CAPÍTULO 123. EL POPULAR
CHU FENG (1)
Cuando Chu Feng salió de la tienda, Dora corrió hacia él y le abrazó el muslo aullando.
"Dora, ¿qué estás haciendo?" Chu Feng miró a Dora con los ojos rojos y sospechó si tenía la enfermedad del conejo loco.
Dora le miró emocionada: "Quiero acostarme contigo."
Chu Feng no sabía cómo reaccionar ante sus palabras. ¿Son tan precoces los niños de este mundo? Hill se tiró y agarró el otro muslo de Chu Feng, pidiendo también acostarse con él. Chu Feng miró a Delice y Shirley en la distancia, que también estaban como intentando lanzarse sobre él, y no pudo evitar poner los ojos en blanco. ¿Cuándo se había vuelto tan popular?
¿Saben estos chicos el significado subyacente de la palabra dormir?
Mientras Chu Feng tiraba de ellos hacia arriba, otro se lanzó hacia él y le sujetó el muslo. Tardó un buen rato en zafarse de ellos.
En medio del caos, Chu Feng comprendió por fin lo que había pasado. Ilya dijo que dormir con él le hizo crecer una marca en la mano y después de eso, sólo transmigró junto con él a otro mundo.
Cuando Ilya dijo esto, probablemente no entendía lo que estaba pasando. Aunque había tenido relaciones sexuales con Ilya, fue bajo la condición de que ambos no tuvieran idea de lo que había pasado.
Chu Feng se frotó la frente con dolor de cabeza y les hizo un gesto con la mano.
"¡Váyanse! Jueguen en otra parte!"
Dora miró ansiosamente a Chu Feng, como si fuera bastante reacia.
Chu Feng mantuvo sus manos en las caderas, mirando a las pocas cositas y sintiéndose sin palabras.
Ilya se acercó a su lado y dijo: "Lo siento."
Chu Feng esbozó una sonrisa seca y dijo: "¿Por qué?" Aunque alguien tuviera que disculparse, debería ser él.
Ilya hinchó las mejillas y dijo: "Parece que te he causado algún problema innecesario."
Chu Feng, "..." ¿Cómo podía culpar a Ilya? ¡Sólo podía culparme a mí mismo!
"¿Son las cosas un poco problemáticas?" Ilya preguntó.
La gente sentía curiosidad por el otro lado del mar, así que acosaban a Ilya para preguntarle cómo había transmigrado hasta allí, mientras que el propio Ilya también estaba confuso, ignorante por completo de lo que había sucedido.
Ilya no sabía cómo decirlo, pero tampoco le dejaban marchar fácilmente.
Impacientándose un poco, Ilya tuvo que decir que fue porque compartió una cama con Chu Feng que le creció una marca extra en la mano.
Sólo con una marca se podía transmigrar con seguridad, de lo contrario uno moriría como ese conejo.
Chu Feng dudó un momento y preguntó secamente: "¿Quién estaba allí cuando dijiste que habías dormido conmigo?"
Ilya frunció el ceño y dijo: "Sólo unos pocos, como Dora."
Chu Feng, "..." ¿Dora? ¡No me extraña que ese estúpido conejo acabe de hacer semejante petición!
¡Después de que Dora lo supiera, cada pequeña cosa lo sabría!
Ilya no lo entendió antes, y cada una de esas pequeñas cosas también estaba confundida. Con tal conmoción, tal vez todo el pueblo sabía que se acostó con Ilya..
Pensando eso, Chu Feng no pudo evitar sentir que su cara ardía de calor.
Sintió que podría tener que moverse, o qué pasaría si alguien secretamente se metía en su cama en medio de la noche y accidentalmente...
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Chu Feng pensó para sí mismo: ¡No es bueno ser demasiado popular!
Gray miró a Ilya y le dijo coquetamente: "¡Hermano mayor, has vuelto!"
Ilya asintió.
"¿Cómo demonios te fuiste al otro lado? ¿Porque te acostaste con Chu Feng?"
Ilya frunció los labios y no contestó.
La razón por la que le dijo a las pequeñas cosas que fue porque durmió con Chu Feng era que estaba un poco impaciente ya que seguían presionándolo.
De hecho, él mismo tampoco tenía ni idea de lo que pasó aquella noche. Sin embargo, varias personas se lo explicaron amablemente, y sólo entonces comprendió lo que había pasado.
Después de enterarse, Ilya se sintió un poco avergonzado.
Después de saber lo que significaba acostarse con alguien, Ilya comprendió por fin algunas cosas que antes no entendía del todo, como los sonidos de parejas "peleándose" que oyó anoche, pero en realidad no se estaban peleando.
Ilya miró a Gray y asintió, diciendo: "Probablemente."
Gray apoyó su barbilla y dijo: "Hermano mayor, no has dormido con Chu Feng durante un día o dos. ¿Por qué sólo transmigraste de repente la última vez?"
