▬▭▬
FILE 002 ; SECOND
❝THE SPIDER WEB❞
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Para cuando despierto el lugar en el que estoy es diferente, incluso la vibra se siente desconocida. La cama en la que reposo es plana y sin decoraciones, me recuerda a los pequeños cuartos donde a veces dormía por unos minutos cuando era interna.
Una sensación de ligereza recorre mi cuerpo, sé que es el efecto del medicamento. Miro mi reloj; es casi medio día.
— ¿Qué tal, Doc? Parecías bastante necesitada de una siesta.
Reconozco el acento en su voz gruesa y golpeada, giro la cabeza y me encuentro con el que pareciera ser Spider-Punk pero fuera del traje... ¿Cómo le cabe ese cabello dentro de la máscara?
— Lo estaba... ¿Dónde estamos?
— ¿Por qué no vienes conmigo? No soy el encargado de explicar cómo funcionan las cosas aquí.
Asiento, él chico me lanza una botella de agua y no puedo evitar agradecer el gesto porque me moría de sed.
— ¡Ah, ya despertaste! ¿Quieres refrescarte un poco? Tenemos un lugar donde puedes bañarte.
Es la mujer embarazada, de quien tras una breve presentación sé que tiene por nombre "Jess". Le he tomado la palabra, porque ahora lo que menos necesito es estresarme... y aunque lo quisiera, sigo lo suficientemente medicada como para evitar un episodio grave.
— ¡Oye! — volteo al moreno nuevamente, él me lanza algo que no identifico hasta que analizo bien, es mi traje...
Un sentimiento de nostalgia me invade.
— Gracias, uh... — no sé su nombre, así que no puedo llamarle por él.
— Hobie, Hobie Brown — asiento —. No soy yo a quien debes agradecer.
Me voy junto a Jess siguiendo el camino que ella parece conocer perfectamente, el lugar parece un enorme complejo y no puedo evitar analizar de más todo... la buena noticia es que mi sentido arácnido no vuelve a vibrar dentro de mi.
— Miguel reparó tu traje... hizo algunos arreglos. Él no usa un traje usual, no esperes que el tuyo sea el mismo — ella me sonríe, y ahora entiendo porque se sienten diferentes las membranas de mi traje.
Ella me da privacidad y tras quitarme la ropa me meto a la regadera, bajo la temperatura hasta el grado que deseo, y suspiro de gusto cuando el agua corre sobre mi cuerpo.
Me tomo mi tiempo, se siente bien darse un buen baño y tomarse el tiempo que gustes bajo la regadera, no sólo las duchas apresuradas que siempre hago antes de irme al trabajo.
Cuando salgo ya tengo bata, toalla y secador de cabello ahí. Culmino mi aseo y no puedo evitar sentir un sentimiento de angustia cuando me coloco el traje, sus fibras abrazan mi cuerpo y parece que no trajera nada encima, jamás me había sentido tan ligera físicamente.
— ¿Lista? — dejo de mirarme al espejo y asiento hacia Jess, me subo el tapabocas —. Ven, creo que esta charla se está posponiendo más de lo debido, y Miguel no es bueno esperando.
Me deja en la puerta de una oficina, toco la puerta, nadie dice nada pero se abre de forma automática, con pasos dubitativos, el lugar parece una enorme oficina... con plataformas flotantes, la cantidad de pantallas me abruma y pareciera que aquí se vive en penumbras de no ser por la luz de los monitores.
— ¿Miguel? — pregunto en voz alta.
Nadie me responde, mi sentido arácnido vibra y presiono mis muñecas para lanzar una telaraña y columpiarme a lo alto de una plataforma.
Ah, ahí está. Me acerco silenciosamente al estilo de escritorio lleno de pantallas de las cuales no comprendo lo que muestran.
— ¿Me llamó? — digo, no sabiendo si debo sonar formal o no.
— ¡Carajo! — el brinca de susto cuando me escucha hablar detrás suya —. Le dije específicamente a Jess que te trajera, y esperase contigo.
— Ella sólo me dejó en la puerta — le digo, lo veo apretar el puente de su nariz y suspirar, no parece de buen humor.
— Como sea, mira esto. Lyla... — las pantallas cambian de imagen y ahora veo una pelea de "mi universo", es Rhino, siendo vencido por el triplete de spiders que había llegado a mi consultorio —. Esa debiste de ser tú.
Incómodamente miro al suelo y a mi traje.
