Al día siguiente de que ingresaran a Nick, fui a la cocina, mientras mi madre hacía la comida del mediodía.
- Llevó un par de días pensando, y con el jaleo de los últimos días, y se me olvida preguntártelo - dijo mi madre
Me temía lo peor.
- Pues pregunta.
- Hace mucho que no te he visto con la regla. ¿Cuándo te pusiste por última vez?
- Buena pregunta. No sé no debe de hacer mucho ¿o si?
Como normalmente tengo la cabeza en las nubes, lo suelo apuntar en un folio, que suele ir dando tumbos por mi habitación, hasta que un día me canso y la tiro.
- Voy a ir a mirar. Debería estar apuntado.Al día siguiente de que ingresaran a Nick, fui a la cocina, mientras mi madre hacía la comida del mediodía.
- Llevó un par de días pensando, y con el jaleo de los últimos días, y se me olvida preguntártelo - dijo mi madre
Me temía lo peor.
- Pues pregunta.
- Hace mucho que no te he visto con la regla. ¿Cuándo te pusiste por última vez?
- Buena pregunta. No sé no debe de hacer mucho ¿o si?
Como normalmente tengo la cabeza en las nubes, lo suelo apuntar en un folio, que suele ir dando tumbos por mi habitación, hasta que un día me canso y la tiro.
- Voy a ir a mirar. Debería estar apuntado.
Me dirigí hacía mi habitación, pensativa. No podía recordar si la última vez que la tuve lo apunte. Porque esa es otra, no sería la primera vez que se me olvida y cuando me doy cuenta llevo un par de meses sin apuntarlo y tengo que estar haciendo memoria. Pero esta vez, no recordaba cuando fue. Con todo lo de Nick, me debería resultar fácil. Pero no era así, debería recordar si estaba en el hospital, o en los días que estuvo en su casa, o el día de la piscina. Ninguna de esas escenas recuerdo yo que estuviera con visita.
Cuando llegué a mi habitación busque en el cajón donde solía estar, pero al abrirlo se me vino a la mente que la última vez que la vi, fue en la carpeta del instituto, fui allí, y efectivamente allí estaba. La última fecha apuntada era el 15 de mayo, ¿El 15 de mayo? ¡Qué raro! Me fui al calendario que estaba encima del ordenador. ¡Eso fue justo un mes antes del accidente de Nick! ¿Debería haberme venido justo el día de su accidente? Pero no lo hizo, como tampoco lo hizo el resto del mes. Empezaba a recordar con claridad. ¿Y hoy es? 16 de Julio. ¡Oh dios mío! Hace dos meses. Menos mal que se que no tuve relaciones.
Sentí pasos detrás de mí, me giré y era mi madre.
- ¿Cuándo fue? - me dijo
- El día 15
- ¿de junio? El día del accidente de Nick. No recuerdo que estuvieras mala ese día.
- No lo estaba. Fue el 15 de mayo.
Me senté en la cama, estaba a punto de ponerme a llorar. ¿Qué me estaba pasado? No tenía suficientes cosas ya. Yo nunca había tenido retrasos, ni tan siquiera al principio.
- Bea, tranquila.
- ¿Tranquila? Llevo dos meses de retraso.
- No te preocupes eso es por el nerviosismo des esos días, verás como este mes te viene, vamos a esperar unos días.
- ¿Tú crees?
- Seguro.
- Claro no te obsesiones. Vamos a comer que ya esta la comida en la mesa.
Me quedé un rato sentada en la cama. Lo que me estaba pasando era muy extraño. Cuando me asustó, me suele bajar la regla, pero no al revés. De hecho la primera vez que la tuve fue por algo así. Estaba jugando con unos primos que habían venido de visita, pise un bordillo de la acera y me caí, al apoyar la mano en suelo, me rompí el radio. Cuando llegué del medico y fui al servicio. ¡Sorpresa estoy aquí! De eso hace cinco años.
En ese momento que volví a oír los pasos por las escaleras. Esta vez era Luis.
- Bea, ¿Estas bien?
- Si, vamos.
Me pase el resto del día dándole vueltas a la cabeza, pero mi madre no le había dado importancia. Eso era muy extraño. Mi madre suele darle muchas vueltas a todo. Seguro que es porque no la tendría.
Al día siguiente, me salí un rato al jardín y me senté en una tumbona. Se oían unas voces al otro lado de la valla. ¿Esa era mi madre? ¿Qué hacia en casa de Nick? Estaba hablando con Laura.
- ¿Está comiendo bien estos días?
- Como siempre, no come exageradamente, pero bien.
- Te has fijado, si ha perdido peso.
