POV KIARA WALTON
Llegamos al lobby del hotel; nos encaminamos a la recepción para retirar las llaves de nuestras habitaciones, sé que la bestia y yo compartiríamos habitación, así que yo misma ya me di la terapia, pero no estaba cien por ciento segura de que él lo supiera, por lo tanto, también preparé la terapia para él.
—Señores, aquí están sus llaves. Bienvenidos al Hotel Walton de Sarasota— sonrió la chica colocando encima del mostrador las cartas de bienvenida del hotel, con las llaves de nuestras habitaciones.
—Y yo... mejor ya me voy— anunció Nora tomando la carta con su llave, — luego me cuentas cómo termino todo esto— me susurró, para luego correr lejos de nosotros, dejándonos parados ahí.
Bastián y yo miramos las dos llaves que correspondían a la misma habitación. Esperaba que él iniciara con el reclamo de la otra habitación, ya que yo le seguiría el paso, era lo único en lo cual podíamos estar ambos de acuerdo.
Me desesperé al ver que él no hacía nada.
<<¡Demonios!>>
—Señori...
—Ni te atrevas, Kiara— me cortó en seco.
La bestia tomó nuestras llaves de encima del mostrador dándose vuelta. Bufé caminando detrás de él, silenciosamente.
<<Y así queda inaugurada mis pequeñas vacaciones... Estoy que no aguanto la alegría (nótese el sarcasmo)>>
***
Entramos a nuestra habitación, el botones vendría luego con nuestras maletas.
La tensión era tan grande entre yo y Bastián que podía palparse.
Bastián abrió su maletín sobre la mesa de la sala ejecutiva, me quedé de pie viéndolo entresacar algunos documentos.
Abrí mi boca, volviéndola a cerrar.
—Debo reunirme con algunas personas interesadas en invertir de la firma— anunció sin mirarme— no vengo a vacacionar, sino a trabajar, así que no me des problemas— ordenó cerrando su maletín.
Se giró sobre sus talones saliendo de nuestra habitación sin decir nada más, y sin ni siquiera mirarme.
Sentí una punzada en mi pecho, quería gritar ¿¡Qué diablo le estaba ocurriendo a esa bestia!?
Hace tan solo un mes estaba dispuesto a follarme en su cocina, y ahora simplemente actuaba como si no existiera para él. Me fastidiaba su indiferencia.
En todos los meses que llevaba viviendo con Bastián nunca me había ignorado de esta manera, era como si yo no le importara, quería terminar con este juego, pero como podía hacerlo cuando él me trataba de esta forma.
Salí de la suite hecha una furia, necesitaba hablar con Nora.
Caminaba entre los pasillos del hotel cuando me encontré con Kate, ella caminaba apresuradamente.
—¡Kate! — vociferé llamando su atención, iba caminando al lado del asistente de papá y otros empleados.
—Kiara— respondió deteniéndose —Me disculpan, adelántense sin mí, por favor— pidió, las personas que la acompañaban asintieron marchándose.
Corrí a ella, mi hermana me abrazo fuertemente.
—Te extrañé— susurró.
—Yo también— le respondí con una sonrisa —¿A dónde vas?
—Sabes que presido la junta administrativa de los socios, debo trabajar con los reportes, estadísticas, proyecciones... no podré verte hasta la cena de esta noche— se lamentó.
—Descuida, lo sé ¿Y mis padres? — inquirí.
— Su vuelo está programado para esta tarde, esperarán a Will, el idiota olvidó comprar su ticket de avión— expresó Kate haciéndome reír.
—Debes irte...— musité nostálgica.
—Kia, te prometo que cuando todo esto terminé pasaremos tiempo juntas, mis días en Sarasota están contados, debo volver a Minnesota, papá me necesita allá, además, tengo un departamento el cual amueblar, tal vez le robe a Bastián su esposa por unos días— comunicó sacándome una sonrisa.
—Eres mi héroe— manifesté llevándome la mano al corazón, dramáticamente.
Mi hermana rio.