Ilya, "..." Porque antes, simplemente estaban acostados juntos, pero la última vez hicieron algo más.
"¿Por qué tienes tantas preguntas?" Dijo Ilya con algo de vergüenza.
Gray dijo cabizbajo, "¿No soy el único que quiere preguntar?"
Ilya parpadeó y preguntó con el rostro carmesí: "¿Mucha gente quiere saber?"
Gray asintió y dijo: "Sí, bastantes me lo preguntaron, pero no lo sé, así que no puedo responderles."
Ilya, "..."
"Hermano mayor, ¿el otro lado del mar es muy divertido?"
Ilya respiró aliviado mientras Gray cambiaba de tema.
"Hay demasiadas cosas divertidas". Si no fuera por Gray y las preocupaciones de los aldeanos, ni siquiera habría querido volver.
"Hermano mayor, ¿puedes ir a ese mundo como Chu Feng ahora?"
Ilya negó con la cabeza y dijo: "No, no lo creo."
La marca de Chu Feng podía abrir temporalmente un canal y llevarse a alguien con él, pero él era diferente. La marca de su mano sólo podía protegerle mientras transmigraba.
Gray dijo con pesar: "¿De verdad? Yo también quiero ir allí y echar un vistazo."
Ilya ladeó la cabeza y pensó para sí: "El otro lado del mar es realmente interesante". Está bien si no has estado allí antes, y una vez que lo hayas hecho, quieres ir por segunda vez.'
CAPÍTULO 124. EL POPULAR
CHU FENG (2)
Chu Feng escuchó la conversación de Ilya y Gray y dijo torpemente: "Iré al lugar de construcción del castillo a echar un vistazo."
Sus dos transmigraciones recientes eran algo extrañas. La última vez, no había tenido tiempo de emitir los boletos de trabajo, y no sabía cómo iban las cosas por allí.
Ilya asintió y dijo: "Por parte de la Raza de las Altas Montañas, parece que también quieren que abras una tienda."
Chu Feng asintió y dijo: "Es posible."
El castillo principal del lado de la Raza de las Montañas aún necesitaría mucho tiempo. Sin embargo, el subcastillo cercano ya estaba casi terminado. Así que ahora mucha gente de la Raza de la Montaña estaba trabajando en la zona del castillo y la mayoría vivía en el subcastillo temporalmente.
Ilya miró a Chu Feng, con la cabeza ladeada: "¿Quieres mudarte al castillo?"
Chu Feng le miró durante un rato y dijo dubitativo: "Si me mudo, ¿te mudarás conmigo?"
Ilya asintió y dijo: "Claro."
Chu Feng respiró aliviado: "Qué bien."
Chu Feng pensó para sí: "Por fin tuvimos la oportunidad de tener sexo. Si, después de mudarnos, los beneficios de compartir una cama se irían. Eso sería malo'.
Ilya arrugó la frente e hizo un suspiro: "Pero no en estos días."
Chu Feng dijo con cierta confusión: "¿Por qué?"
"Sherry ha sido capturado, tengo que ir a salvarlo." Dijo Ilya.
"¿Quién es Sherry?" Chu Feng preguntó.
Ilya sacudió la cabeza y dijo: "Es un medio elfo."
Chu Feng frunció el ceño y dijo: "¿Hay una persona así en la aldea?"
"No lo has visto antes, se fue de la aldea hace mucho tiempo", dijo Ilya.
Chu Feng asintió y dijo: "Oh."
Ilya asintió y dijo: "Por cierto, sobre la caravana de la última vez, Sherry se enamoró del joven dueño de esa caravana. Le aconsejamos que no se fuera con ese tipo, pero no nos hizo caso. La caravana debía de estar mal gestionada, así que lo vendieron."
Chu Feng, "..."
"¿Cómo te enteraste de la noticia?" Chu Feng preguntó con curiosidad.
"Confió en el mensajero volador para entregar el mensaje."
"¿Mensajero volador?" Chu Feng asintió y dijo en secreto: No hay teléfono móvil en este lugar, por lo que es difícil contactar. Sin embargo, aquí tienen una forma única de contactar. Por ejemplo, algunas medias bestias entrenaban pájaros para entregar mensajes. Y, entre los nobles humanos, hay una especie de piedra de comunicación, que puede entregar mensajes a tiempo.
Chu Feng miró a Ilya y dijo: "¿Así que vas a salvarle?"
Ilya asintió y dijo: "Sí, iré con Águila Voladora, y puede que tengamos que estar fuera varios días."
Chu Feng suspiró y dijo: "Entonces ten cuidado."
Ilya asintió y dijo: "Hmm, cuando vuelva, puedes llevarme a jugar de tu lado otra vez la próxima vez."
Chu Feng asintió y dijo: "De acuerdo."
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La historia de Ilya y Chu Feng se extendió rápidamente por la aldea, y durante un tiempo, todo el mundo en la aldea hablaba de ello.
