Capítulo 62 ✔️

66K 3K 70
                                    

POV KIARA WALTON

Me desperté temprano para preparar el desayuno, Bastián seguía durmiendo al igual que las chicas, no solía entrar a la cocina con frecuencia, pero eso no significaba que no supiera ponerle mermelada o queso a una tostada.

—Me muero del hambre— lloriqueó Nora, entrando a la cocina, tomó una de las tostadas que había preparado.

La miré un segundo volviendo a llevar mis ojos a la estufa.

—Ayúdame con los platos— le pedí.

— Estoy cansada— se quejó.

—Acabas de despertar.

—Exacto, estoy cansada de dormir.

Rodé mis ojos; tomé todos los platos llevándolo a la mesa siendo perseguida por Nora, quien no despegaba los ojos de la comida. Volví a entrar a la cocina buscando la bebida llevándola a la mesa, encontrándome con Kate sentada al lado de Nora.

Me senté en la mesa sintiendo los ojos de ellas sobre mí.

—¿Qué? — pregunté sin comprender sus miradas acusatorias.
—¿No desayunarás con nosotras el imbécil que tienes en la habitación? — indagó mi hermana, sorprendiéndome.
—¿Qué? — dijo Nora entre risa —Dudo que tus gemidos no lo hayan escuchado en todo el edificio— murmuró.

Dejé mi boca abierta.

—Más, más...— gimió Nora de forma fingida.
—La próxima vez nos iremos fuera de Minnesota, donde tu esposo no se aparezca a mitad de la noche haciéndote cogidas espontáneas— recriminó Kate detonando la risa de Nora.

—Buen día para ti también, cuñada— saludó Bastián apareciendo de la nada, poniéndose la camisa.

—¡Oh por Dios! ¡Regresa a la maldita habitación y vístete allá! — gritó Kate, cubriéndose la cara para no ver a Bastián.

Bastián esbozó una sonrisa de lado terminado de abotonarse su camisa, caminando a mí.

—Buen día, pequeña— dijo dejando un beso en mis labios.

<<¿Qué rayos estaba aconteciendo con Bastián? ¿Dónde estaba mi bestia?>> Me quedé frisada mirándolo embobada, no podía despegar mis ojos de él, este hombre me hacía delirar.

<<Demonios, justo como me lo receto el doctor>>

Nora carraspeó despertándome de mi ensoñación.

—Siéntate a desayunar con nosotras— le pedí a Bastián tocando la silla a mi lado.
—Tendrás que disculparme, pequeña, pero lo mejor será que me marche, te dejaré disfrutar lo que resta del día con ellas, te veré en casa esta noche— anunció dejando un beso en mi frente.

Kate miraba todo con la boca abierta.

—Te amo— concluyó la bestia, ahora sí, dejándome sumamente preocupada, al parecer Bastián recordaba lo que me confesó hace tan solos algunas horas atrás mientras me hacía el amor.

Nora y Kate tenían sus ojos abiertos como platos siguiendo a Bastián por la sala, giraron sus caras mirándome a mí como si esperaran alguna respuesta de mi parte. Bastián abrió la puerta saliendo del departamento.

—¿Qué demonios fue eso? — inquirió Nora.
—Necesito un trago, creo que aún sigo dormida— dijo Kate, —¿Desde cuándo Bastián y tú se besan, follan y se dicen te amo? ¡Santos cielos, creo que estoy en Australia!

—Yo puedo responder eso— expuso Nora, —lo hacen desde que decidieron darse una oportunidad en el amor, como verdaderos esposos.

—Pensé que solo eran polvos casuales...— sostuvo mi hermana, buscando una respuesta a todo esto.

La MenorWhere stories live. Discover now