<< La final de Rugby se acerca y Amity tiene que invitar a algunos familiares >>
Los siguientes días habían transcurrido lentamente para el gusto de Amity, su herida había sanado rápido, pero le costó dos días de intenso entrenamiento con las Banshees y un regaño de una estresada Boscha.
En el fondo Amity se alegró de perderse ese par de días, era una brutalidad el nivel de entrenamiento físico que la capitana estaba aplicando al equipo.
A pesar de su condición, estuvo presente en los entrenamientos para entender las nuevas jugadas sugeridas por Skara en la planificación de estrategias contra Glandus.
Amity no conocía de primera mano al equipo, pero ver algunos videos de los partidos ganados por Glandus le hizo reconocer que Boscha no estaba exagerando con su riguroso plan de entrenamientos.
Cuando al fin se pudo poner a entrenar con las Banshees, Amity abandonó prácticamente sus demás obligaciones.
Había dejado temporalmente su puesto de la biblioteca, pidiéndole permiso a su jefe, y apenas se podía poner al día con sus materias en la escuela.
Sin embargo, sabía que, si querían salir victoriosas en la final, debían entrenar con todas sus ganas.
Respecto a Luz nada más había ocurrido, sus sentimientos por la morena a veces afloraban sin que ella se diera cuenta, pero al parecer Willow ya lo notaba si algo representaban las miradas mordaces que a veces le dirigía a la peliverde.
Por otro lado, Willow ya había entablado una relación más cercana con Hunter, Gus le había comentado a Amity que, con algo de suerte, esos dos tendrían una cita muy pronto.
Se alegraba mucho por su amiga, aunque ella aun no pudiera solucionar su propio rompecabezas sentimental.
A una semana de la final de rugby, Boscha se dirigió a Amity para preguntar la cantidad de boletos que le debía apartar para ese día.
La Blight lo consideró profundamente, era obvio que necesitaba, de entrada, el de su Abue.
Pero luego pensó en sus padres, quienes al acercarse el final de año estaban más ocupados que nunca, seguramente no podrían asistir al evento. Aunque tampoco sería una gran pérdida, a su madre en un principio le desagradó la idea de que Amity se uniera a las Banshees.
Entonces finalizó contando con su Abue y con los gemelos, quienes no desperdiciarían la oportunidad de escapar un fin de semana de la universidad.
Les comentó sobre ello en una video llamada, una de tantas noches en que Amity debía trasnochar para completar sus tareas.
Amity distinguió las ahora rubias cabezas de sus hermanos mayores.
—¿Se destiñeron? — preguntó ella cuando comenzó la llamada.
—Hola para ti también Mittens— replicó Edric divertido.
—Te hemos extrañado mucho, hermanita— siguió el juego Emira.
Amity por un momento les dio una mirada cansada a sus hermanos —yo también los extraño— suspiro rindiéndose —y hola también—.
Los gemelos vieron lo demacrada que se veía su hermana menor ahora con preocupación.
—¿Estas bien Amity?, te ves un poco cansada— preguntó primero Emira.
—Sí, es sólo que los entrenamientos son muy duros últimamente y tengo también mucha tarea que hacer— mencionó distraídamente mientras seguía tomando un par de notas.
—No deberías tomártelo tan enserio Mittens, descansar también es importante— mencionó Edric.
—Sí, pero debo cumplir con mis calificaciones con nuestros padres y además es la final del torneo de rugby, es el partido más importante, no puedo fallar— dijo ella con determinación.
Sus hermanos se miraron entre ellos, sabían que Amity era así con todas sus actividades, así que dejaron de insistir.
—Bien, y... ¿nos vas a invitar a tu juego o sólo nos llamaste para presumir? — retomó Em.
Amity se animó ante el cambio de tema, —sí, de hecho, les tengo dos boletos en primera fila, el partido es el sábado así que pensé en avisarles con tiempo— les explicó ella.
—Oh genial, ahí estaremos Mittens— sonrió Ed —además en una buena excusa para salir todo el fin de semana de aquí— dijo él mientras Em asentía dándole la razón.
