo, la había hecho removerse incómodamente.
Sus oídos eran extremadamente sensibles y, honestamente, prefería la voz delicada, suave y aguda de la mujer.
Puaj, ¿Qué seijuu tenía ese tono de voz tan desagradable? Tal vez sea el villano o algo así, poque dudaba seriamente que le pusieran un tono de voz desagrádale a un personaje principal.
—Más bien pensaba en "Oro, metal dinero" o Jin, de "Bordados, brillantes".
—Hum... no creo que sea adecuado para una niña... —la voz masculina y retumbante del hombre continuó incomodándola—. Incluso sería mejor ponerle el significado de "fuerza fuerte".
—Cariño, somos comerciantes —la mujer continuó, pero el hombre la interrumpió.
—No. Ella es nuestra primera hija, no es un objeto o bien...
—Y como primera hija, cuando sea mayor se casará y tomará el apellido y familia de su esposo. Ya no será nuestra niña, será la mujer de su hombre —la mujer miró a su esposo—. Ni siquiera sería la heredera de nuestra fortuna, ella...
—¿Y tú? ¿Siendo mujer, no eres la propia dueña de tus negocios y trabajos? —desdeñó el hombre frunciendo el ceño— ¿No eres tu propia persona?
—Lo soy, cariño, pero es porque tuve la suerte de casarme con un hombre comprensivo y cariñoso como tú, no existen muchos hombres como tú en este mundo —la mujer suavizó su tono de voz—. La única forma de que una mujer sea más respetable es que tenga su título de Kunoichi, recibe un poco más de libertad de esa forma. Nosotros somos civiles y...
—Entonces cuando sea mayor la inscribiremos en la academia y ella elegirá a su esposo —el hombre tenía un rostro feo ante las palabras insensibles de su mujer.
—Ser una Kunoichi es un trabajo peligroso, ¡Casi cada diez años o quince años hay una nueva guerra mundial! No permitiré que mi hija sea una incivilizada Kunoichi —habló ofendida la mujer, mirando con indignación a su marido.
—Ume, esos "incivilizados" ninjas a los que desprecias, son la razón de porque nuestros cargamentos llegan a salvo y...
El programa le aburrió, así que simplemente se durmió mientras la voz agradable y desagradable parecían entrar en una seria discusión.
Desde ese día, su conciencia ha estado vacilando entre despertarse, tomar un líquido dulce, que con el tiempo pudo distinguir como leche y finalmente dormirse.
Su horario consistía en despertarse, comer y dormir, fin.
O al menos así era hasta que a los tres meses, en donde dejó de estar tan adormilada mientras sentía que su cerebro era papilla molida y tuvo más conciencia a su alrededor. Entonces, después de verse cargada por una mujer hermosa de cabello azul celeste frente a un espejo, se horrorizó al darse cuenta de que era un bebé de unos tres meses de vida.
Y luego comprendió que no estaba en coma o en hospital, sino que estaba en una casa antigua y tradicional, con una estructura que nunca había visto aparte de anime y manga. Obviamente fue un desastre emocional ese día y la mujer la dejó con una agradable anciana de un cabello blanco azulado y apagado que intentaba calmarla como podía.
Desde ese entonces, empezó a aprender japones seriamente y le tomó solo unos meses de practica adaptarse al nuevo idioma mientras aprendía nuevamente a gatear, caminar y andar.
A los siete meses de "nacida" ya sabía caminar, a los cinco meses ya sabía decir palabras y, le tomó vergonzosos ocho meses aprender a controlar su esfínter para dejar de orinarse en momentos incomodos o aleatorios.
Aunque fuera vergonzoso aferrarse al pecho desnudo de una mujer desconocida, como una bebé en desarrollo, "Jin" -o lo que supuso sería su nuevo nombre, si es que no entendió mal- decidió que se aferraría a esa mujer el más tiempo que pudiera ya que había leído que, mientras más tiempo el bebé tuviera leche, mejor sería su salud y todo eso.
Algo con respecto a las cosas inmunológicas de la leche o algo así, Jin no lo sabe y si lo sabe, no lo sabe en profundidad como para ponerse a explicar una mierda así cuando tiene que aprender a escribir en esa monstruosidad llamada "Katakana" y "Hiragana".
La razón de porqué mierda los japoneses aprendían dos formas distintas de escribir y las mezclaban creando una atrocidad, no lo sabía y escapaba más allá de su mierda.
Aun así, aprendió de su tierna abuelita Sayuri-obaa-chan todo lo que debía aprender.