— No estoy segura de que Silk siga apareciendo.
Él se ríe con algo de sarcasmo.
— ¿Sabes lo que hiciste?
— Eh, no. Realmente no — expreso, no muy gustosa de la forma en que me habla, me cruzo de brazos.
— Estás alterando eventos canónicos de tu universo.
— ¿Alterando? Ni siquiera he dejado mi departamento en dos semanas.
— Exactamente — me menciona como si yo misma me hubiera dado la respuesta. Al ver confusión y probablemente la mueca de molestia en mi rostro crecer, él vuelve a hablar —. Lyla, despliega la información.
— ¡Okay! — un holograma de figura femenina se despliega a su lado sin problema y la habitación se sume en oscuridad.
Frente a nosotros que estamos encontrados parece caer una semilla.
— Esto es todo — me explica, y yo miro la pequeña esferilla transformarse en un brillante árbol de muchas ramas, parece agradecer mentalmente que permanezco en silencio —. Y esto, somos todos.
Es una red enorme de tonalidad rojiza brillante totalmente entrelazada entre sí. Parpadeo, no estoy incrédula, sólo sorprendida, doy vuelta en mi propio eje viendo que, en efecto, el lugar está lleno de infinitos e infinitos tejidos de araña.
¿Realmente somos tantos?
— Los spiders de todos los universos...— susurro mirando toda la telaraña, regreso mi atención a Miguel.
— Todos nuestros caminos entrelazados en una hermosa red de la vida y el destino.
Destino... ¿todos tenemos un destino? Si es así espero que el mío en algún punto se detenga de ser tan desastroso. Es gracioso, considerando lo que estoy viviendo ahora, creo que mi destino es que mi vida sea cada vez más complicada.
— ¿Cuál de todas estas es la mía?
— Lyla.
— ¡Estoy en ello!
Él se acerca a una parte de la telaraña, me hace un gesto con la mano para que me acerque y obedezco a su mandato.
Me parece extraña la forma en que mi telaraña parece entrelazada de una potente manera con la que tiene a lado, ¿es eso normal? He visto algunas otras que están así, pero parece que es del tipo de situación que pasa una vez en un millón.
—¿Miguel? — él me mira, exhortando a hablar mi duda —. ¿Por qué mi telaraña esta pegada con otra?
La figura extraña atrapa por completo mi atención, pues el hexágono de telaraña que me pertenece tiene tres de las aristas unidas por microfibras de telaraña a otro hexágono que tiene al lado, de no ser porque los hilos se ven diferentes, podría decir que ambas telarañas son una misma.
— Destino — expresa él, su voz parece que decirlo le pesa moralmente —. Pero eso no importa ahora.
Asiento, me sigue mostrando lo que debe y yo trato de retener lo más pronto posible toda la información que me lanza.
Dios, esto es más grande que cualquiera de nosotros.
— Los nodos donde convergen las líneas son el canon; capítulos que forman partes de todas las historias arácnidas todas las veces, unos buenos, unos malos... unos muy malos.
En hologramas se despliega a miles de spiders arrodillados frente a un cuerpo inerte, miro al piso antes de que llegue al mío, me niego a volver a pasar por el trauma de ver el cuerpo sin vida del abuelo Ben ahí.
— Rompiste al canon al abandonar el alter de Silk, Caín. No has causado tantos daños, pero seguir así va a alterar toda la dimensión, tu acción puede llegar a destruir tu universo.
— No quiero seguir siendo Silk — le expreso prontamente —. No está funcionando, no estoy haciendo mi trabajo. No estoy salvado a todos.
— No puedes salvar a todos... — me dice él, aunque habla tranquilo noto la severidad de sus palabras.
— Nada te garantiza que si rompo el canon todo salga mal, quizás es para mejor — trato de razonar con él.
— No lo es. Las anomalías son peligrosas.
— ¿Cómo lo sabes? — le refuto, él suspira.
— Lo sé porque también lo rompí una vez. Encontré otro mundo donde tenía familia, donde era feliz... al menos esa versión de mi lo era. Y esa versión de mi murió, entonces lo reemplace. Creí que era inofensivo, pero me equivoqué — por más que lo enmascare, veo el dolor y la culpabilidad en él.
Las escenas que narra se reproducen frente a mi, y no sé si doy demasiado sensible pero un nudo imposible de tragar se forma en mi garganta y siento la visión ligeramente borrosa.