"¡Chu Feng sí se acostó con Ilya!". Duvian parpadeó y dijo.
Stryn puso los ojos en blanco y dijo: "¡Hace tiempo que tengo la sensación de que Chu Feng tenía alguna mala intención compartiendo cama con Ilya!"
Duvian se agarró la barbilla y dijo: "¡Que se vaya al otro lado del mar! Merece la pena."
Stryn miró a Duvian, dudó un momento y dijo: "¡No me digas que tú también quieres..." dormir con Chu Feng!
En los últimos días, muchos niños pequeños de la aldea estaban como locos. No entendían nada y sólo hacían ruido por todas partes.
Duvian sacudió la cabeza y dijo: "Quiero ir allí y ver las tallas de madera, pero no quiero dormir con Chu Feng."
Stryn pensó para sí: Mucha gente de la aldea se ha vuelto loca al enterarse de que alguien puede ir al otro lado del mar. Afortunadamente, Duvian aún puede mantener la cordura.
Duvian ladeó la cabeza y dijo: "He oído que hay mucha gente que quiere acostarse con Chu Feng, y ahora tienen que hacer cola. Aunque yo quiera, nunca será mi turno."
Stryn frunció el ceño y dijo: "Quizá haya otras restricciones, no sólo acostarse con él."
Duvian asintió y dijo: "Tal vez. Ilya es un superpoderoso. He oído que cuando dos superpoderosos se combinan, a veces su superpoder cambia". Había muy pocos superpoderosos, y aún menos ejemplos de su combinación. Duvian conocía pocos ejemplos de este tipo.
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Dos días después de que Ilya regresara a la Aldea de la Media Luna, se marchó. Ilya no estaba allí, y Chu Feng sintió un vacío en su corazón.
Un día, Chu Feng se sentó en la mecedora, mirando a su alrededor, aburrido.
Chu Feng descubrió que había muchos artesanos hábiles en la aldea, y alguien vio fotos de mecedoras que trajo y realmente hizo una.
Chu Feng se tumbó en la mecedora, y los susurros de varios semielfos de alrededor llegaron a sus oídos.
Cerró los ojos y respiró hondo. Recientemente, su físico había sufrido cambios significativos, y su oído también se había agudizado mucho. Si fuera antes, nunca podría oír estas cosas.
"¿De verdad se acuestan juntos?"
"Tal vez sólo compartiendo una cama".
"Eso todavía no está bien, ¿verdad?"
"¡Pero puedes ir al otro lado del mar! ¿No oíste lo que dijo Ilya? ¡Hay comida deliciosa sin fin y diversión sin fin!"
"¿Y si todavía no puedes ir después de acostarte con él? ¿No es una gran pérdida?"
"¿Cómo lo sabes sin intentarlo?"
"¡Si quieres pasar a la acción, date prisa! Cuando Ilya vuelva, será demasiado tarde".
"¿Quién irá primero, tú o yo?"
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Chu Feng apretó los dientes y se incorporó. Solía pensar que la gente del pueblo era bastante conservadora, ¡pero ahora parecía que nunca juzgaban a una persona por su apariencia! Chu Feng se sentía como si se hubiera convertido en un pastelito dulce, y todos querían darle un mordisco.
"Iré a buscar al sacerdote". Chu Feng se levantó y dijo.
Gray asintió y dejó escapar un "oh".
Chu Feng se rascó la cabeza y se dijo a sí mismo, 'En este pueblo, me temo que sólo puedo esconderme en el lugar del sacerdote para tener algo de tranquilidad, pero tampoco parece seguro allí.'
"Olvídalo, iré al lado de la Raza de la Montaña". Dijo Chu Feng.
CAPÍTULO 125. VISITANDO
A SU ABUELO (1)
La zona de construcción del castillo
"¡Jefe, ya está aquí!" Chui Shi le dio una calurosa bienvenida.
Chu Feng asintió y dijo: "¿Está casi terminada la sala de la rama del lado este?"
"¡Sí! Tu habitación está despejada. ¿Quieres mudarte ahora?"
Chu Feng asintió y dijo: "Tengo el plan."
"¿Quieres ir a echar un vistazo a tu habitación?"
"De acuerdo."
Chu Feng siguió a Chui Shi a su habitación, y las paredes estaban pintadas, bastante espaciosa, con una cama, un armario, y algunas sillas y todo lo necesario. Los muebles de la habitación tenían un toque de una combinación de elfos y el mundo moderno.
"¡Gracias!" Dijo Chu Feng.
"La cama y el armario han sido enviados desde la Aldea de la Media Luna", dijo Chui Shi.
Chu Feng asintió y dejó escapar un "oh".
El armario y la cama eran sorprendentemente hermosos, con un toque de estilo elfo.
