*TRES AÑOS DESPUÉS*
-¡Voy a volverme loca con estos niños! - Serena resopló frustrada, recién había cambiado a los mellizos de apenas dos añitos de edad, y estaba sucios de nuevo gracias al abuelo Artemis, qué les había dado helado de chocolate.
-Eso es ser mamá Serena - Serena sonrió, mientras los niños corrían de un lado a otro en la sala, sín permitir qué su madre logrará atraparlos.
-¡Dios! Esto es tan difícil - Serena se sentó a justo al lado de sus abuelos, habían pasado exactamente tres años desde qué dejó Guatemala e intentó olvidarse de Darien cosa qué resultó ser imposible, sus hijos eran muy parecidos a él, sobre todo Endymion qué era una copia de su miniatura de su abuelo Armando y Mía tenía rasgó marcado, cualquier con dos dedos de frente sabría el origen de los prqueños afortunadamente ninguno de ellos estaba cerca.
-¿Están listos? - Seiya entró cómo un torbellino, nadie hubiera imaginado qué el hombre de negocios se transformará en un niño al estar con los mellizos.
-Lo estaríamos sí mí abuelo no les hubiera dado helado - Serena miró con sospecha a su abuelo, quién sólo se encogió de hombros.
-¿Puedo ayudarte? - Seiya cogió al pequeño Endymion.
Quién presto y dispuesto sé dejó hacer, mientras jugaba con los cabellos de su padrino, Mía por su parte dejó qué su madre se hiciera cargo, los niños parecían reaccionar muy bien a la presencia de Seiya en sus vidas, después de 45 minutos exactos, los mellizos corrían por la sala, vestidos y listo para salir de paseo.
-Volveremos por la tarde - Serena se despidió de su abuelo con un beso, antes de encaminarse a la puerta de la mano de sus hermosos hijos, el recuerdo de un amor qué no pudo ser.
-Vayan con cuidado por favor Seiya, cuida de ellos - Luna le pidió.
-No te preocupes Abuela, los cuidaré con mí vida - salió detrás de Luna.
Se lamentaba tanto qué Serena no pudiera tener un amor de novela, había querido ayudarle, pero ver a Darien besar a su esposa y luego... Movió su cabeza, era el pasado y ahí estaba bien, no había regresado a Guatemala, Rei Chiba era la encacargada de mantenerlo al tanto, era su único en enlace aún qué Serena ya había devuelto el préstamo, y las acciones eran legalmente suya, continuaba utilizando su nombre para mantenerse alejada de Darien, y el en el fondo se lo agradecía por qué Rei se había vuelto alguien importante para él, dió un trato teléfonico ¿Cómo podía pensar en ella de otra manera? Subió al auto una vez qué su mente estuvo despejada.
-¿Listos pequeñines?.
-¡Sí! - gritaron ambos niños emocionados, amaba las tardes al aire libre, jugando en el parque, corriendo de un lado a otro.
-Esto de ser madre es cansado, ser madre de dos es terriblemente agotador - sonrió, mientras los ojitos de Mía se pasaron sobre ella.
-¡Te amo mami! - esas palabras eran las qué le hacían levantarse todo los días continuar adelante.
-También los amo mí Mía - Endymion era un poco más callado pero lo compensaba en cuánto a travesura se refería.
-¿Cuándo viajarán tus abuelos?.
-El fin de semana, papá no les dió opción, se han negado a qué papá venga durante tres años, y creó qué ya no lo ve tan normal - Seiya sabía qué Kenji sospechaba qué algo no iba bien, le había llamado en más de un ocasión para preguntarle por Serena, pero él no había traicionado a Serena en ningún momento.
-¿Cuándo les dirás la verdad? - Serena arrugó la frente.
-Temo tanto su reacción, debí hablar con ellos desde un principio, no se cómo se tomarán sí les digo ahora - Seiya le dió un un apretón de mano tratando de transmitirse su apoyo.
-Tienes qué sincerarse Sere, no puedes mantener a tus hijos ocultos toda la vida, merecen el calor de una familia, merece incluso conocer a su padre - Serena retiró su mano ante la mención implícita de Darien.
-Está casado con otra mujer.
-Eso no quita qué sea el padre, miralos Serena son idénticos a él, no cabe duda qué la sangre Chiba corre por sus venas - Seiya no podía dejar de ser objetivo.
Los niños necesitaba un padre por qué él no sería su figura paterna toda la vida, aún qué los amaba, ellos tenían un padre qué desconocía su existencia, y merecía saber la verdad, Serena permaneció callada, pensando en lo qué Seiya le estaba diciendo.
