POV KIARA WALTON
Tomé la copa de vino que pedí, bebiéndola rápidamente.
—¿Quién dijo que era temprano para tomar? — se burló Nora.
La miré con cara de pocos amigos.
—Deben hablar Kiara, las cosas cambiarán a partir de ahora, Bastián no te dejará fácilmente, si es lo que quieres— sostuvo ella, con voz dulce.
—No sé si quiero que me deje Nora, y eso es lo peor de todo— confesé con mis ojos cristalizados.
—¡Kiara! — vociferó Kate detrás de mí.
Giré mi cara buscándola.
—Dale dos copas a una santa, y al otro día abandonará la túnica— musitó Nora.
Kate caminaba apresuradamente, acercándose a nuestra mesa.
—Kate ¿Qué sucede? — pregunté preocupada, la conocía perfectamente, la cara que tenía solo significa una cosa, "problemas".
—Taylor... Taylor, ella... — tartamudeó mi hermana, desesperándome.
Me puse en pie al ver la vacilación en su rostro.
—¿¡Qué diablos sucede, Kate!?— grité exasperada.
—Kiara— emitió Nora, parándose.
—Allison, ella..., no sé qué pasó, Taylor me llamó— habló Kate con rapidez, no podía comprender lo que intentaba decirme.
Tomé a Kate por los hombros para obligarla a mirarme.
—Kate, escucha, debes de calmarte, no puedo comprender que intentas decirme si no te calmas primero — susurré mirando fijamente a sus ojos.
Mi hermana abrió su boca volviéndola a cerrar, tenía sus ojos cristalizados. Moví mi cabeza indicándole que me explicara.
—Allison, ella... sufrió un accidente— confesó sorprendiéndome.
—¿Accidente?
—No sé como sucedió, Taylor no me explicó a detalles.
—¿Cómo está Allison? — indagué.
Kate se quedó en silencio.
—Kate, ¿cómo está Allison? — volví a preguntar. Mi hermana negó con su cabeza.
—Kate...
—Allison no resistió, Kia—informó mi hermana.
—¿Qué no resistió? ¿¡De qué estás hablando!?— chillé.
—Falleció en el quirófano, la cirugía era de alto riesgo, no la resistió— pronunció dejándome estupefacta.
No podía creerlo, esto debía ser una pesadilla, ¿Qué demonios estaba ocurriendo?
—¿En dónde está Will? — indagué.
—Aún no lo sabe— reveló ella, y esta era la peor parte, conociendo a Will, esto iba a destrozarlo.
—Debo ver a Will.
—Mamá está con él, ella le dirá— indicó.
Me giré para despedirme de Nora.
—Debo irme— le comuniqué.
—Descuida, yo le informo a Bastián— respondió Nora.
Salí del bar dirigiéndome con Kate al lobby del hotel, cuando me encontré con Bastián.
—Kiara— me llamó.
—Hola— saludé con voz quebrada,
—¿A dónde vas? ¿Sucede algo? — inquirió dejando un beso en mi frente, sostuvo mi cabeza con sus manos para que lo mirara.
—Necesito ver a Will— expliqué con voz entrecortada.
—¿Qué sucede? — demandó saber mirando a mi hermana detrás de mí.
—No sabemos cómo, pero Allison acaba de fallecer— soltó Kate sin más— la familia Walton debe viajar a Minnesota.
—¿Qué? — dijo Bastián, sorprendido.
—Debo estar con mi hermano ahora— declaré secamente, retirando sus manos de mi cara.
—De acuerdo— expuso neutro.
Me separé de él continuando con mi camino sin decirle nada más. No solo quería estar con Will en este momento, también quería estar lejos de él...
Volteé mi cara viéndolo de pie en medio del lobby sin dejar de mirarme.
—La suite de Will se encuentra en el piso doce— informó mi hermana llamando mi atención, quité mis ojos de Bastián, asintiendo.
***
Entré a la habitación de mi hermano encontrando a mi madre con él, Will lloraba desconsoladamente rompiéndome el corazón.
Corrí hasta él abrazándolo por la espalda, no podía verlo así.
—No fui capaz de disculparme con ella, Kiara— se lamentó mi hermano entre llanto.
Me separé de Will rodeándolo, buscando su rostro, no soportaba su dolor.
—Allison murió odiándome— gruñó. Tomé su cara con mis manos.
—No fue así, Will. Te lo aseguro— traté de convencer.
—No puedes asegurármelo, ¡nadie puede asegurármelo! — refutó.
No sabía qué decir a eso.
—Sal de mi habitación, mamá— pidió mi hermano.
—Will— susurró Hilda, dolida.
—¡Lárgate, mamá! — gritó mi hermano, solté su cara.
Mi madre se quedó inmóvil, sabía que Will era injusto con ella, lo que él sentía no tenía nada que ver con ella, no tenía por qué tratarla así; pude ver los ojos de mi madre inundarse.
—¿No me escuchaste? — escupió de nuevo Will.
—Will, soy tu madre— le recordó Hilda tratando de sonar firme.
—Tú no eres mi madre, una madre no hace lo que tus haces— espetó apretando sus dientes.
—Kate, llévate a mamá— le pedí, esto sería mucho para ella, en parte entendía a Will, pero también la entendía a ella.
—Vamos, mamá— comentó Kate dulcemente.
—Will...— lloró mamá.
Negué con la cabeza para que no siguiera, solo empeoraría las cosas.
Kate la sostuvo del brazo llevándosela afuera.
Will caminó por la habitación pegando su espalda a la pared, deslizándose por ella, sentándose en el piso, llorando..., esto era devastador.