Chu Feng traía continuamente un montón de libros de pintura para Duvian. En realidad, no los seleccionó con tanto cuidado, y accidentalmente metió dentro algunos álbumes de cuadros de muebles. Estos cuadros de muebles no eran útiles para Duvian, pero sí para Stryn y otras semibestias.
Recientemente, mucha gente en la Aldea de la Media Luna estaba estudiando varios tipos de muebles. La cama y el armario de la habitación de Chu Feng debían de estar hechos por las pocas semibestias de la Aldea de la Media Luna.
Chui Shi se rascó la cabeza y sonrió torpemente: "¡La gente de la Aldea Creciente también es muy hábil en artesanía! Nosotros, la gente ruda, nunca podríamos hacer muebles tan bonitos."
Chu Feng miró a Chu Shi y le consoló, "Ustedes, la Raza de la Montaña, también tienen sus propias ventajas."
Chui Shi forzó una sonrisa y dijo: "No digas eso."
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Al ver salir a Chui Shi, Shi Li subió con emoción en su rostro.
"Hermano mayor, ¿está aquí el Jefe Chu?"
Chui Shi asintió y dijo: "¡Sí! Parece que tiene el plan de mudarse."
Shi Li se emocionó un poco y dijo: "Si es así, sería estupendo. Si el jefe Chu decide desaparecer aquí, los suministros que trajo también deberían aparecer aquí. De este modo, ¡no tendremos que gastar tantas fuerzas trasladándolas!"
Chui Shi asintió y dijo: "Sí".
Cada vez que iban a la Aldea Creciente a mover cosas, les costaba mucha fuerza. Afortunadamente, eran lo suficientemente fuertes.
Shi Li dijo misteriosamente: "Hermano Mayor, he oído que mientras uno duerma con Chu Feng, puede ir al otro lado del mar."
Chui Shi le fulminó con la mirada y dijo: "No digas tonterías. Lo que le gusta a Chu Feng deben ser los elfos, exquisitos y hermosos."
Shi Li hinchó las mejillas y dijo: "Parece que a toda la raza humana le gustan los elfos. De hecho, las mujeres de nuestra raza son las mejores. Son fuertes y fáciles de criar. Pero esas elfas son todas menudas e inútiles."
Chui Shi puso los ojos en blanco y dijo: "¡Muy bien, deja de pensar tonterías!"
Shi Li se encogió de hombros y dijo: "Hermano mayor, he oído que el jefe Chu vino a buscar refugio porque mucha gente de la aldea quería acostarse con él."
Chui Shi lo fulminó con la mirada y dijo malhumorado: "Está bien, basta, vuelve al trabajo. No tengas una abeja en la cabeza."
Shi Li lanzó un suspiro y dijo: "Bien."
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Chu Feng estaba en el último piso del subcastillo, contemplando las escenas de alrededor, con una sensación de apertura en su mente.
En ese momento, unos golpes en la puerta interrumpieron sus pensamientos.
"Chui Shi, ¿qué pasa?"
Chu Feng miró a las dos chicas detrás de él y tuvo un mal presentimiento en su corazón. ¿Es posible que él también quisiera...
Chui Shi bajó la cabeza y dijo torpemente: "Jefe, ¿quiere que alguien le sirva? Estas dos son de nuestra raza, con gran fuerza, y podrían hacer muchas cosas..."
Chu Feng agitó la mano e interrumpió sus palabras: "No, no necesito que nadie me sirva."
Luego miró a las dos chicas y pensó para sí: "¿Son bizcas o están flirteando conmigo?"
Chui Shi frunció el ceño, vaciló un poco y aún así no se dio por vencido: "¿Acaso los nobles no están todos servidos por mucha gente? Pueden hacer mucho trabajo duro". Algunos nobles tenían cientos o incluso más de mil sirvientes y criadas, y sólo elegían a dos.
Chu Feng agitó la mano y dijo: "No soy un noble". No era más que un esclavo de empresa, no un joven señor de alguna familia rica, así que, realmente no necesitaba a nadie que le sirviera.
Chu Feng rechazó su buena intención, así que Chui Shi sólo pudo irse con las dos chicas.
Chu Feng se frotó la frente y se dijo a sí mismo: 'No sólo la gente de la Aldea Creciente puso sus ojos en mí, sino también la Raza de la Montaña ahora. No sé si los enanos tendrán la misma idea'.
Respiró hondo y no pudo evitar pensar de nuevo en Ilya.
Habiendo estado aquí tanto tiempo, sus muchas cosas habían sido resueltas por él en su nombre. Era realmente un poco molesto que Ilya no estuviera cerca.
CAPÍTULO 126. VISITANDO
A SU ABUELO (2)
Cuando Chui Shi salió, vio a Shi Li.
"Hermano mayor, ¿Chu Feng no los aceptó?"
Chui Shi sacudió la cabeza y dijo: "No."