Incluso esas tediosas sesiones de té y toda esa mierda tradicionalista japonesa.
Obviamente, Jin se bañó de los elogios y alabanzas que recibía por ser tan "adelantada" y cosas así, después de todo, como una persona de una época moderna, tenía una alta escolarización a diferencia de las personas de este mundo o época ya que, por lo que observó, estas personas solo sabían cosas básicas de las matemáticas.
¡Ja! ¡Las tablas de multiplicar y sus métodos matemáticos "básicos" eran revolucionarios para ellos! Honestamente, se pavoneó un poco.
No fue hasta que salió de su hogar con su abuelita, que se dio cuenta aproximadamente de donde había reencarnado... ¡No era de extrañar que fuera muy avanzada, cuando estaban en Narutoverse! Mientras las generaciones actuales de personas se encargaban de un nivel de escolarización dirigido hacía contar y calcular grandes cantidades de dinero para ser de utilidad para peces gordos o descubrir nuevas cosas científicas intrínsicamente relacionadas a las matemáticas... ¡Este mundo estaba centrado en como matar a las personas hasta con un puñado de arena!
Lo peor, es que, al hacer esta comparación, Jin recordó como Gaara mató brutalmente a esos ninjas de Ame con arena y se estremeció, ¡Joder, había renacido en un mundo en donde hasta un niño de tres años jugaba libremente con armas y todos los niños de la aldea idealizaban ser asesinos a sueldo! ¡En donde el asesinar era alabado y vitoreado!
Tenía tres años en ese mundo cuando se dio cuenta de ello, ¡Y se horrorizó!
Entonces, decidió hacerse la tonta y disfrutar de su infancia lo más que pudiera, por lo que instó a su abuela a que la llevara a distintos parques para hacer amigos y jugar.
Si, jugaría con mocosos y actuaría como una niña nuevamente, ¿Quién no querría hacer eso? La adolescencia llena de expectativas era una mierda, mejor ser un niño despreocupado que puede comer barro tranquilamente y nadie le diría nada porque, ¡Es un niño! Los niños se llenan de barro, juegan y pueden ser tan ruidosos sin un manto de "responsabilidad" y "decencia" sobre sus hombros.
Eekkk equivocado, durante un año, independiente de a qué parque fuera, ¡Fue discriminada por su color de cabello y ojos!
Incluso si eran mocosos y no debería importarle sus palabras... ¡Jin realmente sufrió! ¡Los niños eran tan crueles con las personas! ¡Demasiado crueles! ¡Demasiado indiferentes! ¡Muy fríos!
Jin se derrumbó en el cálido abrazo de su amorosa abuela la cual la cubrió con sus suaves y regordetes brazos mientras acariciaba su diminuta espalda.
—¿Por qué soy tan diferente a los demás? —sollozó Jin mientras ocultaba su pequeño rostro en el regazo de su abuela— Todos los niños tienen colores de cabello castaños, negros o rubios, ¡Pero solo yo tengo pelo azul celeste vibrante! Otros niños tienen ojos negros, cafés, avellana, verdes o azules, ¡Pero yo los tengo de un antinatural fucsia rojizo! —su pequeña nariz, roja, moqueó y ella hizo un feo sonido de sorber— ¡Y mis lunares son rosados y en forma de corazón!
En realidad, para su gusto, su nuevo cuerpo era muy hermoso, pero era tan discordante con todo a su alrededor que simplemente la hacía resaltar como un pulgar adolorido, ¡Era demasiado antinatural! Sus cortos cabellos azul celeste, sus ojos fucsias como si fuesen una especie de contenedores de corazones, sus pupilas negras en forma de corazón... ¡Con otro corazón fucsia y blanco dentro! Y también había tres pequeños corazoncitos diminutos en sus pupilas, justo debajo de sus anormales iris...
Su piel era pálida como la porcelana o como una suave leche pura, su carne suave y blanda la hacía parecer un pequeño trocito de tofu listo para ser devorado, sus mejillas regordetas aun llenas con la grasa de bebé, sus grandes ojos con un envidiable delineado que incluso Uchiha Shisui no podría hacerle frente...
Dios, era tan hermosa... pero discordante.
Entonces, ella ya no era hermosa; era fea.
Fea porque era rara, fea porque su color de cabello azul no podía ser natural, fea porque sus ojos eran como gemas sangrientas, fea porque su piel era demasiado pálida, como si fuese un fantasma...
—Mi pequeña nieta no es fea —habló suavemente Sayuri mientras intentaba limpiar los ojos llorosos de su adorada nieta—. Nuestra pequeña Jin solo es... especial —continuó la mujer mirándola con ojos suaves—. Tu mamá y yo también tuvimos el cabello azul y nuestros ojos son fucsias como los tuyos.