—Will— lo llamé arrodillándome frente a él.
—Yo la quería, de verdad, era más que una amiga, era como mi hermana, Allison era mi familia— crujió, desesperadamente.
Lo abracé fuerte escuchándolo llorar, esto iba a ser difícil para él.
Trataba de calmarme por él, no podía quebrarme, no ahora, Will me necesitaba. Me obligué a mantenerme firme a pesar de sus desgarradores gritos, esto era una tortura, ver a mi hermano de este modo..., que alguien a quien amas sufra de esta manera es desesperante.
—Todo va a estar bien— susurré, —te lo prometo.
—Se supone que Erick tenía estar con ella, él debía estar con ella, ¡todo esto es su culpa!
—Will, no sabes cómo pasaron las cosas, no puedes culpar a Erick— sostuve.
—Lo voy a matar, Kiara, juro por Dios que voy a hacerlo— manifestó.
<< Esto no podía estar pasando>>
***
Viajaría con Will a Minnesota, Kate no podrá venir con nosotros, ella presidía este año en la convención de socios y accionista, no puede irse y abandonar sus responsabilidades, y yo lo comprendía, era el mejor momento de su carrera; mi madre dijo que viajaría con nosotros sin dudarlo, a pesar de que él lo único que hará será golpearla con sus palabras y más en la condición en la cual se encuentra, así que no puedo dejar a mamá sola con Will, alguien tiene que ponerle límites.
El asistente de papá coordinó el vuelo para que viajemos hoy mismo a Minnesota, si Will estaba en esta condición, no quería imaginar a Erick.
Quería estar con mi familia y alejarme de Bastián unos días, necesitaba pensar en nosotros y no podía hacerlo con él cerca.
Dejé a Will con Kate después de preparar su equipaje dirigiéndome a mi habitación a hacer el mío, supliqué a Dios no encontrarme con Bastián. Entré a la suite buscando mi maleta, organizaría mis cosas rápidamente, no solo quería irme a Minnesota por Will, sino por escapar de Bastián.
Saqué mi ropa del clóset metiéndolas a dentro de la maleta sin preocuparme porque estuvieran organizadas, con que la maleta cerrara era suficiente.
Escuché la puerta de la suite abrirse, justo en el instante que cerraba mi maleta.
Conocía esos pasos.
<< ¡Demonios!>>
Me senté en la cama esperando encontrarme con el rostro de mi bestia.
—¿Qué haces? — inquirió Bastián inmediatamente me vio.
—Me marcho a Minnesota— anuncié.
Ambos necesitábamos esto, alejarnos.
—¿Me estás dejando? ¿Me abandonas, Kiara? — interrogó locamente.
— ¿¡Que!? ¡No, santos cielos! — exclamé poniéndome en pie.
<<¿¡Qué rayos pasaba por su cabeza!?>>
—¡Mi hermano me necesita!, ¡mi familia me necesita! — vociferé agitada, no sé por qué me molestaba que pensara así.
—¿¡Te vas solo por Will, o por lo que hicimos anoche en esta maldita habitación!?— gruñó furioso.
—Bastián— susurré.
—Kiara—musitó dando algunos pasos colocándose delante de mí.
—Necesitamos tiempo, Bastián— declaré —¡Necesitamos pensar sobre lo que sea, que sea esto!
Bastián llevó su mano a mi mejilla acariciándola.
—No necesitamos tiempo, mocosa, necesitamos estar juntos. Apenas te pude tener, y ya te me escapas de la mano...— susurró matándome.
Me obligué a no llorar, todo esto me estresaba, Will, Bastián, yo...
—No nos estamos separando, Bastián— aseguré para tranquilizarlo.
—Esto se siente como si fuese una despedida, Kiara.
—Porque es una despedida, me voy a Minnesota, y tú te quedas aquí— dije con obviedad.
—Le pediré a Nora que me represente en la junta, viajaré contigo— expuso separándose de mí.
Se movió al closet con intención de sacar sus cosas. Caminé tras él deteniéndolo.
—No— pedí.
Bastián me miró.
—Necesito esto, necesito pensar; estaré unos días con Will, volveré a casa cuando todo terminé— sentencié.
Escuché unos toques en la puerta, debía ser el botones del hotel para bajar mis cosas.
Fui a la cama para tomar mi maleta, pero Bastián fue más rápido, tomó mi maleta cargándola por mí, caminando a la puerta; se detuvo en la puerta, agarré el pomo, sin embargo, él quitó mi mano de la cerradura, mirándome, no quería que lo hiciera, no quería que me mirara.
—¿Podrías por favor encargarte de llevar mis otras maletas? — tartamudeé, sintiéndome nerviosa bajo su intensa mirada.
—Mocosa.
Quise volver a agarrar el pomo buscando salir de la suite, pero Bastián me tomó de la cintura pegándome a él.
—No, por favor— supliqué, sabía lo que haría.
—No puedo dejarte ir sin ni siquiera besarte— confesó.
—Basti...— decía cuando pegó sus labios a los míos.
Levanté mis manos dejándolas sobre su pecho disfrutando de su beso.
—Anoche dijiste que me detestabas— le recordé dándole besos alternados sobre sus labios.
—Sí, a veces digo cosas sin sentido...— se defendió dejando caer la maleta suelo.
—Te odio...
—Nena, ¿sueles ponértele en cuatro a la persona que más odia? Si la respuesta es sí, entonces, no dejes de odiarme nunca— comentó deslizando su mano por mi trasero.
—Debo irme.
Él suspiró.
—Hasta luego, Kiara Davis— dijo abriendo la puerta sin soltarme.