(Hola... lamento estar tardando tanto, ya me atrase mucho, lo siento, en serio, pero en otras cosas, espero te guste, fue interesante escribirlo, honestamente, Nimona es increbleeeeeeeeeee, ¡Gracias por tu pedido!)
La mañana era más cálida que otras veces, la emoción en su pecho no se podía contener al pensar en ver a ese Omega a su lado en el nombramiento.
Se despertó tan temprano como pudo, asomando su cabeza por la puerta en busca del aroma cálido a rol de canela y un toque a limón. Se desanimó al darse cuenta que era más temprano de lo que creía, pues no había muchas personas despiertas.
Miro sus manos nervioso, pensando en visitar el cuarto del pelinegro, quedaba alrededor de una hora para despertar, le encantaría descansar a su lado, tenían la mejor relación que podía pedir...
Asomó su cabeza de nuevo, avanzado lentamente por las instalaciones hasta llegar a la puerta de madera.
Estaba nervioso, pero también tranquilo, cerró los ojos y suspiro exageradamente, preparándose para tocar.
Segundos antes de que su puño tocará la puerta, Ballister la abrió mirándolo curioso con una sonrisa en los labios.
—Y-Yo, digo, no, si, yo estaba... —Trato de escudarse en algo, viendo hacia la puerta fijamente.
—Tu aroma a nervios llega hasta dentro —Se rió un poco, pues __ estaba demasiado nervioso.
______ siempre se quedaba encantado con la risa que Ballister soltaba, lo hacía embobarse con solo mirar. Ballister lo notaba, claro que a él también me apenaba que lo vieran de esa manera, con esa adoración.
Ballister negó varias veces, antes de hacerse a un lado de la puerta y mirarlo de nuevo.
—Puedes pasar, aún falta demasiado para la tarde —Dijo avergonzado.
_____ asintió muchas veces antes de entrar, ambos querían seguir descansando, algo tenían entre ellos, algo que solo los dos entendían, así que era más que suficiente. (No para Ambrosius)-
Pero después de todo, les esperaba un día bastante largo y muy emocionante.
"van a amarte... tanto como yo"
Muy en el fondo, sabían ambos que había algo más, algo que si entendían. Eso mismo fue lo que hizo que _________ no supiera que hacer ni el cómo reaccionar ante aquella caótica escena. Su moral le hacía ir hacia Ballister, pero sabía perfectamente que no era lo correcto; algo estaba mal, Ballister no haría algo así.
Su omega no haría algo así.
El aroma de café almendrado se volvió amargo, simplemente un segundo que perdió de vista al pelinegro, Ambrosius termino atacando al omega, junto al aún más molesto olor a bosque húmedo acompañando tal escena. El mismo que se doblaba sobre sí mismo y mira a todas partes, hasta que sus miradas chocaron.
La parte de arriba del escenario, cayo golpeando el piso, su corazón palpitaba violentamente su pecho ya que perdió de vista al pelinegro, antes de hacerlo miro como la sangre corría por su cuerpo.
El hoyo en el piso era algo grande, Ballister estaba justo debajo, frente a la mirada de ______ y el pueblo. Las mil y una preguntas rondaban la mente de ______, sin ninguna tener respuesta.
Ballister no tardó en darse vuelta y empezar a caminar, los ojos de _______ lo miraban expectantes, miro una última vez a Piel Dorada, quien no sabía que había hecho y su espada había caído. Antes de quedarse completamente pasmado, _______ miro que el omega no estaba tan lejos, pero el bullicio era fuerte.
Mientras que Ballister avanzaba, sintió de un momento a otro como el alfa lo sostuvo mientras avanzaban, lo miro totalmente incrédulo sin dejar de caminar completamente adolorido, ambos aromas se mezclaban poniendo el ambiente más tenso de lo que ya estaba.
– ¡¿Qué estás haciendo?! –Cuestionó alarmado, ________ seguía viendo al frente.
– ¡Sacarte de aquí! –Soltó con obviedad en su voz.
Aun sin verlo, sabía que Ballister tenía su cuerpo tenso, y esa mirada de gatito triste de siempre, aquella se estaba jurando proteger sobre todas las cosas, teniendo clara la situación, dejando de ser infantil a tales tratos que tenía Ballister con Piel Dorada. Era un momento serio y poco práctico.
–Pero... –Trato de detenerlo por unos segundos, _______ giro a la izquierda para ir más rápido, cargando el cuerpo lleno de sangre de su futuro omega.
–Solo hay que salir, hablaremos después –Calmó su cuerpo y con este, su aroma.
Ballister no estuvo tranquilo para nada, aunque ________ tampoco, Piel Dorada le había cortado el brazo al omega. ______ no entendía como era que el pánico no había invadido su cuerpo ya, teniendo respuesta en que, realmente, solo quería mantener a salvo al pelinegro.
No paro hasta conseguirlo, esforzándose tanto como podía.
________ beso la cabeza de Ballister, después sus mejillas para terminar acurrucado en sus piernas mientras que él estaba arreglando su brazo sobre la mesa. Escucho una débil risa del omega.
Varias veces el mismo le había regañado por estar así de cerca de las chispas que soltaba el soldador cuando lo usaba, le restaba importancia y cerraba los ojos tranquilo, junto el ligero y relajante aroma a rol de canela y limoncito.
Cerro sus ojos apenas quedándose medio dormido, la puerta fue tocada violentamente, acompañada de que Ballister apagara la música y se colocara su brazo, dándole golpecitos en la cabeza para despertarlo.
Todo fue extraño hasta que esa chica de pelo rosado se presentó ante ellos con su carta de presentación con dibujos increíbles y varios planes con resultados cuestionables para ellos.
Frente a ellos, Ballister veía una extraña. ________ miraba a una niña que podía ayudarlos a volver a la normalidad, mostrando que el omega con carita de gatito triste era completamente inocente.
–Balli... puede ayudarnos –Dijo tomando su mano.
–No puedo creerlo...–Tallo su entrecejo, _______ sabía que lo había conseguido, estaba más feliz.
No evito abrazarlo y recargar su cara sobre su hombro, mas debajo de donde había una pequeña marca temporal, y con Nimona hablando de fondo sobre matar y vengar, siendo reñida por Ballister.
La vida como caballeros se veía volver a ser real, juntos, cumpliendo todos esos sueños que tienen.
Los dos, bueno, tres...