—Pero... —sollozó Jin—. Pero mamá se tiñe el cabello de negro y ni mamá ni abuelita tienen ojos de corazón como yo...
—Eso, hija mía, te hace mucho más especial de lo que crees —Sayuri, con sus viejas y arrugadas manos, pasó un pañuelo por la nariz de su nieta y ella obedientemente se sonó su rojiza nariz—. Nosotras venimos de un viejo y longevo clan, olvidado y desapercibido —habló suavemente la mujer mayor mirando con dulzura a su nieta—. Un clan nómada que en su momento fue perseguido por rumores maliciosos a cerca de nosotros, por lo bello de nuestros ojos, por nuestra suerte, por nuestras habilidades.
—... —Jin intentó no sollozar, pero aún le dolían las palabras de esos niños estúpidos.
—Entonces, el clan Aikawa decidió ser un clan nómada, un pueblo sin nombre que viajaría por las basta tierras y dejaría a sus hijos en todo este mundo, adoptando nuevos nombres, nuevos apellidos. Todo con tal de que nuestros pares sobrevivieran un día más —Sayuri saboreó viejos recuerdos, su pequeña mano era demasiado diminuta en comparación con la de su amorosa madre o la de su padre.
Recuerda viajar por este mundo, ocultarse con su grupo cuando se acercaban a zonas de conflicto bélico, recuerda haber tanto curado como dañado, recuerda las dulces caricias de su madre y los suaves regaños de su padre.
—Nuestros ojos tienen significados —su vieja voz sonaba sabia, amorosa y anhelante—. Mis ojos fucsias tienen forma de un rombo, significa que mi salud será buena, que podré curar y sanar a los heridos, que no moriré por enfermedad sino por vejez —Sayuri acercó sus ojos a los de su nieta y los abrió bien grandes—. Tengo dos rombos en mi iris, significa que mi vida llegará a su fin con dos cifras, si tuviera tres, mi vitalidad podría llegar a los cien años o más.
—¿E-entonces, qué significan los míos? —Jin se secó las lágrimas bruscamente de su pequeño rostro regordete.
—Tus ojos son los más especiales que he visto en mi vida —habló suavemente la anciana mientras acariciaba las mejillas de su nieta y apretaba suavemente su mejilla, deteniendo su pulgar en el lunar fucsia que casi parecía un pequeño tatuaje—. No solo tus ojos, sino que también tus marcas de nacimiento —Sayuri sonrió suave y amorosamente—. Tus ojos significan que serás muy amada.
—Pero a todos les desagrado —Jin hizo un puchero apunto de volver a llorar.
—Cuando encuentras a alguien a quien amar, que te ame de la misma forma que tú y corresponda a tu amor, ese hombre será la persona más fiel que verás en tu vida —Sayuri sonrió a sabiendas y soltó una pequeña risita—. Ese hombre te amará tanto, que no habrá cosa que no haga por ti, mientras tú seas su prioridad, para él no existirán los imposibles y solo te verá a ti. Sus ojos amorosos nunca despegarán su mirada de ti. Él te amará, proveerá y cuidará incondicionalmente, siempre te tendrá en su mente en cada pequeña acción que haga.
—Ooohh... —Jin abrió su boca en una perfecta "O" al igual que sus grandes ojitos brillantes y ligeramente rojizos por su llanto.
—Y también, significa que serás muy fértil —agregó la mujer con un ligero toque de diversión—. Tendré muchos nietos en el futuro —rio alegremente la mujer.
—¡Obaa-chan! —regañó Jin con las mejillas teñidas de rojo mientras sus ojos brillaban con una ligera capa de agua avergonzada.
—Hohoho, tu cuerpo tendrá una gran vitalidad, sin duda alguna. Tu cuerpo será fuerte y saludable, lo suficientemente resistente como para dar a luz niño tras niño —rio la mujer mientras tomaba a su nieta y la sentaba en su regazo—. Realmente no había muchas personas que hubieran tenido sus tres pequeños homólogos en sus ojos, pero quienes los obtienen son sin duda los mejores.
—¡Obaa-chan! ¡No seré la incubadora de nadie! —desdeñó Jin cruzándose de brazos mientras miraba con un adorable ceño fruncido a su abuela.
—Hohoho... ya veremos, ya veremos... —la abuela se rio entre dientes—. Cuando conozcas a tu hombre ideal, veremos qué sucederá.