Las personas desaparecen, veo la desesperación en el holograma de Miguel... que lleva una niña en brazos, me cubro la boca horrorizada, entendiendo lentamente su vida.
— Así es como se ve cuando una dimensión muere... cuando lo sufres, esperas que sea la última vez.
Me mantengo en silencio hasta que la habitación vuelve a ser la misma de antes. Entiendo que tengo que volver a tomar la identidad de Silk, pero no estoy lista para hacerlo.
— Escucha, yo te juro que entiendo todo esto... — le expreso con tranquilidad —. Pero... pero también quiero que entiendan que necesito tiempo; no me siento bien. Silk va a volver, pero no en este momento.
— Tú desaparición está causando anomalías.
— Lo sé, lo sé. No soy apática de lo que sucede, lo juro. Pero tienes un escuadrón, puedes ayudarme, no estoy en las condiciones físicas ni emocionales para volver.
Miguel se pellizca el puente de la nariz, su suspiro me dice que está buscando una solución a todo esto. Miguel está consciente que él mismo tiene demasiado trabajo.
— Bien, bien... voy a darte este trato — Miguel se coloca frente a mi —. Voy a dejar que Silk descanse, pero tienes que quedarte en el complejo para entrenar, no sólo físicamente, vamos a entrenar tu mente — su dedo índice señala mi cabeza, estoy consciente también de que necesito ayuda —. Otros spider se harán cargo de todo lo que surja en tu universo para evitar más anomalías.
Asiento pronto.
— Sí, está bien. Necesito recuperar a Silk.
— No solo vamos a recuperar a Silk, vamos a mejorarla — me expresa él con un gesto confiado —. Debo enseñarte muchas cosas.
Su gesto me hace sentir intranquila, parece siempre estresado y cansado, pero de alguna forma veo bondad en sus ojos... igual que la mirada de todos los spider.
Me explica muy brevemente el funcionamiento de algunas cosas, pongo atención y trato de entender lo más que puedo. Para cuando me permite retirarme del lugar, solo murmuro una despedida, pero me detengo en mis pasos y llamo su nombre, el no responde, pero me mira, instando a que continúe con lo que voy a decir.
— Lamento lo de tu hija... sé lo que se siente perder a la persona que más amas — mi mirada mantiene la suya, entiendo su pesar, porque en mi pecho también hay uno igual —. Pero creo que ella no podría estar más orgullosa de lo que su padre hace por todos.
Veo a Miguel apretar los dientes, no de enojo, sino de una emoción diferente. Le extiendo un pequeño caramelo, es una paleta de fresa que él toma dudoso, sus manos se ven visiblemente enormes en comparación con el dulce, un gesto que usualmente los médicos tienen con sus pacientes pediátricos. Le sonrío ligeramente antes de balancearme y desaparecer del lugar.
Miguel suspira, toma asiento en su silla y se revuelve el cabello. Mira con curiosidad el caramelo en su mano, y con la que le queda libre se toca el pecho.
— No quiero decir "te lo dije", pero te lo dije — la voz de Lyla aparece en la habitación y él sólo niega —. Es un evento canónico.
❝𝓔𝓿𝓮𝓻𝔂 𝓭𝓪𝔂 𝓘 𝔀𝓪𝓴𝓮 𝓾𝓹, 𝓽𝓱𝓮𝓷 𝓘 𝓼𝓽𝓪𝓻𝓽 𝓽𝓸 𝓫𝓻𝓮𝓪𝓴 𝓾𝓹
𝓛𝓸𝓷𝓮𝓵𝔂 𝓲𝓼 𝓪 𝓶𝓪𝓷 𝔀𝓲𝓽𝓱𝓸𝓾𝓽 𝓵𝓸𝓿𝓮
𝓔𝓿𝓮𝓻𝔂 𝓭𝓪𝔂 𝓘 𝓼𝓽𝓪𝓻𝓽 𝓸𝓾𝓽, 𝓽𝓱𝓮𝓷 𝓘 𝓬𝓻𝔂 𝓶𝔂 𝓱𝓮𝓪𝓻𝓽 𝓸𝓾𝓽
𝓛𝓸𝓷𝓮𝓵𝔂 𝓲𝓼 𝓪 𝓶𝓪𝓷 𝔀𝓲𝓽𝓱𝓸𝓾𝓽 𝓵𝓸𝓿𝓮❞
¡Nos leemos pronto! ♡
-𝑨𝒔𝒉.🕷