¿Había sido egoísta? ¡Estaba siéndolo! Su conciencia le gritaba qué sí, no sólo hoy, siempre las dudas asaltaban sus sueños, en realidad por más qué negará no dejaba de ser, Darien Chiba era el padre de sus hijos, sus padres desconocían su existencia, había privado a sus hijos del calor de su familia, independientemente de sí Darien la amaba o no, también tenía derecho a saber de su existencia.
-Quizás tengas razón - admitió bajó la mirada de sorpresa de Seiya.
No era la primera vez qué ellos tenían estas charlas, pero sí la primera en la qué Serena aceptaba estás palabras.
-¿Qué harás? - se aventuró a preguntar.
-Acompañaré a mís abuelos a Guatemala sólo - se detuvo un momento - ¿Podrías venir conmigo? - enarco una ceja ante la solicitud.
_Creó qué eso sólo daría a especulaciones Sere - ella negó.
-No, no será así, dejaré las cosas claras, sólo necesito tu presencia para no perder está valentía qué se apoderado de mí, necesito qué me recuerdes por qué necesito hacerlo - Seiya sonrió, tomándola de la mano nuevamente.
-Estaré contigo Serena, seré el apoyo qué necesitas - sus ganas de ver a Rei era una de las razones, pero no estaba listo para admitirle a Serena qué estaba enamorando de la hermana de su ex.
.....
-No puedo creer qué por fin mís padres venga a visitarnos - Kenji tomó un sorbo de vino, mientras hablaba con su esposa.
-Es una pena qué Serena no pueda venir con ellos, no entiendo Kenji, siento qué Serena esconde algo, no me preguntes por qué, no sabría decírtelo, pero la he sentido diferente desde hace tiempo.
-Sere ya no tiene 18 años Selene, tiene casi 22 años y ha tomado las riendas de la empresa cómo sí fuera una adulta, no espere qué se comporte cómo el resto de chiquillas qué andan por ahí, de club o de novio en novio, Serena es diferente - Selene sonrió, Kenji adoraba a Serena y aún qué ese equivocará tenía la impresión de qué sería su soporte.
-¿Yate sé ha comunicado? - preguntó cambiando del tema.
-Llegará mañana, no va a perderse la llegada de sus abuelos, no los ha visto desde hace mucho tiempo.
-Lo sé, me preocupa desde qué vive en Quetzaltenango se comunica poco - Selene no podía admitir qué su niño había crecido.
Ahora con 18 años era estudiante de arquitectura en una de las mejores universidades en la Ciudad Altense, Kenji giró su rostro al escuchar la risa de su esposa.
-¿Qué te causa tantas gracias mujer?.
-Nada, no te preocupes todo marcha bien, mejor qué bien, iré a preparar la habitación para tus padres, quiero recibirlos cómo se merecen los he echado tanto de menos - dejó a su marido para ocuparse de los preparativos.
En dos días llegaban sus suegros y quería darle una bienvenida, tal y cómo se los merecían, e incluso había reunidos a la familia para estar presente.
.....
-¿Lista para ir a casa? - Rei sonrió, mientras asentía.
-Sí, tía Selene está volviéndose loca con la llegada de los abuelos, qué siento qué me ocupará desde hoy - Darien dejó escapar una carcajada al ver los pucheros de su hermana menor.
-No creas qué eres su única víctima, me ha encargado seleccionar las mejores botellas de vino y comprar otras.
-¿Bromeas? - preguntó, mientras caminaba fuera de la oficina.
-No, realmente está poniéndose loca, no podemos culparla es la emoción, después de tres años sín verlos.
-Darien - el rostro de Darien cambió al escuchar al voz de la mujer ¿Estaba condenado?.
-Te esperó en el auto - Rei odiaba a Berry con todas las fuerzas de su corazón, pero no podía interferir en los asuntos de su hermano.
-Te alcanzo enseguida ¿Qué haces aquí? - no había visto a la mujer desde hace más de medio año.
-Quería disculparme por mí comportamiento Darien, realmente lo siento - no creía ni media palabras de lo qué decía, había puesto tantas trabas a su divorció qué le había sido casi imposible lograrlo, hasta hace poco de tres meses, pero por fin era un hombre libre.
-Sí con disculpas puedo hacer qué desaparezca de mí vida, estás disculpada, no quiero verte Berry - pasó al lado de su ex esposa y se caminó hacía dónde su hermana esperaba.
.....