Shi Li dijo impotente: "Lo sabía. Ya he encontrado a la chica más hermosa de la tribu, pero ¿a él todavía no le interesa?"
Chui Shi sacudió la cabeza y dijo: "Ya he dicho que no funcionaría. Pero padre insiste en intentarlo."
"Chu Feng tiene un gusto demasiado elevado. Shi Xiaohua es tan guapa, ¿pero aun así no? Pero si es así, tal vez tenga una oportunidad", dijo Shi Li.
Chui Shi gritó: "¡Ya quisieras!"
Shi Li agitó su puño y dijo: "Hermano mayor, ¡no me menosprecies! Definitivamente puedo convertirme en un guerrero del clan."
"Ni lo pienses. Vuelve al trabajo. Todavía tienes que trabajar más duro. Si ni siquiera puedes mantenerte a ti mismo, entonces olvídate de Shi Xiaohua. ¡Ninguna chica de la tribu pondrá sus ojos en ti!"
Shi Li asintió y dijo impotente: "Ya estoy trabajando duro para ganarme los tickets de trabajo."
Chui Shi asintió y dijo: "El tiempo es cada vez más frío. A juzgar por las palabras del jefe Chu, en unos días todos los trabajadores podrían recibir una manta."
Shi Li dijo emocionado: "He tocado esa manta, es realmente cálida, ¡mucho más que la piel de animal!"
Chu Feng puso una manta a la venta en la tienda, cien boletos de trabajo.
Shi Li la tocó, pero no podía permitírsela.
Su hermano mayor era capataz, el segundo hermano superpotente, y entre ellos tres hermanos, sólo él tenía el salario más bajo.
Shi Li pensaba que su hermano mayor y su segundo hermano solían ser bastante buenos con él, pero cuando se trataba de billetes de trabajo, directamente se olvidaban de su hermandad.
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Pronto, llegó la hora de que Chu Feng transmigrara de nuevo e inmediatamente salió del castillo como huyendo.
Luego regresó a su villa con la piel y los huesos de tigre procesados.
Originalmente, quería traer estas cosas la última vez, pero sólo trajo a Ilya la última vez.
La piel de tigre curtida se sentía muy cómoda.
Chu Feng se inclinó y miró la piel de tigre, pensando para sí mismo: 'Si se vendiera una piel de tigre tan grande, aún valdría unos cuantos millones'. Pero pensándolo mejor, pensó que era demasiado poco, que ni siquiera merecía la pena.
Chu Feng la guardó en un estuche aparte, y almacenó temporalmente los huesos de tigre en el frigorífico.
Chu Feng buscó en Internet las hierbas necesarias para elaborar el vino de huesos de tigre y decidió ir a la farmacia.
Chu Feng entregó la lista al personal de la farmacia. El farmacéutico miró la lista de materiales medicinales y preguntó: "¿Va a hacer vino de hueso de tigre?"
Las cejas de Chu Feng dieron un respingo y dijo en su fuero interno: "¡La gente de esta farmacia es algo habilidosa!" De un vistazo, se dio cuenta de lo que iba a hacer.
"Amigo, ¿conseguiste el hueso de tigre?"
Chu Feng sonrió y dijo: "Sólo soy un mandadero. Ayudo a los ancianos de casa a comprar estas cosas que no sé para qué sirven."
El otro asintió y fue a buscar las hierbas medicinales de la lista.
Chu Feng las cogió y salió de la farmacia. Respiró aliviado y se dijo: "¡El mundo es tan grande que todo el mundo puede ser un dragón oculto o un tigre agazapado!"
A continuación, preparó varias jarras de vino de hueso de tigre según el proceso en línea.
Una vez hecho el vino de hueso de tigre, Chu Feng se sintió aliviado y tuvo una inexplicable sensación de logro.
Chu Feng lo selló y planeó comprobarlo algún tiempo después.
Una vez hecho esto, Chu Feng encontró varias cajas de vino y nutrientes en casa y planeó ir a visitar a su abuelo.
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En la casa de Lin Shumin
Lin Shumin miró a Chu Feng, emocionada.
"Mi Feng está aquí".
Chu Feng asintió y dijo: "Sí".
Lin Shumin le observó mover grandes y pequeños paquetes en su interior, sintiéndose a la vez feliz e impotente. "Mientras estés aquí, no hace falta que traigas esas cosas."
Chu Feng sonrió y dijo: "Ahora soy rico."
Lin Shumin le miró y dijo con satisfacción: "¡Mi Feng se ha vuelto más guapo!"
"¿De verdad?"
Lin Shumin sonrió y dijo: "¡Claro, ya eres bastante guapo, ahora después de arreglarte, pareces una celebridad!"
Chu Feng sonrió ligeramente y dijo: "Realmente me has halagado."