—De acuerdo, entonces le avisaré a nuestra Abue, para que preparemos habitaciones extra— dijo Amity, debía admitir que estaba emocionada de tener a los gemelos de vuelta después de tantos meses, incluso aunque a veces solían ser un dolor de cabeza.
—Bien— dijo Emira —y... ¿qué más nos cuentas Mittens?, ¿ya tienes algún crush o algo? — finalizó mordazmente.
Amity, prácticamente contra su voluntad, se sonrojó fuertemente, y desvió la mirada de la cámara.
Los gemelos miraron sorprendidos la reacción de la menor Blight.
Edric rio con fuerza —¿enserio?, en todos los años que llevamos viviendo juntos nunca te interesó nadie, y sólo hasta que nos separamos de repente sale alguien, no lo puedo creer—.
—Pero cuéntanos, ¿quién es? — trató de indagar Emira.
Amity tomó una fuerte respiración, —se los contaré sólo si prometen no decirles a nuestros padres y no molestarme cuando vengan aquí— miró seriamente la cámara para enfatizar.
Los gemelos volvieron a mirarse entre ellos, Amity sospechaba que de alguna manera podían comunicarse solo con la mirada, y después de un momento, con sonrisas muy parecidas respondieron —hecho—.
—Aunque— interrumpió Ed, —la segunda cosa seguramente será más difícil—.
Amity asintió, esto era lo más que podría hacer para que sus hermanos se comprometieran.
Después de eso comenzó a relatar cómo es que había conocido a Luz, algunas de sus aventuras y su eventual enamoramiento, incluso relatando brevemente el incidente del skate mostrando su ahora casi imperceptible cicatriz.
Sus hermanos ya habían reconocido el nombre porque Amity les hablaba seguido de sus amigos, pero no conocían la parte más íntima de su amistad con la chica.
Cuando finalizó su relato se dio cuenta de lo tarde que era, pero esperaba silenciosa la reacción de los gemelos, quienes tenían una expresión pensativa en sus rostros.
—Bueno, ella suena como una buena persona— comenzó Em —aunque hasta que no la conozcamos no podemos decir mucho más— mencionó, —aun así, me alegro por ti Mittens, incluso aunque no estén saliendo, este tipo de cosas suelen ser emocionantes—.
—Y supongo que la conoceremos el fin de semana— sonrió Ed maliciosamente.
—Ed... lo prometieron— replicó Amity ahogando un bostezo.
—Bien, bien— rio un poco Ed.
Los gemelos se despidieron de Amity para dejarla descansar, ya era algo tarde, así que finalizaron la llamada prometiendo verse muy pronto.
Amity se sentó en su habitación en silencio un rato.
Pensando severamente en cierta chica que últimamente no abandonaba su cabeza.
Se preguntaba si Luz sentiría mínimamente algo por ella, o si sólo querría mantener su amistad.
Su Abue y sus hermanos ahora lo sabían, ya no tenía que negarlo, era un hecho, Amity Blight se había enamorado.
Era una sensación bastante extraña, pero agradable en cierta forma.
Se preguntaba si sería tan valiente como para hablar de esto con la misma Luz.
En el fondo todavía estaba latente ese pequeño temor del rechazo, pero también era cierto que si no lo intentaba nunca lo sabría.
Resignada a no hacer nada por el momento, bajó las escaleras para contarle a su Abue sobre los gemelos y sobre el partido en general, debía concentrarse en eso.
Se durmió rápidamente, sus sueños llenos de la presencia de cierta chica, un gorro rojo y una característica sonrisa que le robaba cada vez más el corazón.
<< Tenemos el debut de los gemelos, ¿qué tal?
Honestamente van a aparecer muy poco, así que les sugiero disfrutar de sus apariciones.
Gracias por las lecturas y los votos :D este fic, ya anda rondando el 1k, algo que veía bastante imposible la verdad, jajaja.
Espero que les siga gustando, porque esto yo creo ya clasifica como long-fic, traten de adivinar qué número de capítulo estoy escribiendo actualmente, jajaja.
¡Nos vemos en el siguiente! ;) >>