—Nos vemos más tarde— dijo Kate, dejando un beso en mi mejilla para marcharse.
Me quedé ahí hasta que la vi desaparecer entre los pasillos, y luego retomé mis pasos dirigiéndome a la suite de Nora.
Toqué varias veces su puerta, pero no abría.
<<¿Dónde demonios estaba?>>
Volví a tocar incesable hasta que logré escuchar como retiraba el seguro de la puerta.
—¿¡Qué rayos!?— vociferó abriendo la puerta.
—Lo siento— expuse entrando a su habitación de inmediato.
—¿¡Qué diablos sucede contigo!? — preguntó enojada, envuelta en una toalla y cubierta por jabón.
Creo que interrumpí su baño.
—Bastián no me habla— solté sin más —no me mira, me ignora... ¡Es como si no existiera para él y no lo soporto, necesito hacer algo! — grité sin pausa.
—Kiara, cariño, tranquilízate— manifestó Nora yendo al minibar, sirviéndome un trago.
—Toma— dijo pasándome el vaso.
Me tomé todo el contenido de un solo trago.
—¡Oye, calma! ¿Sí? — comentó quitándome el vaso para volver a llenarlo. Hice lo mismo, me tomé todo el whisky de un solo golpe.
Nora suspiró.
—Bueno, tómala, ya que...— comentó extendiéndome la botella de whisky. —Primero lo primero, pensé que esto era lo que querías, alejarte de Bastián y concentrarte en tu trabajo; dijiste que quieres divorciarte, que deseas parar con todo esto, ¿ahora te embriagaras porque Bastián no te habla? No comprendo, ¿qué es lo que deseas, Kiara? — interrogó Nora, mirándome fijo.
<< ¿Qué quiero?>> No lo sé, pero definitivamente no es terminar con este juego...
—No lo sé, no sé qué es lo que quiero, Nora— confesé con mis ojos cristalizados, cubrí mi cara con mis manos.
—Yo creo saber qué quieres, Kiara, pero no puedo ayudarte a saberlo, no hasta que tú misma lo veas por tus propios ojos.
—No estoy para acertijos, quiero una solución— me quejé, molesta.
—De acuerdo, veo que estás demasiado cabreada para pensar— sostuvo quitándome la botella —Si lo que quieres es llamar la atención del Lobo de Minnesota, puedo ayudarte— indicó acercándose a la cama, abriendo su maleta.
<< ¿Llamar la atención de Bastián?, era una muy buena idea en este momento>>
—Compré esto para usarlo en mis mini vacaciones, pero tu querido Lobo me llamó informándome que no venga a vacacional, sino a trabajar, así que ya no podré utilizarlo— explicó Nora sacando un traje de baño de su maleta.
Lo tiró sobre la cama, tomé el traje de baño que más bien parecía una lencería sexy, ¿qué rayos era esto?
—No me pondré esto— refuté instantáneamente detallando la pieza.
—¿Quieres llamar la atención de Bastián, sí o no?
—Sí, pero... — decía antes de ser interrumpida por ella.
—No hay peros Kiara. Justo en este momento Bastián espera por mi cerca de la piscina, está reunido con algunos futuros inversionistas y clientes de la firma ¿Quieres llamar su atención? ¡Ponte el maldito traje de baño y sal allá fuera, demuéstrale a Bastián que esté juego, no se termina cuando él lo diga, sino cuando tú lo digas! — gruñó Nora.
<<Definitivamente esa chica era el diablo sobre mi hombro>>
Inflé mi pecho, sé qué hacer esto sería buscarme un gran problema con Bastián, no quería hacerlo... pero él no me dejaba otra opción.
—Sabes que Bastián odia que sus clientes me vean descubierta— susurré no muy convencida, recordando la cena a la cual asistí con un vestido que dejaba mi espalda descubierta.
—¡Bastián que se joda! Se supone que no le importas, ¿No dices que te ignora? Pues veamos hasta qué punto es capaz de hacerlo— expresó ella, asustándome.