Luego pensó para sí: 'Comparado con esos hombres guapos y esas mujeres hermosas de la Aldea de la Media Luna, yo sólo soy normal'. Pero pensándolo bien, tanta gente de la aldea quería hacer cola para acostarse con él, aunque tal vez fuera porque querían venir a este lado, tal vez fuera en parte porque también era bastante guapo.
Lin Shumin atrajo a Chu Feng a su lado y le dijo: "Feng, has ganado tres millones en la lotería, ¿es cierto?"
Chu Feng asintió y dijo: "¡Sí! Después de pagar los impuestos, en realidad son sólo dos millones. Después de comprar una casa y un coche, no queda mucho."
Lin Shumin frunció el ceño y dijo: "¿Cuánta gente a tu edad puede permitirse una casa y un coche? Aunque sea tu buena suerte, la buena suerte no es algo que todo el mundo pueda tener. Ya es bastante impresionante."
Chu Feng asintió y dijo: "Yo también lo creo."
Lin Shumin le miró y dijo: "¿Yuanyuan dijo que te vio con alguien la última vez?"
Chu Feng asintió y dijo: "¡Sí! Quería comprar ropa, así que me pidió que le acompañara."
"¿Pagaste por él?" preguntó Lin Shumin.
Chu Feng sacudió la cabeza y dijo: "No, olvidó traer su cartera. Así que yo pagué por él."
Luego pensó para sí: La noticia de que estoy saliendo con alguien de otro mundo es todavía demasiado explosiva. Después de todo, el abuelo es mayor, así que es mejor mantenerlo en secreto por el momento. Aunque tenga que decírselo, aún hace falta tiempo.
Entonces Lin Shumin asintió y soltó un suspiro de alivio: "Ya veo. Sé que tu prima Lin Yuan dice tonterías. ¿Sigue siendo profesora? Llena de mentiras!"
Chu Feng lo pensó y dijo en su corazón: "¡Mi prima es profesora, pero le gusta cotillear por todas partes como una yenta!"
CAPÍTULO 127. INCIDENTE
MAOTAI (1)
"¡Feng! ¿Ya te has conseguido una novia?" Preguntó Lin Shumin.
Chu Feng suspiró y dijo en su corazón: "¿Por qué no puedo evitar este tópico?"
"Todavía no. Actualmente estoy considerando iniciar un negocio."
Lin Shumin le miró y dijo seriamente: "Empezar un negocio necesita ser considerado cuidadosamente. Pero, ¿no deberías considerar también tu matrimonio?"
Chu Feng sonrió y dijo: "Abuelo, no te preocupes por eso. Mira a esos grandes jefes que tienen cincuenta o sesenta años y siguen casándose con esposas menudas de veinte o treinta."
Lin Shumin puso los ojos en blanco, "¡tú! ¿Cómo puedes compararte con ellos? Ellos poseen millones . ¿Y tú?"
Chu Feng, "..." ¡Yo ya soy multimillonario, y tengo un montón de tesoros de primera como la perla luminosa y un montón de piedras de jade de primera!
"Olvídalo. Todavía eres joven", dijo Lin Shumin.
Chu Feng asintió y dijo: "Sí, todavía soy joven, abuelo. No te preocupes por mí. Ahora soy diferente. Tengo casa y coche. ¿Ni siquiera puedo conseguir una esposa? Mientras tenga corazón, no encontraré sólo una, ¡sino un grupo!"
¡No estaba presumiendo! Era muy popular en el otro mundo, con un grupo de gente haciendo cola para tener sexo con él.
Aquí no era tan popular porque era demasiado discreto. Si se comprara un Maserati para ir al mercado de citas, aquí habría más gente que quisiera acostarse con él que allí.
Lin Shumin agitó la mano y dijo en tono enfurruñado: "¡Cállate! ¿Qué tonterías dices? ¿No es que te acaban de tocar tres millones de lotería? ¡Mírate ahora! ¿Un grupo? No me hagas reír!"
Chu Feng,"..." ¡Su abuelo realmente no tenía mucha confianza en él!
Lin Shumin le miró y cambió de tema: "Tu primo mayor está casado, y su relación matrimonial es bastante armoniosa, ¿verdad?"
Chu Feng sacudió la cabeza y dijo: "No lo sé."
En la antigüedad, cuando los recién casados se casaban, su vida era tan dulce como la miel. Hoy en día, no era así. Antes de casarse, estaban profundamente unidos el uno al otro. Una vez casados, sólo les quedaba la vida cotidiana. Había mucha gente que se había amado durante años, pero que se divorciaba a los tres meses de casados.
Lin Shumin le miró y dijo misteriosamente: "He oído que no se ven bien."
Chu Feng sonrió y se dijo: "¡El abuelo sigue siendo tan cotilla a esta edad! Pero, ¿tan mala es la relación entre Chu Jinghui y su mujer? Hasta el abuelo lo sabía!
"Lo resolverán ellos mismos."
Entonces Lin Shumin titubeó: "Parece que saben lo de los tres millones."
"Está bien."