- No, no creo, como mucho un kilo
- Eso no es problema, de hecho sería normal con todo lo que esta pasando la pobre. Yo tampoco creo que sea por eso. Seguramente será por el estrés de este mes. ¿Por qué no creo que este embarazada, no?
- No por dios. Vamos no creo. Como no hubiera sido con Nick.
- Déjate, yo pondría mano en el fuego por Nick.
Se han vuelto locas, pero como pueden pensar que este embarazada. No me puedo creer que mi madre este haciendo esto a escondidas. Espero que no este pensando llevarme al ginecólogo. ¿Denis? El padre de Nick es ginecólogo. No pueden hacerme esto. Si fuera su madre, que es enfermera y trabaja con él, pues todavía.
- Vamos a dejar pasar unos días y si no habló yo con ella. De todas formas vigílala con las comidas no vaya a ser algún problema alimenticio.
- Puede ser eso
- Yo creo que no, no parece que este mucho más delgada, haría falta una perdida de peso grande para que ocurriera. Tampoco ¿está tomando ningún medicamento?
- No
- Pues eso va a ser estrés, de todas formas si en unos días no le baja. Tendríamos que hacerle algunas pruebas. ¿Qué? Pensé no, no puede ser. Esto no me puede estar pasando.
Cuando me levanté el viernes, supe lo que se me venía encima. Ya habían pasado cuatro días de los meses y nada de nada. Me había pasado eso dos días sin ir al servicio después de comer para evitar que les diera por pensar que podía tener bulimia. Así que cuando baje a desayunar y vi a Laura en la cocina me eché a temblar.
- Hola
- Hola, ¿Qué tal estás? - me dijo Laura
- Bien
- Tu madre me ha contado lo que te pasa
- Lo sé, os oí - se mirando las dos.
- ¿Sigue si venirte?
- Si
- Me gustaría hablar contigo. ¿Te pasas por casa cuando desayunes?
- Ok
- Pues ahora nos vemos.
Laura se fue para casa.
- Mama, a ti, ya te vale. Porque haces esto a mis espaldas. Acabas de ponerme en un compromiso.
- Bea, yo pensé, que con ella sería más fácil.
- Ella no es el problema, pero que pasa con su marido. Me vuelvo a la cama
- Tienes que desayunar y tú decides o hablas con ella o buscamos a otra persona, pero hay que ponerle solución.
- Hablaré con ella, pero si aparece Denis me voy.
- Está trabajando. No te preocupes por eso.
Acabé de desayunar y de muy mala gana, fui a casa de Laura. Ella abrió la puerta.
- Hola otra vez, pasa.
- Hola
Nos sentamos en el sofá.
- No te preocupes estamos solas. He mandado a Vero a comprar y mi marido está trabajando
- Ok
- Voy a hacerte unas cuantas preguntas ¿vale? - le hice un gesto con la cabeza. - ¿Podrías estar embarazada?
- ¡¡¡No!!!
- ¿Seguro?
- Pues claro. No creo que su hijo haya estado muy dispuesto últimamente.
- No la verdad es que no
- ¿Estás tomando algún tipo de pastillas? ¿Algún tratamiento? ¿hormonas? Otra cosa
- No
- ¿Sientes nauseas?, ¿ganas de vomitar?
- No
- ¿Ansiedad? ¿Ganas de comer a todas horas?
- No, no tengo bulimia se lo aseguro. Ojalá fuera eso.
- No digas eso. Son enfermedades muy serias.
- Ya pero al menos sabríamos cual es el problema. Y seguro que más fácil de diagnosticar.
- Tranquila seguro que no es nada. Lo más probable es que sean nervios. Este mes ha sido durillo.
- Si
- ¿Te sientes cansada?
- No, estoy bien.
- ¿Se te cae el pelo, o se te rompe mucho las uñas?
- El pelo como siempre no más de lo habitual y las uñas, las tengo muy duras o no se rompe ni queriendo.
- ¿Con que frecuencia tenías la regla?
- Cada 28 o 30 días
- ¿Eran abundante, normales o escasas?
- Yo creo que normales.
- En tu familia, ¿hay alguna mujer con algún tipo de trastorno?
- No, mi madre y mi hermana no han tenido problemas.
- ¿Algún problema sanguíneo en tu familia?
- No que yo sepa
- Esto es todo por el momento, pero vamos a tener que hacerte unas pruebas
- ¿Qué tipo de pruebas?
- Primero empezaremos por unos análisis de sangre y otro de orina.
- Ok
- ¿Has ido alguna vez al ginecólogo?
- No
- ¿Has mantenido relaciones sexuales?
- No
- Bea, ¿seguro? Esto va a ser confidencial
- Si seguro
- Ok. ¿Te parece bien el lunes a las nueve?
