Abrí mis ojos, ya no entraba la luz por la ventana, sentí a alguien a mi lado, eso era una buena señal, estaba comenzando a recuperar mis energías.
-Kenshi: ____________, ¿estás despierta?_ no quise contestar.
Recordé lo que Fudo hizo.
-Kenshi: ¿Estás bien?_ me levante un poco hasta sentarme.
-Cierra... los ojos..._ hable.
-Kenshi: ¿Por qué?_
-Solo... cierra los ojos_
-Kenshi: Bien_
Me puse de pie y cerre mis ojos, estire mi mano y comencé a susurrar un par de palabras de modo que solo yo pudiera escucharlas.
Había vuelto a casa, a Japón, debía ponerme acorde a la ocasion, muy pocas veces utilice un Kimono en la mansión.
Ya que había vuelto a mis origenes, debía aprovechar el tiempo que estaría aquí.
Mi vestimenta consistía en un Kimono con detalles rojos y naranjas, de igual manera mi cabello cambio un poco de apariencia y en el aparecio un liston morado. Sin olvidar a mi Katana favorita, con la que solía juzgar a los demonios, la más larga de todas.
-Listo... busquemos a Fudo_ dije maliciosamente.
-Kenshi: ¿Qué vas a hacer?..._ habría un poco sus ojos.
-No te he dado permiso de habrir los ojos_
-Kenshi: Si, lo siento... ¿qué planeas hacer _____________?_
-Hablar con el..._
-Kenshi: Entiendo que no te haya parecido lo que hicimos, pero era por tu bien_
-¿Para mí bien o para el suyo?_
-Kenshi: Pero..._
-Cállate y camina... ya puedes abrir los ojos_ me puse de espaldas de modo que no pudiera ver mi rostro.
-Kenshi: Ese atuendo..._
-Ya que estoy aqui lo mejor es usarlo..._
-Kenshi: Tiene razón..._ hablo formalmente.
(...)
-Fudo: Mis más sinceras disculpas..._ estaba incado y con la cabeza agachada.
-Levanta la cabeza_
-Fudo: Si_
-No vuelvas a tomar esa clase de decisiones_
-Fudo: No te preocupes, no volvera a pasar_
-Eso espero, y eso tambien va para ustedes dos..._ los fulminé con la mirada.
-¡Su majestad!_ un soldado entro corriendo hacia mi.
-¿Qué sucede?..._ agacho la cabeza de inmediato.
Cuando traigo puesta esta vestimenta no tienen permitido verme a la cara.
-Hay intrusos, necesitamos sus ordenes para atacar..._
-Yo me encargo, retirate..._
-¡Si!_
-Los caballeros son muy insensatos, después hablare con el encargado_ comencé a caminar.
-Fudo: ¡________!, ¡no puedes hacer eso!_
-Kenshi: ¡Fudo tiene razon!_
-Kano: Déjanos ayudarte_
-Caminen_
Comenzamos a recorrer la casa hasta llegar a la salida, ellos salieron primero haciendo una barrera en forma de proteccion sobre mi.
Comenzaron a hacer preguntas a los intrusos, ellos se negaban a contestar, entonces me di cuenta de que los caballeros los rodeaban.
-Creí haberles dicho que yo me encargaría, ¿qué están haciendo los caballeros aquí?_ el mismo soldado de hace unos momentos corrió hacia mi.
-Su majestad, di su orden, pero el general se negó..._ hizo una reverencia.
-Puedes irte, no estarás involucrado en esto, después me encargare del general..._
Me encargue de que mis ojos brillaran y pronuncie una palabra.
-Retírense_ escuche los pasos de todos los caballeros.
-Fudo: ¡Muéstrense!_
-Kenshi: ¿A que han venido?_
-Kano: __________, hay alguien ahí, no se muestran, ¿que hacemos?_ dijo sin mirarme.
-A un lado..._ comencé a caminar normalmente hasta que distinguí un par de sombras.
-Es una orden, salgan..._
Acto seguido de un par de sombras aproximándose desde la oscuridad, tome el mango de la Katana, solo si era necesario pelear, hasta que escuche una voz muy conocida.
-My Lady_
Ante mi, apareció Yuu y Sebastian, los cuales agacharon la cabeza en cuanto me vieron.
Poco a poco la figura a la que tanto estaba acostumbrada a ver se hizo precente ante mi.
Pensé:
-Idiota... ¿En qué estabas pensando?..._
Hola Mis Neko
No tengo las palabras para expresarles lo feliz que soy.
Recuerden: comentar▪️▪️▪️votar ⭐️y seguirme+
Bye