Lin Shumin frunció los labios y dijo: "Tu abuelo (Aquí abuelo se refiere al padre del padre de Chu Feng. Lin Shumin es su abuelo, el padre de su madre) vino a verme."
Chu Feng bajó la cara y dijo: "¿De verdad?"
Lin Shumin asintió y dijo: "No pudo encontrarte, así que vino a buscarme."
Chu Feng torció el ceño y abrió su teléfono.
Cada vez que volvía, recibía un montón de llamadas sin contestar. Después de acostumbrarse, simplemente ya no las comprobaba.
No esperaba que su abuelo acudiera a él después de no encontrarlo.
Después de pensarlo un momento, recapacitó. A Chu Jinhui, su tío abuelo le compró una casa y un coche con préstamos. Después, la dote de la novia seguía siendo prestado. Habían planeado recuperarlo después de casarse, pero el otro se negó, lo que les volvió locos.
Chu Feng puso los ojos en blanco y dijo débilmente: "Abuelo, si el abuelo viene aquí, di algo para que se vaya."
Lin Shumin suspiró y dijo: "Después de todo, es tu abuelo."
Chu Feng esbozó una sonrisa fría. ¿Y qué? Después de la muerte de sus padres, su abuelo ni siquiera se asomó para decir una palabra justa. Salió a trabajar a una edad tan temprana, y ese viejo nunca pensó en apoyarle. Pero trató a Chu Jinghui de forma diferente. Le compró una casa, un coche, fue a la universidad, se casó con el dinero del viejo. ¿Ahora que no podía pagar más, puso sus ojos en él?
"Me preguntó dónde vives y le dije que no lo sé. Parece que no se lo cree. ¿Vives ahora en esa casa nueva?"
Chu Feng asintió y dijo: "Sí, más o menos".
La villa podía considerarse su nueva casa, pero su abuelo probablemente no sabía que era esa.
Lin Shumin sonrió y dijo: "¿Qué aspecto tiene tu nueva casa? Tal vez, puedas llevarme a echar un vistazo otro día."
Chu Feng asintió y dijo: "De acuerdo."
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Después de que Chu Feng abandonara el lugar de Lin Shumin, se encontró con varias personas mayores.
"Feng, ¿has vuelto para ver a tu abuelo?"
"Sí."
"Feng, he oído que has ganado tres millones de lotería, ¿es verdad?"
Chu Feng sonrió y dijo: "Sí".
"¡Qué suerte tienes! ¿Cómo has podido tener tanta suerte?"
Chu Feng asintió y dijo: "Algo así, algo así. Yo tampoco sé por qué. Es como cuando llega la suerte, no puedes pararla."
"He oído que ya has comprado una casa y un coche."
Chu Feng sonrió y dijo: "Es sólo un pequeño apartamento, y el coche es barato, ya sabes."
"¡No es fácil! No es fácil. Los chicos como tú en este pueblo todavía viven de sus padres."
Chu Feng sonrió y dijo: "Sólo mi suerte."
Luego se marchó, y varios ancianos observaron cómo se iba su coche y cotillearon.
"¡Qué suerte! Hoy en día, los estudiantes universitarios ganan como mucho cien mil al año. Pero ese tipo acaba de ganar tres millones de lotería, ¡lo que otros no pueden ganar ni en toda una vida!"
"¡Sí! No esperaba que Chu Feng acabara de tener su día."
"Viejo Li, ¿tu nieta no tiene citas a ciegas? ¿Por qué no considera a Chu Feng?"
El Viejo Li sonrió y realmente tuvo este pensamiento.
CAPÍTULO 128. INCIDENTE
MAOTAI (2)
Chu Feng se dirigió entonces a la Tienda de Tallado de Madera Luna Creciente.
"Primo."
Chu Feng miró a su alrededor despreocupadamente y dijo: "¿Cómo va el negocio últimamente?"
Lin Zhihao asintió y dijo: "Nada mal."
Aunque la gente adinerada que venía en grupo a comprar tallas de madera no había vuelto a suceder, el negocio online seguía siendo bastante bueno.
Las tallas de madera eran caras. Al principio, hacer negocios tan grandes siempre hacía que Lin Zhihao se sintiera incómodo, pero ahora se había ido acostumbrando cada vez más.
"¡Muchos escaparates están vacíos!" Murmuró Chu Feng.
"Quería reponer la mercancía, pero la Hermana Lin Yuan dijo que estabas encantado por una zorra. Pensé que no debía molestarte, así que no te llamé."
Chu Feng, "..." ¡Mi primo es realmente considerado!
"Primo, ¿es cierto lo que dijo la Hermana Lin Yuan?"
Chu Feng le miró y dijo: "¿Qué piensas?"
Lin Zhihao respondió: "Alguien que puede cautivarte debe ser muy hermosa."
Chu Feng asintió y dijo: "Sí, absolutamente."