- Cuando me digas
- Va. Tranquila que no pasa nada. Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites. Si te sientes incomoda en cualquier comento no dudes en decírmelo.
- Vale. No le contéis nada de esto a Nick. No quiero que se preocupe.
- Ok
A mis hermanos tampoco les conté nada y como ya estaba preocupada con lo de Nick, pues no se dieron cuenta.
Nos recomendó Mario que no visitáramos a Nick los días de diario, por dos motivos, el primero para que no le distrajéramos de su rehabilitación y el segundo para que se integrará con los demás chicos. Normalmente los sábados iban a verle su familia y los domingos nosotros, Luis, César y yo, y a veces Silvia.
Me dirigí hacía mi habitación, pensativa. No podía recordar si la última vez que la tuve lo apunte. Porque esa es otra, no sería la primera vez que se me olvida y cuando me doy cuenta llevo un par de meses sin apuntarlo y tengo que estar haciendo memoria. Pero esta vez, no recordaba cuando fue. Con todo lo de Nick, me debería resultar fácil. Pero no era así, debería recordar si estaba en el hospital, o en los días que estuvo en su casa, o el día de la piscina. Ninguna de esas escenas recuerdo yo que estuviera con visita.
Cuando llegué a mi habitación busque en el cajón donde solía estar, pero al abrirlo se me vino a la mente que la última vez que la vi, fue en la carpeta del instituto, fui allí, y efectivamente allí estaba. La última fecha apuntada era el 15 de mayo, ¿El 15 de mayo? ¡Qué raro! Me fui al calendario que estaba encima del ordenador. ¡Eso fue justo un mes antes del accidente de Nick! ¿Debería haberme venido justo el día de su accidente? Pero no lo hizo, como tampoco lo hizo el resto del mes. Empezaba a recordar con claridad. ¿Y hoy es? 16 de Julio. ¡Oh dios mío! Hace dos meses. Menos mal que se que no tuve relaciones.
Sentí pasos detrás de mí, me giré y era mi madre.
- ¿Cuándo fue? - me dijo
- El día 15
- ¿de junio? El día del accidente de Nick. No recuerdo que estuvieras mala ese día.
- No lo estaba. Fue el 15 de mayo.
Me senté en la cama, estaba a punto de ponerme a llorar. ¿Qué me estaba pasado? No tenía suficientes cosas ya. Yo nunca había tenido retrasos, ni tan siquiera al principio.
- Bea, tranquila.
- ¿Tranquila? Llevo dos meses de retraso.
- No te preocupes eso es por el nerviosismo des esos días, verás como este mes te viene, vamos a esperar unos días.
- ¿Tú crees?
- Seguro.
- Claro no te obsesiones. Vamos a comer que ya esta la comida en la mesa.
Me quedé un rato sentada en la cama. Lo que me estaba pasando era muy extraño. Cuando me asustó, me suele bajar la regla, pero no al revés. De hecho la primera vez que la tuve fue por algo así. Estaba jugando con unos primos que habían venido de visita, pise un bordillo de la acera y me caí, al apoyar la mano en suelo, me rompí el radio. Cuando llegué del medico y fui al servicio. ¡Sorpresa estoy aquí! De eso hace cinco años.
En ese momento que volví a oír los pasos por las escaleras. Esta vez era Luis.
- Bea, ¿Estas bien?
- Si, vamos.
Me pase el resto del día dándole vueltas a la cabeza, pero mi madre no le había dado importancia. Eso era muy extraño. Mi madre suele darle muchas vueltas a todo. Seguro que es porque no la tendría.
Al día siguiente, me salí un rato al jardín y me senté en una tumbona. Se oían unas voces al otro lado de la valla. ¿Esa era mi madre? ¿Qué hacia en casa de Nick? Estaba hablando con Laura.
- ¿Está comiendo bien estos días?
- Como siempre, no come exageradamente, pero bien.
- Te has fijado, si ha perdido peso.
- No, no creo, como mucho un kilo
- Eso no es problema, de hecho sería normal con todo lo que esta pasando la pobre. Yo tampoco creo que sea por eso. Seguramente será por el estrés de este mes. ¿Por qué no creo que este embarazada, no?
- No por dios. Vamos no creo. Como no hubiera sido con Nick.
- ¿Con Nick? Espero que no.
Se han vuelto locas, pero como pueden pensar que este embarazada. No me puedo creer que mi madre este haciendo esto a escondidas. Espero que no este pensando llevarme al ginecólogo. ¿Denis? El padre de Nick es ginecólogo. No pueden hacerme esto. Si fuera su madre, que es enfermera y trabaja con él, pues todavía.