-¡Por fin en tierra! - Seiya estaba casi qué moría viajar con dos niños pequeños qué parecía más un torbellino había sido agotador, hacer qué durmiera unos minutos totalmente imposible.
-No exageres, tómalo cómo una práctica, cuándo lleguen los tuyos estarás graduados y con honores.
-¿Bromeas? Con esté par, estoy a punto de renunciar a ser padre - Serena sonrió, mientras se encaminaba al servicio de taxi del aeropuerto, habían llegado unos días antes para preparar el camino para confesar la verdad.
-Esto dices ahora, ya quiero verte cuándo tengas una mini copia de Rei por ahí corriendo - le rostro de Seiya cambió de color, al darse cuenta qué no había sido muy discreto.
-¿Cómo sabés?.
-Tendrías qué ver tus ojos cuándo estás hablando con ella - se burló mientras subían al taxi en compañía de sus abuelos y los niños.
-Basta Seiya, Serena - ambos sonrieron ante la advertencia de Artemis.
Dos horas más tarde se instalaron en un Hotel en Ciudad Vieja, estaban a media hora de camino de la Finca, después de duchar a los niños y dejarlos dormidos Serena por fin respiró, la nostalgia se adueñó de ella, estaba instalada en la misma habitación dónde había hecho el amor con Darien por primera vez.
No quería ir por ese camino pero sus recuerdos llegaron con tal fuerza qué casi le robaron el aliento, había sido feliz, podría jurar qué Darien estaba enamorado de ella, qué su amor era real, podía sentir la leve caricia de su mano acariciar su piel, se metió a la ducha, necesitaba dormir y olvidar los recuerdos de Darien, debía serenarse para afrontar lo qué venía.
.....
Sus sueño había sido reparador, se sentía completamente descansada, se sorprendió no tener sus hijos sobre ella, era cómo solían despertarla, sonrió al verlos dormir plácidamente, eran tan hermosos, la viva imagen de su padre, lágrimas rodaron por sus mejillas sín darse cuenta, sentía culpa por haberlos ocultados tanto tiempo.
Pero hoy terminaría, hoy sería valiente y los presentaría a sus padres y también a Darien, aprovecho para ducharse de manera rápida, sabía qué apenas abrieran los ojos demandarían toda su atención y no se equivocó.
-Mami - Mía fué la primera en sentarse, extendiendo sus brazos para qué la cargará y no la hizo esperar, la vistió rápidamente, hoy tenía una cita importante y debían ir hermosos.
-Mami - la voz de Endymion le hizo girar su rostro para encontrarse con el pequeño restregándose los ojitos aún, era su manera de despertar tan parecido a él.
Dejó a Mía en el sofá para prestarle atención a Endymion, lo vistió rápidamente, sus abuelos estarían ya esperando por ella, sé le había hecho tarde, el golpe en la puerta le dió la razón.
-Vamos tarde cariño.
-Ahora vamos abuelo - gritó antes de tomar a los niños de las manos y caminar hacía la puerta.
-Lo siento - sé disculpó pero sus abuelos tenía ojos para sus bisnietos.
-Estoy impresionado, no puedo creer qué por fin te decidieras cariño - Luna sonrió - Pero me alegró, es hora qué mí hijo sepa qué tiene dos preciosos nietos.
-Totalmente de acuerdo, quiero ver la cara de Kenji - Artemis sonrió.
-Bueno, es hora de partir - caminaron hacía dónde el taxi esperaba por ellos.
-Estoy nerviosa - Serena miró a sus abuelos primero, luego a sus hijos para encontrarse finalmente con la mirada de Seiya.
-Es hoy o nunca Sere - ella asintió.
-Gracias por no dejarme nunca sola Seiya, gracias por ser más qué mí socio, mi amigo, mí confidente - sonrió, dejó un beso en su mejillas antes de subir al auto.
El trayecto a la Finca debía ser un viaje corto y placentero pero era todo lo contrario, la ansiedad y los nervios se habían apoderado de ella ¿Qué les diría a su padres? ¿Cómo se lo tomaría? Y él ¿Cómo reaccionaría Darien al saber de sus hijos? ¿Lo aceptaría? ¿La perdonaría? Cerró los ojos negándose a pesar de manera negativa.
El fuerte ruido de algo explotando le hizo abrir sus ojos, sólo para ver el auto dirigirse hacía ella, sus pensamientos formaron un caos dónde su única preocupación fueron sus hijos...
.....
La botella de vino se rompió al cae sobre el piso, vaciando el líquido rojizo por todos lados...