Lin Zhihao dijo algo inesperadamente: "Entonces, ¿realmente existe tal persona?"
Chu Feng, "..." Sí.
Lin Zhihao le miró y dijo muy sorprendido: "Primo, ¿en serio?"
Chu Feng asintió de nuevo, "No se lo digas al abuelo."
Lin Zhihao dudó un momento y preguntó cautelosamente: "Primo, ¿has visto alguna vez el otro lado sin llevar maquillaje?"
Chu Feng, "..." Ilya nunca había llevado maquillaje en absoluto. "¿En qué estás pensando?"
Lin Zhihao esbozó una sonrisa seca y dijo: "Es así. Mi amiga conoce a una vendedora de cosméticos en el mostrador. Es guapa. Por eso, cuando se casaron, vio accidentalmente a su mujer después de que ella se desmaquillara. Una cara con cicatrices de acné, ¡instantáneamente diez años más vieja!"
Chu Feng, "..." El poder del maquillaje era realmente notable, "¿y entonces?"
Lin Zhihao dijo impotente, "Entonces se divorciaron."
Chu Feng, "..." ¡En estos días, las razones del divorcio son realmente diversas!
Agitó la mano y dijo: "Está bien, no hablemos de esto. Ven a buscar la mercancía conmigo."
"De acuerdo", Lin Zhihao dudó un poco y luego dijo: "Primo, ¿sabe tu familia que ahora has ganado lo de la lotería?"
Chu Feng asintió y dijo: "Sí, supongo."
Su tía política no podía ocultar nada. Sólo después de unos días, ¡lo contó todo!
Chu Feng puso en la lista negra tanto a la cuñada mayor de su padre como a la cuñada mayor de su madre. La cuñada mayor de su padre no pudo comunicarse con él por teléfono, así que es posible que adivinara algo y le llamara utilizando el teléfono de otra persona. Él contestó accidentalmente y la otra parte le gritó desde el otro lado.
La cuñada mayor de su padre parecía tenerle un profundo odio por ocultarle que había ganado la lotería, y le reñía constantemente por ser poco amable. Una vez que ganó la lotería, ¡sólo la gastó para los de fuera olvidándose de su propia familia! Se sintió molesto y colgó.
Lin Zhihao le miró y dijo: "¿No hay ninguna reacción de la familia Chu?"
Chu Feng sacudió la cabeza y dijo: "No hubo gran reacción, sólo siguieron llamándome. Supongo que tengo que cambiar mi tarjeta SIM."
Lin Zhihao, "..."
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Chu Feng estaba vagando fuera, y la noticia de que fue a casa de Lin Shumin pronto llegó a oídos de la familia Chu.
Hoy en día, la manía de competir entre ellos era generalizada, incluyendo a los ancianos.
A los jóvenes les gustaba comparar sus casas y coches, mientras que a los mayores les gustaba comparar si sus hijos y nietos tenían éxito, si eran filiales y cuánto dinero de pensión podían recibir.
Un día, cuando Chu Ding estaba jugando al mahjong en un salón del pueblo, llegaron unos viejos amigos.
"¡Viejo Chu! ¡Qué suerte tiene tu Chu Feng! He oído que ganó tres millones de lotería!"
"¡He oído que incluso compró una casa y un coche!"
"¡Tsk tsk, tres millones! ¡Qué suerte! Aunque mi nieto se graduó en una prestigiosa universidad, su salario anual es de sólo setenta u ochenta mil, ¡y puede que no gane tanto dinero en toda su vida!"
"Viejo Chu, a tu nieto le ha tocado una lotería tan grande. ¿Le ha comprado algo?"
"¡Chu Ding, he oído que fue a casa de la familia Lin y compró dos cajas de Maotai para el viejo Lin!"
Esas cosas que Chu Feng le llevó a Lin Shumin fueron al azar. Sabiendo que a su abuelo le gustaba el alcohol, le trajo dos cajas de Maotai. En realidad, trajo muchas cosas, pero Lin Shumin no les prestó especial atención. Sin embargo, después de que Chu Feng se fuera, varios de los amigos de mahjong de Lin Shumin vinieron, preguntando qué le había traído Chu Feng.
Lin Shumin finalmente sólo pudo mostrarlos. No pasaría nada si no lo hacía. Pero ahora, después de que unos pocos descubrieran que entre las cosas traídas por Chu Feng, ¡había en realidad dos cajas de Maotai! El Maotai era moneda fuerte, que se podía utilizar en el banquete o en otras grandes ocasiones.
"¡Motai!"
"Maotai" Sí. ¡De todos modos, ha ganado una gran lotería! ¡Dos cajas de Maotai!"
"¡Aunque es una pequeña pérdida de dinero, es tan filial! ¡Viejo Chu! ¿Qué te ha dado Chu Feng?"
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Chu Ding no sabía cómo responderles, así que primero tenía que salir de aquí.