- Vamos a dejar pasar unos días y si no habló yo con ella. De todas formas vigílala con las comidas no vaya a ser algún problema alimenticio.
- Puede ser eso
- Yo creo que no, no parece que este mucho más delgada, haría falta una perdida de peso grande para que ocurriera. Tampoco ¿está tomando ningún medicamento?
- No
- Pues eso va a ser estrés, de todas formas si en unos días no le baja. Tendríamos que hacerle algunas pruebas. ¿Qué? Pensé no, no puede ser. Esto no me puede estar pasando.
Cuando me levanté el viernes, supe lo que se me venía encima. Ya habían pasado cuatro días de los meses y nada de nada. Me había pasado eso dos días sin ir al servicio después de comer para evitar que les diera por pensar que podía tener bulimia. Así que cuando baje a desayunar y vi a Laura en la cocina me eché a temblar.
- Hola
- Hola, ¿Qué tal estás? - me dijo Laura
- Bien
- Tu madre me ha contado lo que te pasa
- Lo sé, os oí hablar el otro día - se mirando las dos.
- ¿Sigue sin venirte?
- Si
- Me gustaría hablar contigo. ¿Te pasas por casa cuando desayunes?
- Ok
- Pues ahora nos vemos.
Laura se fue para casa.
- Mama, a ti, ya te vale. Porque haces esto a mis espaldas. Acabas de ponerme en un compromiso.
- Bea, yo pensé, que con ella sería más fácil.
- Ella no es el problema, pero que pasa con su marido. Me vuelvo a la cama
- Tienes que desayunar y tú decides o hablas con ella o buscamos a otra persona, pero hay que ponerle solución.
- Hablaré con ella, pero si aparece Denis me voy.
- Está trabajando. No te preocupes por eso.
Acabé de desayunar y de muy mala gana, fui a casa de Laura. Ella abrió la puerta.
- Hola otra vez, pasa.
- Hola
Nos sentamos en el sofá.
- No te preocupes estamos solas. He mandado a Vero a comprar y mi marido está trabajando
- Ok
- Voy a hacerte unas cuantas preguntas ¿vale? - le hice un gesto con la cabeza. - ¿Podrías estar embarazada?
- ¡¡¡No!!!
- ¿Seguro?
- Pues claro. No creo que su hijo haya estado muy dispuesto últimamente.
- No la verdad es que no
- ¿Estás tomando algún tipo de pastillas? ¿Algún tratamiento? ¿hormonas? Otra cosa
- No
- ¿Sientes nauseas, ganas de vomitar?
- No
- ¿Ansiedad? ¿Ganas de comer a todas horas?
- No, no tengo bulimia se lo aseguro. Ojalá fuera eso.
- No digas eso. Son enfermedades muy serias.
- Ya pero al menos sabríamos cual es el problema. Y seguro que más fácil de diagnosticar.
- Tranquila seguro que no es nada. Lo más probable es que sean nervios. Este mes ha sido durillo.
- Si
- ¿Te sientes cansada?
- No, estoy bien.
- ¿Se te cae el pelo, o se te rompe mucho las uñas?
- El pelo como siempre no más de lo habitual y las uñas, las tengo muy duras o no se rompe ni queriendo.
- ¿Con que frecuencia tenías la regla?
- Cada 28 o 30 días
- ¿Eran abundante, normales o escasas?
- Yo creo que normales.
- En tu familia, ¿hay alguna mujer con algún tipo de trastorno?
- No, mi madre y mi hermana no han tenido problemas.
- ¿Algún problema sanguíneo en tu familia?
- No que yo sepa
- Esto es todo por el momento, pero vamos a tener que hacerte unas pruebas
- ¿Qué tipo de pruebas?
- Primero empezaremos por unos análisis de sangre y otro de orina.
- Ok
- ¿Has ido alguna vez al ginecólogo?
- No
- ¿Has mantenido relaciones sexuales?
- No
- Bea, ¿seguro? Esto va a ser confidencial
- Si seguro
- Ok. ¿Te parece bien el lunes a las nueve?
- Cuando me digas
- Va. Tranquila que no pasa nada. Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites. Si te sientes incomoda en cualquier comento no dudes en decírmelo.
- Vale. No le contéis nada de esto a Nick. No quiero que se preocupe.
- Ok
A mis hermanos tampoco les conté nada y como ya estaba preocupada con lo de Nick, pues no se dieron cuenta.
Nos recomendó Mario que no visitáramos a Nick los días de diario, por dos motivos, el primero para que no le distrajéramos de su rehabilitación y el segundo para que se integrará con los demás chicos. Normalmente los sábados iban a verle su familia y los domingos nosotros, Luis, César y yo, y a veces Silvia.